martes, 19 de junio de 2012

PRAVDA CELEBRA SU PRIMER CENTENARIO LLAMANDO A LA UNIDAD


 ARTÍCULO DE GEMA DELGADO EN MUNDO OBRERO Nº 249 DE JUNIO 2012
Han pasado 100 años desde que el primer ejemplar del Pravda viera la luz. La máquina de escribir de Lenin, su fundador, su mesa y su retrato permanecen en la actual redacción del Pravda, en Moscú, en la calle que lleva el nombre de la publicación, una de las pocas cosas que no destruyó Yeltsin y sus sucesores en su intento de borrar el comunismo de la historia del país.
El redactor jefe, Boris Komotsky, periodista, economista y uno de los 98 diputados que el Partido Comunista de la Federación Rusa tiene en la Duma, explicaba desde la redacción del perió­dico cuál ha sido y sigue siendo la filo­sofía que ha marcado la historia del periódico: "Pravda combina dos cuali­dades aparentemente incompatibles. Es el espejo en el que se refleja la realidad y las luchas la clase trabajadora a través del análisis sociopolítico y socioeconó­mico de la situación en que vivimos, a la vez que un faro que ilumina el cami­no a seguir".

Pravda, que significa Verdad, tiene en su ADN el desempeño de las tres funciones que inspiraron a su creador agitación, propaganda y organización, cuando en el editorial del primer núme­ro del diario se propuso ser la voz de las reivindicaciones del proletario ruso, cre­ar una conciencia socialista y trabajar por la unidad de acción, la solidaridad de clase trabajadora y la victoria del tra­bajo sobre el capital.

El periódico se imprimió el 5 de mayo de 1912 (22 de abril en el antiguo calendario ruso) en San Petersburgo. El régimen zarista cargó contra él. Lo cerró ocho veces durante los dos primeros años, pero resurgió con otros nombres hasta 1914. El 18 de marzo de 1917 vuelve a publicarse, y vuelve a sufrir la persecución del entonces gobierno provisional hasta vencer como órgano cen­tral de la revolución socialista soviética.

Cien años después, el periódico fun­dado por Lenin vuelve, como en sus orí­genes, a luchar y a superar las adversi­dades y la represión. Después de más de siete décadas de esplendor como una de las publicaciones más destacadas de la URSS, órgano oficial del Partido Comunista desde 1918, y la referencia mundial de la voz del proletariado, retrocede a sus peores tiempos cuando Yeltsin prohibe el Partido Comunista en 1991 y requisa sus bienes. Entonces el Pravda fue adquirido por una familia griega, sobrevivió a graves problemas financieros y en 1997 lo recupera el Comité Central del Partido Comunista de la Federación Rusa. Hoy el diario tie­ne cuatro páginas, 23 periodistas y una tirada de 100.000 ejemplares. La redac­ción continúa en su original sede, en un edificio construido por el partido y los camaradas y por el que hoy tienen que pagar un alto alquiler al gobierno que se lo apropió. Como dice su redactor jefe, "en muchos aspectos nuestro papel y nuestro contexto ha retrocedi­do a los que era antes de 1917: volve­mos a ser otra vez el principal órgano de la oposición, luchando por el poder; por los cambios políticos". Una lucha, como entonces hizo Lenin, a través de la unión de los pueblos del mundo.

Y así lo hicieron. Para celebrar los primeros 100 años del Pravda, el Comi­té Central del Partido Comunista y la dirección del periódico invitaron a 24 publicaciones de partidos comunistas her­manos para debatir sobre el papel de la prensa de partido y la lucha comunista en nuestros días.

La jornada la abrió el propio Guennadi Ziugánov, secretario general del Partido Comuista de la Federación Rusa, quien expuso el contexto en que se encuentra Rusia en estos momentos, el funcionamiento de las crisis capitalistas, la necesidad de resistir y el papel que en esa lucha desempeñan nuestras publi­caciones. Ziugánov explicó que el capitalismo en sus 150 años de vida ya ha tenido 12 crisis, que según teorizó Karl Marx son inevitables y se repiten cada 10 ó 12 años. El capitalismo, añadió Ziugánov, sabe que sólo hay tres formas de salir de esas crisis: la guerra, la dicta­dura y la revolución, y ahora busca su salida hacia la vereda de la guerra. De hecho dos de sus crisis del siglo pasado ya desembocaron en guerras. A finales de los 80 el capitalismo solucionó otra de sus crisis profundas con la destruc­ción de la URSS que condujo a una cri­sis global de la economía rusa que privatizó todas las propiedades públicas y dinamitó el sistema económico. Las principales víctimas de la última crisis son Grecia, Portugal e Italia y nadie sabe cómo acabarán.

La crisis ha alcanzado un claro perfil de lucha ideológica. Estamos en una guerra de clases que se sustenta en la batalla de las ¡deas, y tenemos que organizamos para ganarla. Bajo ese principio se inició el intercambio de experiencias de los representantes de periódicos comunistas de 24 países, como India, Pakistán, Vietnam, Alemania, Finlandia, Portugal, Chipre, Ucra­nia, Bielorrusia, Reino Unido, Hungría, Cuba, Chile, Moldavia, Lituania, Latvia...

Todos los periodistas fueron narran­do de uno en uno la situación que vive su país, los ataques neoliberales, las resistencias, el papel de la prensa capi­talista y el trabajo y función que desa­rrollan los partidos comunistas y sus publicaciones. Los puntos de encuentro fueron numerosos y podrían sintetizar­se en las palabras del camarada del periódico del partido comunista chiprio­ta "los medios de comunicación que sir­ven al capital manipulan deliberadamente a la opinión pública, y los que podemos hacer frente a ese fraude somos los comunistas, junto a los trabajadores para liderar la lucha contra el capital".


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