En el corazón de París el Palacio de las Tullerías fue construido en el siglo XVI por Philibert Delorme. Desde este castillo considerado el hogar histórico de los monarcas franceses, Napoleón III había hecho la sede de su poder y su residencia oficial en todo el Segundo Imperio.
A
partir del 26 de marzo de 1871, la Municipalidad proclamó el saqueo del
lugar que paulatinamente fue vaciado, saqueado y desmantelado. Durante
la "Semana Sangrienta", tanto para derrotar el símbolo de la tiranía
como para retrasar el avance de las tropas de Versalles, el incendio de
este edificio fue organizado por los comuneros - el sargento municipal
Boudin, el carnicero Bénot y el general Bergeret - con muchos carros de
polvo, alquitrán líquido, trementina y petróleo.
Georges Clairin (1843-1919) dedicó una obra al fuego del castillo de las Tullerías, en la que ofreció el espectáculo, raro en la representación pictórica de este hecho, del incendio observado desde la esquina de la Conciergerie donde se retiraron algunos federados. Liderados por una musa con una bandera roja, estos comuneros están encaramados sobre un montón informe de escombros indistintos. La destrucción queda patente por la conjunción de este primer plano y el palacio en llamas al fondo, y por su encuentro bajo el cielo humeante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario