jueves, 27 de octubre de 2022

"ARGENTINA, 1985", UNA PELICULA SOBRE LA LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD

“Argentina, 1985” / Una película sobre la lucha contra la impunidad

El estreno de “Argentina, 1985”, la película que representa el juicio a las juntas del último golpe cívico militar, generó por un lado un fenómeno masivo y emocionante entre sus espectadores, y por otro un gran debate en torno a sus interpretaciones políticas.
 
El film se convirtió desde su estreno en un fenómeno multitudinario. Las grandes cadenas de salas de cine no aceptaron la cláusula de que a las tres semanas (el 21 de octubre) el film comenzara a poder ser reproducido en una plataforma de internet (Amazon), con lo que la película protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani sólo está siendo exhibida en las salas nacionales que se ven desbordadas. En su primera semana, el 47% de todas las entradas que se vendieron en el país fueron para ver “Argentina, 1985”, con 315.000 espectadores.

Santiago Mitre dirigió y coescribió junto con Mariano Llinás, un film que estaba desde el vamos destinado a las grandes competencias del cine internacional, ya fue premiada en el Festival de Venecia como mejor película y se encamina ahora hacia el Oscar. Bajo la estructura del género de “películas de juicios”, y con una ambientación temporal perfectamente reconstruida en los ‘80 en imagen y banda sonora, “Argentina, 1985” enfoca el proceso civil único en el mundo que terminó con los cabecillas del genocidio condenados a prisión perpetua. Este recorte en el enfoque termina por dejar sin representación aspectos como las movilizaciones y la intervención clave de las Madres, Abuelas y organismos de Derechos Humanos. Pero tiene el mérito de no dejar de señalar las propias contradicciones del fiscal Julio Strassera, con su rol pasivo durante los años donde arreciaron las desapariciones, y así mismo, de realizar una reivindicación emocionante de los testimonios que desnudaron el accionar cobarde y barbárico de los milicos.

Como reconoció el propio director en entrevistas, la película está conscientemente dirigida a la juventud, algo que se expresa en la representación del rol clave que jugaron en el armado de la acusación un grupo de apenas veinteañeros “sin carrera” en los tribunales, ante la negativa masiva del funcionariado judicial a involucrarse con la causa. Y así mismo, con el simpático rol que juega el personaje del hijo menor de Strassera de comienzo a fin de la historia.

En cada proyección se dan dos momentos en que las salas imitan lo que pasa en la película, que a su vez imita lo que pasaba en el tribunal. Primero, ante el estremecedor testimonio de Adriana Calvo, fundadora de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, donde en la pantalla y en las butacas resulta imposible evitar la caída de lágrimas. Y luego, en el cierre del alegato de Strassera, donde tras replicar el “Nunca Más” de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), estallan los aplausos. “Una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino”, dice el fiscal, algo que está siendo hoy revalidado por miles de espectadores haciendo estruendo con sus manos frente a la pantalla.   
 
Los debates e interpretaciones

Los radicales están enojados porque el guión no daría importancia al rol de Raúl Alfonsín, y kirchneristas porque en sus líneas de contextualización al principio y final del film, Mitre y Llinás no incluyeron una mención a Néstor y Cristina. La realidad es que parecen ser más bien reproches de quienes buscan colgarse del fenómeno auto-atribuyéndose logros que son de la movilización popular. Como se canta cada 24 de marzo en las calles de todo el país: “a los milicos los salvaron sus amigos, la democracia peronista y radical”. “1985” grafica las presiones que hubieron desde el gobierno alfonsinista para no tocar a los acusados de la Fuerza Aérea, como así también la nefasta intervención que hizo el ministro del Interior de entonces, Antonio Tróccoli, al presentar el informe de la Conadep apuntalando a más no poder la “teoría de los dos demonios” presente en el prólogo del propio trabajo. Esos fueron los antecedentes de las leyes de “obediencia debida” y “punto final” que impuso Alfonsín, y los posteriores indultos de Carlos Menem. Si en 2003 se consiguió que se apruebe la nulidad de las leyes del perdón, a partir de un proyecto de Patricia Walsh (Izquierda Unida), fue fruto de la persistencia de la lucha de los organismos, de los Hijos, y de espacios como el Encuentro Memoria Verdad y Justicia que tuvo a su cabeza a la propia Adriana Calvo.

Más allá de cualquier crítica que podamos realizar, bienvenida una película que sirva para contrarrestar el negacionismo, y que actualice la necesidad de luchar contra la impunidad, porque al día de hoy, más allá de los dobles discursos, la mayor parte de los genocidas siguen sin recibir sentencia. Por último, será nuestra tarea en el debate explicar la importancia que tuvo la dura militancia contra la dictadura, y que sigue teniendo al día de hoy para hacer valer que no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos, y que por eso seguimos luchando contra la impunidad y la represión de ayer y de hoy.

Nicolás Núñez

Fuente:  Izquierda Socialista

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