miércoles, 13 de abril de 2016

"COMBATIENTES", UN LIBRO DE LA GENERACIÓN QUE COMBATIÓ LA DICTADURA DE BATISTA

El libro que a bien se ha decidido presentar en el Encuentro de Historiadores como parte de las actividades de la Feria Internacional del Libro de La Habana 2016, acogido por la Casa del Alba Cultural- es el resultado de una acuciosa investigación sobre la participación de aquella parte de la sociedad cubana que se enfrentó en heroica lucha a la dictadura de Fulgencio Batista, tanto en la clandestinidad de las ciudades como en las acciones guerrilleras en el campo, esos que en la historia de Cuba se les conoce e identifica como combatientes. A ellos está dedicada esta magnífica y enjundiosa obra.

Este es el tercer resultado de un proyecto de investigación conjunto entre la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la Universidad de Utrecht, en Holanda, titulado Cuba: la generación revolucionaria 1952-1961.
 
Producto de un loable esfuerzo colectivo, Combatientes es una obra escrita asumida por cuatro doctores, tres cubanos y un holandés: El doctor en Ciencias Filosóficas José Bell Lara, que dirige el área Política y Desarrollo y el equipo de investigación sobre la Revolución Cubana, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO); la doctora en Educación Tania Caram León; la doctora en Ciencias Económicas Delia Luisa López García y el doctor en Ciencias Sociales Dirk Kruijt, de la Universidad de Utrecht, Holanda.

Todos son autores de varios libros, y en el caso de los tres cubanos, son profesores titulares y consultantes de la Universidad de La Habana y profesores investigadores con rango regional de FLACSO Cuba.

Posiblemente la mirada desde diferentes ciencias, en su enfoque interdisciplinario, haya influido en la integralidad del tema que se aborda como tal vez no se hubiese alcanzado desde una perspectiva más particular. Tal enfoque constituye, sin dudas, un valor agregado de la obra que relata el modo en que cada “testimoniante” se incorporó a la defensa de la Revolución, por qué lo hizo y cómo, en la misma medida que se transformaba la realidad social, se fue transformando su conciencia hasta abrazar los más elevados sentimientos de justicia, igualdad, soberanía, solidaridad, patriotismo y bienestar popular.

Uno de los aspectos que a nuestro modo de ver resulta de interés en la obra consiste en la cantidad y composición sociodemográfica de los “testimoniantes” seleccionados, lo que sin dudas, permite tener una visión totalizadora y abarcadora de un amplio espectro sociopolítico de la sociedad cubana en los años previos y durante la insurrección armada y del modo de pensar de aquellos que decidieron incorporarse a la lucha contra la tiranía batistiana. Los autores realizaron 30 entrevistas semiestructuradas a igual cifra de combatientes, selección en la que fueron apoyados por la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana de la provincia de La Habana y constituyen las fuentes primarias de la investigación. De ellos 13 mujeres y 17 hombres. Están representadas las seis provincias de Cuba existentes entonces en la división político administrativa la Isla, según el origen de los combatientes entrevistados. Por la procedencia social, 7 provienen de la clase obrera, en tanto de la clase media son 20 y 3 campesinos pobres.

Otro hecho de singular importancia lo constituye, sin dudas, la militancia o filiación política de los seleccionados, representada en las organizaciones en que militaron, de modo tal, que se pueden apreciar, desde diferentes posiciones, las aspiraciones políticas y la disposición interior para enfrentar el régimen de facto surgido tras el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 por una amplia representación del pueblo cubano: Asociaciones estudiantiles, 20; Movimiento 26 de Julio, 26; Directorio Revolucionario 13 de Marzo, 3; Frente Cívico de Mujeres martianas, 1 y de la Juventud socialista, 2. Una simple operación matemática nos lleva a una cantidad superior a los 30 encuestados; ya que algunos de ellos militaban en más de una organización política.

