Construido en 1974, es uno de nuestros museos preferidos en Albania. El espacio dedicado a las exposiciones temporales (véase el programa en el sitio web) es de los pocos lugares del país en donde el arte contemporáneo tiene carta de naturaleza. En cuanto a las salas de exposición permanente, son una auténtica máquina del tiempo, sobre todo las dedicadas al arte oficial comunista.
Inicios de la pintura en las ciudades albanesas (1883-1930) - Sala 1. Aquí asistimos al nacimiento de la pintura laica en Albania. A veces muy académica (bodegones y otras escenas de vida rural), otras muy pomposa (representaciones viriles del héroe nacional Skandergeb), pero que pueden sorprender. Observe, por ejemplo, los cuadros Nikollë Çoba me kostum shkodran (Nikollë Çoba en habit de Skhodra, 1897) y Portret i Ismail Pashës (Portrait d'Ismail Pasha, sin fecha). Estos retratos parecen fotografías. Están firmados por Pietro Marubi (1834-1903), primer fotógrafo del país en 1853 y fundador de la dinastía de reporteros-retratistas Marubi, Italiano nacionalizado albanés, volvió aquí a su amor de juventud, la pintura. Otro bonito descubrimiento, el bello lienzo Pamje nga Ulqini (Vue d'Ulcinj,1897), ciudad de Montenegro). Se lo debemos a Kolë Idromeno (1860-1939), cuyo marcado estilo se debe no solo a su paso por las Bellas Artes de Venecia, sino también a su talento fotográfico. Al igual que Marubi, era de Shkodra y, como él, fue pionero al proyectar películas por primera vez en Albania.
Pintura realista y escuela de arte de Tirana (1930-1950) - Sala 2. Aquí se expone a artistas procedentes de la primera escuela de arte de Tirana fundada en 1931. En primer lugar, está, Sadik Kaceli (1914-2000), del que se puede admirar Portret fshatari (Retrato de campesino, 1933). Estudiante de Bellas Artes de París de 1936 a 1941, se considera uno de los mejores pintores albaneses de su época. El régimen comunista le confió la realización de los primeros billetes emitidos en 1945, así como en el diseño de armas de la República Popular Socialista de Albania. Otro gran nombre: Odhise Paskali (1903-1985), a quien se debe la estatua de Skanderbeg, que se encuentra justo al lado de la plaza homónima. Parcialmente formado en Italia, es uno de los pocos artistas del país cuyas esculturas se encuentran en las grandes colecciones suizas y alemanas (las más frecuentemente robadas durante la ocupación entre 1939 y 1944).
Pintura académica y pintura histórica y política (1950-1986) - Sala 3. Obras de propaganda, los cuadros expuestos aquí no tienen ningún interés estético, salvo el gran lienzo Vojo Kushi (1969) de Sali Shijaku (nacido en 1933) que muestra al héroe nacional de origen serbio Vojo Kushi (1918-1942) atacando un tanque con una granada. Su estilo casi surrealista, que choca con el resto de la sala, y su actitud de artista «honesto» frente al régimen, lo convierten en uno de los pocos pintores de este período que hoy se reconoce.
Realismo socialista y construcción del nuevo hombre (1960-1986) - Sala 4. Completamente bajo la influencia del realismo socialista importado de la URSS, los artistas oficiales ya no buscaban describir una «realidad» que complaciera al régimen, sino poner como ejemplo «el nuevo hombre», como militares con rasgos perfectos y cuerpos musculosos por Pandi Mele (1939-2015) en su tríptico Ushtarët e revolucionit (Los Soldados de la Revolución, 1969). El escultor Kristaq Rama (1932-1998), padre del Primer ministro Edi Rama y autor de la estatua Madre Albania que domina el Cementerio de los Mártires de la Nación, pertenece a esta generación de artistas. Algunas de sus obras se exponen a menudo aquí.
Pintura formalista del socialismo realista (1969 a 1974) - Sala 5. Tras la ruptura con la URSS, el arte oficial albanés tuvo que reinventarse. A pesar de una clara influencia formalista, es más experimental y, por consiguiente, más interesante. Antiguo maestro de lo abstracto, desde la caída del régimen, Llambi Blido (nacido en 1939) se aventuró en un grafismo minimalista y «tipográfico» como con el muy conseguido Në pultin e komandimit («En la sala de mando», 1971). Influido por Chagall, Edison Gjergo (1939-1989) se aproximó al arte psicodélico con su Fondatori («Obrero fundador», 1971) con aspecto de Vulcano. Por alejarse demasiado del estilo del partido, el artista fue encarcelado en 1974. Por último, nuestra obra preferida aquí es sin duda la muy ligera y poética Kooperativistet («La Cooperativa», 1972) de Bajram Mata (1940-1983).
Pinturas y esculturas modernas (de 1989 a nuestros días) - Sala 6. En los últimos años del régimen comunista y el posterior período caótico, los artistas albaneses se enfrentaron a la libertad y parecieron querer recuperar el tiempo perdido regurgitando todos los grandes movimientos del siglo anterior: naturalismo, expresionismo, arte naíf, arte abstracto, surrealismo… el resultado no siempre fue acertado, pero asistimos a transformaciones. En particular, el pintor Abdullah Cangonji (1920-1987) que pasó de la fantasía del hombre nuevo en los años sesenta a una realidad presentada de forma cruda, pero con colores tornasolados con Peshkatarët («Las pescadoras», 1990). A la vez pintor y escultor Lumturi Blloshmi (nacido en 1944) se liberó de los dogmas para integrarse completamente en el arte contemporáneo de los Balcanes, como con su Metamorfoza («Cráneo cubierto de colillas», 2008). Por último, como curiosidad se puede echar un vistazo al cuadro cubista Pikëllimi i netëve kosovare («El anochecer del Kosovo», 1989) firmado por Edi Rama (nacido en 1964). No tiene por qué gustarnos, pero se le debe reconocer al autor, elegido Primer Ministro en 2012, la predicción del drama que tendría lugar en el país vecino diez años después.
Fuente: Petit Futé
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