Provincia 53 plantea un relato subjetivo por el pasado y el presente del Sáhara Occidental que pretende realizar una crítica de los mecanismos de control, poder y represión que han tenido lugar en dicha área geográfica desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. A partir de las obras se lleva a cabo un análisis de la realidad social y cultural saharaui, al tiempo que se reflexiona en torno al concepto de territorio, entendido como una porción de superficie terrestre perteneciente a una comunidad o nación en el exilio, pero también como un campo o esfera de acción.
El proyecto reúne más de un centenar de objetos, textos, documentos, materiales de archivo y propuestas artísticas contemporáneas, entre las que encontramos instalaciones, fotografías, vídeo, pintura y dibujo. De gran variedad no solo formal sino también conceptual, en estas obras se pueden encontrar ciertos temas recurrentes, como son la memoria colectiva, la explotación de los recursos naturales saharauis, la división del territorio mediante el denominado “muro de la vergüenza” o la cuestión de la libertad de expresión y los derechos humanos.
La exposición se divide en tres ámbitos conceptuales y espaciales: Diagrama saharaui, Las culturas de la jaima y Relatos del exilio, y se completa con un intenso programa de actividades relacionadas con el arte y la cultura saharaui que tendrán lugar en la instalación Tuiza. Las culturas de la jaima, de Federico Guzmán.
Tres ámbitos
En Diagrama saharaui, Sofía Jack ha realizado un gran diagrama que muestra una línea del tiempo e incorpora una matriz central en la que se suceden textos, obras de arte y documentación visual en diferentes soportes, con el fin de hacer accesible al público la historia del Sáhara Occidental.
En un lateral de la sala se expone la instalación Tuiza. Las culturas de la jaima (2015-2017), del artista Federico Guzmán. La pieza consiste en una jaima realizada a partir de melfas (vestimenta femenina tradicional saharaui), que funciona como un espacio que acogerá actividades relacionadas con la cultura y el arte saharaui durante la duración de la muestra.
En paralelo, y distribuidos por el resto del espacio de la sala, se expondrán microrrelatos transversales al diagrama o línea cronológica, compuestos por obras de arte realizadas por creadores contemporáneos que reflexionan y trabajan en torno a la cultura del exilio saharaui.
Por último, dentro de la exposición se encuentra un espacio de documentación con obras de artistas locales, realizado en colaboración con dos festivales que tienen lugar en los campamentos de refugiados en Tinduf: FiSahara, que desde 2004 organiza un certamen anual de cine, y la organización ARTifariti, que realiza desde 2007 una muestra anual de arte contemporáneo. Ambos han dado a su vez lugar a la creación de la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh (2010) y la Escuela Saharaui de Artes (2012) en el campamento de Bojador, espacios para reflexión, la crítica y la acción estética saharaui.
La muestra es una coproducción entre MUSAC y el CDAN, Centro de Arte y Naturaleza (Huesca), donde podrá verse en el 2018.
El proyecto reúne más de un centenar de objetos, textos, documentos, materiales de archivo y propuestas artísticas contemporáneas, entre las que encontramos instalaciones, fotografías, vídeo, pintura y dibujo. De gran variedad no solo formal sino también conceptual, en estas obras se pueden encontrar ciertos temas recurrentes, como son la memoria colectiva, la explotación de los recursos naturales saharauis, la división del territorio mediante el denominado “muro de la vergüenza” o la cuestión de la libertad de expresión y los derechos humanos.
La exposición se divide en tres ámbitos conceptuales y espaciales: Diagrama saharaui, Las culturas de la jaima y Relatos del exilio, y se completa con un intenso programa de actividades relacionadas con el arte y la cultura saharaui que tendrán lugar en la instalación Tuiza. Las culturas de la jaima, de Federico Guzmán.
Tres ámbitos
En Diagrama saharaui, Sofía Jack ha realizado un gran diagrama que muestra una línea del tiempo e incorpora una matriz central en la que se suceden textos, obras de arte y documentación visual en diferentes soportes, con el fin de hacer accesible al público la historia del Sáhara Occidental.
En un lateral de la sala se expone la instalación Tuiza. Las culturas de la jaima (2015-2017), del artista Federico Guzmán. La pieza consiste en una jaima realizada a partir de melfas (vestimenta femenina tradicional saharaui), que funciona como un espacio que acogerá actividades relacionadas con la cultura y el arte saharaui durante la duración de la muestra.
En paralelo, y distribuidos por el resto del espacio de la sala, se expondrán microrrelatos transversales al diagrama o línea cronológica, compuestos por obras de arte realizadas por creadores contemporáneos que reflexionan y trabajan en torno a la cultura del exilio saharaui.
Por último, dentro de la exposición se encuentra un espacio de documentación con obras de artistas locales, realizado en colaboración con dos festivales que tienen lugar en los campamentos de refugiados en Tinduf: FiSahara, que desde 2004 organiza un certamen anual de cine, y la organización ARTifariti, que realiza desde 2007 una muestra anual de arte contemporáneo. Ambos han dado a su vez lugar a la creación de la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh (2010) y la Escuela Saharaui de Artes (2012) en el campamento de Bojador, espacios para reflexión, la crítica y la acción estética saharaui.
La muestra es una coproducción entre MUSAC y el CDAN, Centro de Arte y Naturaleza (Huesca), donde podrá verse en el 2018.
Fuente: hoyesarte
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