Partido Comunista de Chile / 02 jun 11
Santiago 31 mayo 2011.- “En este acto -para nosotros muy solemne- hemos procedido a presentar una querella para que se enjuicie a todo aquel que pudiere resultar responsable por la presunta intervención de terceros en la muerte del poeta y premio Nobel de literatura, Pablo Neruda”, expresó el diputado y presidente del Partido Comunista tras presentar una demanda en la Corte de Apelaciones de la capital
Acompañado del secretario general del PC, diputado Lautaro Carmona y de los abogados, Hugo Gutiérrez (diputado), Julia Urquieta, Eduardo Contreras y Pedro Piña, concejal de San Antonio, al presentar el libelo, el parlamentario manifestó: “Esta querella ha sido presentada porque han surgido versiones que desmienten lo que esta ahora considerábamos la versión oficial sobre la muerte de Pablo Neruda.
“El Partido Comunista de Chile se hace plenamente responsable de este acto. Pensamos que es un deber moral ineludible porque, además, está dentro de un cuadro que se ha presentado en el país en este último tiempo en que se han empezado a aclarar muertes que parecían que habían sucedido de un modo y en realidad sucedieron de otro y sucedieron por la presencia de terceros y por lo tanto estamos hablando de crímenes de lesa humanidad. Está el caso del ex presidente Eduardo Frei Montalva y el caso del ministro Tohá y ahora último también están las dudas que se han presentado respecto de la muerte del presidente Salvador Allende”.
“Nosotros no estamos acusando a nadie a priori, lo que queremos es que la justicia aclare plenamente esta situación”, expresó el diputado Teillier.
Abogado Eduardo Contreras
El abogado Eduardo Contreras, explicó: “El PC presenta esta querella porque el conjunto de evidencias registra en los últimos meses señala claramente una duda legítima sobre esta presunta muerte natural del poeta Pablo Neruda”.
“Al testimonio de Manuel Araya se suma la declaración de varias personas, entre ellas el ex embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá que estuvieron con Pablo el día anterior a su muerte y él podía conversar tranquilamente, caminó por la pieza, intercambiaron opiniones políticas y definió qué objetos quería llevar en su viaje a México. Expresó dudas por irse del país porque dijo que quería compartir la suerte de su pueblo”.
“Están también las publicaciones de prensa de la época –indicó el jurista- La Tercera y El Mercurio dicen, curiosamente, que al poeta -la tarde del domingo 23- se le inoculó una inyección, una sustancia calmante para sus dolores. Lo dice la prensa de la época –la única permitida por la dictadura- y esto le produjo un shock que lo levó finalmente a un paro cardíaco, es decir, desmiente el certificado de defunción que habla de una catexia, un estado de coma y que había sido producto del cáncer terminal. Eso no fue así según la propia información de prensa de la época”.
“Estas conjeturas, estas argumentaciones y testimonios obligan ética, moral y judicialmente a presentar esta querella porque sin duda Neruda en el exilio hubiera sido algo muy difícil para la dictadura y el PC tenía la obligación de trabajar esta querella cuyo mérito es que quienes fueron testigos, los que estuvieron junto a Neruda en esos días y muy especialmente el trabajo realizado en San Antonio por el abogado Pedro Piña. Frente a la contundencia del argumento para que se investigue la muerte de Neruda, nadie, ninguna fundación ni entidad debiera emitir comentarios que no son propios”, dijo Eduardo Contreras
Abogado Pedro Piña
“Me parece pertinente investigar las declaraciones del chofer Manuel Araya Osorio que era la persona encargada de la seguridad, el asistente de Pablo Neruda desde noviembre de 1972 hasta la fecha de su muerte. El vivía en la casa de Neruda y estuvo en la clínica Santa María junto a él”, explicó el abogado y concejal de San Antonio Pedro Piña.
“Cuando Manuel Araya emite las declaraciones que fueron publicadas por la revista “Proceso” en México, comenzamos a investigar y llegamos a la conclusión que su testimonio es absolutamente cierto, lo corroboramos con lo que dice Matilde (Urrutia) en su libro “Mi vida junto a Pablo Neruda”, y nos surgió la gran duda cuando tuvimos acceso al certificado de defunción de Neruda que da como causa de muerte la catexia cancerosa, que es un estado de desnutrición extrema, un estado de debilidad propio de los enfermos terminales”
“Nosotros tenemos testimonios de a lo menos 6 u 8 personas que estuvieron con Neruda los 15 días antes de su muerte que describen que era una persona saludable, que comía, hacia todas sus actividades, incluso Neruda conversó con el embajador de México el día 22 de septiembre, aprontando su viaje hacia México, asilado por el presidente Luis Echeverría. En consecuencia, desde luego que nos causó mucha extrañeza la causa de la muerte en el certificado porque si bien padecía de un cáncer, no estaba para nada en un estado terminal”.
“La otra circunstancia fue que al analizar la prensa de la época, El Mercurio en su edición del día 24 de septiembre de 1972 relata que se le colocó un calmante a Neruda y entró en shock debido a una baja de presión, circunstancia que obviamente no era propia porque Neruda no padecía del corazón, no había tenido ningún antecedente previo.
“Nosotros hemos conversado con el chofer, con los asistentes, hemos ubicado a una serie de personas que servían incluso domésticamente a Neruda y eso nos causó la duda muy razonable de que la muerte pudo haber sido inducida mientras permanecía en la clínica Santa María>”, concluyó el abogado Piña.
