sábado, 31 de mayo de 2025

DOCUMENTAL "CUBA/SUDÁFRICA: DESPUÉS DE LA BATALLA", DE ESTELA BRAVO

 
Cuba/Sudáfrica: Después de la Batalla
Estela Bravo
1990
58 minutos

El documental de Estela Bravo recoge la decisiva participación cubana en las batallas definitivas y en las históricas negociaciones de paz que cerraron la guerra de Angola y abrieron el camino al fin de apartheid y a la libertad de Nelson Mandela.

Se trata del más completo testimonio audiovisual de aquellos acontecimientos. El documental examina las motivaciones y consecuencias de la guerra. Contiene material filmado en Angola y Cuba, incluyendo entrevistas con soldados y familiares de los caídos.

VER DOCUMENTAL:

viernes, 30 de mayo de 2025

"PALESTINA", DE YANN TIERSEN

"PALESTINA", DE YANN TIERSEN

Piedra angular del álbum de Yann Tiersen, Dust Lane (2010), PALESTINE se sitúa en la encrucijada de los múltiples talentos del artista. Es la expresión de un itinerario infalible donde el piano armoniza a la perfección con los instrumentos electrónicos, la implacable batería de Dave Collingwood y la característica voz de Matt Elliott. Una invitación a viajar, en una época sin duda convulsa, pero, sobre todo, un himno humanista sin fronteras, que refleja una esperanza inquebrantable ante la situación de represión que vive el pueblo palestino.

Las letras de Palestine, P-A-L-E-S-T-I-N-E, cantadas lascivamente por Matt Elliott, arrullan al oyente. De esta manera, la canción lo transporta a veces a un ambiente urbano y frío, a veces a una atmósfera oriental y fascinante.  

jueves, 29 de mayo de 2025

"HISTORIA ALEMANA EN 20 IMÁGENES", MURALES DEDICADOS A LA HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO ALEMÁN EN LA ESTACIÓN DE METRO MAGDALENENSTRASSE DE BERLÍN

La obra "Historia alemana en 20 imágenes" fue encargada en torno a 1984/1985 como preparación para el 750 aniversario de Berlín en 1987. Los murales de azulejos, de 3 x 4 m, se colocaron sobre los antiguos paneles publicitarios de la estación. La obra es una colaboración entre Wolfgang Frankenstein y su antiguo alumno Hartmut Hornung. En 20 imágenes se representa la historia del movimiento obrero desde la Revolución de Marzo de 1848/49 hasta la fundación de la RDA en 1949.

Los artistas Wolfgang Frankenstein y Hartmut Hornung se embarcan en un gran proyecto artístico que se caracteriza por su carácter político e histórico y que se integra perfectamente en el paisaje urbano de Berlín. La estación de metro, inaugurada en 1930 y diseñada por Alfred Grenander, estuvo cerrada brevemente en 1945 debido a la guerra. Tras la reapertura en el mismo año, se construyeron numerosos edificios nuevos en los alrededores, como por ejemplo el Ministerio de Seguridad del Estado de la RDA. A principios de los años 80, la magistratura de Berlín Oriental decidió rediseñar varias estaciones de metro y decorarlas con murales con motivo del 750 aniversario de Berlín (1987) y del undécimo congreso del partido SED (1986). Para realizar este proyecto se convocó un concurso, según el cual a cada estación del metro se le asignó una temática específica; En la Magdalenenstraße se presentaría la historia alemana del movimiento obrero. Como resultado, Hartmut Hornung y Wolfang Frankenstein presentaron unos bocetos iniciales, todavía muy toscos e inespecíficos, y finalmente recibieron el encargo de realizar los murales. Al comienzo del proyecto, Frankenstein y Hornung acordaron que su colaboración era de máxima prioridad y que los futuros espectadores no deberían poder identificar ninguno de sus estilos artísticos en los murales. Los dos artistas se enviaron mutuamente sus primeros borradores y se basaron en los bocetos del otro hasta que los motivos resultantes correspondieron a las ideas de los artistas. La siguiente fase de trabajo, que debía durar más de un año, tuvo lugar entre Berlín Treptow, en el taller de Hartmut Hornung, y Berlín Pankow, donde se encuentra la destilería VEB Elektrokeramik “Artur Winzer”. En el estudio se instaló un marco inclinado en el que se colocaron las piezas vírgenes que luego fueron pintadas por Frankenstein y Hornung. Posteriormente se necesitaron dos vehículos de transporte para trasladar el cuadro a Pankow para su cocción. En el proceso de trabajo en curso, el Senado adoptó una postura crítica hacia las obras emergentes e inicialmente intentó detener el trabajo de los artistas intentando indemnizarlos. A Frankenstein y Hornung les ofrecieron el pago completo de 100.000 marcos si inevitablemente abandonaban su trabajo. Los artistas se negaron, lo que provocó interrupciones en el trabajo en forma de falta de permisos o plazos incumplidos, lo que complicó significativamente el proceso de trabajo. Para salvar la realización de los murales, Frankenstein escribió una carta a Kurt Hager, miembro del Comité Central del SED con gran influencia en la política cultural y educativa. Frankenstein nunca recibió respuesta a esta carta, pero no hubo más interrupciones en el trabajo y los murales se completaron. La instalación final de los 20 murales tomó otro mes de trabajo. Los alicatadores (VEB Fliesenleger Blankenfelde) sólo podían trabajar durante la noche, entre las 00:00 y las 4:00 de la madrugada, porque en ese horario no funcionaba el metro. En cada turno se pudieron fijar tres cuartas partes de un mural sobre las capas de mortero de la estación de metro Magdalenenstraße hasta que los motivos resultantes correspondieran a las ideas de los artistas. 

Finalmente la composición fue inaugurada en 1986. Desde 2003, las imágenes están etiquetadas con sus títulos en los laterales.


miércoles, 28 de mayo de 2025

80 AÑOS DE LA PUBLICACIÓN DE "CON LOS PARTISANOS", DE VLADIMIR NAZOR

 

«Con los partisanos». Vladimir Nazor

Presentación y traducción: Pablo Arraigada

Primer capítulo de la crónica de Vladimir Nazor Con los partisanos. Dicho texto fue publicado hacia 1945, en Belgrado. Terminada la guerra, Nazor se desempeñó como el primer presidente del parlamento croata socialista, aunque también sobresalió por sus dotes como poeta, traductor e intelectual. Para la presente traducción, se toma la versión de Mladi dani que se publica en 1982.

