CARTA ABIERTA de la PRPC (Plataforma de Reflexión sobre Políticas Culturales) en torno a la realización de una nueva edición de la BIACS A QUIENES ESTÁN EN LA OCUPACION y PREOCUPACIÓN POR LA CULTURA.
En 2003 diversos agentes de la cultura en Sevilla se reunieron para analizar la ausencia de una política cultural institucional enraizada en el contexto cultural, fruto de estas discusiones se conforma la Plataforma de Reflexión de Políticas Culturales (PRPC) que desde entonces ha venido analizando lo que significa el fenómeno BIACS como ejemplo de una de las políticas culturales espectaculares desarraigadas del tejido social donde se celebra Los comunicados y acciones que la PRPC ha venido realizando son la crónica de un proyecto fallido en su origen y sus consecuencias.
En 2004 se celebraron unas jornadas y se publicó una revista A propósito de Biacs: políticas culturales en la introducción de la publicación decíamos que
La aparición de la BIACS como un proyecto ajeno al entramado cultural de la ciudad, con una fórmula caduca, cara y empobrecedora del desarrollo de los lenguajes contemporáneos, nos anima a suscitar un debate que cuestione las dinámicas que producen y acarrean estos eventos y abra un espacio de reflexión en torno a las políticas culturales que los generan. La ausencia de debates públicos en torno a las políticas culturales viene siendo una constante en la comunidad cultural, habituada a la falta de dinámicas críticas promovidas por las instituciones culturales públicas. Tampoco ha sido una práctica usual de los agentes culturales independientes. Normalmente la crítica queda reducida al comentario ocasional y aislado y por tanto desarticulado y sin ningún tipo de interacción con la sociedad.
A lo largo de estos 8 años hemos mostrado el despilfarro presupuestario de la Biacs, las contradicciones creadas entre su carácter privado y la financiación pública, las convulsiones en su aparato organizativo con sucesivas dimisiones y enfrentamientos, el nulo control público sobre el gasto, la opacidad de las cuentas, el despilfarro de un buen monto de millones de euros, las deudas contraídas con empresas y artistas que participaron en la producción de las sucesivas BIACS, los daños ocasionados por el desvío de presupuestos escandalosos a un evento que ha esquilmado la posibilidad de la aparición con un empuje mayor de la realidad creativa de la ciudad y sus redes. Todo ello cuando lo que se pretendía era poner a Sevilla en el centro de la creación contemporánea y atraer turistas a la ciudad, objetivos que nadie puede entender como conseguidos. La prueba más certera de este fracaso es la incapacidad de la Fundación Biacs de celebrar una cuarta edición en 2011, debido a las numerosas deudas contraídas o a la negativa de sponsors, que ya había anunciado el dimitido Fernando Franco, como la Adach Foundation.
La PRPC ha venido sistemáticamente reivindicando una alternativa basada en una política cultural que sea capaz de:
- Poner en práctica una ruptura del consenso como modo de producción de realidad.
- Crear nuevos dispositivos culturales que cuestionen esa distribución de lo dado.
- Desplegar otra política cultural que no se reduzca ni se someta al acontecimiento, sino que sea capaz de reconocer, fortalecer y ensanchar las tramas donde se produce la creación, que sea capaz de detectar los propios contextos, escucharlos y a partir de ahí, desarrollar un trabajo de reconstitución del lugar del arte.
- Desarrollar una política cultural que se construya en base a dos ideas: la experimentación, tanto en la forma de producir, distribuir, gestionar y presentar cultura como a la hora de potenciar un campo de actuación en el que sea posible la crisis, el debate y la alternancia antagónica. Y la transacción, como forma de trabajo cooperativa, horizontal y abierta, que fortalezca la institución para que ésta fortalezca la comunidad artística –autores, artistas y creadores de las construcciones visuales modernas- y la vida política de la ciudad.
- Realizar, en definitiva, una política cultural que repiense y democratice la institución, abandonando su concepción jerárquica y autoritaria, abriendo espacios a nuevos modos de hacer en los que los ciudadanos puedan ser protagonistas.
