miércoles, 20 de mayo de 2009

“CAI GUO-QUIANG: QUIERO CREER”

Inoportuno: primera etapa (2004)

EXPOSICIÓN DEL ARTISTA CHINO EN EL GUGGENHEIM DE BILBAO

Cai Guo-Qiang ha socavado las convenciones artísticas de nuestro tiempo, inspirándose, de forma libre, en la mitología antigua, la historia militar, la cosmología taoísta, los avistamientos extraterrestres, las tácticas revolucionarias maoístas, la filosofía budista, la tecnología relacionada con la pólvora, la medicina china y los modernos conflictos globales. El arte de Cai es una forma de energía social en constante transformación, que conecta lo que él denomina “el mundo de lo visible y el de lo invisible”. Esta retrospectiva aborda el espectro completo del arte, proteico y multimedia, de este creador en toda su complejidad conceptual.

Cai, nacido en la localidad china de Quanzou, provincia de Fujian, en 1957, estudió escenografía en el Instituto de Teatro de Shanghai. En los ochenta destacó como miembro del colectivo chino de artistas experimentales que floreció durante el período posterior a la Reforma. Tras trasladarse a Japón en 1986, Cai supo aprovechar el productivo filón del arte y del pensamiento crítico internacional del siglo XX. Durante esta época, llegó a dominar el uso de la pólvora para crear sus característicos dibujos con pólvora y los consiguientes proyectos de explosión al aire libre que acompañaron a dichos dibujos.

Estas prácticas incorporan ciencia y arte en un proceso de destrucción creativa y reflejan la filosofía de Cai, para quien el conflicto y la transformación son condiciones interdependientes de la vida y, por lo tanto, del arte. Intuitivos a la vez que analíticos, sus dibujos con pólvora y los proyectos de explosión son intrépidos, conceptuales, efímeros e interactivos, se realizan en emplazamientos específicos y responden a una duración determinada; es decir, se trata de un arte escenificado con una nueva matriz de significado cultural.

Cai vive en Nueva York desde 1995. A medida que participaba con creciente visibilidad en el sistema global artístico de las bienales, celebraciones públicas y exposiciones en museos por todo el mundo, ha ido ampliado el campo de sus actividades artísticas hasta incluir instalaciones a gran escala. Estas instalaciones, alegóricas y esculturales, a menudo recuperan signos y símbolos de la cultura china y ponen de manifiesto la dialéctica entre la historia local y la globalización. Últimamente los proyectos sociales de Cai involucran a las comunidades locales en la creación de acontecimientos artísticos en emplazamientos remotos que no guardan relación alguna con el arte, como son los búnkeres militares, y revelan la influencia de la utopía socialista que dimana de la experiencia de haber crecido en China en la era de Mao Zedong durante la Revolución Cultural de 1966–76.

La exposición del Museo Guggenheim Bilbao, que el artista ha diseñado como una instalación de ubicación específica, concibe el arte como un proceso que se despliega en el tiempo y en el espacio. La naturaleza de la estructura de las formas artísticas creadas por es inestable y aborda ideas sobre la transformación, el gasto de material y la conectividad. Para todo proceso de cambio, por muy violento que éste sea, está determinado por su idealismo socialista, pues lo concibe como proceso seminal de una creación positiva. Su noción ampliada de la experiencia cultural subvierte tópicos como Oriente versus Occidente, tradicional versus contemporáneo, centro versus periferia, y con ello sugiere un nuevo paradigma cultural para el arte y para esta era globalizada. De ahí la adhesión de Cai a la expresión “Quiero creer”.

Patio de la recaudación de la renta de Bilbao, 2009

Cai Guo-Qiang se crió en China en un período de cambios radicales y turbulentos bajo el régimen comunista de Mao Zedong, cuyos programas revolucionarios culminaron en la Revolución Cultural que se produjo entre 1966 y 1976. Recientemente los artistas de la generación de Cai han llevado a cabo una reevaluación del legado maoísta en tanto que fuente de su propia identidad conceptual y metodología creativa. Por ejemplo, la máxima de Mao “Sin destrucción no hay construcción” es de vital importancia en la praxis artística de Cai. Según las enseñanzas de Mao, la revolución, la transformación y el idealismo surgen tras una eliminación radical, y los cimientos de una cultura nueva deben erigirse sobre la demolición o reconfiguración del pasado. Para un artista cuyo principal material de trabajo es la pólvora, esta dialéctica resulta teórica y científicamente pertinente, ya que necesita literalmente destruir para crear.

