jueves, 27 de diciembre de 2018

MONUMENTO DEDICADO A LA CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA (1918-1941)

En septiembre de 1918, el Presidium del Mossoviet (el equivalente soviético al Ayuntamiento de Moscú) organizó un concurso para construir un monumento dedicado a la Constitución de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia publicada ese mismo año. El lugar elegido fue el centro de la plaza Soviétskaya, junto a la calle Tverskaya, en substitución de la recién desaparecida escultura ecuestre del general de la infantería zarista y héroe de guerra Mijaíl Skóbeliev, nacido en 1843 y muerto en 1882 en circunstancias nunca aclaradas. Las fotografías que nos han llegado de la estatua del general, inaugurada el 24 de junio de 1912 en la entonces llamada plaza Skobelievskaya, simbolizan perfectamente lo sucedido en el país a lo largo de esa década. Mientras que en las más antiguas aparece rodeada de miembros de la aristocracia y del ejército de la Rusia Imperial rindiéndole homenaje, en las siguientes se la ve cubierta con pancartas y banderas rojas portadas por manifestantes revolucionarios. En la fiesta del 1º de Mayo de 1918, la primera celebrada bajo el auspicio del partido bolchevique, la estatua desapareció de la vista bajo un aparatoso estrado montado para la ocasión. Pocos meses después fue derruida por obreros de la fábrica Serp i Molot ("La hoz y el martillo").
Imagen actual de la plaza Tverskaya (antigua Soviétskaya), atravesada de norte a sur por la calle del mismo nombre. La flecha blanca indica el lugar donde se encontraba ubicado el monumento a la primera Constitución Soviética y donde está ahora la estatua ecuestre de Yuri Dolgoruki. Entre 1912 y 1918 estuvo instalado aquí el monumento dedicado a Skóbeliev. Marcado con el número 1, la antigua casa del Gobernador de Moscú, luego sede del Mossoviet y, en la actualidad, del ayuntamiento de la ciudad. La construcción es la misma que antaño aunque en tiempos de Stalin fue ampliada y movida de sitio. Con el número 2, el edificio del Archivo Central del Partido, que substituyó en 1927 el antiguo parque de bomberos de este distrito. Hoy en día alberga el Archivo Estatal Ruso de Historia Socio-Política
La plaza Skobelievskaya el 24 de junio de 1912, el día de la inauguración de la estatua ecuestre del militar zarista "liberador de Bulgaria". Al fondo, el cuartel de los bomberos con la torre central de observación para detectar incendios en Moscú
La estatua en 1912, rodeada de miembros de la clase acomodada de Rusia

Fotografías tomadas entre 1912 y 1914
La plaza Skobelievkaya en algún momento entre 1912 y 1917

La estatua de Skóbeliev durante la Revolución de Febrero de 1917. La segunda imagen es una pintura de A.M. Gerásimov
La plaza Skobelievskaya durante la celebración del 1º de Mayo de 1917, la primera y única autorizada por el gobierno provisional de Kérenski. La casa del Gobernador de Moscú (en el lado opuesto al parque de bomberos) había sido convertida ya en el Soviet de Diputados Trabajadores y Soldados, de ahí las pancartas en su fachada. Llaman poderosamente la atención las extraordinarias farolas que rodeaban la estatua ecuestre
La plaza en 1917, con la estatua de Skóbeliev a la derecha y el futuro Mossoviet al fondo
Celebración del 1º de Mayo de 1918, con la estatua de Skóbeliev completamente enterrada bajo la tribuna provisional construida por el nuevo gobierno bolchevique
Proceso de demolición de la estatua de Skóbeliev en septiembre de 1918
El proyecto ganador del concurso fue el del arquitecto soviético Dmitri Petróvich Osipov (1887-1934), consistente en un obelisco de tres caras, de 26 metros de altura, elaborado a base de ladrillo y hormigón, un material novedoso en aquella época. V.I. Lenin aprobó personalmente esta obra. La primera fase del proyecto fue construida de forma precipitada para las celebraciones del primer aniversario de la Revolución de Octubre, el 7 de noviembre de 1918. La premura obligó a inscribir algunos textos de la Constitución Soviética sobre madera contrachapada clavada en la parte inferior del obelisco. Un poco más arriba se podía leer el lema “¡Proletarios de todos los países, uníos'”. Las dos siguientes fases se completaron en 1919 y 1922, respectivamente, con la incorporación de una escultura de Nikolái Andréyevich Andreyev (1873-1932), autor de la famosa estatua de Gógol en el bulevar Prechistenskiy, y la correcta colocación de una parte del texto constitucional en los arcos de la base del monumento.