Capítulo 1: escape de Zagreb

Bihać, 10/1

Una vez me dijo Goran[1], repentinamente:

—Te quieren a ti. ¿Vas a venir a ellos?

—Lo haré— respondí.

—¿Ahora? ¿De inmediato?

—Sí.

—¿Hablaste con el Escultor?

—Puedo hacerlo.

Eso fue todo.

Luego de un tiempo, el Escultor vino y trajo con él a dos hombres desconocidos: uno al que llamábamos el Ingeniero (aunque no lo era), y otro –el más bajo y con bigotes– al que llamamos el Conspirador (y realmente lo era).

—Arregle todo con ellos— dijo el Michelangelo croata sin barba, y luego se fue.

Arreglamos antes que todo no dejar a mi hermana en Zagreb sin ayuda ni protección.

—¿Qué vas a llevar contigo?

—Lo menos posible. Dos valijas. En una ropa de invierno, en la otra abrigo y zapatos. En dos días vamos a recogerlas e iremos a destino.

—¿Y cuándo me van a recoger?

—Como mucho, en diez días.

—¿Dónde y cómo?

No me respondió.

Sin embargo, mi confidente duda, no dije una palabra más. Y mi hermana (querida, razonable, devota, considerada… ¡Y hermana y madre!) rápido y de manera pulcra me preparó las valijas que fueron a alguna parte.

Pero hubo un traspié.

Hubo un mes de impaciente espera. Yo y la Navidad. Solo uno o dos días después del Año Nuevo vino, con el primer invierno fuerte y una nieve seria, el enigmático y taciturno Ingeniero vino y me llevó en auto a las afueras de Zagreb, al distrito de Dubrava, donde un aún más misterioso Conspirador vino con Goran y conmigo, una persona seria, hábil y preocupada por nosotros.

Más allá de eso, fue interesante, aunque largo y difícil el viaje a través del río Sava y el Kolpa, día y noche, por caminos equivocados, campos cultivados y bosques, por la entonces llamada “Tierra de nadie”, por lo que el encuentro arreglado con una tropa de partisanos y el triste paso por las aldeas serbias completamente incendiadas y las cuevas llenas de seres humanos asesinados no los voy a describir aquí. Goran me pidió que lo deje hablar de todo esto.

Sin embargo, hay un episodio que deseo relatarlo yo.

Pasamos el Kolpa con un pequeño bote desvencijado, primero yo y el Conspirador y luego Goran y el Partisano (un joven comisario político), que nos guiaría en el viaje. Cuando cruzamos el agua, me sorprendió aún más que la superficie del bote no se voltease y nos obligase a nadar en el agua fangosa en invierno. No fue juzgado que el río Kolpa –esas plantaciones de las fronteras entre los ustaši y las tierras partisanas– iba a ser mi Jordán, por lo que podría encontrar mi primer solemne bautismo partisano.

En la otra costa nos esperaba una carreta de campesinos para llevarnos a algún pueblo.

Entramos al patio, sobrepasamos el umbral de la casa.

Nadie nos recibe, pero el Conspirador no era el menos avergonzado por llevarnos a un largo cuarto con camas contra las paredes, en una esquina, una estufa y una mesa en el medio. Junto a la mesa hay una vieja silla de madera, y en la silla un hombre. Tendría más de sesenta años, bien corpulento, con bigotes y largas cejas. Se sienta en silencio y sin moverse, pestañea más de lo que mira a los recién llegados, mientras dos mujeres y varios niños están apretados en la esquina.

—Buen día, jefe Miško— lo saluda el Conspirador—. Aquí otra vez con usted.

—Mmm, te veo— gruñe y no se mueve.

—Pero ves a estos otros dos conmigo. Uno de ellos es mayor que tú.

Me aproximé a él, aprieto su mano y se levanta un poco. Me acerco más a él, les estrecho las manos y llevo a los niños al centro del cuarto.

—¿Y todos son tuyos, jefe?

—Ninguno— respondió con una voz ronca y tranquila—. Familia cercana. Viven conmigo. La casa está abarrotada. Nos dejaron sin comida, sin bebida, sin siquiera un árbol…les fallé.

Mientras habla, constantemente frunce el ceño, pero el Conspirador se mantiene tranquilo y animado, me lo deja implícito y sonríe.

—No permitimos que los niños estén sin comida. ¡Goran, ponlo en la mesa y ábrelo!— dije.

Y Goran puso en la mesa las bolsas y los paquetes. Abre todos los muebles en la mesa. Lleva banquitos y sillas para sentar a los niños.  El Conspirador sacó del bolsillo maravilloso de su abrigo –que llamábamos “la piragua”– un termo y pidió vasos para servir leche.

Pero como si el viejo empezase a levantarse de su estado de sueño natural o artificial, sacude la cabeza, se rasca la nuca, se frota la nariz. Las arrugas en su frente se alisaron, sus cejas se enderezaron y las puntas de sus bigotes sonreían. Dijo con una voz nueva:

—¡No así! ¡De ninguna manera! Kata, trae leña y pon la mesa ¡María, ordeña la vaca!

Él mismo fue a la estufa, para limpiar las cenizas.

Goran está con hambre, sentado. Corta rodajas de pan y queso y fetas de jamón para los niños, incluso una porción de torta, que su madre puso en su bolso durante su partida.

Hasta hace poco tiempo, estuvimos todos sentados a la mesa. El jefe Miško apenas lo deja sentarse en su silla. Sin embargo, la mujer se apresuró: trajo pan, crema y manteca, y comenzó a prepararme unas gachas. La oscuridad nos cubrió y el Conspirador sacó de su bolsillo una vela.

—¡No!— dijo el jefe otra vez—. Kata, busca el aceite. Va a haber más goteo.

