lunes, 28 de diciembre de 2020

DISCURSO DE INGRESO DE TITO EN LA ACADEMIA DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS DE ESLOVENIA, DE NOVIEMBRE DE 1948



El contexto

Un modelo de socialismo autónomo, construido sin injerencias, con un modelo económico propio, capaz de superar todo tipo de tensiones territoriales, culturales, religiosas e incluso étnicas. Un Estado próspero con una política internacional ajena a la del bloque del Este, hasta el punto de competir con ella. Un régimen, sin embargo, edificado sobre el liderazgo de su gran artífice y que se acabó rompiendo de forma violenta tras su desaparición.

Ese podría ser el resumen –simplista, pero certero– de la Yugoslavia de Josip Broz, Tito. El partisano que se proclamó mariscal y que pronto anunció con orgullo cómo el socialismo había conseguido no sólo vencer a la ocupación nazi con el apoyo de diversas facciones nacionalistas locales, sino unir en un proyecto común a pueblos hasta entonces segregados y enfrentados en una tensa y desigual convivencia.

Con un notable apoyo popular y una férrea estructura militar y policial forjadas durante la denominada Guerra de Liberación, la vía unilateral y plurinacional de Tito se impuso sin apenas oposición a los intentos de restauración de la Monarquía o al retorno del Gobierno Yugoslavo en el exilio, donde emergía la figura del coronel Draza Mihailovic, comandante del Ejército regular que también se enfrentó a los nazis y primera opción de los aliados –incluido Moscú– para la restauración de un gobierno estable en los Balcanes.

Ese marcado perfil propio llevó a Tito a apoyar a Enver Hoxha en su liberación de Albania, a apoyar a la guerrilla comunista griega al fin de la guerra y a reforzar la seguridad e indentidad yugoslavas enfrentándose para ello incluso a Estados Unidos como fuerza ocupante de Italia tras la derrota de Mussolini a causa de las tensiones en Istria y Dalmacia, con una minoría italiana. Las Fuerzas Armadas de la República Federal Socialista de Yugoslavia llegaron incluso a derribar varios aviones estadounidenses ante la mirada incrédula de un Jósif Stalin para quien el mariscal pasó rápidamente de ser un aliado a uno de sus principales problemas en el exterior.

Aunque reforzó la identidad de los pueblos que constituían Yugoslavia, llegando a crear en Serbia las regiones autónomas de Kosovo y Voivodina y reconociendo a los musulmanes bosnios, Tito fue implacable con las minorías no asimiladas de habla alemana e italiana, así como con los chetniks serbios ultranacionalistas o con los miembros de la Ustacha croata, aliada de los nazis durante la ocupación.

Ya en 1948, con su propio camino al socialismo y un perfil internacional independiente que lo enfrentaban abiertamente a los dictados de Moscú, Tito se vanagloriaba de sus éxitos, en particular de la superación de los nacionalismos que había logrado su Yugoslavia, como expuso en este discurso de ingreso en la Academia de las Artes y las Ciencias de Eslovenia en noviembre de 1948, que ofrecemos extractado.

Pero las tres décadas y media de su presidencia sin apenas conflictos territoriales, culturales o religiosos se rompieron en añicos tras su muerte, cuando Slobodan Milosevic –primero presidente de la República Serbia y después de la Federación yugoslava- abolió la autonomía de Kosovo en 1990 y asumió la segregación de la región croata de mayoría serbia de la Krajina en 1991. En plena desmembración del bloque socialista, los conflictos territoriales de los Balcanes acabaron en unas cruentas guerras que se alargaron durante una década.

Ramón Alvarez

El discurso

“Camaradas académicos:

”No encuentro palabras para expresar mi gratitud por el gran honor que he recibido al ser elegido miembro honorario de la Academia de las Artes y las Ciencias de Eslovenia.

”Quizás debería decir hoy ante esta asamblea de eruditos algo sobre el papel de los trabajadores científicos y sus tareas inmediatas en la construcción de la nueva sociedad socialista en nuestro país. Como saben, dije hace unos días en la Academia de Ciencias de Serbia algo sobre el papel de los trabajadores científicos en la construcción del socialismo en este país.

”Así que hoy me atreveré a decir algo sobre cuestiones que son de interés, como deben ser, no solo para las personas que se dedican a la política o para las personas que se ocupan del estudio científico de la sociedad, sino también para todos los ciudadanos de este país, y en particular a nuestros trabajadores científicos.

”Me refiero a la cuestión nacional durante el período de construcción del socialismo en nuestro país y al desarrollo de las relaciones económicas, culturales, políticas y de otro tipo entre los países que están construyendo el socialismo. O dicho de otra manera: ¿Cuál es la naturaleza del nacionalismo y cuál es la naturaleza del internacionalismo?

