“La ejecución de Stepan Razin” Op.119 es una cantata para barítono, coro mixto y orquesta escrita en 1964. Se trata de una colaboración con el poeta Yevgeny Yevtushenko, expresada en la forma de un relato histórico sobre la ejecución de uno de los primeros luchadores contra la dictadura zarista.
Stenka o Stepan Razine (1630-1671) fue un jefe cosaco que protagonizó una gran revuelta contra la nobleza y la burocracia zarista en el sur de Rusia. Las largas guerras contra Polonia y contra Suecia habían costado inmensos sacrificios al pueblo ruso. Los campesinos estaban enfurecidos por el aumento de la presión fiscal para costear al ejército. Stenka Razine pertenecía a una familia rica y pretendía ayudar a los pobres capitaneando a una banda de ladrones que robaba a los ricos. Los campesinos estaban agradecidos y pronto vieron a Stenka como su salvador frente a la opresión zarista. La banda de cosacos de Stenka Razine creció enormemente al unírsele gente de las clases mas bajas, la excluida por el gobierno ruso y la perteneciente a las etnias oprimidas.
Stenka formó una flota de cuarenta y cinco galeras y descendiendo por el río Volga capturó a numerosos barcos transportando inmensas riquezas. Luego se apoderó de los fuertes que defendían el río, haciéndose dueño de la navegación fluvial. Continuó hasta su desembocadura en el mar Caspio, librando una batalla en la que salió vencedor cerca de Astrakhán. En la primavera siguiente empieza una campaña contra Persia que durará 18 meses. Después de sangrientas matanzas en las costas del mar Caspio, se establece en el año 1669 en la isla de Suina. En el mes de julio una flota persa le presenta batalla y es destruida. Esto le produce gran fama y respeto entre el pueblo. En el curso de esta batalla contra los persas se apodera del hijo y de la hija del Sha. Aquí nace una de las historias o leyendas más populares de la vida de Stenka Razin, la parte que más influencia ha tenido en la música.
Stenka se enamora de su prisionera, la joven princesa persa. Navega en su barco por el Volga dedicándole tanta atención que crea malestar entre sus hombres. Ven que aquel amor distrae a su jefe de sus deberes guerreros. Desembarcan montando un campamento en un bosque, al borde del río. Allí la bella muchacha se exhibe bailando una sensual danza oriental provocativamente vestida. Los cosacos cansados de tanto jolgorio y ociosidad realizan una estratagema para liberarse de la princesa, que parece tener hechizado a su jefe. Uno de los capitanes cosacos entrega a Stenka una carta comprometedora escrita por la princesa al príncipe Hassan. Stenka enloquecido por los celos exige explicaciones a la muchacha que se pone a llorar. Tratándola como una traidora ordena embarcar a sus hombres. Al llegar al centro del río Volga toma la princesa en sus brazos y la arroja por la borda. Entonces dice a sus hombres que no ha olvidado la lucha por sus ideales.
En el mes de septiembre de 1669 los voïvodes, gobernadores, de Astrakhan le abren las puertas a cambio de parte de su botín. Al año siguiente capitanea una rebelión abierta contra el gobierno del Zar Alexis, formando un ejército de 7000 hombres que se lanza sobre Astrakhan, convirtiendo la zona en una República Cosaca de la que se proclama soberano. Intenta ampliar su República a lo largo del río para poder avanzar luego hacia Moscú. Remontando el curso del Volga captura las ciudades de Saratov y Samara, pero la ciudad de Simbirsk resiste y después de sangrientas batallas es derrotado por las bien organizadas tropas zaristas enviadas desde Kazan.
Pero la revuelta iniciada por Stenka había dejado su rastro en el pueblo y aquello se extendió como la pólvora. Toda la región del Volga y el este de Ucrania se había sublevado. Quemaron los conventos apoderándose de sus extensas propiedades. Pero la derrota de Simbirsk había hecho un terrible daño a la fama de Stenka. A principios de 1671 el éxito de la lucha era incierto. Las batallas se endurecían aumentando sus pérdidas. Varios de sus aliados se ponían en su contra, entre ellos los Cosacos del Don al enterarse de que había sido excomulgado por el patriarca de Moscú. Junto con su hermano Frol Razine fueron capturados en Kaganlyk, su última fortaleza. Conducidos a Moscú, Stepan fue condenado a muerte y colgado en la plaza Roja el 6 de junio de 1671.
Razine había combatido el sistema feudal, nunca había atacado directamente al Zar. Lo que deseaba era a un Zar justo, sin dar enormes privilegios a la nobleza y al clero. Esta revuelta popular era interpretada en la URSS, en los tiempos en que Miaskosvky escribió su sinfonía, como un acto prerrevolucionario, una premisa de la futura revolución de octubre. Lo pintaban como un libertador del pueblo frente a la tiranía zarista, siendo sostenido por todo el pueblo ruso. Evitaban hablar de sus acciones de pillaje y barbarie, de sus matanzas.