El obelisco de D. Osipov el día de su inauguración, el 7 de noviembre de 1918, primer aniversario de la Revolución de Octubre. Ese día también se inauguraron la estatua de Marx y Engels en la plaza de la Revolución y el Mural dedicado a los "Caídos por la paz y la hermandad de los pueblos" en la plaza Roja. El monumento a la Constitución de 1918 se presentó con demasiada precipitación, sin la Estatua de la Libertad instalada en su lado frontal
Fue una visita al Museo del Louvre de París lo que inspiró a Andreyev la creación de una versión soviética de la Victoria de Samotracia griega. Con esta visión propia de la diosa Nike, a la que llamó “Estatua de la Libertad” -de ahí que el obelisco también fuese conocido con este nombre- quiso expresar tanto el pathos de la Revolución de Octubre como el triunfo de toda su generación. Una generación que anhelaba una sociedad libre en el sentido más amplio de la palabra. El escultor utilizó como modelos a Vera Vladimírovna Alexeyeva, sobrina de Konstantín Stanislavski, y a Yekaterina Andréyevna Kost, una popular doctora en medicina que ejercía en Moscú. La Nike rusa, elaborada con hormigón y virutas de mármol, mostraba a una mujer alada, con la mano derecha levantada, situada sobre un balconcito que sobresalía del obelisco. Tras unas semanas cerrado para su instalación, todo el conjunto fue reinaugurado el 27 de julio de 1919. Tres años más tarde el escultor B. Laurov diseñó unos escudos de bronce que colocó en los arcos de la base, con frases extraídas de la primera constitución soviética (la URSS tuvo cuatro a lo largo de su historia: en 1918, 1924, 1936 y 1977).

El monumento a la Constitución de la RSFSR visto entre 1920 y 1926 desde las columnas propileas (o "de entrada") del antiguo edificio de los bomberos
El monumento en 1921, durante un acto político
 
Fotografías del monumento obtenidas entre 1927 y 1928, con el edificio del Archivo Central del Partido (1927) recién construido justo detrás y las columnas propileas del antiguo cuartel aún en pie

Imagen de 1928-1929 ya sin las columnas del cuartel de los bomberos entre el obelisco de la Libertad y el Archivo Central del Partido 

El monumento a la Constitución con el Mossoviet al fondo, entre 1930 y 1934. En primer término, parada con la prensa del día para ser leída gratuitamente por los ciudadanos del Moscú
La plaza Soviétskaya fue lugar de encuentro para exposiciones y actos públicos, como esta de vehículos celebrada en 1932. La plaza, situada en la calle Tverskaya, competía en popularidad con la plaza Roja, la plaza Manezhnaya y la plaza Pushkinskaya, todas ellas a lo largo de esta misma avenida
El obelisco de la Libertad rodeado de expositores para celebrar el Segundo Plan Quinquenal de la era de Stalin. La imagen fue tomada entre 1933 y 1937

