viernes, 15 de marzo de 2013

UNA MUESTRA CELEBRA LA LUCHA ESTUDIANTIL CONTRA FRANCO Y EL COMPROMISO CIUDADANO

 Imágenes de la exposición 'Memòria i vigència d'un compromís'

Una gran exposición recorre en la Nau  de Valencia el movimiento universitario precursor de los democracia

El propósito es “celebrar el compromiso ciudadano”. El compromiso de los jóvenes estudiantes que se enfrentaron a la dictadura franquista y contribuyeron a la instauración de la democracia en España. El compromiso de una minoría que pagó con cárcel o torturas o que, simplemente, se complicó la vida con el fin de alcanzar un bien común para disfrute de la mayoría. El compromiso también de una generación de jóvenes que hoy sale a la calle en busca de espacios alternativos para hacer valer sus derechos y luchar contra los recortes. Porque “las conquistas no son irreversibles, como se está viendo en la actualidad”, sostuvo la historiadora María José Millán, una de las comisarias de la ambiciosa exposición Memoria i vigencia de un compromiso. Universitarios contra la dictadura, que se inauguró este jueves en la Nau. Centre de Cultura de la organizadora Universitat de València.

El montaje expositivo se abre con Silencio, una zona oscura, opaca, que refiere los primeros años de la dictadura (1939-1956) y la represión y depuración de profesores y alumnos. Un bonete y unas gafas del médico Juan Bautista Peset recuerdan al rector de la Universitat de València, fusilado en 1941 y cuya prueba de cargo fue una conferencia que impartió.

Las salas van ganando luz conforme se avanza por el recorrido sinuoso, laberíntico, elaborado por el diseñador Pepe Gimeno. En la sección Conciencia se recoge las primeras iniciativas de oposición al sindicato falangista (SEU), con mención a la encuesta encargada por el rector Pedro Lain Entralgo en 1955 que reflejaba una oposición del 90% de los estudiantes al Movimiento Nacional
Ampliaciones de fotografías de las incipientes asambleas de estudiantes, de los grupúsculos del PCE, del reincorporado José Luis López Aranguren, del estudiante que murió en manos de la Brigada Política Social Enrique Ruano, de las cargas policiales o de noticias de periódicos se combinan con testimonios, cartas, audiovisuales y pinturas del Equipo Crónica, Juan Genovés, Equipo Realidad, Rafael Canogar o Spadari. La muestra se centra en Valencia, pero su marco se extiende a Madrid, Barcelona y el París del Mayo del 68.

La documentación policial que se exhibe procede de archivos particulares por la imposibilidad de acceso para los investigadores, según comentó la comisaria. Una situación muy diferente de Francia, de donde se exhiben documentos del Musée de la Préfectura de Police de París.

La sección Rebelión abarca el periodo entre 1965 y 1975 y refleja la progresiva pérdida de control de la universidad por parte del franquismo, la multiplicación de las movilizaciones y el encarnizamiento con torturas, detenciones y encarcelamientos. Los estudiantes protagonizan una profunda labor de desgaste del franquismo, en colaboración con otros movimientos. La muestra destaca también el protagonismo de las mujeres, muchas veces silenciado, tanto en la lucha contra la dictadura como en la asunción del compromiso feminista.

Vigencia de un compromiso recoge, por último, todos los recursos audiovisuales, con testimonios de detenidos o de las 10 mujeres encarceladas en 1969. Se proyecta, además, el vídeo de Fernando Sánchez Castillo Arquitectura para el caballo, un paseo ecuestre por las estancias de la Universidad Autónoma de Madrid, diseñadas para que pudieran entrar los antidisturbios a caballo. Este trabajo, préstamo del Museo Nacional Reina Sofía, forma parte de esta sección vinculada a la actualidad.

Aquí se incluyen imágenes de fotoperiodistas de las protestas estudiantiles del pasado año en Valencia contra los recortes en educación. No se pretende comparar la dictadura con la democracia, pero si reflejar la movilización de los jóvenes de hoy, “que buscan espacios frente a lo institucional para significarse en lo político”, apuntó Millán, comisaria junto a Mila Belinchón, Elisa Sanchís y Susi Artal (que trabajó en ella hasta su reciente fallecimiento). “La democracia es un proceso no un estado”, indicó el vicerrector de cultura, Antonio Ariño.

Las obras proceden de 200 prestadores, como el Archivo Histórico del PCE, EFE, Biblioteca Municipal Pedro Ibarra de Elche y varios museos y universidades. La muestra ocupa 500 metros, tienen espacio de participación del público y se podrá ver hasta el 1 de septiembre.

Fuente: El País

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