El pasado 9 de julio falleció uno de los artistas más famosos y polémicos de Rusia de la segunda mitad del siglo XX, que quería repensar la historia del país a través de sus obras que trataban temas tanto históricos como religiosos.
Nació en Leningrado en 1930 y fue el único superviviente de una familia que pereció durante el sitio a la ciudad que hicieron los nazis. Ilyá Glazunov alcanzó el estrellato durante la perestroika con sus inquietantes y patrióticas pinturas.
Es autor de más de 3.000 obras y fundador y rector de su Academia de Pintura, Escultura y Arquitectura. Recibió el título de Artista del Pueblo de la URSS en 1980. Ha recibido numerosos premios tanto en Rusia como fuera del país.
Glazunov siempre ha estado rodeado de rumores y escándalos, lo que no ha hecho más que aumentar el interés por sus obras. Para algunos es el mejor pintor del siglo mientras que otros señalan sus errores históricos, su insaciable patetismo y la técnica plana de sus trabajos.
Lo que está claro es que ha destacado frente a otros artistas y ha sido capaz de tocar una fibra sensible tanto del público como de los mandatarios y que ha usado eso en beneficio propio.
Glazunov fue capaz de percibir el estado de ánimo en los años 60. Una desafección general y una nostalgia por las tradiciones anteriores.
Tanto la élite como la población se dieron cuenta poco a poco que el experimento soviético no iba a funcionar y estaban tratando de encontrar una salida con la ayuda de la historia. Glazunov sintió esta tendencia y la mostraba en su arte.
A finales de los años 90 captó otra de las tendencias del momento, la competición entre 'nosotros' y 'ellos'. Según explica el historiador del arte Alexánder Bórovski, Glazunov comenzó a tratar la historia contemporánea por primera vez y a mostrar su actitud hacia determinados políticos.
“Glazunov usó la situación política pero nunca quiso desaparecer”, argumenta Bórovski. No representaba representaba la historia en sus obras sino que plasmaba las actitudes y creencias de su generación respecto a determinados eventos históricos. Эскиз декорации к опере П.И. Чайковского «Пиковая дама»
Además de las pinturas monumentales, Glazunóv se hizo famoso por ilustrar obras de Fiódor Dostoievski. Es el único artista que ha creado ilustraciones para todas las obras de Dostoievski.
Nina Vinogradova-Benois fue la esposa de Glazunov. Era miembro de la famosa familia Benois y una talentosa creadora de trajes que sacrificó su propia carrera por servir al genio de Glazunov. No solo donó sangre durante unos momentos difíciles sino que aguantó a su emocional marido que tuvo numerosas amantes.
Pintó retratos de gran cantidad de mujeres famosas y guapas, entre las que se encuentra la actriz Gina Lollobrigida, que no pudo resistirse a los encantos del pintor. Se conocieron en Moscú en 1961 y dos años después él la visitó en Roma. Glazunov reconocía que no podía resistirse ante la belleza femenina pero que eso no era nada en comparación a su verdadero y único amor, Nina. En 1986 ella saltó por una ventana y todavía no se sabe que es lo que provocó que se lanzara. Glazunov nunca ha aceptado que se tratase de un suicidio.
Glazunov pintó gran cantidad de líderes socialistas, desde el cubano Fidel Castro...
… hasta la primera ministra india, Indira Gandhi.
Fuente: Rusia Hoy
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