La plaza fotografiada en 1934 (primera imagen) y entre 1938 y 1939 (segunda imagen), con los edificios del lado norte siendo derribados según el plan de reforma urbanística de 1935. La misma suerte corrieron los del lado sur
La versión definitiva del monumento a la Constitución de la RSFSR -u obelisco de la Libertad- permaneció inalterado desde 1922 hasta 1941. Ha sido ensalzada como la mejor obra del Plan de Propaganda Monumental de Lenin y en aquellos tiempos se habló mucho de ella tanto en círculos especializados como en la prensa del país. Fue la calidad de los materiales empleados en su construcción lo que planteó a finales de los años 30 la necesidad de una profunda restauración. Sin embargo, en la noche del 20 al 21 de abril de 1941 el conjunto fue derruido por completo, oficialmente por la “falta de armonía arquitectónica” con su entorno urbano. Aunque lo más probable es que fuese el plan de reforma de la calle Tverskaya el que se acabó con esta alegoría de la Revolución de Octubre. Afortunadamente, la cabeza de la Nike soviética sobrevivió a la voladura y se trasladó a la Galería Tretiakov de Moscú, donde se conserva actualmente. Ese espacio central de la plaza Soviétskaya permaneció vacío durante trece años, los primeros en forma de fría explanada de asfalto y más tarde como pequeño jardín con un monolito anunciando el siguiente proyecto: de nuevo una estatua ecuestre, pero ahora con un personaje siete siglos más viejo que el general Skóbeliev. En 1947, con motivo del 800º aniversario del nacimiento de la ciudad, se aprobó la instalación de un monumento dedicado al fundador de Moscú, el conde Yuri Dolgoruki, que se inauguró en 1954. La diseñó el escultor de San Petersburgo Serguéi M. Orlov (1911-1971). Muchos de los turistas que hoy en día visitan esta plaza probablemente relacionan la estatua de Dolgoruki con el final de URSS, considerándola erróneamente una obra perteneciente a la década de los noventa, durante el período de recuperación del pasado perdido que tanto enfervorizó a las autoridades rusas cercanas a Boris Yeltsin. Sin embargo, ha sido y es un monumento perteneciente a la Unión Soviética, una estatua que probablemente nunca se moverá del lugar que ocupa en la actual plaza Tverskaya.

La plaza, entre 1941 y 1947. Sin el monumento se convirtió en una gran explanada asfaltada

La cabeza de la "Victoria de Samotracia soviética", obra de Nikolái A. Andreyev, se conserva en la Galería Tretiakov de la capital rusa
En 1947, coincidiendo con el 800º aniversario de la fundación de Moscú, en el lugar ocupado antes por el obelisco de la Libertad se instaló una losa de mármol anunciando la próxima construcción de una estatua dedicada a Yuri Dolgoruki

La estatua de Serguéi M. Orlov fotografiada en 1954, el año de su inauguración 

Desde entonces el aspecto de la plaza ha cambiado poco, con la estatua de Dolgoruki en medio, el Archivo Central del Partido al fondo y los nuevos edificios de la era estalinista a ambos lados. Las imágenes son de 1955 y 1956-1958, respectivamente
Las leyendas y rumores que han circulado sobre el desaparecido monumento a la Constitución Soviética son tan numerosos como en el caso de otros muchos símbolos urbanos de la ciudad de Moscú, como el mausoleo de la plaza Roja o los rascacielos de Stalin. Se dice que el culpable de su desaparición fue la estatua de Lenin instalada en 1940 frente al Archivo Central del Partido, obra de Serguéi D. Merkúrov. Dicha estatua miraba directamente hacia el monumento de Osipov, Andreyev y Laurov, lleno en aquel momento de grietas y fisuras producidas por la agresiva meteorología moscovita. El hecho de que la mirada del Lenin de granito rojo, sentado con un libro en la mano, “provocase” metafóricamente la erosión del obelisco de la Libertad, debió inquietar, dicen, a las autoridades municipales, hasta el punto de que ordenaron la retirada de este último. Sin embargo, otras fuentes afirman que el monumento fue demolido por orden directa de Stalin, debido al parecido que la Nike soviética mantenía con la viuda de Lev Trotski, ejecutado en México el año anterior. Otro rumor, que en su momento se extendió por la ciudad, es que Serguéi Orlov había conseguido el encargo de la estatua de Dolgoruki gracias a un conflicto diplomático con los EE.UU. Durante la visita del presidente Eisenhower a la URSS, su representante, Arriman, se entusiasmó con unas figuritas de porcelana de Orlov que formaban la composición “Cuento popular”. El Ministro de Exteriores Mólotov se las regaló y ello provocó las quejas reiteradas de Orlov, que fueron recompensadas con su designación como creador de la escultura del fundador de Moscú. Se dice también que en 1962 Nikita Jrushchov quiso reconstruir el monolito de Osipov, para lo cual debía ser eliminada la estatua de Dolgoruki que había en su lugar. Sin embargo, fue él quien, dos años más tarde, acabó siendo “eliminado” del cargo de Secretario General, convirtiéndose en el único premier soviético jubilado en vida. Capítulo aparte merecen los chistes políticamente incorrectos que se contaban en relación a este emplazamiento. En uno de ellos alguien preguntaba: “¿Por qué la Estatua de la Libertad mira contra del Mossoviet?”, a lo que otro respondía: “Porque el Mossoviet está en contra de la libertad”. Y sobre su substituta, la estatua de Dolgoruki, Tatiana Pigariova refiere en su libro Autobiografía de Moscú la siguiente anécdota: «al salir del restaurante georgiano Aragvi, un georgiano borracho se topa con la estatua de Dolgoruki. “¡Anda! ¿Y este quién es?”, pregunta. “El fundador de Moscú”, le contestan. “¡Pues menuda ciudad ha hecho alrededor de nuestro restaurante!”» (p.39). Sobre dicha estatua, muy bien recibida entre los moscovitas, el escritor Iliá Ehrenburg confesó: “Yo había visto antes las esculturas de Fidias y ahora veo cada mañana la de Dolgoruki. Si esto es progreso, me tiro por la ventana”.