La Biacs ha sido como anunciamos ya en 2003 es un artilugio desfasado, que ha devorado presupuesto público y ha olvidado el tejido cultural de nuestra realidad construido desde la autonomía y ello porque carecía de los medios intelectuales para desarrollarse en el marco de la producción contemporánea y sus redes locales e internacionales.
Ocho años después de su aparición su luz se ha extinguido tanto que los sectores críticos y los dubitativos, porque abiertamente a favor no queda nadie, la dan por enterrada entre sus deudas, opacidad e incapacidad.
Y sin embargo cuando la crisis golpea a la cultura en Andalucía de forma especialmente contundente y reduce los recursos públicos en todos los frentes e instituciones del arte contemporáneo en Sevilla, cuando los programas de ayuda a la creación contemporánea desaparecen o se quedan sin fondos, cuando las tantas veces nombradas industrias culturales quiebran o están bajo mínimos, hete aquí , que como mala planta, las instituciones, que a la vez hablan de interlocución por vez primera, intentan resucitarla. Y no solo intentan resucitarla sino que lo pretenden hacer de nuevo bajo el esquema de la Iª Biacs, con las mismas personas, partiendo de la misma estructura: la Fundación Biacs junto a un consorcio institucional donde todos dicen que estarán con el único criterio de que lo hacen porque estarán otras instituciones. La quieren hacer en el Monasterio de La cartuja, interrumpiendo con ello la normal programación del CAAC. Llamando Bienal a un formato que es el que viene desarrollando el CAAC con considerables menos medios.
Una Biacs, que si se llega a hacer, costará en torno al millón de euros, aunque no hay cifras oficiales de su monto total, siendo otra vez sinónima de opacidad. La alegría de mis sueños como se llamó la 1ª Biacs parece convertirse en La alegría de las instituciones que una vez más, mientras se presentan ahora como dialogantes, en la práctica olvidan el dialogo con los agentes culturales e imponen su obsoleto criterio cuando tenían en sus manos la posibilidad de
repensar el modelo bienal y en concreto la BIACS, abriendo nuevas propuestas que superaran la reproducción de esquemas obsoletos, fortalecieran el entramado cultural de la ciudad y supusieran un diálogo real con la escena internacional. Así como debatir especialmente si los recursos destinados por las instituciones al arte contemporáneo debieran emplearse para fortalecer el formato Bienal o buscar otras posibilidades más acordes con la forma en que hoy se generan y presentan las producciones culturales y los modos de distribución del conocimiento. (Comunicado PRPC 2006)
Tanto las personas que rigen la Junta como el Ayuntamiento son otras distintas de las que impulsaron la Biacs y en su nueva etapa habían prometido establecer un diálogo con las partes, pero han vuelto a mirar en una sola dirección y han decidido poner los escasos recursos de que disponen bajo el auspicio de una galerista, que tomó hace tiempo la decisión de cortar sus lazos e interrumpir la relación con la ciudad, que además tiene responsabilidad en la cuestionable gestión de la BIACS y que desconoce tanto la realidad de la creación en Sevilla y Andalucía, que se ha atrevido a definirla como erial cultural, tomando las riendas del evento sin decir una palabra sobre las deudas de anteriores ediciones. De nuevo podemos pronunciar aún con mayor perplejidad la frase con la que acogimos la 2ª Edición ¡Otra Bienal! ¿Será posible?
Nuestro asombro ante la decisión de las instituciones es mayúsculo. Creemos que es aún momento de repensar la realidad, de abrir cauces de participación, de analizar en diálogo cuales son los ejes sobre los que construir la escena cultural en Andalucía. Es tiempo aún de pedir responsabilidades a los responsables de la gestión de las BIACS que han generado un gasto de...... y tienen una deuda de.....
Con esta carta abierta queremos hacer una llamada a la reflexión a nosotr+s mism+s y al contexto institucional, asociativo, de producción y creación en el que estamos inmersos, proponiendo un debate que analice la BIACS y de comienzo a una nueva forma de desarrollar las políticas culturales en Andalucía.
