Capitán Thomas Sankara. Archivos de la revolución de Burkina Faso, “el país de los hombre íntegros”.
Duración 111 minutos. Suiza.
Realización y Producción: Christophe Cupelin.
Imagen, sonido y montaje: Philippe Ciompi, Perspective Films.
Filmación adicional: Abel Sankara, Caroline Cuénod.
Sonidos adicionales: Philippe Ciompi, Christophe Cupelin.
Música adicional: The Ex, Fela Kuti.
Archivos principales: Radio Televisión Suiza, Instituto Nacional del Audiovisual de Francia y Radio Televisión de Burkina Faso.
El cineasta suizo Christophe Cupelin retrató con imágenes de archivo el proceso revolucionario iniciado en 1983 por el capitán Sankara en Burkina Faso, “el país de los hombres íntegros”. En pocos años estatizó recursos naturales, se negó a pagar la deuda externa y luchó por los derechos de la mujer. Su asesinato frenó el cambio.
Thomas Sankara, conocido también como el Che Guevara africano, nació en el seno de una familia humilde del Alto Volta y comenzó su carrera militar a los 18 años. Su vida cambió en Madagascar, donde en 1971 presenció los levantamientos populares contra el gobierno de Philibert Tsiranana. Entusiasmado con los movimientos populares, se sumergió en la lectura de las obras de Lenin y Marx, que influirían profundamente en su formación. A medida que su figura se hacía conocida por su actuación en la guerra del Alto Volta contra Mali, también era reconocido como músico ya que tocaba en los clubes de la ciudad de Ouagadougou, capital del Alto Volta.
Luego de participar en diferentes funciones de gobierno, en 1983 Sankara fue encarcelado por el presidente Jean-Baptiste Ouédraogo. Manifestaciones masivas exigieron su liberación, y Ouédraogo debió renunciar. Así el Capitán Thomas Sankara se convirtió en presidente a los 33 años. En 1984 para festejar el primer aniversario de la revolución, Alto Volta se transformó en Burkina Faso o “País de hombres íntegros”. En sus cuatro años de gobierno, Thomas Sankara llevo adelante políticas para el autoabastecimiento, lanzó planes de alfabetización, de construcción de casas, de vacunación y de reforestación. Prohibió la mutilación genital femenina y abogó por la igualdad de derechos para la mujer en una sociedad completamente machista. Estatizó los recursos naturales, rechazó los créditos externos y decidió no pagar la deuda. Pertenecía a una nueva generación de jóvenes militares revolucionarios que apareció en África en los años 80. “Sin formación política, un militar no es otra cosa que un criminal en potencia”, afirmaba Sankara, marcando así su diferencia. Su suerte estaba echada: una revolución que enfrentaba al orden mundial y que con sus políticas cuestionaba a los otros líderes africanos, no iba a perdurar. Su mano derecha y mejor amigo Blaise Campaoré no sólo puso fin a su vida, sino que asumió la conducción de Burkina Faso y desactivó todos los cambios realizados.
Capitán Thomas Sankara. Archivos de la revolución de Burkina Faso, “el país de los hombres íntegros” retrata la figura de Thomas Sankara como presidente de Burkina Faso desde 1983 hasta su asesinato en 1987. A veinticinco años de su muerte el filme recupera con imágenes y sonidos, el pensamiento y las acciones de gobierno llevadas adelante por este innovador presidente africano.
El director suizo Christophe Cupelin acompañó su filme en la última edición del Doc Buenos Aires. y habló con Revista Ñ digital sobre cómo lo impresionó el gobierno de Sankara cuando viajó por primera vez a Burkina Faso en 1985. “Yo tenía 19 años y empecé a rodar en súper 8 para filmar la revolución. Allí nació mi deseo de hacer cine y esta película es mi manera de agradecerle a Thomas Sankara todo lo que me dio”, aseguró el cineasta, que entre 1985 y 2000 vivió entre Ginebra, Suiza, y Burkina Faso.
-¿Cómo fue el trabajo de reunir el material de archivo para el filme?
-La mayoría son archivos que fui recopilando personalmente desde 1985: revistas, diarios, y grabaciones de audio. Después del asesinato de Sankara, su figura fue prohibida y el gobierno mandó a quemar todos sus archivos. Yo pude encontrar material que tenían los burkineses y hasta grabaciones de la televisión oficial de Burkina Faso, que me las pasaron de manera clandestina. En 2007, cuando se cumplieron 20 años de la muerte de Sankara, se publicaron muchos archivos en YouTube, y además se liberaron los derechos de grabaciones de la televisión francesa y suiza.
-¿Por qué decidió intervenir sobre la imágenes de archivo?
-Quería golpear en el inconsciente del espectador, no sólo mostrarlo como archivos de una época. Quería que fuera algo más que eso. Además los archivos estaban en muy mala calidad, entonces en la primera etapa trabajé sobre las imágenes para mejorarlas lo más que se podía. A pesar de mis esfuerzos, no pude mejorar todo el archivo, así que decidí directamente transformarlas. Busqué una estética que sorprenda al espectador para que no sea indiferente a la palabra de Sankara.