Más allá de la metodología que usa en su trabajo, Cai se siente profundamente comprometido con la crítica a las construcciones culturales, que también constituía uno de los principios de Mao. El artista nos recuerda que “la Revolución Cultural fue básicamente un intento de acabar con la cultura y el acervo chino tradicionales para analizar sus fallos y estudiar nuevas direcciones a seguir en la creación de la futura cultura china”, y añade que “fue un amplio movimiento social para reformatear y reformar la cultura en sí”.

Algunos miembros del Instituto de Bellas Artes de Sichuan, Chongqing, crearon en 1965 el conjunto escultórico Patio de la recaudación de la renta, que representa la miseria de los campesinos bajo el yugo de un terrateniente explotador en la época del gobierno chino prerrevolucionario del Kuomintang.

Esta obra constituyó el epítome del celo propagandístico del Realismo Socialista durante la Revolución Cultural. El régimen comunista chino la alabó porque poseía un atractivo para las masas sin precedentes, siendo “de utilidad tanto para los trabajadores, como para los campesinos, para los soldados y para el socialismo”. Fue reproducida y erigida en diversas ciudades de toda China, llegándose a convertir en la imagen política de mayor carga emocional y más ubicua después del retrato de Mao. La apropiación que hizo de esta obra en su instalación de 1999, Patio de la recaudación de la renta de Venecia, constituyó su compromiso más significativo con el legado de la Revolución Cultural.

A raíz de la invitación del comisario Harald Szeemann, Cai organizó la recreación de Patio de la recaudación de la renta para la 48 edición de la Bienal de Venecia e invitó a diez artistas chinos, incluyendo al escultor Long Xu Li que había trabajado en el original, para reconstruir las circunstancias de la creación de aquella obra en Venecia. La intención deal mostrar esta obra del Realismo Socialista que comporta tanta carga emocional fue, y todavía es, revelar que pese a las restricciones del pensamiento, los artistas lograron mantener su energía creativa. se pregunta, “¿nos sentimos limitados por algo hoy en día? ¿Somos realmente libres para crear lo que queremos? No sé si son los artistas de la Revolución Cultural o somos nosotros quienes estamos más profundamente vinculados al arte. Pese a que parecían estar encaminados en una senda trágica, la gente de aquella época tenía fe en una nueva sociedad y en un ideal de la humanidad”.

La crítica aclamó la apropiación posmoderna llevada a cabo por Cai y le fue concedido el León de Oro de la Bienal. Sin embargo, en China, el Instituto de Bellas Artes de Sichuan intentó demandar a Cai por plagio y por violación de la propiedad espiritual, pero el caso se desestimó. La controversia nacional suscitada en los círculos artísticos en torno a Patio de la recaudación de la renta de Venecia hizo que el artista, cuya reputación había sido cosechada en el extranjero, se hiciera conocido entonces por toda China. La instalación que se presenta ha sido esculpida en el Museo Guggenheim Bilbao por un equipo de escultores chinos ayudados por un grupo de estudiantes locales de Bellas Artes y se ha retitulado para reflejar el carácter efímero de su recreación aquí, subrayando así la importancia de la ubicación específica en la iteración de este conjunto escultórico. Cai deja que la obra se desintegre poco a poco en el curso de la exposición, logrando así que el proceso englobe tanto la creación como la destrucción.


Patio de la recaudación de la renta de Bilbao, 2009

VIDEO DEL MONTAJE DE LA OBRA “INOPORTUNO: PRIMERA ETAPA” EN EL ATRIO: http://www.youtube.com/watch?v=sWgVSkPyoMg&feature=player_embedded

Fecha de la exposición: Hasta el 6 de septiembre de 2009

Más información: http://www.guggenheim-bilbao.es/microsites/caiguoqiang/index.php?idioma=es


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