Se sentó en silencio de otra manera, no quiso probar nada. Pensó, y yo no pude darme cuenta, que él necesitaba tristeza o ira. Era como si apenas pudiera escuchar nuestra conversación con las mujeres y los niños. Sin embargo, me puse a pensar: si él apoyase a los ustaši, no me hubiese traído el prudente Conspirador a su casa para pasar la noche. Hay algo –quizás– de color. Resguarda a los partisanos de esta zona, pero vendrán “otros” y lo culparán de haber recibido partisanos más por ternura que por fuerza. Y –quizás– sea esto y miserable. Las tropas, una tras otra, vienen y van, y cada una de ellas –siendo una blanca y otra negra– tienen algo que hacer.

El aceite claro alegró a todos. Debía hacer un buen tiempo que no lo veían.

Estaba sentado junto al dueño de casa.

—Jefe Miško, es como si fuésemos iguales en algo.

—Mmm, ¿En qué?

—Ambos somos solteros, ambos somos jefes.

—¡Ah! Aunque, por otro lado…Tú vagas, yo me quedo sentado.

—¿Y por qué te tragas eso? ¡Sal! Puedes hacer más que yo.

Se sintió como si lo hubiesen picado, pero inmediatamente cayó en su apatía primaria.

—¿Cuántos años has estado sentado en esta casa junto al Kolpa, en ese viejo sillón?

—No he estado más de dos años. Pasé mi vida en Estados Unidos. Me atormentaron mucho, un poco lo merecía. Cuando volví, me encontré sólo. Traje a mi casa a gente pobre. Y ahora ¡Ya van! Ustaši y četniki, alemanes, italianos, partisanos, me comerán a mí al final.

—¡Pero no, señor! Lo que lo comerá será otra cosa.

—¿Qué?— abrió bien los ojos y me miró de frente.

—La tristeza y el resentimiento— le respondí.

—¿Y qué más puedo hacer? No hay otra cosa.

—Hay. No se dé por vencido. Rebélese.

—Mmm… eso no es para mí. Sabes, una larga disciplina en una gran fábrica de Estados Unidos.

—¿A qué te ató ella ahora? ¿En esta ocasión? ¿Con esa fuerza física tuya? Eh, Jefe, Miško, honra tu nombre.

—¿Cómo…?

—Miško, así se llamaba a nuestros antiguos renegados y hajduks[2]— dije, ansioso de cambiar la conversación a otro tema.

Pensó de nuevo y dijo.

—Ahora difícilmente recuerdo a esa gente. En mi tiempo en Estados Unidos olvidé mucho.

—Yo te lo recordaré. Bueno, pero deja que los niños escuchen también.

Y empecé a hablar sobre las montañas de Bosnia, el mar en Senj y las tormentas, los renegados y los hajduks. El jefe me escuchó atentamente, se retorció, levantó la mano, encogió el puño y se estiró los bigotes. Cuando le conté sobre Ivo, de Senj, guiñó un ojo a Kata para que traiga vino a la mesa; cuando le conté de la contienda de Bećir-ag en Zadar, el rakija y las salchichas vinieron a nosotros; y cuando Goran comenzó a contar de su libro Días de ira y la persecución a los niños pobres, a quienes el espíritu hace tan fuerte que se vuelven protectores de todos los débiles y perseguidos de su ciudad, el jefe Miško se paró, buscó el jamón y lo cortó en rodajas él mismo, sin ahorrar lo mínimo. Cuando Goran empezó a contar la historia de Mihovil Tomić, inventé todo tipo de cosas en relación a los partisanos e impliqué en algunos de sus versos “nacionales”, Miško, amarillo del deslumbramiento y el rakija, se dio a invitar –un inesperado evento en su casa– a algunos vecinos a sentarse, beber y escuchar.

Tarde nos fuimos a dormir esa noche, Miško es un verdadero jefe y cuenta sobre la lucha en Estados Unidos. “Declaren la República de Croacia, y con esto estaré junto a los partisanos”, aclama.

La cama era para todos. Yo me dormí en la gran cama del jefe Miško, quien se acostó en una sábana en el piso. A medianoche me desperté y vi cómo se levantó despacio, revisó el cuarto para ver que todo esté bien, y fue a la estufa para encender el fuego de nuevo. Se recostó lento en su lecho, fumando y gruñendo gentilmente:

—¡Al diablo con los partisanos! Podrían inducir a un hombre a cualquier cosa.

Al día siguiente, el jefe nos agasaja con café y nos da un boleto para el viaje. Todo giraba, jubiloso, a nuestro alrededor.

Al final nos despedimos como viejos amigos.

Llegamos a Slunj[3] en la oscuridad y con la nieve. Nos recibió la cabeza directiva de la tropa partisana croata. Eso me hizo reflexionar sobre el primer inconveniente: mi paquete de ropa de invierto no daba señales de estar por ninguna parte. Me sentí pequeño, sólo con lo que tenía conmigo.

Estuvimos ahí un par de días. Conocí camaradas croatas: el comandante Rukavin, el comisario Đakarić, la querida Ortigu (Karla M.), y otros.  Me sentí a gusto con esta gente joven, fiel y aventurera. Goran estuvo encantado. En la reunión con los jóvenes (cada uno de ellos un activo combatiente) di –ante la inesperada consulta de todos– mi primer discurso a los partisanos:

“Camaradas y amigos:

y me gustaría decir también ¡Muchachos y Muchachas!

No sabía que iba a hablar hoy, no sospechaba que iba a tener la suerte de verlos juntos a ustedes, ver sus caras sonrientes, esos ojos claros, con una esperanza, un deseo, llenos de una llama que espero no se apague, que arderían hasta que algo se queme en el suelo, hasta que ni siquiera quede la más pequeña ascua bajo la ceniza, para que la serpiente no se despierte y muerda de nuevo. Ustedes harán lo que tengan que hacer, cuando anden por su camino y cuando vean una serpiente, de inmediato le pisan la cabeza con su talón.

