jueves, 4 de julio de 2019
50 AÑOS DE LA MUERTE DEL PINTOR COMUNISTA ALEXANDR DEINEKA
"APUNTES AUTOBIOGRÁFICOS", TEXTO DE ALEXANDR DEINEKA DE 1946
Nací en 1899, en Kursk. Crecí fuera de la ciudad, en un jardín, en un río, en los huertos. Mi familia nunca pudo ocuparse personalmente de mi educación: mi padre y mi madre se marchaban temprano al trabajo. De mi infancia recuerdo los prados con flores, el río donde comencé a nadar a partir de los tres años y el olor de los manzanos, los caballos y las palomas. Primero ir a la escuela y, después de las clases, otra vez al río, los amigos, las correrías por el jardín, las peleas. La vida en las afueras de la ciudad: gente menestral, directa, con reglas severas de comportamiento. Vagábamos por las aldeas, salíamos a pescar, a cazar. En la ciudad nos peleábamos con los niños de “cuello blanco”, con los colegiales señoritos. En la escuela me gustaban las matemáticas, la cerrajería, pintaba. Quería ser ingeniero, pero en casa no había dinero. A los dieciséis años me fui a Járkov, a la Escuela de Arte. Desde ese momento comienzo a llevar una vida independiente. Mi padre era un obrero y no le gustaban demasiado los artistas, así que no me ayudaba económicamente. En aquella joven escuela de Járkov hubo un período de apasionamiento por los “ismos”: algo de impresionismo y mucho de simbolismo de provincias, hasta llegar a Chiurliónis. Cancaneamos mucho, de aquí para allá, por esos “ismos”. Estoy muy agradecido al profesor Péstrikov por su método de adiestramiento, severo y consecuente, en el dibujo clásico.
En Járkov, en febrero de 1917, con aire festivo desarmaron a los municipales. Las escuelas cerraron sus clases. Comencé a vagar por las ciudades y los poblados. Me familiaricé con la literatura política, los programas del partido, con soldados y oficiales. En esta época, en lo artístico, se escuchaban los últimos ecos de los “ismos” pre-revolucionarios. En 1918 regresé a Kursk. Los trabajos preparativos para celebrar el I Aniversario de la Revolución de Octubre. Mis primeras experiencias en trabajos monumentales. Trabajo en el Departamento de Instrucción Pública [Gubnarobraz] como instructor, recorro las provincias. Los alemanes invaden Ucrania. Se siente el frente demasiado cerca. En Kursk me intereso por las corrientes artísticas de izquierdas de Leningrado. Doy mis primeros pasos en el cubismo, tan sugestivo.
Ofensiva de Denikin. Trabajo en la ROSTA [Agencia Oficial de Telégrafos Rusa] de Kursk, participo en enérgicas campañas de choque tanto en la ciudad como en el frente. En general, 1919-20 fueron años de rabiosa tensión y de carreras en el trabajo. Trabajábamos días enteros y sin apenas celebrar asambleas en este flagelo artístico que alumbró la Asociación Rusa de Artistas Proletarios (AJRR).
En 1920 me desmovilizan del ejército y me mandan comisionado para estudiar en la Facultad de Poligrafía de los VJUTEMAS de Moscú. Aquí me concentro en recoger material de laboratorio para los ensayos de programas. El lío de los programas por un lado y el estudio artístico por otro: estudiábamos a nuestro aire, en la biblioteca, los museos, las exposiciones, en las polémicas artísticas con Mayakovski y Cherepnín. Estudio con V. A. Favorski. A pesar de cierto carácter salvaje de la Facultad durante mi período de aprendizaje, y del frío y el hambre que pasábamos, allí se trabajaba muy en serio sobre la forma y la composición artísticas. Al mismo tiempo trabajábamos en la producción: en las tipografías y en la revista Bezbózhnik u stanká, donde comencé a trabajar en serio como artista gráfico en prensa.
En el año 1924 organizamos una gran exposición-debate. Los expositores éramos alumnos de los VJUTEMAS, discípulos de una escuela superior revolucionaria. Yo expongo un óleo —Fútbol— y una serie de dibujos publicados en revista.