-El presidente Sankara estaba adelantado a su tiempo: decidió no pagar la deuda externa y defendía la igualdad entre hombres y mujeres.
-Si hubiera hecho la película hace 10 años, hubiera utilizado los mismos archivos, pero el filme no tendría la misma resonancia que hoy, porque hoy no sólo los países africanos rechazan pagar su deuda externa, sino que también lo hace Grecia. Europa está en crisis, algo que antes parecía imposible. Desgraciadamente el derecho de las mujeres sigue relegado, ni siquiera en Europa hay una equivalencia de salarios entre hombres y mujeres.
-La mutilación genital femenina se siguió practicando en Burkina Faso a pesar de estar prohibida.
-Sankara la prohibió por ley, pero es una costumbre muy difundida y casi imposible de controlar. Las mismas mujeres le practican la ablación a las niñas. Sankara realizó una campaña para que por lo menos usaran cuchillos esterilizados.
-¿Cree que el asesinato de Sankara fue instigado por otros líderes africanos?
-Sí. Sus principales enemigos fueron Félix Houphouët-Boigny, que era el presidente de Costa de Marfil, y Charles Taylor, que trabajaba para la CIA. Taylor entrenó a un grupo de paramilitares en Burkina Faso para derrocar a Samuel Doe, que era presidente de Liberia. Sankara se enteró de las actividades de Taylor y se negó a cooperar con sus planes, echándolos de Burkina Faso. Taylor derrocó al gobierno de Doe y asumió como presidente de Liberia. Él fue el que instigo el asesinato de Sankara.
-En su filme aparece un registro de audio donde Thomas Sankara explica por qué Blaise Campaoré, su mano derecha y amigo podría traicionarlo. ¿Por qué cree usted que Sankara no hizo nada para detenerlo?
-Esa parte de la película interroga al espectador sobre la definición de la amistad. Quería que cada persona se preguntara si era capaz de traicionar a su mejor amigo, y si su mejor amigo sería capaz de traicionarla. Creo que Thomas muere porque no quiso traicionar a su amigo. No puedo juzgar su conducta, sólo sé que esas fueron sus razones. Cuando él supo que había un complot en su contra, otros jefes de estado lo invitaron a que se exiliara en sus países, como Fidel Castro que le ofreció que fuera a Cuba. Pero Sankara no quiso marcharse. Su guardia de seguridad le pidió que al menos arrestara a Campaoré, pero Sankara no quiso utilizar la fuerza contra la persona que sentía como un hermano.
-Las primeras medidas de Blaise Campaoré, que gobierna hasta el día de hoy Burkina Faso, fue dejar sin efecto las políticas de la revolución. ¿Cómo está el país en la actualidad?
-Lo único que no cambió Campaoré fue el nombre del país. La pobreza aumentó, el analfabetismo sigue igual, la economía todavía es feudal. En los últimos años apareció un movimiento democrático, que espero que en el futuro pueda reemplazar el régimen de Campaoré.
-A pesar de los esfuerzos del gobierno de Campaoré para borrar el legado de Thomas Sankara, ¿su memoria sigue presente en el pueblo de Burkina Fasso?
-Sankara vive en la conciencia de su gente. Incluso las personas que en su momento no apoyaron la revolución, ahora afirman que Sankara tenía razón. Esta película está hecha también para los jóvenes menores de 25 años que no vivieron el proceso revolucionario y necesitan conocer sus obras y pensamientos.
-¿Tiene posibilidades de estrenar su filme en Burkina Fasso?
-Intenté estrenar este año en el 25º aniversario de la muerte de Thomas Sankara y no me dejaron. Envíe la película al festival de cine Panafricano FESPACO, que se realiza en Burkina, pero fue rechazada. El director del festival me contó que el gobierno prohibió que se pasara el filme en Burkina Faso. Voy a pasarlo en otros países de África y, el año que viene, voy a volver a intentar estrenarlo en la tierra de Sankara.
Más información: http://www.capitainethomassankara.net/
Cupelin básico:
Nació en Ginebra, Suiza, en 1966. Egresado de la Escuela Superior de Arte visual en Ginebra en 1993, opción cine video. Responsable del cine Spoutnik en Ginebra desde 1991 hasta 1994, y programador hasta 1998. Cofundador en 1993 de la productora Laïka Films. Vivió entre Ginebra, Suiza y Burkina Faso entre 1985 al año 2000.
Su primer cortometraje fue Dondoli Studio (1997) documental que cuenta la vida de Jo Sangaré, guitarrista burkinés, que vive en Ginebra, Suiza. Luego realizó Kononga “Nous allons nous arrêter ici pour manger” (“Vamos a parar aquí para comer”- 2006) filmado en un pueblo perdido de Burkina Faso. Este año estrenó su primer largometraje Capitán Thomas Sankara. Archivos de la revolución de Burkina Faso, “el país de los hombres íntegros”.
Fuente: Ñ
CAPITAN THOMAS SANKARA. Se formó leyendo a Lenin y a Marx, llegó a la presidencia de su país y fue asesinado a los 37 años.
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