Título original: The Silent Revolution
Año: 2013
Duración: 52 min.
País: España
Director: Oriol Gracià, David Meseguer
Guión: Oriol Gracià, David Meseguer
Música: Aria Music
Fotografía: Oriol Gracià, David Meseguer
El documental The Silent Revolution (La Revolución Silenciosa) explica la revolución que están protagonizando los cerca de 3 millones de kurdos que viven en Siria. Con el estallido de la guerra civil —en el marco de la llamada ‘Primavera Árabe’— los kurdos de Siria han aprovechado el contexto para luchar por su reconocimiento político y cultural y, así, acabar con la represión que viven desde hace casi 50 años.
Hoy, la actualidad sobre este proceso histórico que viven los kurdos sufre una gran marginación informativa puesto que los enfrentamientos armados entre el régimen de Bashar al-Assad y los diferentes grupos opositores árabes monopolizan la cobertura periodística. Es por eso que creemos necesario dar a conocer la otra Siria, aquella que apuesta por una tercera vía para la resolución del conflicto.
Nuestro objetivo es dar a conocer una situación política de vital importancia, muy parecida a la vivida en nuestra casa al final de la dictadura franquista y con paralelismos con la situación que vivimos actualmente. Por todo ello, estuvimos en Siria para grabar una película documental de unos 60 minutos que recoge esta realidad desde la base y que focaliza en 6 ámbitos: la política, la educación en lengua kurda, la implicación de la mujer en el conflicto, la milicia kurda, los medios de comunicación y la cultura.
SINOPSIS
En Afrin, una zona rural norteña de la provincia de Alepo, los kurdos se preparan para celebrar el primer Newroz —la llegada de la primavera que en la cultura kurda equivale a nuestro Año Nuevo— sin la presencia del régimen de Bashar al-Assad. Sin embargo, este año esta fiesta, llena de carga identitaria, se ha vivido en un contexto especial: el país ya hace dos años que está en guerra y, además, la minoría kurda de Siria —que se mantiene equidistante ante las disputas entre el gobierno y los rebeldes— ha aprovechado esta inestabilidad para hacerse con el poder de sus territorios y reivindicar su identidad, reprimida desde hace casi cincuenta años.
En esta ciudad conoceremos las vida de Alí Alí, un farmacéutico retirado de 70 años, que nos explica por qué se ha ofrecido para enseñar kurdo, lengua prohibida en la educación hasta entonces. Cudi Efrin, un joven periodista, narra cómo han puesto en marcha la nueva televisión kurda. La joven Gulizar Hesen, de treinta años, nos muestra cómo es su nueva vida de miliciana en la guerrilla. La pequeña Serin Bako y su grupo de música aprovechan la fiesta del Newroz para cantar en público canciones tradicionales kurdas. Finalmente, Ebu Seydo, representante del Movimiento Democrático de Kurdistán Oeste (TEV-DEM), analiza cómo se están creando las nuevas estructuras políticas que tienen que articular la gestión de estos territorios. Una mirada plural y directa sobre revolución silenciosa de los kurdos de Siria.
EL CONFLICTO DE SIRIA Y LOS KURDOS
La violación de los derechos de los cerca de 3 millones de kurdos de Siria —que representan el 10% de la población del país— ha sido constante desde que el Partido Baaz (Partido del Renacimiento Árabe Socialista) llegó al poder en 1963. Sometidos durante los casi cincuenta años de dictadura, la represión del régimen sirio contra el pueblo kurdo aumentó con la llegada de Bashar al-Assad al poder en el año 2000, hecho que provocó el encarcelamiento de miles de disidentes políticos y sangrientos episodios como la muerte de treinta manifestantes en Qamishlo en 2004. La vigencia de un estado de emergencia desde hace 41 años acumula, todavía hoy, numerosos prisioneros políticos. A todo ello, hay que añadir la negativa del Estado sirio a restaurar la ciudadanía a 360.000 kurdos a los que el Partido Baaz no había reconocido.
Con el estallido de la guerra civil en Siria en marzo de 2011 los kurdos se encontraron ante una disyuntiva: unirse a un Ejército Sirio Libre apoyado en gran medida por Turquía —país que está en conflicto con el PKK, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, desde 1984— o seguir fieles al gobierno de Damasco con sus antecedentes represivos. Finalmente, los kurdos sirios han decidido declarar una autonomía ‘de facto’ y gestionar su propia revolución.
Desde el inicio, los kurdos de Siria han apostado por una revolución pacífica que ha evitado enfrentamientos con el ejército del Régimen y el Ejército Sirio Libre. Rechazan verse inmersos en la guerra sectaria en que se ha convertido el conflicto sirio y no desean que sus ciudades ofrezcan escenas de destrucción y desolación como sucede en Homs y Alepo. Este posicionamiento responde a la desconfianza de los kurdos hacia los gobiernos de su entorno como consecuencia de su utilización histórica para la consecución de causas nacionales en Turquía y en Irán.
En julio del año 2012 y después de fuertes discrepancias, Massoud Barzani, presidente del Gobierno Regional del Kurdistán Iraquí, consiguió que las dos principales facciones kurdas de Siria, el Consejo Nacional Kurdo (CNK) —formado mayoritariamente por partidos cercanos a Barzani y Jalal Talabani y el PYD—, sellaran un acuerdo histórico y crearan el Comité Supremo Kurdo. Esta especie de gobierno de unidad nacional administra la autoproclamada autonomía en el Kurdistán sirio y mantiene una lucha activa para el reconocimiento nacional del pueblo kurdo y la garantía de los derechos en una futura constitución siria. Además, esta nueva estructura quiere ejercer de contrapeso ante un Consejo Nacional Sirio con una marcada agenda árabe e islamista.
La enseñanza de la lengua kurda en las escuelas y la rotulación en el idioma autóctono de las calles y carreteras han sido algunas de las primeras medidas que han tomado los kurdos después de casi cincuenta años de dictadura. La recuperación de las expresiones culturales propias marca esta revolución histórica y silenciosa protagonizada por los kurdos de Siria.
En la actualidad, además de combatir contra el régimen sirio, los kurdos de Siria están enfrentados con grupos islamistas radicales con vínculos con Al-Qaeda. La región de Al-Hasakah es escenario de fuertes combates entre las unidades de Protección Kurdas (YPG) y los grupos Jabhat al-Nusra y el Estado Islámico de Iraq y Levante. Decenas de kurdos están dando su vida para evitar que la Sharia, la ley islámica, se imponga en sus territorios.
Fuente: verkami
VER DOCUMENTAL CON SUBTÍTULOS EN CASTELLANO (ACTIVAR CC):
SILENT REVOLUTION from CELOFAN on Vimeo.
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