Trotsky se refiere en sus escritos a Stenka Razine como un iniciador del movimiento popular. que partiendo de los campesinos sirve como base de la lucha de clases. Bakunin lo ve como una revuelta de unos desheredados que serán el motor de la próxima revolución rusa.
La ejecución de Stenka Razin, poema de Yevgeny Yevtushenko
En Moscú, en la blanca y amurallada ciudad,
un ladrón calle abajo arranca con un pan de centeno.
No tiene miedo de ser linchado.
No hay tiempo para panes…
¡Es que ya traen a Stenka Razin!
El Zar está bebiendo vino dulce de malvazia,
ante un espejo suizo
se aprieta una espinilla en la cara,
y se pone el anillo real de esmeraldas
y en la plaza…
¡Ya traen a Stenka Razin!
Como un pequeño barril
que sigue a un barril más grande
un bebé corre hacia su madre
mascando un dulce con sus dientes de leche.
¡Hoy día es feriado!
¡Es que ya traen a Stenka Razin!
Un comerciante entra a empujones
echando flatulencias con olor a arvejas.
Dos bufones irrumpen apurados galopando como caballos.
Borrachos pícaros llegan tambaleándose
¡Ya traen a Stenka Razin!
Unos viejos, cubiertos de costras por todo el cuerpo,
casi muertos,
llevando gruesos cordeles amarrados a sus cuellos
murmuran algo,
y caminan casi arrastrándose…
¡Ya traen a Stenka Razin!
Y también muchachas bien despabiladas
saltando un poco ebrias de sus camas
embadurnadas con pedazos de pepinillos en sus caras
entran trotando
con una picazón en sus muslos
¡Ya traen a Stenka Razin!
Y con gritos de las esposas de la Guardia Real
escupiendo para todos los lados
en una destartalada carreta
él
como si estuviera arriba de un barco
aparece en camisa blanca.
Viene en silencio,
cubierto con los escupitajos de la muchedumbre,
que él no se limpia ni le preocupa,
sólo sonríe con sarcasmo
y se ríe de sí mismo:
“ ¡Stenka, Stenka,
tú eres como una rama
que ha perdido todas sus hojas!
¡Y querías entrar a Moscú!
Y pues ahora tú estás entrando a Moscú …
Pues muy bien entonces,
¡escúpanlo
¡escúpanlo!
¡escúpanlo!
Es una farándula gratis después de todo.
Buenas gente,
ustedes siempre escupen
a esos
quienes les desean el bien.
El escribano del Zar me golpea deliberadamente entre sus dientes,
repitiendo,
implacablemente:
“Decidiste lanzarte contra el pueblo, ¿no es así?
¡Tú sabrás ahora contra quienes lo hiciste!”
Me contuve pero sin bajar mis ojos.
Escupí mi respuesta con mi propia sangre:
“¡Contra los dueños de la tierra,
es cierto!
¡Contra el pueblo,
nunca!
No reniego de mí mismo,
¡He elegido mi propio destino!
Ante ustedes,
el pueblo, me arrepiento
pero no por lo que el escribano del Zar desea.
Es mi cabeza la culpable.
Ya lo veo,
y me he sentenciado a mí mismo.
Estuve siempre a medio camino
contra las cosas
cuando realmente debí haber llegado hasta el final.
He pecado en esto,
porque en un mundo guiado por el demonio
yo fui un gran estúpido.
Soy un pecador
porque siendo un enemigo de la esclavitud
fui realmente un esclavo de mí mismo,
He sido un pecador
al querer levantarme en rebelión
para tener un mejor Zar.
¡No hay Zares nobles!
¡fuiste un loco
Stenka!
¡tú ahora morirás por nada! ”
Pero sobre los hocicos,
las caras de cerdos de la gente
las sucias cajas
de los recolectores de impuestos
y los cambiadores de dinero,
como una luz a través de la neblina,
Stenka
vio
los rostros.
Vale la pena verlos sin una lágrima en sus ojos,
estar sobre el patíbulo al lado de la horca,
porque más pronto que tarde
los rostros
crecerán amenazantes
en la propia cara de los rostros anónimos…
Y tranquilamente
(por cierto que él no había vivido en vano)
Stenka dejó caer su cabeza doblada
y su mejilla cayó hacia el hueco cortado de su cuello
y desde la parte de atrás de su cabeza ordenaron:
“cortar, el hacha…”
La cabeza comenzó a rodar,
ardiendo en su propia sangre,
y con una voz ronca la cabeza habló:
“no muero en vano…”
Desde el ensangrentado lugar de ejecución,
allí,
donde estaban los pobres,
la cabeza lanzó una mirada
como hacia unas anónimas cartas…
Espantado,
el pobre sacerdote que temblaba corrió sobre la cabeza
deseando cerrar los ojos de Stenka.
Furiosos,
parecidos a la reacción de una bestia salvaje
sus ayudantes la apartaban de su manos.
La cabeza del Zar
temblaba al ver esos ojos diabólicos,
el capitán de Vladimir Monomakh comenzó a estremecerse
y cruelmente,
regocijándose de su triunfo,
la cabeza de Stenka
explotó en carcajadas
sobre la cabeza del Zar!
(1964)
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