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Santiago 31 mayo 2011.- “En este acto -para nosotros muy solemne- hemos procedido a presentar una querella para que se enjuicie a todo aquel que pudiere resultar responsable por la presunta intervención de terceros en la muerte del poeta y premio Nobel de literatura, Pablo Neruda”, expresó el diputado y presidente del Partido Comunista tras presentar una demanda en la Corte de Apelaciones de la capital
Acompañado del secretario general del PC, diputado Lautaro Carmona y de los abogados, Hugo Gutiérrez (diputado), Julia Urquieta, Eduardo Contreras y Pedro Piña, concejal de San Antonio, al presentar el libelo, el parlamentario manifestó: “Esta querella ha sido presentada porque han surgido versiones que desmienten lo que esta ahora considerábamos la versión oficial sobre la muerte de Pablo Neruda.
“El Partido Comunista de Chile se hace plenamente responsable de este acto. Pensamos que es un deber moral ineludible porque, además, está dentro de un cuadro que se ha presentado en el país en este último tiempo en que se han empezado a aclarar muertes que parecían que habían sucedido de un modo y en realidad sucedieron de otro y sucedieron por la presencia de terceros y por lo tanto estamos hablando de crímenes de lesa humanidad. Está el caso del ex presidente Eduardo Frei Montalva y el caso del ministro Tohá y ahora último también están las dudas que se han presentado respecto de la muerte del presidente Salvador Allende”.
“Nosotros no estamos acusando a nadie a priori, lo que queremos es que la justicia aclare plenamente esta situación”, expresó el diputado Teillier.
Abogado Eduardo Contreras
El abogado Eduardo Contreras, explicó: “El PC presenta esta querella porque el conjunto de evidencias registra en los últimos meses señala claramente una duda legítima sobre esta presunta muerte natural del poeta Pablo Neruda”.
“Al testimonio de Manuel Araya se suma la declaración de varias personas, entre ellas el ex embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá que estuvieron con Pablo el día anterior a su muerte y él podía conversar tranquilamente, caminó por la pieza, intercambiaron opiniones políticas y definió qué objetos quería llevar en su viaje a México. Expresó dudas por irse del país porque dijo que quería compartir la suerte de su pueblo”.
“Están también las publicaciones de prensa de la época –indicó el jurista- La Tercera y El Mercurio dicen, curiosamente, que al poeta -la tarde del domingo 23- se le inoculó una inyección, una sustancia calmante para sus dolores. Lo dice la prensa de la época –la única permitida por la dictadura- y esto le produjo un shock que lo levó finalmente a un paro cardíaco, es decir, desmiente el certificado de defunción que habla de una catexia, un estado de coma y que había sido producto del cáncer terminal. Eso no fue así según la propia información de prensa de la época”.
“Estas conjeturas, estas argumentaciones y testimonios obligan ética, moral y judicialmente a presentar esta querella porque sin duda Neruda en el exilio hubiera sido algo muy difícil para la dictadura y el PC tenía la obligación de trabajar esta querella cuyo mérito es que quienes fueron testigos, los que estuvieron junto a Neruda en esos días y muy especialmente el trabajo realizado en San Antonio por el abogado Pedro Piña. Frente a la contundencia del argumento para que se investigue la muerte de Neruda, nadie, ninguna fundación ni entidad debiera emitir comentarios que no son propios”, dijo Eduardo Contreras
Abogado Pedro Piña
“Me parece pertinente investigar las declaraciones del chofer Manuel Araya Osorio que era la persona encargada de la seguridad, el asistente de Pablo Neruda desde noviembre de 1972 hasta la fecha de su muerte. El vivía en la casa de Neruda y estuvo en la clínica Santa María junto a él”, explicó el abogado y concejal de San Antonio Pedro Piña.
“Cuando Manuel Araya emite las declaraciones que fueron publicadas por la revista “Proceso” en México, comenzamos a investigar y llegamos a la conclusión que su testimonio es absolutamente cierto, lo corroboramos con lo que dice Matilde (Urrutia) en su libro “Mi vida junto a Pablo Neruda”, y nos surgió la gran duda cuando tuvimos acceso al certificado de defunción de Neruda que da como causa de muerte la catexia cancerosa, que es un estado de desnutrición extrema, un estado de debilidad propio de los enfermos terminales”
“Nosotros tenemos testimonios de a lo menos 6 u 8 personas que estuvieron con Neruda los 15 días antes de su muerte que describen que era una persona saludable, que comía, hacia todas sus actividades, incluso Neruda conversó con el embajador de México el día 22 de septiembre, aprontando su viaje hacia México, asilado por el presidente Luis Echeverría. En consecuencia, desde luego que nos causó mucha extrañeza la causa de la muerte en el certificado porque si bien padecía de un cáncer, no estaba para nada en un estado terminal”.
“La otra circunstancia fue que al analizar la prensa de la época, El Mercurio en su edición del día 24 de septiembre de 1972 relata que se le colocó un calmante a Neruda y entró en shock debido a una baja de presión, circunstancia que obviamente no era propia porque Neruda no padecía del corazón, no había tenido ningún antecedente previo.
“Nosotros hemos conversado con el chofer, con los asistentes, hemos ubicado a una serie de personas que servían incluso domésticamente a Neruda y eso nos causó la duda muy razonable de que la muerte pudo haber sido inducida mientras permanecía en la clínica Santa María>”, concluyó el abogado Piña.
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