jueves, 9 de mayo de 2024

SINFONÍA Nº 18 "GUERRA, NO EXISTE PALABRA MÁS CRUEL", SEGUNDA OBRA DE LA TRILOGÍA DE LA GUERRA DEL COMPOSITOR SOVIÉTICO MIECZYSLAW WEINBERG, EN EL 79 ANIVERSARIO DE LA VICTORIA DEL EJÉRCITO ROJO

La “Sinfonía Nº 18” (Guerra, no existe palabra más cruel) Op.138 fue terminada en 1986, siendo la segunda obra del tríptico sobre la guerra. Está compuesta en un solo movimiento, dividido en cuatro partes principales, para orquesta y coros. Los textos usados pertenecen a Sergei Orlov, y a Alexander Tvardovsky, empleando además textos populares tradicionales. Utiliza una gran orquesta reforzada por el órgano.

La primera parte, adagio, allegro, es puramente orquestal. Está dividida en dos secciones con una similar duración. La primera sección es lenta, empezando la cuerda presentando una especie de himno, que luego es recogido por el metal de un modo más estridente. La trompeta con sordina repite el tema antes de la parte final. La cuerda nos conduce a la segunda sección con frases más expresivas.

El allegro que sigue sin interrupción nos presenta un tema vivo mediante la cuerda acompañada por golpes de timbal. Como en su anterior sinfonía, después de presentarnos los recuerdos de los males causados por la guerra ahora nos ofrece una visión más dramática de la misma. El órgano se añade para dar más fuerza a su clímax. Luego entramos en una sección más calmada con elementos camerísticos. La cuerda toma la palabra para llevarnos a una reflexiva coda.

La segunda parte, Lo enterraron en la tierra, usa un poema de Sergei Orlov. El coro realiza su primera entrada a capella. Presenta un tema elegíaco con fúnebres elementos. La música se eleva con motivos contrapuntísticos. En la parte central interviene la orquesta con delicados motivos en un ambiente camerístico. El tañido de la campana nos lleva a una sección de mayor dramatismo dominada por la madera. En la parte final vuelve a participar el coro con una mayor fuerza. Solos de la madera cierran con calma esta parte, pasando sin interrupción a la siguiente.

La tercera parte, Querida pequeña baya, no conoces la pena de mi corazón, contiene un tema tomado de una canción folclórica popular. El coro introduce dicho tema de carácter popular. El motivo se desarrolla de modo polifónico con el adecuado acompañamiento de la orquesta y el órgano. La cuerda introduce un motivo agitado con el coro presentando el tema anterior de modo fragmentado. Esta sección, podríamos decir de desarrollo, nos conduce a un clímax con intervención del metal mediante agresivas frases. El coro y la percusión se añaden en su culminación. Después de una pausa empieza la recapitulación de la sección inicial con el coro a capella, seguido de una entrada delicada de la orquesta, que sin interrupción nos conducirá a la siguiente parte.

La última parte, guerra, no existe palabra más cruel, utiliza un texto de Alexander Tvardovsky. Forma el epílogo de la sinfonía. El coro a cappella, en polifonía nos presenta un emotivo tema que se va elevando hasta las regiones más agudas para luego iniciar su descenso hasta disolverse en la coda.

Se trata de una sinfonía menos abstracta que la anterior. Los temas son más claros con mucha influencia de melodías folclóricas.

Fuente: Historia de la Sinfonía

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