Una de las leyendas urbanas atribuye a esta estatua de Lenin, de Serguéi D. Merkúrov (instalada aquí en 1940 aunque creada en 1924) la "responsabilidad" de la demolición del obelisco de la Libertad. La imagen es de 1946-1948


Fotografías de la estatua ecuestre de Yuri Dolgoruki de 1965, 1979 y 1980, respectivamente. En la última aparece también un vehículo Unimog, famoso en su día coincidiendo con los Juegos Olímpicos celebrados en Moscú
Sea como sea, el obelisco de la plaza Soviétskaya, pese a haber sido demolido hace tres cuartos de siglo -este año se ha cumplido la efeméride-, ha seguido presente en Moscú enmascarado en emblemas y motivos arquitectónicos repartidos por toda la ciudad. Formó parte del escudo soviético de Moscú vigente entre 1924 y 1993, junto a la hoz, el martillo y la estrella roja. Se lo puede ver hoy en día en la barandilla de hierro del popular puente Bolshoy Kameni, cerca del Kremlin y de la plaza Borovitskaya. También en el puente del ferrocarril Moscú-Riga, el llamado Most Bachelisa (por su constructor, Aleksandr S. Bachelis). Con un poco de paciencia, es posible encontrarlo en la fachada del Verkhovnogo suda RF, es decir, el Tribunal Supremo ruso, en la Povarskaya ulitsa número 15. Y los sellos antiguos son, naturalmente, el lugar donde pervivirá para siempre este monumento, encerrado en los álbumes de los coleccionistas. Pocas construcciones del pasado se han convertido en Moscú en una presencia tan fantasmal como este canto a la libertad y a la Revolución de Octubre que no sobrevivió al estalinismo. Su ausencia, que no su olvido, resulta ahora más evocadora de aquellos acontecimientos que las dos décadas en que permaneció erguido frente al Mossoviet. 

Escudo soviético de Moscú (1924-1993) con el obelisco de la Libertad tras la hoz y el martillo


Barandilla de hierro del puente ferroviario Moscú-Riga con el monumento de Osipov-Andreyev-Laurov inscrito en el escudo central

Barandilla del puente Bolshoy Kameni (Gran Puente de Piedra), cerca del Kremlin
Sellos conmemorativos de un congreso de Esperanto celebrado en 1926, con el obelisco como motivo principal

 Los elementos occidentales y comerciales han invadido la actual plaza Tverskaya, aunque la composición arquitectónica sigue siendo la misma desde hace más de sesenta años. Ahora la plaza es peatonal. Las imágenes son de enero de 2013 y junio de 2015

(Fuentes: http://dinya-ss.livejournal.com/14577.html, http://moscowsteps.com/plan-leninskoj-monumentalnoj-propagandyi.-chast-i, https://ru.wikipedia.org/wiki/Монумент_советской_конституции, https://pastvu.com/ y Google Street View [07/07/2016])

Extraído de Moscú de la Revolución (https://moscudelarevolucion.blogspot.com/)

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