miércoles, 23 de junio de 2010
"RAMÓN GAYA. HOMENAJE A LA PINTURA"
EXPOSICIÓN DE RAMÓN GAYA EN EL IVAM EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
En el centenario del nacimiento de Ramón Gaya se presenta en el IVAM la exposición “Homenaje a la pintura”, coorganizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), con la que se rememora el amor por la pintura que expresó Ramón Gaya con sus homenajes a los grandes pintores del pasado. Fue durante su exilio en México cuando, lejos de los museos de Europa, pero rodeado de reproducciones de los cuadros que apreciaba decidió hacer honor a unas obras que consideraba, más que testimonios históricos, plenamente vivas, pues años después de su alumbramiento siguen conmoviendo al que las contempla.
Este homenaje a la pintura no se limitó a una escuela o cultura determinadas, pues cita a pintores chinos o japoneses junto a españoles, holandeses o italianos, observando más allá de su apariencia formal, su sustancia pictórica.
Con motivo de la exposición se edita un catálogo que reproduce las obras expuestas y contiene textos sobre la vida y la obra de Ramón Gaya de Andrés Trapiello, Pascual Masiá, Consuelo Císcar y poemas de Enrique de Rivas, Alex Susana, Carlos Marzal, José Rubio Fresneda, Eloy Sánchez Rosillo, Vicente Gallego, Francisco Brines y Tomás Segovia.
Ramón Gaya (Murcia 1910-Valencia 2005) . A los diez años dejó la escuela para consagrase por entero a la pintura, con el respaldo de su padre, aconsejado por los pintores murcianos Flores y Garay. En 1928, consiguió una beca para viajar a París, donde la ilusión de encontrarse con las vanguardias sólo fue comparable con la decepción que le produjeron al tropezárselas de cerca, lo que hizo que volviera sus ojos hacia el Louvre y, sobre todo, hacia El Prado, "su" museo, donde encontró a quienes iban a ser sus referencias pictóricas y sus maestros a lo largo de setenta años: Tiziano, Rembrandt, Velázquez, Rubens, y todos aquellos que de una manera natural han ido conformando su universo pictórico y con los que estableció un diálogo que no se interrumpiría con los años. A su vuelta a España, Gaya se instaló definitivamente en Madrid en 1933, y participó en las Misiones Pedagógicas recorriendo España acompañando a Rafael Dieste, Luis Cernuda y Antonio Sánchez Barbudo.
Con el estallido de la guerra se situó en el lado de la República colaboró en la revista valenciana Hora de España, junto a Antonio Machado, el propio Dieste, Gil-Albert, María Zambrano, Bergamín o Luis Cernuda. Con el final de la guerra se exilió en México, donde permaneció catorce años. El alejamiento de los museos europeos, de la obra de los maestros de la pintura, fue el origen de sus homenajes a Tiziano, Picasso, Velázquez, Van Gogh, Rembrandt, Hokusai, etc que dieron lugar a muchas de sus pinturas. Por sus ideas sobre la pintura moderna y las vanguardias, como por su carácter, dedicado a su trabajo silencioso, le convirtieron en "uno de los más hondos y solitarios (artistas) que ha dado España a lo largo del siglo", y en uno de los más inconfundibles y originales.
En 1956 se trasladó a Roma, donde siguió con su vida solitaria y apartada, apenas se relacionaba con otra exilada española como María Zambrano, o con el escultor Giacomo Manzú y la escritora Elena Croce. Tras un primer regreso a España en 1960 suele prolongar sus estancias en Barcelona y posteriormente en Valencia, donde instaló su estudio en 1974. Época en la que escribió y publicó sus dos libros más importantes, El sentimiento de la pintura (1960) y Velázquez, pájaro solitario (1969), y presentó una exposición en Madrid en 1978 que se consideró su presentación en España. A partir de 1984, vivió en Madrid, pero con constantes desplazamientos a París, Roma, Valencia y Murcia, ciudad que se inauguró el museo que lleva su nombre en 1990. El IVAM le dedicó una amplia exposición en el año 2000.
Fecha: Hasta el 5 de septiembre de 2010
Más información: http://www.ivam.es/exposiciones/2666-ramn-gaya-homenaje-a-la-pintura
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