martes, 26 de febrero de 2019

"SPOMENIK DATABASE", LA PLATAFORMA EN INTERNET QUE DOCUMENTA CIENTOS DE MONUMENTOS COMUNISTAS Y ANTIFASCISTAS DE LA ANTIGUA YUGOSLAVIA


Durante el día Donald Niebyl, de 37 años, es un biólogo que trabaja en la protección de la fauna salvaje en Illinois, Estados Unidos. Por la noche, se dedica a investigar los monumentos antifascistas que quedan en la antigua República Federal Socialista de Yugoslavia. Es un hobby poco común que comenzó tras un viaje a los Balcanes en 2016, al que siguió un impulso de rastrear los monumentos conmemorativos visitados. Desde entonces, documentar spomeniks (literalmente ‘monumentos’ en bosnio-croata-montenegrino-serbio) se ha convertido en una de sus principales inquietudes. “Apenas vi las primeras fotografías [de spomeniks] en Internet, empecé a estar profundamente intrigado y quise saber más al respecto: lo que representaban, cuándo fueron construidos y qué circunstancias condujeron a su construcción”, relata Niebyl a Equal Times.

Con su Spomenik Database, una completa plataforma en línea sobre la construcción de monumentos en la antigua Yugoslavia, lanzada hace dos años, que incluye un mapa interactivo de unas 100 localizaciones de monumentos, y el libro Spomenik Monument Database que saldrá a la venta el próximo septiembre, Niebyl se ha convertido en un reconocido experto en monumentos yugoslavos.

Pero no es el único fascinado por las estructuras abstractas de la Yugoslavia de Josip Broz Tito. Cada vez son más las personas que muestran interés por las colosales estructuras de hormigón y acero dispersas por los distintos países de la antigua Yugoslavia, que según un periodista de The Guardian “se asemejan a naves alienígenas, círculos de cosechas o portadas de álbumes de Pink Floyd”.

“Como ha sido el caso para la mayoría de la gente, lo que me atrajo de esos monumentos fue el enfoque altamente imaginativo y universalista de sus diseños”, resume Según Niebyl.

Existen numerosas páginas web, blogs y proyectos fotográficos dedicados al tema, así como visitas guiadas para viajeros internacionales que quieran verlos de cerca. “Los extranjeros encuentran interesante acercarse a monumentos comunistas, un poco como los arqueólogos que descubren alguna civilización perdida”, comenta el sociólogo serbio Dario Hajrić, quien escribió sobre el fenómeno de la ‘Yugo-nostalgia’ respecto a la antigua Yugoslavia.

Inicialmente, los monumentos fueron encargados por Tito y grupos locales de veteranos de guerra para conmemorar a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial y celebrar el nuevo Estado socialista. Algunos de los últimos monumentos construidos guardan relación con eventos anteriores, como el Memorial Illinden en Kruševo, Antigua República Yugoslava de Macedonia -ARYM- (previsiblemente futura República de Macedonia del Norte), que no sólo conmemora la Revuelta de Ilinden en 1903 contra el impero Otomano, sino también a los partisanos miembros de la resistencia comunista encabezada por Tito frente a las potencias del Eje durante la Segunda Guerra Mundial.

Según indica Niebyl en su Spomenik Database: “En los comienzos de la nueva República de Tito (establecida sobre las cenizas de aquella revolución), se elaboraron ambiciosos planes para construir algo nuevo, algo audaz y arriesgado –un país desprovisto de clases gobernado en base a los principios del socialismo, una población libre de tensiones étnicas, unida por un sentimiento de ‘hermandad y unidad’– y el ‘proyecto spomenik’ de Yugoslavia, formaba parte de ese gran plan”.

Fuente: Equal Times

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