Entusiasmó al Gran timonel chino, Mao Zedong, que alabó públicamente su voz. Fue la cantante favorita del primer ministro Zhou Enlai y de la esposa de este, que la promovieron hasta hacerla una de las grandes estrellas de la música revolucionaria china durante el maoísmo. Y sin embargo, no pudo evitar el ser perseguida por la Guardia Roja y encarcelada durante la Revolución Cultural. Años más tarde se convertiría en una de las madrinas del pop chino de los años ochenta. Wang Kun, la muchacha que se incorporó con 14 años al Ejército de Liberación Popular (EPL) y no dejó de cantar éxitos revolucionarios durante sus 70 años de carrera, falleció el pasado 21 de noviembre a los 89 años.
Nacida en 1925 en el condado de Tang, una zona rural en la provincia de Hebei (norte de China), ya de niña mostró un gran talento para el canto, aunque la invasión japonesa impidió que continuara sus estudios. En 1939 se integró en la troupe artística del EPL, donde conoció a su marido, Zhou Weishi, que llegaría a ser ministro de Cultura de la República Popular y con quien se casó en 1943.
En 1945 se hizo célebre representando en Yanan, el cuartel general maoísta durante la guerra civil contra el Kuomintang nacionalista, La Muchacha del pelo blanco, la primera ópera de estilo occidental de la China moderna y cuya fama le acompañaría toda su vida. Con una voz idónea para las canciones folclóricas chinas y cuyo estilo incorporaba elementos de la ópera occidental, llamó pronto la atención de Zhou Enlai, el gran padrino de su carrera, que la incorporó a la Compañía Oriental de Música y Danza, establecida para promover el folclore no occidental.
Pero ni sus apoyos políticos ni su fama evitaron que fuera, como tantos otros representantes del mundo cultural o académico, perseguida durante la Revolución Cultural (1966-1976). Más tarde confesaría que cantar música revolucionaria en la celda le ayudó a mantener la cordura en aquella época.
Tras la muerte de Mao y el fin de la Revolución Cultural fue rehabilitada y en 1982 pasó a dirigir la Compañía Oriental de Música y Danza. Aunque ella personalmente mantuvo su repertorio tradicional, se mostró muy interesada por las nuevas tendencias musicales y el pop, entonces aún muy criticadas como una influencia occidental. Fue ella quien, en 1985, dio su gran oportunidad en un concierto al considerado hoy día padre de la música rock china, Cui Jian, cuyo éxito Nothing To My Name se convertiría en 1989 en el himno no oficial del movimiento estudiantil aplastado en la matanza de Tiananmen.
En 2009 conmemoró 70 años de carrera con un concierto de homenaje:
Nacida en 1925 en el condado de Tang, una zona rural en la provincia de Hebei (norte de China), ya de niña mostró un gran talento para el canto, aunque la invasión japonesa impidió que continuara sus estudios. En 1939 se integró en la troupe artística del EPL, donde conoció a su marido, Zhou Weishi, que llegaría a ser ministro de Cultura de la República Popular y con quien se casó en 1943.
En 1945 se hizo célebre representando en Yanan, el cuartel general maoísta durante la guerra civil contra el Kuomintang nacionalista, La Muchacha del pelo blanco, la primera ópera de estilo occidental de la China moderna y cuya fama le acompañaría toda su vida. Con una voz idónea para las canciones folclóricas chinas y cuyo estilo incorporaba elementos de la ópera occidental, llamó pronto la atención de Zhou Enlai, el gran padrino de su carrera, que la incorporó a la Compañía Oriental de Música y Danza, establecida para promover el folclore no occidental.
Pero ni sus apoyos políticos ni su fama evitaron que fuera, como tantos otros representantes del mundo cultural o académico, perseguida durante la Revolución Cultural (1966-1976). Más tarde confesaría que cantar música revolucionaria en la celda le ayudó a mantener la cordura en aquella época.
Tras la muerte de Mao y el fin de la Revolución Cultural fue rehabilitada y en 1982 pasó a dirigir la Compañía Oriental de Música y Danza. Aunque ella personalmente mantuvo su repertorio tradicional, se mostró muy interesada por las nuevas tendencias musicales y el pop, entonces aún muy criticadas como una influencia occidental. Fue ella quien, en 1985, dio su gran oportunidad en un concierto al considerado hoy día padre de la música rock china, Cui Jian, cuyo éxito Nothing To My Name se convertiría en 1989 en el himno no oficial del movimiento estudiantil aplastado en la matanza de Tiananmen.
En 2009 conmemoró 70 años de carrera con un concierto de homenaje:
Un Concierto en Memoria de Wang Kun Parte 1 CCTV-International
Un Concierto en Memoria de Wang Kun Parte 2 CCTV-International
Un Concierto en Memoria de Wang Kun Parte 3 CCTV-International
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