El libro, como dicen los autores, no es una historia de la insurrección desatada contra la dictadura batistiana ni un análisis de esta. Tampoco es un libro de historias de vida. Es un libro de vivencias personales sobre esta lucha. Téngase en cuenta por el lector que el promedio de edad de los entrevistados es de 76 años. De ahí que los autores asumieran como uno de los principios básicos en su elaboración la responsabilidad del entrevistado en el testimonio que ofrece y por tanto, no responden por las incongruencias o versiones diferentes de los acontecimientos.

Las actividades en las que participaron los entrevistados ─en la clandestinidad en acción y sabotaje, propaganda, movilizaciones populares, mensajería, traslado de armas hacia la Sierra, combatientes, médicos y pertrechos, 23; en la clandestinidad y guerrillas o Ejército Rebelde, 6; y en apoyo de todo tipo, 1─; recogidas en el libro, no solo permite al exigente lector tener una visión más completa de la tipología de las acciones armadas desarrolladas durante el proceso revolucionario, sino también tener valoraciones de aquellos que desde diferentes situaciones, todas complejas, de alto riesgo para la vida y de vital importancia en el desenlace final de la lucha contra la dictadura, asumieron la posición de combatientes.

Si por su contenido Combatientes es un importante libro de consulta sobre esta etapa del proceso revolucionario cubano, por la información adicional que brindan los autores mediante las notas al pie, su valor se multiplica. En cada una de ellas, bien seleccionadas e intencionalmente concebidas, el lector encuentra la información adicional que le permite entender con mayor claridad y precisión el asunto que se trata.

Los autores decidieron ofrecer al lector una información de alto valor histórico y teórico metodológico, no recogida de ese modo en otros textos, mediante la inclusión de varios anexos de gran utilidad, como La formación de las Fuerzas Armadas cubanas, Los órganos represivos de la dictadura (1952-1958); Sobre la Policía Nacional y sus unidades en La Habana; Cambios introducidos por el régimen de Fulgencio Batista (1952-1958); Estaciones de la División Central de la Policía Nacional y su ubicación y La estructura de la represión en Santiago de Cuba, entre otros, los cuales dan una visión más amplia de la sociedad cubana de la década del 50 y de los principales órganos sobre los cuales se asentaba el poder de Fulgencio Batista
 
A los autores hay que reconocer el esmerado y cuidadoso trabajo realizado al adicionar las fichas con la síntesis biográfica de 292 personalidades que fueron citados por los entrevistados, muchos de los cuales no solo no aparecen en otros textos, sino que además, no se tiene información sobre ellos.

El libro Combatientes no solo constituye una importante fuente para aquellos interesados en conocer las interioridades de la guerra, las motivaciones más íntimas de los que en ella participaron, las transformaciones en el pensamiento y la conducta operados a lo largo de la lucha armada en la Sierra o en las ciudades, el valor de las ideas que se defienden, el sentido del deber y la responsabilidad ante los destinos de la patria, el papel del líder y su capacidad para arrastrar tras de sí a una heterogénea masa de hombres, sino también una amplia base de datos para consultar y acercarse a la realidad de la guerra irregular con amplio respaldo popular que ocasionó la derrota a un ejército numéricamente superior en recursos de todo tipo, mejor armado, entrenado y preparado y que contó con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos.

La historiografía de la historia de Cuba y, en particular de la Revolución cubana, se enriquece cualitativamente con este libro.

Al leer Combatientes se comprende mejor por qué la Revolución cubana ha transcurrido como un proceso ininterrumpido de transformaciones de liberación nacional, social y socialista en un complejo contexto en el que la conciencia revolucionaria de la generación que luchó por ella también se fue transformando hasta convertirse en socialista.

Sin dudas Combatientes, el libro de Bell, Tania, Delia y Dirk, es un texto que vale la pena leer.

Reseña de Elvis R. Rodríguez Rodríguez (Fuente: Rebelión).

El doctor Elvis R. Rodríguez Rodríguez es historiador. Vicepresidente del Instituto de Historia de Cuba.

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