Como dijo el ministro alemán de Cultura, "roza la maravilla reunir tantas obras esenciales de Frida Kahlo". Así lo creyeron también las 235.000 personas que las visitaron en el Museo Martin-Gropius-Bau de Berlín en poco más de tres meses. Se trata de piezas elegidas para representar la cultura de su país al otro lado del Atlántico por encarnar "una etapa de difíciles transformaciones de la sociedad mexicana”, según explicó Carlos Phillips-Olmedo, director de la institución que cuenta con la mayor colección privada de lienzos de Frida Kahlo. Además, la obra de esta artista "tiene gran repercusión mundial, y en todos lados esperan ansiosos por verla", dice a su vez la comisaria de la muestra, Josefina García.
Frida plasmó en su obra las cicatrices de una vida convulsa, reflejo del México revolucionario. Un siglo después, se ofrece en Europa la posibilidad de acercarse a sus cuadros con luz tenue y a través de un laberinto de espejos que permiten mirar más allá del colorido y el folclore con los que habitualmente se asocian. Así lo ha decidido el estudio de arquitectos belgas a los que se encargo el montaje de la exposición.
Son 19 óleos, seis dibujos y un aguafuerte que se complementan con numerosas fotografías y documentos audiovisuales para recorrer la vida de esta mujer que fue esposa del muralista Diego Rivera y que también compartió momentos desenfrenados con personajes tan importantes como André Breton y León Trotsky.
Destacan ‘El camioncito’, un lienzo de 1929 que ilustra los momentos previos al accidente de autobús que le dejó graves secuelas físicas para toda su vida; ‘La columna rota’, otra cruda metáfora de las múltiples intervenciones quirúrgicas que tuvo que sufrir; ‘Hospital Henry Ford’; ‘Corazón, cactus y feto’ y ‘Mi nana y yo’. También están presentes algunos de sus retratos más representativos, como ‘La niña Virginia’, ‘Luther Burbank’ y ‘Autorretrato con changuito’.
Todos los cuadros, en mayor o menor medida, reflejan "el sufrimiento por el que pasó a lo largo de su vida" y también su afán de "sobreponerse a todo ese dolor y superar sus límites", dice el director del Museo Dolores Olmedo. De esta manera, la exposición enseña "no sólo la vida de Frida, sino la historia de su obra y la razón por la que se cataloga como surrealista: porque su vida fue surrealista", añade Carlos Phillips-Olmedo.
La muestra, que ya pudo visitarse en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas y en el Martin-Gropius-Bau de Berlín, podrá verse en el Kunstforum de Viena entre el 1 de septiembre y el 5 de diciembre. Se celebra así la triple efeméride del Bicentenario de la Independencia de México, el Centenario de la Revolución Mexicana y el quincuagésimo aniversario del comienzo de las relaciones diplomáticas entre este país y la Unión Europea. En contrapartida al préstamo, Bélgica enviará a México obras del pintor James Enson, mientras que los gobiernos de Alemania y Austria entregaron al Museo Dolores Olmedo un donativo económico cuya cifra no se ha dado a conocer.
SE PUBLICAN LAS FOTOS MÁS VALIOSAS DEL ÁLBUM SECRETO DE FRIDA KAHLO
Pocas veces el mundo del Arte se conmueve con un descubrimiento así. Son fotos que estuvieron ocultas durante medio siglo y que finalmente ven la luz tras discurrir el tiempo exigido en el testamento de Diego Rivera.
Los archivos fotográficos de Frida Kahlo eran también los de su marido y Rivera pidió a su albacea, poco antes de morir, que permanecieran ocultos hasta que pasaran 15 años desde su fallecimiento. Los armarios repletos de imágenes realizadas por la propia Frida y por sus amigos eran inaccesibles desde que la artista falleció en 1954, pero ahora se puede ver lo mejor de las 6.000 instantáneas que integran el inventario gracias al libro publicado por Pablo Ortiz Monasterio, que seleccionó cutrocientas.
‘Frida Kahlo, sus fotos’ es una obra llena de fotografías “vibrantes, familiares, artísticas, dedicadas, personales, inspiradoras, turísticas, trucadas, recortadas y algunas, solo algunas, hechas por la misma Kahlo”. Así es como las describe Gregorio Belinchón en el diario El País, que ha dialogado con Monasterio acerca de esta gran “cornucopia fotográfica”. Él describe las imágenes como “reflejo de una época y entrañable registro de una familia ampliada de gente talentosa". Y, aunque sólo cuatro de las 400 fotos pudieron ser obra de la propia Frida, su mano está en todas ellas, incluso en las que tomaron artistas de la talla de Man Ray, Brassai o Álvarez Bravo.
El libro, estructurado en siete capítulos temáticos, dedica uno de ellos a los orígenes de la artista y otro más a la obra de su padre, Guillermo Kahlo, un gran fotógrafo y amante del autorretrato.
El capítulo titulado ‘Cuerpo roto’, que enlaza directamente con la parte más conocida de su obra pictórica, comienza con una radiografía del torso de Frida, realizada tres meses antes de su fallecimiento. Después se pueden contemplar imágenes bellísimas, como el retrato en el que la pintora posa con gesto coqueto mostrando su cintura. "Son muy elocuentes para entender quién era Frida, cómo enfrentaba el dolor y la sensualidad”, dice el autor de la selección.
En otros retratos puede verse cómo tiraban de su cabeza para estirar la columna y se observan los aparatos utilizados para ayudar a la paciente, más cercanos a instrumentos de tortura que a tecnología creada para el alivio del sufrimiento. Es por eso que, cuando se cierra el libro, “uno piensa más en Frida mujer que en la artista”. Gregorio Belinchón cree que, incluso los más saturados con la doliente imaginería de la artista mexicana encontrarán un antídoto en este puñado de imágenes entrañables.
Fuente: Arteselección
Sin duda Frida Kahlo fue una gran mujer, un simbolo y que no necesitaba de una belleza unica para sobresalir.
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