viernes, 10 de mayo de 2024

SINFONÍA Nº 19 "BRILLANTE MAYO", TERCERA OBRA DE LA TRILOGÍA DE LA GUERRA DEL COMPOSITOR SOVIÉTICO MIECZYSLAW WEINBERG, EN EL 79 ANIVERSARIO DE LA VICTORIA DEL EJÉRCITO ROJO

La “Sinfonía Nº 19” (Brillante Mayo) Op.142 fue terminada en 1986. Su título también podría traducirse como Alegre Mayo. No se trata de la conmemoración de la fiesta nacional de mayo sino del mes en que terminó la gran guerra patriótica.

Se estrenó en el Festival de Otoño de Moscú el 23 de noviembre de 1986, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio de la URSS dirigida por Vladimir Fedoseyev, quién estrenó seis de sus últimas sinfonías.

La obra va precedida de una cita tomada del poema La Victoria de Anna Akhmatova, rehabilitada durante la política del Glasnost de Mikhail Gorbachev. Traducimos a continuación dichos versos.

La victoria está en nuestra puerta

¿Cómo podemos recibir a este largo tiempo esperado huésped?

Las mujeres levantarán a sus bebés

Los cuales han sido salvados entre miles de muertos

Este será el mejor saludo

La sinfonía está escrita en un solo movimiento que podemos dividirlo en tres partes. La primera sección empieza con un agudo tema presentado por la cuerda. Con la entrada de la madera y el metal el tema gana en expresividad. La tensión se relaje al aparecer un solo de la flauta dialogando con la madera en un modo casi pastoral. El tema pasa después a la cuerda. Cuando entra el metal y la percusión empieza un rítmico clímax que luego retorna al modo pastoral anterior. La cuerda y la madera intercambian vacilantes frases.

La segunda sección empieza sin pausa con un canto fúnebre para cuerda. La madera presenta un tema acompañada por suaves pizzicatos de la cuerda. El tema crece con la incorporación del metal y la cuerda. Su ritmo se vuelve cada vez más agresivo de un modo marcial hasta llegar a un clímax con intercambios entre el metal y la percusión. Después de una pausa solos de la madera acompañada por la cuerda retornan al tema inicial.

La última sección empieza después de una breve pausa. La cuerda continúa el tema mediante construcciones contrapuntísticas, llegando a su culminación con el sonido de unas campanas. Un solo de la trompa conversa con la cuerda en un ambiente apacible. Unas frases de la flauta preceden a un breve clímax. Un solo del clarinete quita la tensión remanente. El pícolo y la trompa intercambian frases. Sobre un sombrío acorde de la cuerda la madera y el metal añaden las últimas notas de la obra.

Con esta sinfonía termina el tríptico de obras dedicadas a la guerra. Una reflexión bastante sombría de la victoria, una victoria que ha costado tantas vidas y tanto sufrimiento. Una victoria que no merece una jubilosa celebración, parece que nos quiera indicar el compositor.

Fuente: Historia de la Sinfonía

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