Yo viajé estos días, y estoy feliz que mi viaje haya crecido más de lo que esperaba. De casa en casa, desde la tierra de nadie hasta donde ustedes gobiernan, eso somos (Aplausos). Fui a varias casas de pobres, campesinos, y dormí en sus camas que generosamente me ofrecieron para descansar. Miré a uno de los niños, pero no encontré huellas de consternación en ninguna parte. Vi que había esperanzas en todos. Vi que ustedes, jóvenes, no se quejan de esta esperanza. En sus manos está la esperanza para ponerla en acción ahora. Tenemos que vernos como los comunistas en Rusia. Y ellos discutieron mucho desde cero: ellos trabajan, golpean. Tenemos que meditar nuestro ‘discurso croata’, y de una vez por todas romper con todas estas cosas, disiparlo, para asegurarnos cosas nuevas. Bien, en ustedes hay un Deseo, hay una voluntad, y espero que esta sea.

Un camarada me contó que ayer yo dije que es la primera vez que los croatas pelean por ellos mismos.

Y es verdad: desde los tiempos que los antiguos reyes croatas regían a su pueblo, han peleado por otros, por los Habsburgo, por los reyes de Hungría. Y entonces Jelačić[4] unió a los croatas para pelear contra los húngaros en apoyo a Francisco José; primero fue un general, luego otro, y después el tercero, para el provecho de otros, y nunca pudieron estos miserables croatas dar su sangre por su país. Mientras así luchaban, sus familias morían de hambre. Nuestros croatas combatieron en Italia, pero su miserable esposa no tenía en su hogar ni una vaca ni una cabra, pero igual la confiscaron.

¡Y eso no es todo! Dimos nuestra sangre, pero la dimos por nosotros mismos. Cuando se tiene ese sentimiento en nosotros, se respira diferente y se trabaja, porque sabemos para qué morimos (Aplausos). La memoria de su voluntad quedará en la historia tanto como haya naciones, y será y permanecerá si ustedes no le permiten irse ahora que los italianos y los alemanes quieren destrozarla.

Hablo como croata. Ustedes, los heroicos comunistas, combaten y trabajan ahora según el método comunista ¡Eso significa pelear, defenderse, no darse por vencido! Ustedes son los primeros que pueden salvar a la nación croata de la situación crítica en que estaba hasta ayer. Podría decir que el señor Hitler puso una roca pesada en la cima, pero estuvo resbalándose y ahora rueda cuesta abajo. Su fuerza es similar a la de una avalancha: más lejos llega, más grande se vuelve, y eventualmente su miserable final será en un abismo. Entonces: apresúrense, piensen siempre antes que los demás y peleen hasta el final, no sucumban ni pierdan un momento.

Yo soy –como ven– un hombre de ‘algunos’ años, y me arrepiento de eso ahora. Nunca sentí la tristeza de mis años, ahora me apeno. No estoy bien con que, en estos días, ya no tenga el mismo estado físico. Si yo fuese joven y más fuerte, no hablaría desde aquí, sino que me sentaría entre ustedes. Me gustaría –como el camarada ahí sentado– aferrar el fusil en mi mano y ver a alguien más hablando desde aquí.

Pero eso no podrá ser.

Me expresaré de manera poética, y no deben reírse: los seguiré ‘en espíritu’. ‘El espíritu te sigue’, es la expresión de todo aquel que se sienta a la poltrona y no desea trabajar, que solo se quiere sentar. No es mi caso.

*

Solo deseo que Dios me dé suficiente vida para ver la destrucción del enemigo, y ver algo nuevo que vendrá después como una tormenta, después de un gran mal, después de una gran voluntad que lo resistió”.

*

Estábamos felices de estar en Slunj, pero tuvimos que ir más allá. Nos llevaron a Bihać[5], donde inmediatamente estuve frente al Comandante Tito, una persona con el rostro de un león joven.  Este hombre, medio misterioso a la vez que medio legendario, me ganó para sí de inmediato con su postura y su discurso. Lo conocí en Bihać, en una reunión de AVNOJ (Consejo Antifascista de la Liberación Nacional de Yugoslavia). Goran, de inmediato, se acercó a los jóvenes partisanos. Bajo la dirección del actor África, hubo un evento en mi honor en la gran corte, con declamaciones y canciones

Me dirigí a la corte así:

“Camaradas:

Cuando huía junto a Ivan Goran Kovačić de la capital del llamado Estado Independiente de Croacia[6] (que no es ni un estado independiente ni croata), cuando pasábamos por los llanos y por los bosques y a través de tres ríos para llegar a la región de Bosnia, no sabía realmente adónde iría. Y cuando llegué a mi destino, estuve muy feliz de que estuviésemos en Bihać. No solo porque es una ciudad conocida y ordenada junto al río Una y porque vine aquí a conocer al comandante Tito, sino porque nuestro nuevo destino se construye en una ciudad llamada Bihać. Un antiguo encanto y un antiguo poder tiene ese nombre para todos los croatas, y sobre todo para nuestra gente y el lugar donde, en la antigüedad, ahí junto al mar, entre Trogir y Kaštela, cerca de Split, nuestros antiguos županes y banes[7] comenzaron a construir nuevas cortes, para sentar las bases de nuestro primer y verdadero estado independiente ¡Esto no puede ser un caso del pueblo, ya que nuestro nuevo futuro en común y nuestra nueva nación se construye en un lugar que se llama exactamente como la cuna de nuestro primer estado independiente! ¡En Bihać se construye, como si estuviese destinado hace mucho tiempo esto por lo que los miramos! Y es que, tras un largo éxodo y sufrimiento, nuestros abuelos vinieron a trabajar a Bihać junto al mar. Y ellos ganarán junto a los partisanos en Bihać, junto al río Una, bajo la montaña Plješivica. Cuando pienso en todo esto, no puedo expresar mi felicidad de estar aquí, lo que veo entre la gente que vive en Bihać, que me alegra, que echo vistazo a sus hogares, la confusión en sus manos. Aquí veo cómo se conoció el circulo de la hermandad: musulmanes, ortodoxos y católicos finalmente juntos. El viejo dicho se volvió real, que solo los viejos problemas, los exilios y las aflicciones reúnen a la gente buena. La pena y el sufrimiento son el nexo más fuerte, el más sólido cemento para que la gente se una para construir un edificio de su futuro por ellos mismos.