En 1925, un grupo de pintores y dibujantes de esta exposición-debate (allí había pintores, decoradores, artistas textiles) creamos la Asociación de Pintores de Caballete (OST), en la que entran algunos pintores de la vieja generación (Altman, Ánnenkov, Shtérenberg. A excepción de Shtérenberg, que presidía la Sociedad, los demás artistas veteranos no llegan a adherirse a la Asociación. La OST era una organización juvenil claramente contrapuesta a la Asociación de Artistas de la Rusia Revolucionaria (AJRR), aunque el aprendizaje y los conocimientos de la práctica artística unían coyunturalmente a muchos pintores de los dos grupos. La AJRR se basaba en la práctica pictórica pre-revolucionaria. Nosotros, la juventud, comenzábamos a pintar sobre tierra virgen. Trabajo para las revistas Prozhéctor y U stanká y en varios periódicos. Luego viajo a la cuenca del Don y regreso con material. En la primera exposición de la OST presenté trabajos de gran tamaño, Mineros, al año siguiente Construyendo nuevos talleres (Galería Tretyakov). En los años 1927-28, Trabajadoras textiles (Museo Estatal Ruso), La defensa de Petrogrado (Museo Central de las Fuerzas Armadas de la URSS). En 1928 abandono la OST por discrepancias con sus dirigentes en cuestiones relacionadas con las artes productivas (en la OST se advertía una hipertrofia de la pintura de caballete, del cartel y el dibujo gráfico: su papel era prácticamente nulo). Luego la OST se fraccionó entre productivistas y puristas. Después fundamos el grupo Octubre. En la única exposición del grupo expuse varios carteles gráficos y un lienzo monumental, Alma. Continúo trabajando para la prensa. Ilustro El fuego de Henri Barbusse y edito una serie de libritos infantiles (El primero de mayo, Barullo, Entre las nubes El desfile del Ejército Rojo, etc.). Realizo una serie de carteles y participo en varias exposiciones de pintura, dibujo y cartelismo en Moscú y en establecimientos artísticos ambulantes por toda la URSS.
También expongo carteles, dibujos y óleos en el extranjero (Alemania, Grecia, Austria, Suecia, Francia, Suiza, Italia y América).
Durante los años 1930-31 trabajo en la Editorial Estatal de Arte (IZOGIZ) como consultor en temas de cartelismo: lo consideraba como un trabajo social Cátedra de Dibujo en el Instituto de Poligrafía. Fue un período triste, penoso, agotado por las innumerables reuniones de trabajo que celebrábamos por cientos de motivos, que absorbían la mayor parte de mi tiempo y me impedían trabajar.
A partir del 23 de abril de 1932 se inició para mí un período de transición, en el sentido de que ya no estaba tan seguro de mí mismo como antes, en el que me dediqué a retocar algunos trabajos ya hechos y a probar, a controlar más mi trabajo.
El viaje que hice al extranjero en 1935, por Francia, Italia y América, me hizo ver que yo era menos “occidentalista” que muchos artistas de la escuela moscovita.
Para terminar añadiré, que el arte es un duro frente de guerra, tanto más duro porque hay que luchar contra sí mismo, pasar de corrido sobre las lecciones y sermones de los críticos profesionales y enfrentarse a las exigencias de cualquier cliente público, que con sus gustos sustituye demandas sanas y racionales por tejemanejes dirigidos al gran público. Trabajar es un asunto difícil, pero yo nunca entendí el trabajo artístico como algo fácil, porque el bienestar cotidiano, disponer de un cómodo taller y los ejercicios iniciales sobre un lienzo aún no dan derecho al título de “artista”.
Publicación original en ruso: Deineka, Aleksandr, “Avtobiografícheski ócherk” (1936), recogido en V. P. SYSÓYEV, (ed. e introd.), Aleksandr Deineka. Zhiz’, iskusstvo, vrémia: literaturno-judózhestvennoye nasledie. Leningrado, 1974, pp. 48-51, e ID., Aleksandr Deineka. Moscú: Izobrazítelnoye iskusstvo, 1989, vol. 2.
Traducción del texto original ruso de Rafael Cañete
Fuente: Aleksander Deineka (1899-1969). Una vanguardia para el proletariado. Fundación Juan March
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