Salud
Plataforma de Reflexión sobre Políticas Culturales. PRPC
-
En 2003 diversos agentes de la cultura en Sevilla se reunieron para analizar la ausencia de una política cultural institucional enraizada en el contexto cultural, fruto de estas discusiones se conforma la Plataforma de Reflexión de Políticas Culturales (PRPC) que desde entonces ha venido analizando lo que significa el fenómeno BIACS como ejemplo de una de las políticas culturales espectaculares desarraigadas del tejido social donde se celebra Los comunicados y acciones que la PRPC ha venido realizando son la crónica de un proyecto fallido en su origen y sus consecuencias.
En 2004 se celebraron unas jornadas y se publicó una revista A propósito de Biacs: políticas culturales en la introducción de la publicación decíamos que
La aparición de la BIACS como un proyecto ajeno al entramado cultural de la ciudad, con una fórmula caduca, cara y empobrecedora del desarrollo de los lenguajes contemporáneos, nos anima a suscitar un debate que cuestione las dinámicas que producen y acarrean estos eventos y abra un espacio de reflexión en torno a las políticas culturales que los generan. La ausencia de debates públicos en torno a las políticas culturales viene siendo una constante en la comunidad cultural, habituada a la falta de dinámicas críticas promovidas por las instituciones culturales públicas. Tampoco ha sido una práctica usual de los agentes culturales independientes. Normalmente la crítica queda reducida al comentario ocasional y aislado y por tanto desarticulado y sin ningún tipo de interacción con la sociedad.
A lo largo de estos 8 años hemos mostrado el despilfarro presupuestario de la Biacs, las contradicciones creadas entre su carácter privado y la financiación pública, las convulsiones en su aparato organizativo con sucesivas dimisiones y enfrentamientos, el nulo control público sobre el gasto, la opacidad de las cuentas, el despilfarro de un buen monto de millones de euros, las deudas contraídas con empresas y artistas que participaron en la producción de las sucesivas BIACS, los daños ocasionados por el desvío de presupuestos escandalosos a un evento que ha esquilmado la posibilidad de la aparición con un empuje mayor de la realidad creativa de la ciudad y sus redes. Todo ello cuando lo que se pretendía era poner a Sevilla en el centro de la creación contemporánea y atraer turistas a la ciudad, objetivos que nadie puede entender como conseguidos. La prueba más certera de este fracaso es la incapacidad de la Fundación Biacs de celebrar una cuarta edición en 2011, debido a las numerosas deudas contraídas o a la negativa de sponsors, que ya había anunciado el dimitido Fernando Franco, como la Adach Foundation.
La PRPC ha venido sistemáticamente reivindicando una alternativa basada en una política cultural que sea capaz de:
- Poner en práctica una ruptura del consenso como modo de producción de realidad.
- Crear nuevos dispositivos culturales que cuestionen esa distribución de lo dado.
- Desplegar otra política cultural que no se reduzca ni se someta al acontecimiento, sino que sea capaz de reconocer, fortalecer y ensanchar las tramas donde se produce la creación, que sea capaz de detectar los propios contextos, escucharlos y a partir de ahí, desarrollar un trabajo de reconstitución del lugar del arte.
- Desarrollar una política cultural que se construya en base a dos ideas: la experimentación, tanto en la forma de producir, distribuir, gestionar y presentar cultura como a la hora de potenciar un campo de actuación en el que sea posible la crisis, el debate y la alternancia antagónica. Y la transacción, como forma de trabajo cooperativa, horizontal y abierta, que fortalezca la institución para que ésta fortalezca la comunidad artística –autores, artistas y creadores de las construcciones visuales modernas- y la vida política de la ciudad.
- Realizar, en definitiva, una política cultural que repiense y democratice la institución, abandonando su concepción jerárquica y autoritaria, abriendo espacios a nuevos modos de hacer en los que los ciudadanos puedan ser protagonistas.