¡Gloria y orgullo por Bihać, donde, en un tiempo histórico, la fundación de nuestra felicidad compartida yace! 

Pero el futuro de nuestra felicidad cuenta con algo que es la fuente de nuestro éxito más lejano –lo que nos llevará a la última victoria partisana–, y son nuestros jóvenes, hombres y mujeres: es la juventud de todas partes, de los llanos y las montañas, desde las cascadas de nuestros ríos hasta las olas del mar Adriático. Estoy feliz por escucharlos y verlos ahora. El honor, que los jóvenes aquí me demuestran, no lo considero un honor que se demuestre hacia mí, personalmente, por estar un poco pelado y por mi cabello gris, sino como un deseo de estallar con su ardiente entusiasmo de su descanso y calentarse con su idea sagrada y su corazón que, quizás, querían mantenerse fríos y lánguidos, con el pretexto que estuvieron palpitando mucho, y los forzaron a permanecer el último año en pasiva observación e inacción. La juventud se siente mejor con lo que es correcto. El corazón de la gente –mientras el ser humano vive– siempre arde. Los viejos dicen a los jóvenes “trabaja, compórtate, pero…despacio, con cuidado, con inteligencia”. A su vez, los jóvenes les dicen a los viejos “Eso es sabio pero, sin nuestra llamada imperdonable vehemencia, todas estas cosas nunca empezarían”. Siempre me empujan entre los viejos, por lo tanto, entre los viejos, pero yo estoy con los jóvenes, con su valentía, con su despreocupación, con su deseo de evadir cada obstáculo, cada zanja, cada corriente, sin desperdiciar el tiempo en la búsqueda del vado, botes o puentes. Nosotros, católicos y serbios, musulmanes, ortodoxos o católicos, perdimos en la carrera de la nación, y mucho tiempo. Nos apuramos. Ahora se debe correr, perseguir y dar el salto antes que nos retrasemos, para estar a la cabeza al fin, nunca más correr la cola del caballo, otra yarda de obstáculos, otro puente sobre el río.

Agradezco a la juventud no sólo por la inclinación que tienen hacia mí, sino también en nombre de los viejos a quienes no se les permite sostener un rifle en las manos o venir en medio del invierno, a través de caminos difíciles y peligrosos. En algún lado, los jóvenes casi abominan a los viejos, y viceversa. Ahora otra, una nueva era ha llegado: una idea inmensa, nacional y social nos tiene juntos a todos, nos han igualados a todos en la forma de mirar a mundo. Compartimos nuestras esperanzas y objetivos, uno es el espíritu que ahora respiramos, que es joven, veloz para vivir y maduro, que es antiguo, se refresca, con el Mariscal Tito todos somos uno, en la misma llama.

Podríamos declarar, ahora aquí en Bihać algo que solo parece una frase en principio, y es realmente de gran importancia en este tiempo loco: podemos decirles a todos esto:

‘Así como no hay más chauvinistas croatas o chauvinistas serbios, como no hay más chauvinistas católicos, ortodoxos o musulmanes, no hay más jóvenes furiosos o locos, tímido y sabiondo anciano. Proclamamos que todos somos jóvenes, porque nuestra nación recién ahora comienza a respirar con sus espíritus, para construir desde la base su Humanidad.

Nuestro futuro y nuestra juventud ahora aquí nacen.

¡Camarada Tito, guíanos hacia la victoria!

¡Bihać, sé nuestra cuna!

¡Y todos nuestros heroicos partisanos felices y, de ahora en adelante, a todas partes nos acompañen!”.

*

Sin embargo, dos coléricas serpientes me mordieron. La abrupta transición de la magra ciudad de Zagreb a la comida abundante y grasosa de los partisanos me produjo dolores estomacales. Dormir pobremente en camas a lo largo del camino (¡Debía dormir vestido!) me produjo comezón.  Esta empezó a curarse, pero el fuerte remedio me irritó la piel, y una enfermedad larga e intolerable llamada prurigo empezó a torturarme mucho –y junto con la molestia en los intestinos–, sin dejarme dormir.

 Y ahora llega la tercera tragedia.

Empezó contra nosotros, de todas partes (alemanes, italianos, ustaši y četniki), una furiosa, nueva (llamada la cuarta) ofensiva con los medios que nosotros no teníamos: tanques y aviones.

La guerra, aquí, no la podíamos recibirla.

Mi descanso fue interrumpido, mi tratamiento fue suspendido.

El enemigo avanza.

Debía ser repelido.

¿De qué manera?

Eso solo lo sabía Tito.

Notas

[1] Ivan Goran Kovačić (1913-1943), poeta y escritor croata. Voluntario en las tropas partisanas, es recordado sobre todo por su poema “La fosa” (Jama). Fue asesinado por tropas četniki tras la quinta ofensiva.

[2] Los hajduks eran bandidos rurales, que solían habitar la región de los Balcanes y surgieron hacia el siglo XVII. Solían robar y mantenían una férrea organización interna. Se oponían al Imperio otomano y defendían la fe cristiana, en general. Suele ser una figura romántica de rebelión en muchos textos de la zona.

[3] Ciudad croata en la región de Karlovac, cercana a la frontera con Bosnia-Herzegovina.

[4] Josip Jelačić von Bužim fue el Ban de Croacia entre los años 1848 y 1859. Tuvo un rol muy importante, tanto durante la Revolución de 1848 como por su impulso para abolir la esclavitud en su nación.

[5] Ciudad bosnia en la región de Bosanska Krajina. Sede del AVNOJ, llegó a declararse como una república independiente, liberada de los nazis, durante unos pocos meses hacia fines de 1942.

[6] El Estado Independiente de Croacia (Nezavisna Država Hrvatska) fue el nombre que se le dio a la nación títere de los nazis en el territorio ocupado de Yugoslavia, creada el 10 de abril de 1941.

[7] Dos títulos administrativos propios de la zona.

