“La Conjura de los poetas”, publicada por Editorial Almuzara, editorial del ex ministro 'popular' Manuel Pimentel, es una biografía novelada escrita por el histórico dirigente comunista Felipe Alcaraz, con nombres reales, de Javier Egea, poeta granadino que se suicidó en 1999. Junto a él, otro nombre que destaca es del de Luis García Montero. Son los dos nombres de un debate entre el materialismo y la posmodernidad española, inaugurada en 1982.
Javier Egea, de quien se van a publicar las obras completas en Bartleby en el próximo otoño, es el exponente máximo de la posibilidad de una poesía materialista, frente a la lírica burguesa del yo íntimo y libre. En 1980 se inaugura en Granada, con esta perspectiva, la llamada OTRA SENTIMENTALIDAD. Los dos libros esenciales de Egea son TROPPO MARE y PASEO DE LOS TRISTES. Pero a partir de 1982, donde se marca la socialdemocracia como el fin de la historia, y el PCE cae bajo mínimos (partido en el que militaban todos los poetas), frente a la radicalidad de la poesía “otra” inicia su vuelo LA POESIA DE LA EXPERIENCIA, cuyo líder y máximo exponente, a lo largo de décadas, va a ser Luis García Montero. Una poesía caracterizada, por ellos mismos, como poesía en la socialdemocracia: una poesía media, digerible, reconciliada con la experiencia diaria de la realidad, al margen de estrategias de transformación trasnochadas.
Javier Egea resiste y no acepta esa nueva etapa acomodaticia. Una etapa que es el principio de la posmodernidad española, donde el poder se traslada de la obra al nombre, y surgen líderes y camarillas, neutrales y comerciales, que marcan una norma en poesía: la poesía de la experiencia.
Lo dice Egea: “Lo solitarios son esos que le dicen a su amada: me quedo solo, pero no me vendo”. Y Egea pasa, a través de un proceso de aislamiento, a la soledad, incluso a la clandestinidad.
Los poetas de la experiencia, teniendo como referente dos fechas, 1982 (en que arrasa la imagen del cambio) y 1989 (en que cae el Muro de Berlín), construyen una “norma” que va a regir la poesía de forma totalizante, y que penetra subvenciones y concursos,y da carta de naturaleza a los poetas que en España han sido publicitados y han tenido el apoyo de la crítica y las editoriales.
LA CONJURA DE LOS POETAS es una novela, o una biografía, no sobre detalles, anécdotas o psicologías. Es la biografía de un proyecto transformador, y de su derrota a manos de la literatura de consumo y sus estrategias. No obstante, una vez pasada la etapa de aislamiento, y tras el suicidio, Egea aparece en la literatura española como uno de los grandes poetas del siglo XX y, desde luego, el que más allá llevo la posibilidad de una literatura de clase.
Junto a los nombres de Egea y García Montero, aparece el de Juan Carlos Rodríguez, uno de los teóricos marxistas más importantes y no precisamente conocido, a pesar de sus largos años de docencia en la Universidad de Granada.
Javier Egea, de quien se van a publicar las obras completas en Bartleby en el próximo otoño, es el exponente máximo de la posibilidad de una poesía materialista, frente a la lírica burguesa del yo íntimo y libre. En 1980 se inaugura en Granada, con esta perspectiva, la llamada OTRA SENTIMENTALIDAD. Los dos libros esenciales de Egea son TROPPO MARE y PASEO DE LOS TRISTES. Pero a partir de 1982, donde se marca la socialdemocracia como el fin de la historia, y el PCE cae bajo mínimos (partido en el que militaban todos los poetas), frente a la radicalidad de la poesía “otra” inicia su vuelo LA POESIA DE LA EXPERIENCIA, cuyo líder y máximo exponente, a lo largo de décadas, va a ser Luis García Montero. Una poesía caracterizada, por ellos mismos, como poesía en la socialdemocracia: una poesía media, digerible, reconciliada con la experiencia diaria de la realidad, al margen de estrategias de transformación trasnochadas.
Javier Egea resiste y no acepta esa nueva etapa acomodaticia. Una etapa que es el principio de la posmodernidad española, donde el poder se traslada de la obra al nombre, y surgen líderes y camarillas, neutrales y comerciales, que marcan una norma en poesía: la poesía de la experiencia.
Lo dice Egea: “Lo solitarios son esos que le dicen a su amada: me quedo solo, pero no me vendo”. Y Egea pasa, a través de un proceso de aislamiento, a la soledad, incluso a la clandestinidad.
Los poetas de la experiencia, teniendo como referente dos fechas, 1982 (en que arrasa la imagen del cambio) y 1989 (en que cae el Muro de Berlín), construyen una “norma” que va a regir la poesía de forma totalizante, y que penetra subvenciones y concursos,y da carta de naturaleza a los poetas que en España han sido publicitados y han tenido el apoyo de la crítica y las editoriales.
LA CONJURA DE LOS POETAS es una novela, o una biografía, no sobre detalles, anécdotas o psicologías. Es la biografía de un proyecto transformador, y de su derrota a manos de la literatura de consumo y sus estrategias. No obstante, una vez pasada la etapa de aislamiento, y tras el suicidio, Egea aparece en la literatura española como uno de los grandes poetas del siglo XX y, desde luego, el que más allá llevo la posibilidad de una literatura de clase.
Junto a los nombres de Egea y García Montero, aparece el de Juan Carlos Rodríguez, uno de los teóricos marxistas más importantes y no precisamente conocido, a pesar de sus largos años de docencia en la Universidad de Granada.
Fuente: Diariocrítico
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