Kosyguin se reunió con Yasir Arafat durante su gira por los países del Oriente próximo y el norte de África. Mayo, 1975
El camino de la Vida
En enero de 1942 Kosyguin fue enviado a Leningrado, que se hallaba sitiada por las tropas alemanas y finlandesas. Allí debía organizar la evacuación de cientos de miles de habitantes de la ciudad y garantizar el abastecimiento para sobrevivir al bloqueo.
Kosyguin participó en la creación del Camino de la Vida: un camino que atravesaba el lago Ládoga congelado, la única vía que unía la ciudad con el continente. La aparición del Camino de la Vida permitió enviar alimentos a los hambrientos ciudadanos y evacuar a los más débiles. El Camino de la Vida era una travesía mortalmente peligrosa, ya que los aviones y la artillería nazis lo bombardeaban constantemente. A menudo los vehículos se hundían en las grietas que se abrían en el hielo. Sin embargo, no había alternativa.
Gracias al Camino de la Vida se logró evacuar de la ciudad a más de medio millón de personas. Por el lecho del lago también se construyó un oleoducto por el que es enviaba a la ciudad el combustible necesario. Muchos cuentan que Kosyguin se enorgulleció toda su vida del Camino de la Vida.
La simpatía de Stalin
Al terminar la guerra, las habilidades administrativas de Kosyguin fueron muy valoradas y ocupó varios puestos en el gobierno. Al parecer, Stalin le profesaba gran simpatía y ya en 1940 lo nombró como su segundo. Muchos aseguran que fue precisamente el cariño de Stalin lo que libró a Kosyguin de las represiones.
Al mismo tiempo, el nieto del político, Alexéi Gvishiani, opina que su abuelo “era necesario al gobierno, al régimen, por su pragmatismo y su habilidad para llevar a cabo tareas concretas en el ámbito de la economía y conseguir resultados concretos. Nadie más tenía esta habilidad”.
Durante el gobierno de Jruschov, Kosyguin primero lo apoyó en la lucha interna del Partido, aunque más tarde se acercó a los oponentes del primer secretario. Cuando Jruschov fue destituido, Kosyguin asumió el cargo de Presidente del gobierno soviético. Este puesto lo ocupó prácticamente hasta su muerte en 1980. Como presidente batió un récord especial: Kosyguin se mantuvo en el cargo más que ningún otro líder en toda la historia de Rusia desde principios del siglo XX.
Cinco años de oro
Al convertirse en presidente en 1964, Kosyguin intentó reconstruir la planificación económica soviética introduciendo algunos elementos del mercado. Intentó que las empresas fueran más independientes, es decir, que estas tuvieran la posibilidad de establecer relaciones con proveedores y consumidores y a quedarse con una parte de los beneficios.
El efecto de sus reformas no se hizo esperar demasiado: el periodo de reformas, la segunda mitad de los años 1960, fue una de las épocas con mayor ritmo de crecimiento de la economía soviética. Estos cinco años entre 1966 y 1970 se consideran una época dorada.
Sin embargo, estas reformas tenían un lado negativo: al no poder subir los precios (el control seguía estando en manos del Estado), las empresas redujeron su inversión en producción y subieron los salarios. Además, subió la inflación debido al aumento de los ingresos de la población. Por esta razón, la reforma de Kosyguin fue revirtiéndose paulatinamente, aunque la experiencia de estas reformas volvió a ponerse en práctica a mediados de los años 1980, durante la perestroika.
Fuente:
Rusia Hoy
Hasta 28 de Febrero de 2017
http://www.ekaterina-fondation.ru/eng/exhibitions/2016/kosigin/
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