Fuente: Eslavia

martes, 27 de mayo de 2025

INAUGURADA EXPOSICIÓN INÉDITA SOBRE LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES A TRAVÉS DE LA LENTE DE GRANDES FOTÓGRAFOS MUNDIALES

Doscientas fotografías que reflejan la perspectiva de 30 fotógrafos y fotoperiodistas extranjeros sobre la Revolución de Abril estarán expuestas en Almada, del 24 de mayo al 24 de agosto, frente al antiguo Parque Empresarial Lisnave – Mutela.

La exposición “Venham Mais Cinco: O Olhar Estrangeiro sobre a Revolução Portuguesa (1974-1975)”, comisariada por Sérgio Tréfaut y con la asesoría histórica de Luísa Tiago de Oliveira, es la primera de este tipo en Portugal y reúne imágenes de fotógrafos y fotoperiodistas de Francia, Alemania, Brasil, Italia, Países Bajos y la entonces Checoslovaquia, publicadas en periódicos y revistas de todo el mundo.

Sebastião Salgado, fallecido este viernes en París a los 81 años, es uno de los fotógrafos representados en la exposición.

“Venham Mais Cinco” es el título de la canción de José Afonso, primera elección de los militares del MFA como lema para el inicio del golpe militar, pero luego sustituida por “Grândola, vila morena”, del disco anterior del músico (“Cantigas do Maio”), que acabó sonando en Rádio Renascença, en la madrugada del 25 de abril de 1974.

La exposición se divide en cuatro secciones temáticas: “La fiesta de la libertad”, “Nuevas formas de poder”, “Independencia” y “Un país dividido”.

Inicialmente concebido para el vigésimo aniversario de la Revolución (1994), sólo ahora abre sus puertas, después del cincuentenario de las primeras elecciones libres, y está organizado en homenaje a Margarida Medeiros, investigadora en las áreas de fotografía y estudios visuales, quien estuvo en el origen del proyecto y lo defendió durante tres décadas.

En declaraciones a la agencia de noticias Lusa, Sergio Tréfaut explicó que la idea de esta exposición nació en 1993, a partir de un libro que existía en 1979 con imágenes de fotógrafos y fotoperiodistas extranjeros.

“Es una exposición sumamente conmovedora, que, para la gente que vivió esa época, deja el corazón acelerado, pero incluso para otros, que tuvieron o carecen de ese entusiasmo y ese ímpetu por transformar la sociedad, es de enorme fuerza”, dijo.

La comisaria de la exposición explica que la muestra permite un viaje a un Portugal que fue el centro del mundo, en un momento determinado de la historia.

“Fue el único momento en la historia en que Portugal tuvo a los mejores fotógrafos del mundo tomando fotografías todos los días, y la exposición reúne el trabajo de estos fotógrafos, que fotografiaron Portugal con una mirada curiosa”, dijo.

Sergio sostiene que, en este viaje que ofrece la exposición, es posible que quienes no tuvieron contacto con la revolución descubran un país “con sorpresas tras sorpresas”.

“Hay una diferencia entre yo tomando una foto – y no sé cómo tomar una foto – y un ‘monstruo’ [genio] tomando una foto, y tenemos genios tras genios aquí”, enfatizó el comisario sobre los fotógrafos reunidos en la exposición.

Jean-Claude Francolon, uno de los fotógrafos representados en la exposición, explicó a Lusa que, a diferencia de hoy, aquella era una época sin extremismos y destacó la importancia de una Europa cohesionada para comprender los problemas actuales y futuros, en particular con respecto a los jóvenes.

El fotoperiodista francés de la agencia Gama llegó a Portugal en las primeras horas de la revolución. La madrugada del 25 de abril intentó a toda costa entrar al país por España y, al llegar a Lisboa, los claveles ya eran el símbolo que le permitía entender quién era quién, o de qué lado estaba.

Jean-Paul Paireault, otro fotoperiodista francés, también afirmó en declaraciones a Lusa que Europa y Portugal, con el crecimiento de la extrema derecha, viven este viernes lo contrario de lo que ocurrió en 1975.

Hoy existe un peligro porque somos una Europa supuestamente unida y estamos viviendo un profundo y peligroso sentimiento nacionalista, que no se sustenta en acciones, sino en elecciones. Son los votos que han llevado a esta situación los que deberían hacernos sospechar. Parece ser la bancarrota de Europa, y esto es muy grave. Estamos volviendo al nacionalismo, lo cual es muy triste para las generaciones futuras», afirmó.

Con entrada gratuita, la exposición desarrollada con el apoyo del Ministerio de Cultura, la Comisión Conmemorativa del 50º Aniversario del 25 de Abril, el Ayuntamiento de Almada y la Sociedad Arco Ribeirinho Sul (que cedió el espacio), podrá visitarse de jueves a domingo, de las 11 a las 19 horas, hasta el 24 de agosto.

Fotógrafos: Alain Keller, Alain Mingam, Alécio de Andrade, Augusta Conchiglia, Benoît Gyembergh,Dominique Issermann, Fausto Giaccone, François Hers, Gérard Dufresne,Gilbert Uzan, Giorgio Piredda, Guy le Querrec, Henri Bureau, Hervé Gloaguen, Jacques Haillot, Jean Gaumy, Jean-Claude Francolon, Jean-Paul Miroglio, Jean-Paul Paireault, José Sanchez-Martinez, Michel Giniès, Michel Puech, Paola Agosti, Perry Kretz, Rob Mieremet, Sebastião Salgado, Serge July, Sylvain Julienne, Uliano Lucas, Vojta Dukát.







Abril de 1975. Lisboa. Visita de Jean-Paul Sartre a Portugal

lunes, 26 de mayo de 2025

EDICIONES PENÍNSULA PUBLICA "FLORES DE PAPEL", DE LA ESCRITORA SAHARAUI EBBABA HAMEIDA

Flores de papel
Ebbaba Hameida
Ediciones Península
ISBN 978-84-11003-20-9
Fecha de publicación 29 enero 2025
Páginas 280

Tres generaciones, un legado de lucha. La historia del pueblo saharaui contada a través de las voces de sus mujeres. Flores de papel narra la historia del pueblo saharaui a través del testimonio de tres mujeres: Aisha, Naima y Leila: nieta, madre y abuela.

