sábado, 2 de junio de 2012

"LA NUEVA MOSCÚ", DE YURI PIMENOV


Yuri Pimenov
La nueva Moscú
1937
Oleo sobre tela
140 x 170cm
Galería Tetryakov, Moscú


Cuando se trata de la obra de Pímenov, se cita ante todo el cuadro La nueva Moscú (1937), donde los sentimientos del artista como moscovita se manifiestan plenamente; en un día de verano soleado, una artería del centro de Moscú, en primer plano, una mujer al volante, de espaldas, dando la impresión de que el pintor y espectador ruedan con ella a través de la ciudad, forman parte de la composición. Con viveza y agilidad innatas el pintor muestra el sentimiento de alegría, de renovación que experimenta; la ciudad tiene el aire de haber sido lavada por una llovizna de primavera y parece que se respire más libremente. El don de observación, la pureza y frescura de su percepción, permiten a Pímenov discernir la novedad y la poesía de lo cotidiano y lo banal. La realización de la idea general del cuadro se apoya en la composición, merced a la cual un motivo aparentemente fragmentado forma paite de un todo, dando a la tela una significación particular. La nueva Moscú es un preludio de lo que Pímenov mantendrá veinte años más tarde, al afirmar que el arte debe abrir los ojos del espectador a la esencia profunda de lo cotidiano, debe acoger la belleza naciente de todo lo nuevo.

Durante los años de la Segunda Guerra Mundial el pintor vuelve a los procedimientos empleados en La nueva Moscú con la tela La ruta del frente (1944). Únicamente que el vehículo es ahora militar y de militar va uniformada la mujer al volante; ante ella, más allá del parabrisas, se extienden no las calles asfaltadas de Moscú, sino los rudos caminos de la guerra. La nueva Moscú tuvo gran éxito antes de la guerra en la exposición "La industria del socialismo" y, luego, ha llegado a ser una de las obras favoritas del realismo socialista por la animación de la belleza de la vida cotidiana, aparte de su manera artística precisa —grandes manchas de color con una multitud de contornos de los objetos netos pero inducidos por toques que se confunden—; en este cuadro se pone en evidencia las particularidades y la fuerza del talento de Pímenov, que se halla en su elemento en las escenas de la vida cotidiana. Justamente por sus cuadros de género el artista fue galardonado con el Premio Lenin.

Fuente: J.A. Kurz Muñoz

La ruta del frente

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