"ROJO SOBRE NEGRO"

José Guerrero
La brecha de Víznar
1966
196 x 238 cm
Colección Centro José Guerrero

Es opinión compartida que La brecha de Víznar quizás sea la imagen más poderosa creada por el pintor granadino José Guerrero. El dramatismo de su composición, con negra diagonal que vierte su contenido rojo al final del embudo formado por los blancos que destacan en el lienzo, conduce a la hendidura en cuyo fondo, entre la oscura luminosidad del negro sobre negro, vislumbramos el horror de la tragedia que arrastra al abismo.

¿Cómo dejar que el legado de un artista como Guerrero abandonara la Granada de la que manó la savia vivificadora de su expresionismo abstracto, el que maduró durante su fecunda estancia –¡ay, el recuerdo de Lorca!- como pintor en Nueva York? Hubiera sido imperdonable. De hecho, han sido muchas las voces que han advertido, desde los ámbitos artísticos, los medios de comunicación y el mundo académico, que, de ocurrir tal exilio, no sería perdonado. Afortunadamente, tan rotundo mensaje de la sociedad civil ha llegado a las instituciones públicas hasta hacer posible el entendimiento entre responsables políticos y herederos del pintor. El Centro Guerrero continuará en nuestra ciudad bajo la cobertura de la Fundación propuesta por la Junta de Andalucía.

Bien está lo que bien acaba, pero eso no quita reflexiones postreras sobre el debate en torno al destino de valiosísimos cuadros del más importante pintor granadino del siglo XX. Las dificultades de la Diputación provincial para seguir manteniendo el Centro –tras más de una década de cuidada gestión del mismo-, las exigencias de la familia para que los fondos conservados en dicho Centro siguieran aquí, las diferentes propuestas que se han hecho por el camino –a veces un tanto oportunistas-, y los obstáculos para llevar a término con discreción negociaciones imprescindibles para alcanzar un acuerdo aceptable por todos, explican el alargamiento de una polémica que encontró su punto de consenso al filo de la medianoche del 31 de diciembre del 2010 ya ido. Si habría que aprovechar para sacar conclusiones en cuanto a líneas maestras de política cultural, es ahora cierto que cabe formular algún agradecimiento aun hablando del feliz desencuentro que permitió esta solución. Y hasta parafrasear a Cohélet con que hay un tiempo para pleitear y otro para acordar.

Lo importante, como se ha dicho desde estas páginas, ha sido la victoria del Guerrero como Centro para saborear y difundir la obra de quien pensaba en un arte sin fronteras, mas sabiendo que tiene raíces. Recordando al maestro del color –del que decía que es “comunicación, energía, tránsito”- y del trazo vigoroso, podemos imaginarlo con sus manos volcadas sobre una obra que, teniendo como tema este logro de y para Granada, de nuevo hiciera cantar a Federico sentidos versos acerca de lo rojo sobre lo negro.

José Antonio Pérez Tapias

Publicado en el diario Granada Hoy el 6 de enero de 2011