Tres generaciones que han visto sus vidas atravesadas por el colonialismo, la guerra, el exilio, la huida y la búsqueda de su identidad.

Aisha, la más joven, llega a Italia con solo seis años, arrancada del regazo de su madre y sumergida en un mundo nuevo y desconcertante. Dividida entre dos culturas que nunca terminan de encontrarse, crece atrapada en una búsqueda constante por pertenecer y se debate entre el deseo de encajar y el profundo anhelo de volver a sus raíces.

Naima, su madre, creció rodeada de la guerra y la desolación. Los bombardeos de napalm y fósforo blanco marcaron su niñez y la llevaron, junto a su familia, a los campos de refugiados del desierto argelino, lejos de las playas de su infancia. Convertida en enfermera revolucionaria, lucha por la libertad colectiva y por sostener la dignidad de su pueblo, soñando con volver algún día a su tierra.

Leila, la abuela, ha sido despojada de su hogar. Una sequía la condenó a pasar de la vida nómada al sedentarismo y, en lugar de dunas y jaimas, encontró muros y un océano furioso, lejos de las estrellas que solían guiarla. Su esperanza sigue fija en un desierto libre y verde, en las lluvias que prometen devolverle, algún día, a la tierra de sus ancestros.

domingo, 25 de mayo de 2025

"EXPRESIONISMO EN LA CALLE", OBRA DE EQUIPO CRÓNICA

 
Expresionismo en la calle
Equipo Crónica
1971
Óleo sobre lienzo
Colección Masaveu.

Hace falta recurrir al contexto para apreciar en toda su dimensión el contenido irónico y de denuncia implícito en esta obra realizada a principios de los años setenta. Este lienzo forma parte de una serie titulada "Policía y cultura" integrada por 14 propuestas artísticas de gran formato. Fue la aportación del colectivo Equipo Crónica a una exposición organizada por el Colegio de Arquitectos de Cataluña y Baleares en Barcelona. Se trata de una institución con un talante claramente antifranquista y la serie presentada por Equipo Crónica caminaba en esa dirección. Para que su crítica fuera menos obvia se sirvieron de citas al expresionismo alemán, un movimiento perseguido por el nazismo por considerarlo "arte degenerado". En la obra, sin embargo, los policías no solo reprimen obras de arte sino que van también equipados con otras creaciones que les sirven como escudo o arma.

Fuente: Fundación Masaveu

Manifiesto Artístico de Equipo Crónica. 1964

«El brazo del artista tiene que empuñar el pincel y la espátula igual que los obreros y labradores empuñan sus instrumentos de trabajo, para conseguir el avance de nuestra sociedad». 

sábado, 24 de mayo de 2025

"ANNO DOMINI 1573", PELICULA YUGOSLAVA SOBRE LA REVUELTA CAMPESINA DE ESLOVENIA Y CROACIA DE 1573

Título original Seljacka buna 1573
Año 1975
Duración 161 min.
País Yugoslavia
Dirección Vatroslav Mimica
Guion Vatroslav Mimica
Reparto Sergio Mimica-Gezzan - Petar (Petrek) Fabijan Šovagović - Matija Gubec Bata Živojinović - Ilija Gregorić Pavle Vuisić - Franjo Tahy Franjo Majetić como Gladni glumac (El actor) Zdenka Heršak - Kata Palondra Boris Festini - Guska Marina Nemet - Regica Charles Millot - Juraj Drašković Lojze Rozman - Gašpar Alapić
Música Alfi Kabiljo
Fotografía Branko Blazina
Compañías Croatia Film, Jadran Film
 
La vida en Europa en la segunda mitad del siglo XVI era muy dura. Los campesinos de Eslovenia y Croacia la pasaron aún peor debido a la constante amenaza de las incursiones turcas y a los impuestos exorbitantes que debían pagar para defenderse. Pero lo peor eran los arrogantes señores feudales locales, liderados por Franjo Tahi, que oprimían a la gente común. Todo esto condujo a la gran revuelta campesina de 1573.

A pesar de que la revuelta fue efímera, fue y sigue siendo una parte importante de la historia de la región, un legado bien apreciado. “Anno Domini 1573”, película histórica yugoslava/croata de 1975 ofrece un excelente retrato artístico de los hechos. La dirección estuvo a cargo de Vatroslav Mimica, y tiene un reparto estelar de todo Yugoslavia, y fue aclamada internacionalmente, y hasta se exhibió en el Festival de Cine de Cannes de 1976.

La película se realizó con motivo del 400º aniversario de este acontecimiento. 

VER PELICULA CON SUBTITULOS EN CASTELLANO (ACTIVAR SUBTITULOS EN YOUTUBE):
 

viernes, 23 de mayo de 2025

LA "BALADA DE MAUTHAUSEN", DE MIKIS THEODORAKIS, EN EL 80 ANIVERSARIO DE LA LIBERACIÓN DEL CAMPO DE CONCENTRACIÓN

La Balada de Mauthausen es un ciclo de cuatro arias con letras basadas en poemas del poeta griego Iakovos Kambanellis , superviviente del campo de concentración de Mauthausen , y música del compositor griego Mikis Theodorakis . Ha sido descrita como «la obra musical más hermosa jamás escrita sobre el Holocausto » y como «una melodía exquisita, evocadora y apasionada que eleva las conmovedoras palabras de Kambanellis a un nivel superior». 

En mayo de 1988, el estreno mundial de la "Trilogía" en el campo de concentración de Mauthausen, Austria, contó con la presencia del entonces canciller austriaco Franz Vranitzky y decenas de miles de europeos. La balada fue dirigida por Theodorakis e interpretada por Maria Farandouri en griego, Elinor Moav en hebreo y Gisela May en alemán. En mayo de 1995, Theodorakis dirigió un concierto repetido de la balada en el campo para conmemorar el 50.º aniversario de su liberación del nazismo.