La Biacs ha sido como anunciamos ya en 2003 es un artilugio desfasado, que ha devorado presupuesto público y ha olvidado el tejido cultural de nuestra realidad construido desde la autonomía y ello porque carecía de los medios intelectuales para desarrollarse en el marco de la producción contemporánea y sus redes locales e internacionales.
Ocho años después de su aparición su luz se ha extinguido tanto que los sectores críticos y los dubitativos, porque abiertamente a favor no queda nadie, la dan por enterrada entre sus deudas, opacidad e incapacidad.
Y sin embargo cuando la crisis golpea a la cultura en Andalucía de forma especialmente contundente y reduce los recursos públicos en todos los frentes e instituciones del arte contemporáneo en Sevilla, cuando los programas de ayuda a la creación contemporánea desaparecen o se quedan sin fondos, cuando las tantas veces nombradas industrias culturales quiebran o están bajo mínimos, hete aquí , que como mala planta, las instituciones, que a la vez hablan de interlocución por vez primera, intentan resucitarla. Y no solo intentan resucitarla sino que lo pretenden hacer de nuevo bajo el esquema de la Iª Biacs, con las mismas personas, partiendo de la misma estructura: la Fundación Biacs junto a un consorcio institucional donde todos dicen que estarán con el único criterio de que lo hacen porque estarán otras instituciones. La quieren hacer en el Monasterio de La cartuja, interrumpiendo con ello la normal programación del CAAC. Llamando Bienal a un formato que es el que viene desarrollando el CAAC con considerables menos medios.
Una Biacs, que si se llega a hacer, costará en torno al millón de euros, aunque no hay cifras oficiales de su monto total, siendo otra vez sinónima de opacidad. La alegría de mis sueños como se llamó la 1ª Biacs parece convertirse en La alegría de las instituciones que una vez más, mientras se presentan ahora como dialogantes, en la práctica olvidan el dialogo con los agentes culturales e imponen su obsoleto criterio cuando tenían en sus manos la posibilidad de
repensar el modelo bienal y en concreto la BIACS, abriendo nuevas propuestas que superaran la reproducción de esquemas obsoletos, fortalecieran el entramado cultural de la ciudad y supusieran un diálogo real con la escena internacional. Así como debatir especialmente si los recursos destinados por las instituciones al arte contemporáneo debieran emplearse para fortalecer el formato Bienal o buscar otras posibilidades más acordes con la forma en que hoy se generan y presentan las producciones culturales y los modos de distribución del conocimiento. (Comunicado PRPC 2006)
Tanto las personas que rigen la Junta como el Ayuntamiento son otras distintas de las que impulsaron la Biacs y en su nueva etapa habían prometido establecer un diálogo con las partes, pero han vuelto a mirar en una sola dirección y han decidido poner los escasos recursos de que disponen bajo el auspicio de una galerista, que tomó hace tiempo la decisión de cortar sus lazos e interrumpir la relación con la ciudad, que además tiene responsabilidad en la cuestionable gestión de la BIACS y que desconoce tanto la realidad de la creación en Sevilla y Andalucía, que se ha atrevido a definirla como erial cultural, tomando las riendas del evento sin decir una palabra sobre las deudas de anteriores ediciones. De nuevo podemos pronunciar aún con mayor perplejidad la frase con la que acogimos la 2ª Edición ¡Otra Bienal! ¿Será posible?
Nuestro asombro ante la decisión de las instituciones es mayúsculo. Creemos que es aún momento de repensar la realidad, de abrir cauces de participación, de analizar en diálogo cuales son los ejes sobre los que construir la escena cultural en Andalucía. Es tiempo aún de pedir responsabilidades a los responsables de la gestión de las BIACS que han generado un gasto de...... y tienen una deuda de.....
Con esta carta abierta queremos hacer una llamada a la reflexión a nosotr+s mism+s y al contexto institucional, asociativo, de producción y creación en el que estamos inmersos, proponiendo un debate que analice la BIACS y de comienzo a una nueva forma de desarrollar las políticas culturales en Andalucía.
Salud
Plataforma de Reflexión sobre Políticas Culturales. PRPC
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario