El barrio de Ostrava llamado Poruba, construido en los años 50, imita el estilo soviético y es un ejemplo del realismo socialista en la arquitectura.
El barrio Poruba fue anexado a la ciudad de Ostrava en el año 1957. Se ubica en el oeste de la ciudad y hasta estos días es uno de los distritos más poblados de la ciudad.
Es un ejemplo del realismo socialista en la arquitectura, típico de los años 50. El estilo estalinista intentaba imitar la arquitectura soviética en los países que estaban subordinados a la Unión Soviética, como en aquella época lo estaba Checoslovaquia.
El protector de monumentos históricos Martin Strakoš nos guio por el barrio y nos contó en qué se inspiraron los arquitectos de la época.
“Las ciudades socialistas no debían tener periferia y tenían que abrirse directamente al campo. Este edificio arqueado está inspirado en el Edificio del Estado Mayor de San Petersburgo, del arquitecto Carlo Rossi”.El eje principal del nuevo barrio era el paseo, que intentaba parecerse a algo entre la Avenida Nevski de San Petersburgo y los Campos Elíseos de París, con un estilo socialista.
Los palacios del proletariado que datan de los años 50 eran grandiosos desde afuera, pero sus interiores ocultaban apartamentos pequeños. El edificio arqueado en el centro de Poruba también servía como un palacio para alojar a los obreros, añade Strakoš.
“Es un ejemplo de un palacio para el proletariado, es decir, los arquitectos tomaron la forma y el tipo de edificio propio de la aristocracia soviética y lo adoptaron para la clase trabajadora checa”.
A la inspiración en el neoclasicismo ruso se añadieron a los edificios del barrio ciertos elementos tradicionales checos, como el esgrafiado. A diferencia del pasado, en los nuevos esgrafiados se representaba la clase trabajadora.
Los almacenes locales estaban decorados con motivos de los Pioneros cantando y bailando, una asociación juvenil similar a los scouts pero relacionada con los países socialistas. Poruba también está decorada con muchas obras escultóricas, por ejemplo, las que celebran el trabajo de los mineros y trabajadores del metal.
Los arquitectos tuvieron que adaptar el edificio al entorno checo, que era diferente del de San Petersburgo. Esto está representado por ejemplo a través de un grupo escultórico que muestra la ida y la vuelta al trabajo. El grupo de estatuas forma una imagen de un hombre que se va a trabajar en bicicleta, y al volver a casa se reúne con su mujer, sus hijos y su perro. Es una imagen de pueblo idílica, y crea un gran contraste respecto a la escala monumental de todo el edificio.
Desde el punto de vista de la proyección urbanística, el barrio Poruba es excepcional. Lo testimonia el hecho de que esta parte de Ostrava es considerada como el mejor barrio residencial de la ciudad.
Fuente: Radio Prague International
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