”La comprensión de estos fenómenos puede facilitarnos la superación de las numerosas dificultades que tenemos que afrontar hoy. La comprensión de estos fenómenos también puede ayudarnos a ver las cosas con una perspectiva más clara tanto ahora como en el futuro, para dejarnos claro que no estamos tratando de encontrar ningún camino nuevo especial, sino que continuamos por el mismo camino al socialismo que hemos asumido hasta ahora y que estamos teniendo muy en cuenta las cuestiones que se nos imponen en nuestra vida cotidiana, las cuestiones con las que estamos luchando ahora y que no pueden pasarse por alto.

”En cuanto a la cuestión nacional, no me refiero a ella por ser un problema en nuestro país, de una forma u otra, hoy en día. No, la cuestión nacional aquí está resuelta, y muy bien resuelta, para satisfacción general de todos nuestros pueblos. Se ha establecido según las líneas de la enseñanza de Lenin. Y el arreglo de la cuestión nacional en este país refleja el carácter de nuestra revolución.

”El éxito que estamos logrando en la construcción del socialismo es la prueba más contundente del funcionamiento de nuestra solución a la cuestión de las nacionalidades en este país. Sin una correcta solución de esta cuestión, en la forma en que la hemos resuelto, sería imposible seguir construyendo el socialismo. Porque sin unidad interna, sin hermandad constructiva y unidad entre las nacionalidades de nuestro país, sería imposible reconstruir nuestro país y absolutamente imposible cumplir con el Plan Quinquenal o llevar a cabo muchas de las otras medidas o lograr los éxitos que tenemos hasta la fecha.

”Ningún país de democracia popular tiene tantas nacionalidades como este país. Sólo en Checoslovaquia existen dos nacionalidades afines, mientras que en algunos de los otros países sólo hay minorías. En consecuencia, en estos países de democracia popular no ha sido necesario resolver problemas tan graves como los que hemos tenido que resolver aquí.

”La razón por la que logramos zanjar tan a fondo la cuestión de las nacionalidades se encuentra en el hecho de que se había comenzado a zanjar de forma revolucionaria en el transcurso de la Guerra de Liberación, en la que participaron todas las nacionalidades del país, en que cada grupo nacional hizo su contribución al esfuerzo general de liberación del ocupante de acuerdo con sus capacidades.

”Ni los macedonios ni ningún otro grupo nacional que hasta entonces había sido oprimido obtuvo su liberación nacional por decreto. Lucharon por su liberación nacional con rifle en mano. El papel del Partido Comunista radica en primer lugar en el hecho de que lideró esa lucha, que era una garantía de que después de la guerra la cuestión nacional se resolvería de manera decisiva en la forma en que los comunistas habían concebido mucho antes de la guerra y durante la guerra.

”El papel del Partido Comunista a este respecto hoy, en la fase de construcción del socialismo, radica en hacer de los factores nacionales positivos un estímulo, no un freno, al desarrollo del socialismo en nuestro país. El papel del Partido Comunista hoy radica en la necesidad de estar atento para ver que el chovinismo nacional no aparezca y se desarrolle entre ninguna de las nacionalidades. El Partido Comunista siempre debe esforzarse, y se esfuerza, para garantizar que todos los fenómenos negativos del nacionalismo desaparezcan y que la gente sea educada en el espíritu del internacionalismo.

”¿Cuáles son los fenómenos del nacionalismo? El egoísmo nacional, del cual se derivan muchos otros rasgos negativos del nacionalismo, como por ejemplo el deseo de conquista extranjera, el deseo de oprimir a otras naciones, el deseo de imponer la explotación económica a otras naciones… Y el nacionalchovinismo, que también es fuente de muchos otros rasgos negativos del nacionalismo, como el odio nacional, el menosprecio de otras naciones, el menosprecio de su historia, cultura y actividades científicas y logros científicos o la mitificación de su propia historia. Aspectos que fueron negativos y que desde nuestro punto de vista marxista son negativos.

”En una sociedad socialista, tales fenómenos deben desaparecer y desaparecerán. En la antigua Yugoslavia, la opresión nacional por parte de la camarilla capitalista de los grandes serbios significaba fortalecer la explotación económica de los pueblos oprimidos. éste es el destino inevitable de todos los que sufren la opresión nacional. En la nueva Yugoslavia socialista, la igualdad de derechos existente para todas las nacionalidades ha hecho imposible que un grupo nacional imponga la explotación económica a otro. Eso es porque la hegemonía de un grupo nacional sobre otro ya no existe en este país.

”Cualquier hegemonía de ese tipo debe inevitablemente traer consigo, en un grado u otro, de una forma u otra, explotación económica. Y eso sería contrario a los principios sobre los que descansa el socialismo. Sólo la igualdad de derechos económica, política, cultural y universal puede hacer posible que nos fortalezcamos en estos tremendos esfuerzos de nuestra comunidad.

”Durante más de veinte años nuestros grupos nacionales vivieron en condiciones de desigualdad, durante más de veinte años se intentó lograr la unidad en la cúspide, pero no la unidad entre el pueblo mismo. Durante más de veinte años, la prensa burguesa escribió que Yugoslavia había logrado la unidad, pero de hecho las disensiones nacionales se hicieron más amplias debido a la opresión y la desigualdad de las nacionalidades y a la explotación económica.

