domingo, 16 de junio de 2013
"EL LEVANTAMIENTO", DE DIEGO RIVERA
El levantamiento
Diego Rivera
1931
Fresco sobre cemento reforzado en una estructura de acero galvanizado
188 x 239 cm
Colección particular, México
El 23 de diciembre de 1931 se inaugura la retrospectiva de Rivera en El Museo de Arte Moderno; reúne 149 piezas así como cinco murales portátiles con temática mexicana, entre ellos El levantamiento.
Cuando se llevó a cabo la exposición de Rivera, el comentario en la prensa estadounidense opinó que El levantamiento era una escena "familiar" en la Revolución mexicana. En realidad, huelgas como la aquí representada no eran frecuentes durante la Revolución; el tablero alude más al descontento social reciente en México. De 1928 a 1934, periodo conocido como el Maximato, el general Plutarco Elías Calles controló el país a través de varios presidentes títeres. Bajo su gobierno autoritario, las reformas agrarias iniciadas durante la Revolución se interrumpieron y el Partido Comunista de México fue declarado ilegal.
En El levantamiento, una mujer con su bebé cargado a la cadera y un trabajador se defienden del ataque de un soldado uniformado. Atrás, una multitud amotinada choca contra otros soldados que doblegan a los manifestantes. El lugar es incierto aunque el tono de la piel de los personajes implica que la escena se desarrolla en México o en otro país de Latinoamérica. A principios de los años treinta, una era en que prevaleció el descontento laboral, las imágenes de la represión violenta de huelguistas tenían resonancia tanto entre el público estadounidense como latinoamericano. El enfrentamiento aquí representado es un poderoso símbolo universal de la lucha de clases.
Las banderas rojas y el puño cerrado que se yerguen por encima de la multitud en El levantamiento son símbolos universales de la resistencia de los trabajadores. Rivera viajó a Moscú en 1927 como delegado del Partido Comunista de México y permaneció y en la URSS durante alrededor de seis meses. A su regreso, utilizó cada vez más imaginería industrial para representar la revolución de clases a escala internacional. Las figuras de la estrella roja, de fábricas urbanas, de la hoz y el martillo, son elementos que pueblan los murales que Rivera creó en la Secretaría de Educación Pública en la Ciudad de México, después de su viaje.
Antecedentes de la poderosa combatiente en el centro de El levantamiento se encuentran en las imágenes de mujeres como participantes activas de la insurrección, lo mismo soviéticas que mexicanas. En los años anteriores al viaje de Rivera a Moscú (1927-1928), las imágenes de proletarias idealizadas proliferaron en la propaganda soviética. La imagen de Rivera también recuerda la militancia de las soldaderas, mujeres que lucharon en la Revolución mexicana y que se convirtieron en iconos gracias a las fotografías populares de la época.
Rivera vistió a la pareja en el primer plano con un estilo claramente moderno. El hombre lleva overoles y una gorra característica de los obreros; ella muestra elementos de la moda que prevaleció en los años veinte y treinta: cabello recortado, aretes, vestido a la rodilla y zapatos de tacón alto. Su apariencia indica que se trata de un conflicto contemporáneo. Para los artistas de izquierda en Nueva York, los frescos que Rivera pintó para El Museo de Arte Moderno ofrecieron un modelo vigoroso de arte actual socialmente comprometido con contenidos arraigados en el marxismo. Ya avanzados los años treinta, los artistas estadounidenses recurrieron cada vez con mayor frecuencia a imágenes similares de huelgas, con referencias específicas al hambre y el desempleo que azotó al país durante esa época.
Fuente: MoMA
Diego Rivera pintando El levantamiento en su espacio de trabajo en el edificio original del Museo de Arte Moderno. 1931. Fotografía: Associated Press. The Jerry Bywaters Collection on Art of the Southwest, The Jake and Nancy Hamon Arts Library, Southern Methodist University, Dallas
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