domingo, 5 de noviembre de 2017
"DESFILE MILITAR EN LA PLAZA ROJA, 7 DE NOVIEMBRE DE 1941", OBRA DE KONSTANTIN YUON
Desfile militar en la Plaza Roja, 7 de noviembre 1941
Konstantin Yuon
Oleo sobre lienzo
84 x 116 cm
1941
El impacto del desfile militar del 7 de noviembre de 1941 en la Plaza Roja de Moscú, celebrado para conmemorar el 24º aniversario de la Revolución de Octubre, fue comparable a una operación militar: demostró al mundo que la URSS no pensaba rendirse y elevó la moral de todo el pueblo.
En otoño de 1941 el destino del país se decidía en los accesos a su capital. Las tropas soviéticas libraban duros combates contra los nazis y la línea de frente en algunas zonas estaba a 30 kilómetros del centro de Moscú.
El 6 de noviembre tras una reunión solemne celebrada en la estación de metro Mayakovskaya, Stalin anunció a los altos funcionarios del partido la hora de inicio del desfile en la Plaza Roja.
Los comandantes de las unidades que participaron en la parada la supieron a las 23.00 del mismo día y los invitados, a partir de las 5.00 de la madrugada del 7 de noviembre. En el último momento, por razones de seguridad, se decidió comenzar la marcha dos horas antes de lo habitual, a la 8.00 de la mañana.
En Moscú no había suficientes efectivos y se decidió trasferir a Moscú unidades de cadetes y de caballería.
Los organizadores temían que la aviación alemana bombardeara Moscú el día de la fiesta comunista para intentar abatir o herir a los altos dirigentes de la URSS.
Para evitarlo, los aviones soviéticos lanzaron ataques preventivos contra los aeródromos del enemigo desde el 5 de noviembre. Pero el 6 de noviembre los meteorólogos militares informaron que el día siguiente registraría fuertes tormentas de nieve y los nazis tendrían dificultades para volar.
Para proteger el desfile se retiraron los 550 cazas del frente y, según se informó el 8 de noviembre, las fuerzas antiaéreas soviéticas abatieron 34 aviones del enemigo.
La noche del 6 de noviembre, por orden de Stalin, se desenfundaron y se iluminaron las estrellas del Kremlin y se quitó el camuflaje que ocultaba el mausoleo de Lenin.
A las 7.50 en la tribuna del mausoleo aparecieron Stalin y aquellos miembros del Gabinete que se encontraban en Moscú. El general Gueorgui Zhukov ocupó el puesto de comando.
A las 8.00h todos los altavoces, que en aquellos tiempos no se apagaban a ninguna hora, anunciaron el comienzo de la transmisión del desfile a mando del teniente general Pavel Artemiev, y el mariscal de la URSS, Semión Budenny pasó revista a las tropas.
Budenny salió montando un caballo de la torre Spáskaya del Kremlin a las 8.00h. Después del informe del comandante del desfile y la revista a las tropas Stalin pronunció un discurso en que subrayó los nacientes éxitos del combate por Moscú: en algunas zonas el avance del enemigo estaba detenido y la situación se establecía.
Los nazis no consiguieron los objetivos de la operación Tifón ideada para tomar rápidamente la capital soviética.
Los cadetes de artillería inauguraron el desfile. Les siguieron soldados de Artillería, Infantería y la Armada que desfilaron al son de la orquesta del Distrito Militar de Moscú que tocaba marchas revolucionarias.
Finalizaron la parada la caballería y los carros de combate T-34 y KV.
En total, en el desfile, que duró 25 minutos, participaron 28.500 personas, 140 piezas de artillería, 160 tanques y 232 vehículos. La aviación no pudo intervenir a causa de las condiciones meteorológicas adversas.
El 6 y el 7 de noviembre el Ejército Rojo realizó varias operaciones contra el enemigo y los soldados partieron de la parada directamente para el frente.
Gracias al desfile, el país entero comprendió que la moral de combate del Ejército no estaba quebrada. Al desfile asistieron, además de los obreros y los empleados soviéticos, corresponsales de periódicos extranjeros.
Fue la única parada organizada en los años de la guerra; las tropas volvieron a desfilar por la Plaza Roja solo en mayo de 1945.
Fuente: Sputnik
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