André Fougeron
Los jueces
1950
Oleo sobre tela
130 x 195 cm
Colección del artista, París
Tras 1948, el Salón de Otoño de París dedicó una sección periódica a los realistas sociales, cuyos protagonistas más conocidos eran Fougeron y Taslitzky. La pintura de Fougeron era un manifiesto, una contribución a las renacidas discusiones sobre el realismo. Los jueces, composición fechada tres años después, es decididamente polémica. Una clasificadora y tres mineros muestran sus heridas; con ellos hay una huérfana. El cuadro, que formaba parte de una serie de obras realizadas en torno a una invitación de los sindicatos para visitar los distintos distritos mineros del norte de Francia, distribuye los personajes en un nivel frontal. Fougeron utiliza métodos análogos a los que emplearon Grosz y Dix en la década de 1920. Su obra es polémica y crítica, y escenifica un cambio de roles en los que las víctimas del poder constituyen un tribunal y se enfrentan al público con la brutal evidencia de lo perpetrado en su nombre. El mensaje de Fougeron es tan enfático como el estilo duro y escultórico que sustituyó el picassianismo que había mantenido hasta 1947. La pintura también habría servido de póster. La brutalidad policial y la censura política reflejaban la tensa atmósfera política de la época, un periodo en el que ciertos periódicos publicaban resultados de encuestas como, por ejemplo, “Qué haría usted si nos invadieran los rojos?”. El semblante acusatorio de Los jueces de Fougeron se refleja tanto en el arte como en la política: las duras miradas se concibieron a fin de aplastar el “formalismo”.
Fuente: B. Prendeville
Los jueces
1950
Oleo sobre tela
130 x 195 cm
Colección del artista, París
Tras 1948, el Salón de Otoño de París dedicó una sección periódica a los realistas sociales, cuyos protagonistas más conocidos eran Fougeron y Taslitzky. La pintura de Fougeron era un manifiesto, una contribución a las renacidas discusiones sobre el realismo. Los jueces, composición fechada tres años después, es decididamente polémica. Una clasificadora y tres mineros muestran sus heridas; con ellos hay una huérfana. El cuadro, que formaba parte de una serie de obras realizadas en torno a una invitación de los sindicatos para visitar los distintos distritos mineros del norte de Francia, distribuye los personajes en un nivel frontal. Fougeron utiliza métodos análogos a los que emplearon Grosz y Dix en la década de 1920. Su obra es polémica y crítica, y escenifica un cambio de roles en los que las víctimas del poder constituyen un tribunal y se enfrentan al público con la brutal evidencia de lo perpetrado en su nombre. El mensaje de Fougeron es tan enfático como el estilo duro y escultórico que sustituyó el picassianismo que había mantenido hasta 1947. La pintura también habría servido de póster. La brutalidad policial y la censura política reflejaban la tensa atmósfera política de la época, un periodo en el que ciertos periódicos publicaban resultados de encuestas como, por ejemplo, “Qué haría usted si nos invadieran los rojos?”. El semblante acusatorio de Los jueces de Fougeron se refleja tanto en el arte como en la política: las duras miradas se concibieron a fin de aplastar el “formalismo”.
Fuente: B. Prendeville
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