La balada refleja la propia experiencia de Kambanellis en Mauthausen, incluyendo su amor por una mujer judía lituana, al narrar la historia de amor entre un joven prisionero griego y su amada judía en medio de las atrocidades que presenciaron en el campo. Aproximadamente un año después del lanzamiento de su balada, durante el estreno del ciclo de canciones de Mauthausen en Londres en 1967, Mikis Theodorakis fue encarcelado en Grecia por la recién instaurada junta militar griega y su música fue prohibida en el país.

Antecedentes históricos

Durante la Segunda Guerra Mundial , Iakovos Kambanellis , autor y poeta griego, fue encarcelado por los nazis en el campo de concentración de Mauthausen , en Austria, donde presenció las atrocidades nazis. Más de 100.000 víctimas murieron en el campo. Kambanellis sobrevivió al encarcelamiento en el campo de concentración nazi y, tras la liberación por los Aliados , comenzó a escribir un libro basado en los eventos y las atrocidades que presenció allí.

Con el paso de los años, la obra de Kambanellis permaneció manuscrita en su casa. Acontecimientos mundiales posteriores, como el asesinato del presidente estadounidense Kennedy , llevaron a Kambanellis a reexaminar y actualizar su manuscrito. Entonces escribió dos nuevos capítulos, que finalmente se publicaron en las ediciones dominicales del periódico griego Eleftheria y causaron sensación. En diciembre de 1965, Kambanellis publicó su libro Mauthausen con la editorial Themelio en Atenas. 

Inicio y tema

Mientras Themelio preparaba la publicación del libro , Kambanellis escribió cuatro poemas basados ​​en cuatro capítulos de su obra. Los poemas narraban la historia de amor entre dos jóvenes prisioneros en el campo. El propietario de la editorial Themelio , Mimis Despotides, sugirió a Kambanellis que los cuatro poemas también se publicaran como canciones, coincidiendo con la publicación del libro, y sugirió a Mikis Theodorakis como compositor.

Kambanellis accedió y entregó los poemas a su amigo Mikis Theodorakis, quien se mostró muy receptivo a la idea de componer la música, ya que él también estuvo preso por los nazis y los fascistas italianos en Grecia durante la guerra, y creó la «Trilogía de Mauthausen», que era muy diferente a cualquiera de sus obras anteriores. El estreno de las obras en Grecia tuvo lugar en un teatro de la calle Hipócrates de Atenas en diciembre de 1965 y la acogida del público fue entusiasta.

Estructura

El título de las canciones es "La Balada de Mauthausen" y contenía cuatro arias "Άσμα ασμάτων [Asma Asmaton]" (Cantar de los Cantares) con versos inspirados hasta cierto punto en letras eróticas del Cantar de los Cantares bíblico, e incluye la letra Τι ωραία που. είναι η αγάπη μου [ Ti oraia pou einai i agapi mou] (Qué hermosa es mi amada). La segunda canción fue "Αντώνης [Antonis]" (Anthony), seguida de "Δραπέτης [Drapetis]" (Runaway) y "Όταν τελειώση ο πόλεμος] Otan Teleiosi o Polemos" (Cuando termine la guerra). La composición es un ciclo musical. 

En "Asma Asmaton", se describe la lucha del joven prisionero mientras intenta desesperadamente encontrar a su amor. Refleja la propia experiencia de Kambanellis en Mauthausen con una mujer judía lituana, al retratar la historia de amor entre un joven prisionero griego y su amada judía. Kambanellis utiliza una pregunta del Cantar de los Cantares 3:3: "¿Has visto a quien yo amo?" como estribillo de su letra. 

En la letra, el héroe pregunta a las chicas de los campos de concentración si vieron a la chica que ama: «Chicas de Auschwitz , chicas de Dachau , ¿han visto a la que amo?», y la respuesta es: «La vimos en un largo viaje. Ya no tenía su vestido ni su peine». Luego vuelve a preguntar: «Chicas de Mauthausen, chicas de Belsen , ¿han visto a la que amo?», y recibe la respuesta: «La vimos en el cuadrado congelado con un número en su mano blanca, con una estrella amarilla en su corazón». 

En "Antonis", se narra el sufrimiento de los judíos presos que realizan trabajos forzados Antonis es un prisionero griego que intenta ayudar a su amigo judío a subir una pesada roca por una pendiente de 180 escalones después de que este ya no puede trabajar y le pide ayuda. Las rocas se utilizan para pavimentar las calles de Viena . La letra dice: "La ayuda es un insulto. La compasión, una maldición", indicando que ayudar a otro recluso es severamente castigado por los guardias nazis. 

Sin embargo, Antonis ayuda a su amigo sin dudarlo. Un guardia nazi interviene y, para castigarlo, le ordena cargar una roca el doble de pesada. Antonis elige entonces una roca aún más pesada que la que le mostró el guardia nazi y la lleva a la cima. Antonis dice su nombre en griego: "Μένα με λένε Αντώνη, κι' αν είσαι άντρας έλα δω στο μαρμαρένιο αλώνι" ("Mi nombre es Antonis, y si eres hombre ven aquí a la era de mármol "), desafiando al guardia e insinuando que hombres de verdad están luchando por sus vidas en la cantera nazi. La imagen de la era de mármol es común en la literatura popular griega, y deriva de las canciones akríticas , donde el héroe epónimo, Digenis Akritas , "como una especie de representante de las luchas de la humanidad con Charos , la muerte, en la era de mármol".

En "Drapetis", se narra a través de la canción la aventura de un fugitivo, "Yannos Ber del Norte", así como su recaptura por las SS, lo que lo lleva a su "trágico destino".

El final "Otan Teleiosi o Polemos" es una fantasía sobre el reencuentro de los dos amantes. [ 4 ] Se completa el círculo con la chica de "Cantar de los Cantares" apareciendo como "la chica de los ojos temerosos" y "la chica de la mano congelada",  y muestra a la protagonista de la primera parte, "Asma Asmaton", buscando el amor en todas partes dentro del campo de concentración como medio para borrar la Muerte, cantando las palabras: "Έρωτα μεσ' στο μεσημέρι σ' όλα τα μέρη του θανάτου ώσπου ν' αφανιστεί η σκιά του" (Hacer el amor al mediodía, en todos los lugares de la Muerte hasta Su sombra desaparece"