TÍTULO
ORIGINAL Aelita
AÑO 1924
DURACIÓN 120
min.
PAÍS: URSS
DIRECTOR Yakov
Protazanov
GUIÓN
Aleksei Fajko, Fyodor Otsep (Novela: Aleksei Tolstoy)
FOTOGRAFÍA
Emil Schünemann & Yuri Zhelyabuzhsky
REPARTO Yuliya
Solntseva, Igor Ilyinsky,
Nikolai
Tsereteli, Nikolai
Batalov, Vera Orlova,
Valentina
Kuindzhi, Pavel Pol,
Konstantin
Eggert, Yuri Zavadsky,
Aleksandra
Peregonets,
PRODUCTORA
Mezhrabpom
Aelita (1924) es la primera pelicula de ciencia ficción realizada en el estado de los trabajadores, la Union Sovietica, dirigida por Yakov Protazanov dos años despues de que se publicara el libro en el que se basó, del mismo titulo, obra del sobrino de Leon Tolstoi, Lev.
La novela, hija natural de La máquina del tiempo y El manifiesto Comunista, es una de las obras más importantes para el desarrollo de la ciencia-ficción en el siglo XX, y, como hemos dicho, fue la inspiracion para la película del mismo nombre de Yákov Protazanov.
La novela nos cuenta la historia del ingeniero Loss y del revolucionario Gúsev, que, tras recibir unas supuestas señales de radio de Marte, se encuentran, durante su viaje a este planeta, con una civilisación semi-desarollada, y bajo el reinado de Aelita. Como historia de aventuras comparable con los clásicos de Julio Verne o Las minas del rey Salomón, la obra de Tolstói consigue mezclar supersticiones y teoría social, el futuro, el viaje interplanetario, y la luchas de clases.
La historia mezcla elementos de ciencia ficción con elementos revolucionarios, y de hecho la visita acabará provocando la revolución de los trabajadores marcianos, esclavizados y encerrados en sotanos por la clase dirigente, al ritmo de La Marsellesa, que fue, como se sabe, el primer himno de los revolucionarios sovieticos.
Alexéi Tolstói (1883-1945), sobrino del autor de Guerra y paz, es uno de los personajes más contradictorios de la literatura soviética. Se exilió a Berlin y Paris después de la Revolución, pero regreso a la Unión Soviética, renunciando a la fama y al exito en Alemania, cuando comprobó que la anarquia y el desorden no habian sido la consecuencia del triunfo obrero, sino, muy al contrario, la construccion de un estado igualitario donde la ciencia y la cultura estaban al servicio de la humanidad.
Conocido como ‘El conde camarada’, fue uno de los pocos nobles que guardó su título un la URSS. Su novela Pedro I (1945) sobre la vida de esta autócrata, fue la novela favorita del mismo Stalin, y retrataba de manera negativa y realista la vida del monarca absoluto. Sus cuentos para niños, en particular su reinscripción de Pinocchio, Buratino (1936), forman todavía una parte muy importante de la cultura rusa.
En la pelicula, dirigida en 1924 intercala elementos de ciencia ficción con el relato de la vida de la nueva Rusia revolucionaria, donde los trabajadores son parte activa del poder y de la cultura, pero en la cual tambien hay restos de cultura capitalista y de personajes que intentan que el crimen y la corrupcion continuen presentes en la nueva sociedad. Tambien en Marte, como proyección de la propia historia revolucionaria, la lucha de los trabajadores se intenta aprovechar para instaurar otra nueva dictadura de la clase dirigente, en clara referencia a Kerensky y su gobierno reformista...
En los primeros años de la Revolución Bolchevique, un joven ingeniero llamado Loss y su nueva esposa, Natasha, participan en la reconstrucción de Rusia después de la devastación de la Primera Guerra Mundial y de la intervención extranjera multinacional contra el poder soviético. Arduo trabajador y dedicado a la causa, Loss es sin embargo un tanto individualista y –peor- un soñador. Esta obsesionado con un misterioso mensaje de radio, uno que el cree que podría venir de Marte.
En la película Aelita, la sociedad marciana es una metafora del capitalismo, gobernada por un grupo de ancianos, donde la llamada reina, Aelita, no tiene real poder para gobernar. Los trabajadores viven encerrados en almacenes subterráneos fríos, mientras que la información, los recursos y el acceso a la tecnología están controlados fuertemente. Cuando un brillante científico marciano inventa un poderoso telescopio, Aelita lo seduce en orden de poder espiar a la gente de la Tierra. Ahí es cuando ve a Loss y Natasha abrazados y pronto se enamora del ingeniero. Ayudada por su ingeniosa y fiel sirviente, acaba por enviar un mensaje a la tierra.
Natasha está siendo cortejada por un funcionario soviético corrupto, al que la revolucion acaba descubriendo, pero mientras tanto los celos, otro lastre de la sociedad prerrevolucionaria, están minando el sentido ya inestable de la realidad de su pareja Loss. Su tensión explota en violencia, quedando Loss con la única alternativa de disfrazarse como su amigo Spiridinov y comandar una nave espacial dirigida a Marte que el diseña.
La novela y el film muestran las contradicciones a la que se enfrento la nueva sociedad revolucionaria, y da un mensaje de alerta contra el aventurerismo y el idealismo, y llaman a que el desarrollo de la revolución sea el esfuerzo en el que todos participen con maxima dedicacion, sin dejarse llevar por sueños o ilusiones, y sabiendo que queda mucho trabajo por hacer para acabar con la explotación y para vencer en la lucha de clases.
La moraleja final es que hay que dejar en un plano secundario los sueños idealistas y la busqueda de mundos lejanos para centrarse en la construcción de la Sociedad Socialista y democratica, donde siempre hay enemigos internos y externos dispuestos a acabar con todos los logros que han llevado al poder a los trabajadores y que, como Aelita, estan siempre al acecho para volver a reconquistar sus privilegios individuales destruyendo las conquistas sociales de la clase productora.
Más de ochenta años después de su creación, Aelita se mantiene en la lista de las principales joyas del cine de ciencia ficción (una ciencia ficcion cercana a la realidad del milagro economico y social de la construcción dle primer estado obrero del mundo), y no debería faltar en cualquier lista de películas de los aficionados al cine mudo, y del arte con conciencia.
Fuente: Un Vallekano en Rumanía
VER PELÍCULA:
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