Marx es mucho más que un busto
Mucha gente habla del marxismo (para bien o para mal) sin entender la quinta parte de la lección. Y hay mucha gente que ni siquiera habla de eso. El Capital es demasiado denso para la mayoría de los mortales. Y se sabe de la mala fama de ciertos manuales que pretendieron «potabilizarlo».
El caso es que hay miles de esculturas de Carlos Marx que serían solo piedra para muchos de los que pudieran cruzarse con ellas. O una experiencia estética, en el mejor de los casos.
Este, si se mira de un lado, pudiera ser sencillamente eso: un busto de Marx con buena factura. Pero si se mira de frente, o desde otro lado, es otra cosa: debajo de la superficie hay un tejido «vivo». Después de todo, estamos hablando de un hombre.
Los que quieran saber «qué quiso decir el artista», que le pregunten. El arte es polisémico. Particularmente, el arte político, que tantas veces pone en jaque ciertas nociones de la política. Pero a los defensores del legado del filósofo alemán (que no son tan pocos como creen algunos) esta obra pudiera servirles perfectamente de bandera. Por lo menos a aquellos (que no son tan pocos como les gustaría pensar a algunos) que pueden saltar por encima de las trampas de ciertos dogmas.
Fuente: Arte en la red
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