sábado, 27 de septiembre de 2014

"EL CRIMEN DEL SEÑOR LANGE", DE JEAN RENOIR

Título Orig.- Le crime de Monsieur Lange.
Director.- Jean Renoir.
Argumento.- Jean Renoir y Jean Castanier.
Guión.- Jacques Prévert.
Fotografía.- Jean Bachelet (B/N).
Montaje.- Marguerite Renoir y Marthe Huguet.
Música.- Jean Wiener.
Intérpretes.- René Lefèvre (Amédée Lange), Florelle (Valentine Cardés), Jules Berry (Paul Batala), Sylvia Bataille (Edith), Nadia Sibirskaia (Estelle), Marcel Levesque (Beznard), Odette Talazac (portera).
Año de estreno: 1935
Duración: 84 min.
País: Francia.

EL CRIMEN DEL SEÑOR LANGE no podría comprenderse sin la influencia y aportación del Grupo Octubre, una compañía de teatro revolucionaria de carácter marxista creada en 1932 y dirigida por el poeta y dramaturgo Jacques Prévert que, a su vez, ayudó a Renoir en el guión del film. El realizador parisino se sirvió de la estrecha colaboración de todo el equipo, formando una pequeña cooperativa, al igual que les sucede a los protagonistas del film. En este sentido, el espíritu del rodaje del film guarda ciertas similitudes con el de Toni, aunque la temática es bien distinta: Renoir ya no nos habla de un drama pasional, sino de un canto pre-revolucionario de los más desfavorecidos ante el inminente ascenso del fascismo. EL CRIMEN DEL SEÑOR LANGE narra la historia, mediante un largo flashback, de un empleado de imprenta (llamado Amédée Lange) que se ve obligado a matar a su patrón (Batala), un rico sin escrúpulos que humilla a las mujeres y roba el dinero de los empleados, para salvar la cooperativa creada por los trabajadores de la editorial. La historia está contada por la compañera (Valentine) de Lange a los clientes de una posada donde la pareja (la propia Valentiney Lange) se refugia huyendo de la justicia. Finalmente, los oyentes se solidarizan con Lange y cubren su asesinato.

La mayor parte de la acción transcurre en un patio circular de viviendas donde conviven los personajes del film. La idea de Jacques Prévert de centralizar la acción espacialmente confiere sentido al relato, ya que así se refuerza la idea de trabajo colectivo que promulgaban los postulados escénicos el Grupo Octubre. Por vez primera en su carrera cinematográfica, Renoir pone de manifiesto la idea de colectividad que se rebela frente a un individuo tiránico. Pero, a diferencia de Toni, en EL CRIMEN DEL SEÑOR LANGE se advierte una mayor planificación y rigor en la puesta en escena, en la que Renoir da rienda suelta a aquellos elementos que conformaban su búsqueda formal y estilística, esbozados en anteriores films como Nana, Escurrir el bulto o La Golfa. Los sutiles movimientos de cámara y los hermosos planos secuencia hacen de EL CRIMEN DEL SEÑOR LANGEuno de los mejores films de su autor. No obstante, François Truffaut lo definió como “el film más denso en milagros de interpretación y de cámara, el más cargado de verdad y de belleza puras, un film que, diríamos, está tocado por la gracia”.

La estilización de estos recursos técnicos (fundamentalmente, los movimientos de cámara) encuentra su justificación en el vínculo de la idea colectiva con la individualidad en varias escenas del film. El historiador Santos Zunzunegui, en un jugoso artículo escrito para la revista Nosferatu, nos habla de un juego de rimas internas (en relación a los movimientos de cámara utilizados por Renoir en diferentes momentos del film) que conecta lo individual y lo colectivo en EL CRIMEN DEL SEÑOR LANGE, en el que el realizador de La Golfa “encuentra una síntesis admirable entre los niveles temático y formal del film”. En este sentido, la secuencia del asesinato de Batala, el patrón de los trabajadores de la empresa, resulta ejemplar. Mediante un movimiento de cámara circular (un giro completo de 360º), que conecta al personaje del tirano (Batala) y a su asesino (Amédée Lange), Renoir quiere legitimar el acto del Sr. Lange, ya que, como dice Santos Zunzunegui, “la circularidad es una de las expresiones privilegiadas de la idea de unidad”. Esa unidad se manifiesta en la escena anterior del film, en la que la que los vecinos celebran con una fiesta la inauguración de la nueva cooperativa que acaban de crear. El famoso crítico y teórico cinematográfico André Bazin irá más allá al afirmar que el movimiento de cámara en EL CRIMEN DEL SEÑOR LANGE consiste en la “expresión espacial pura de toda la puesta en escena”. Sin duda, dicho movimiento de cámara sirve de ejemplo para entender la transición del espectáculo a la expresión que el cine de Jean Renoir experimentará a partir de entonces”.
 Texto:
Raúl Morales Osorio, La modernidad en el cine de Jean Renoir. Estudio crítico de “La Chienne”. Granada, Universidad de Granada, 2012.

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