Josep Bartoli - “Miliciano
Tras un largo viaje y la fuga de un tren que lo llevó al campamento de Dachau, llegó a México en 1943, donde ofreció asilo a muchos refugiados españoles. En 1944, con la ayuda de Narcís Molins i Fàbregas, se publica su obra Campos de concentración 1939-194… , testimonio iconográfico inédito. También participan en el torbellino de la revolución mexicana, Bartolí frota hombros con Diego Rivera y Frida Kahlo, quien le revela en color.
Luego, Josep Bartolí se trasladó a Nueva York. Allí conoce a Rothko, Jackson Pollock, Kline y De Kooning, dibuja en la revista Holiday y en el suplemento de reportero del Saturday Evening Post. Aunque su notoriedad como artista se consolida cada vez más en Estados Unidos, sigue siendo un creador en el exilio, multiplicando los viajes. Al dibujar un retrato ácido de la sociedad, la cuestión política y social está en el centro de su obra hasta el final de su vida.
“La idea es más importante que pintar o dibujar. Necesito explicar algo y como no tengo otro lenguaje, tengo que expresarlo con lo que tengo, el dibujo y la pintura, pero sacrificando cánones artísticos, olvidando el clasicismo plástico, las leyes que rigen la pintura. Explique algunos problemas que los pintores generalmente olvidan mucho. »Josep Bartolí
Es gracias al compromiso de Georges Bartoli, comisario de la exposición y sobrino de Josep, y del diseñador Aurel, director de la película Josep (con el apoyo de Occitanie Region y el Camp de Rivesaltes Memorial) que Bernice Bromberg, viuda del artista, toma conciencia del lugar de la memoria.
Con motivo del estreno en cines de la película en septiembre de 2020, Bernice Bromberg anuncia la donación al Memorial. Este es el acto fundacional de la exposición que se enriquece con préstamos del Archivo Municipal de Barcelona, la Generalitat de Catalunya, el Centro Cultural de Terrassa y Manel Canyameres y Joëlle Lemmens, coleccionistas privados.
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