”Durante el período de la Guerra de Liberación, sin embargo, colocamos las relaciones entre los grupos nacionales sobre otras bases nuevas y mejores. Nos separamos formalmente para poder estar mejor unidos. Y en nuestra comunidad actual, los derechos de los grupos nacionales más pequeños gozan de igual reconocimiento que los de los grupos más grandes. Ahora ya no hay hegemonía de un grupo nacional sobre otro. Y eso es precisamente lo que nos hace tan firmes y monolíticos.

”Si echamos un vistazo al Plan Quinquenal, o si echamos un vistazo a nuestros presupuestos, se puede ver que no se escatiman esfuerzos para elevar los estándares de las repúblicas más atrasadas lo antes posible y tanto como sea posible. Se puede ver, por ejemplo, que Eslovenia, Croacia y Serbia están ayudando, en la medida de lo posible, a las repúblicas más atrasadas como Macedonia, Montenegro y Bosnia y Herzegovina.

”Nuestros pueblos de hoy han avanzado en su conciencia, ya se han dado cuenta de que no pueden vivir unos sin otros. Se han dado cuenta de que nuestra comunidad proporciona un desarrollo integral: económico, cultural, político… Han visto lo que prevé la construcción del socialismo en nuestro país, que ofrece salvaguardas para su existencia y desarrollo pacífico.

”La cuestión de la unificación de los países socialistas es un asunto complicado. No se trata meramente de si los dirigentes están a favor o en contra. Es un proceso más largo. Debe madurar en la mente de al menos la mayoría de los trabajadores, para que vean la necesidad y las ventajas de la misma, tanto desde el punto de vista nacional como internacional. En materia de unificación, las relaciones económicas juegan un gran papel, es decir, la base sobre la que se fundamentan y cómo se desarrollan.

”Las relaciones económicas de hoy entre los países socialistas todavía se basan en la práctica capitalista del intercambio de mercancías. No ha cambiado nada. Evidentemente, tales relaciones no dan impulso a un acercamiento más estrecho de los países socialistas. Esto es, en cierto sentido, comprensible, si se tiene en cuenta que la mayoría de los países a los que me refiero sufrieron mucho durante la guerra y ahora están tratando de hacer frente a la devastación lo antes posible.

”El internacionalismo no es una abstracción. Debe basarse en hechos, no meramente en palabras. El internacionalismo trata de cómo la clase más progresista, la clase trabajadora o los países que avanzan hacia el socialismo interpretan sus intereses: ¿los consideran parte del bien general o como sus propios intereses estrechos nacionales o estatales?

”Continuamente se nos acusa de que somos nacionalistas; pero no se ha presentado ni una pizca de evidencia en apoyo de afirmaciones tan irresponsables. ¿Cuál fue nuestra actitud al respecto durante la Guerra de Liberación? Obviamente fue internacionalista, porque en la guerra cumplimos concienzudamente no sólo nuestro deber nacional, sino también nuestro deber internacional.

”¿Y cuál ha sido nuestra actitud al respecto desde el final de la guerra? Evidentemente ha sido internacionalista, porque hemos ayudado hasta los límites de nuestro poder a los países de la democracia popular que han necesitado nuestra ayuda, independientemente de que la hayan pedido o no.

”Sobre la cuestión de si somos nacionalistas o no, puedo decir lo siguiente: somos nacionalistas en el grado exacto necesario para desarrollar un patriotismo socialista saludable entre nuestro pueblo, y el patriotismo socialista es en esencia internacionalismo.

”El socialismo no exige de nosotros que renunciemos a nuestro amor por nuestro país socialista, que renunciemos a nuestro amor por nuestro propio pueblo. El socialismo no exige de nosotros que no hagamos todos los esfuerzos posibles para construir nuestro país socialista lo antes posible, a fin de que podamos crear las mejores condiciones de vida posibles para nuestro pueblo trabajador.

”Camaradas académicos, tal vez se pregunten por qué son estos asuntos los que estoy discutiendo hoy. Considero necesario hablar de estas cosas frente a esta distinguida asamblea porque están íntimamente ligadas al estado actual de este país, a nuestra vida social. Están firmemente vinculados no sólo con la cuestión de la victoria del socialismo en este país, sino también con la cuestión de un mayor desarrollo del socialismo en el mundo.

”Ustedes, hombres de ciencia, tienen un gran papel que desempeñar, porque la correcta solución de la cuestión de las nacionalidades en nuestro país no debe desequilibrarse, sino que las relaciones entre las distintas nacionalidades de este país deben seguir desarrollándose hacia una dimensión más profunda. La unidad cultural y espiritual de todos nuestros pueblos y los diversos defectos de carácter nacionalista que aún obstaculizan nuestros esfuerzos por construir el socialismo en este país deben ser erradicados y eliminados lo antes posible.”

Fuente:  La Vanguardia

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