La Royal Academy muestra 130 obras del genial caricaturista
Firme defensor de la causa de la República francesa, librepensador y cronista de la vida cotidiana del París decimonónico, Honoré Daumier
fue testigo de episodios cruciales de la historia de nuestro país
vecino y plasmó su visión de algunos de ellos en pinturas, grabados,
acuarelas, dibujos y esculturas. 130 de ellos, la mayoría inéditos en el
Reino Unido, se muestran en la Royal Academy of Arts de Londres en una exhibición que la prensa británica ya califica como imprescindible.
Alabado ya en vida por sus contemporáneos Degas y Delacroix, Daumier ha ejercido también una decisiva influencia en artistas posteriores como Bacon, Picasso, Paula Rego
o Quentin Blake. Desde las páginas de los periódicos que lo contrataron
como caricaturista, observaba y ridiculizaba el carácter presuntuoso de
la sociedad burguesa o la deshonestidad de políticos y jueces y una
representación del rey Luis Felipe como Gargantúa le costó medio año en
la cárcel.
Daumier (1808-1879). Visions of París
Las
obras presentes en la muestra, la primera en Reino Unido que va más
allá de sus litografías desde 1961, se fechan entre 1830 y 1879 y entre
ellas encontraremos sus inquietantes imágenes de afectados por epidemias
de cólera y retratos de lavanderas o artistas callejeros que en su
tiempo desafiaron el gusto de espectadores y coleccionistas.
Una de
las obras más destacadas expuestas en la Royal Academy es un Ecce Homo
señalado por multitud de ciudadanos que, según la comisaria Catherine
Lampert, se equiparan a la reacción popular contemporánea a Daumier
"ante la demagogia y la injusticia" y piezas tan conocidas como El hombre de la cuerda o El vagón de tercera clase, que se enmarcan en la inspiración costumbrista del autor.
Daumier (1808-1879). Visions of Paris
No
faltarán las pinturas de Don Quijote y Sancho Panza, que establecen una
relación entre el mundo fantástico y la realidad del caballero de
Cervantes, con la que, cuentan, el artista se sentía identificado.
Se da
la circunstancia de que padeció una ceguera que comenzó a mediados de su
carrera y que no le impidió seguir con su producción. Nunca utilizó
modelos para sus composiciones y pintaba de memoria lo que había visto o
vivido, impregnando de subjetividad el resultado de sus trabajos.
Daumier
pudo ver sus obras expuestas por primera vez un año antes de su muerte,
en 1879, gracias a la iniciativa de una treintena de sus amigos por
reunir su producción.
Fuente: masdearte
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