viernes, 29 de abril de 2011

"RECUPERAR A GINER"


ARTÍCULO DE JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS PUBLICADO EN GRANADA HOY EL 28 DE ABRIL DE 2011 CON MOTIVO DEL DÍA DEL LIBRO

Recuperar el tiempo perdido, a pesar de las muchas páginas de Proust, es un imposible. Con todo, cabe pensar en ello como consuelo y a la vez acicate cuando uno se vuelca en el tiempo del que dispone, procurando aprovecharlo para hacer lo que antes no se hizo e incluso vivir lo que no se vivió –vale tanto para la biografía individual como para la vida colectiva-.

Por lo que atañe a nuestra vida en común podemos constatar, en época de crisis, lo que hemos de estar haciendo para compensar el tiempo que perdimos por no acometer en su momento cambios necesarios en nuestro modelo productivo. Mirando más atrás, basta reparar en las décadas perdidas que acarreó una dictadura que nos impidió progresar como país; luego hemos avanzado lo posible en madurez democrática y desarrollo social, aunque aún se note el lastre de la cuarentena franquista. Y como la historia no sólo pasa, sino que pesa, incluso por lo que fue orillado en su curso por las fuerzas dominantes, invito a pensar en el tiempo que se perdió para el sistema educativo en España con esa misma dictadura, entre otras cosas por lo que supuso de quiebra de uno de los vectores en los que la República fue especialmente prometedora.

Si nuestra historia hubiera transcurrido por derroteros más civilizados no se hubiera perdido tanto tiempo para llevar a la educación en España ideas y proyectos como los que desde finales del siglo XIX y comienzos del XX puso en órbita don Francisco Giner de los Ríos. A este rondeño ilustre, destacado alumno de la Universidad de Granada que acabó desempeñando su cátedra de derecho en Madrid –en la que fue varias veces repuesto tras los exilios académicos a los que le obligaron gobiernos conservadores-, se debe la puesta en marcha de la Institución Libre de Enseñanza, con todo lo que la rodeó, especialmente la innovadora pedagogía en que se inspiraba.

Que el tiempo pasado sea irrecuperable no significa que no se puedan rescatar figuras y obras que no hay que dejar a la incuria del olvido. Es lo que se debe hacer, y en el caso de Giner es imprescindible para poner en claro que también ahora ha de decirse que, siendo necesaria una buena enseñanza, es indispensable que se enmarque en una educación integral que forme personas capaces de asumir su ciudadanía y dar un sentido ético a su existencia. El legado de Giner ha de invocarse para superar una instrucción dirigida a “estampar” sobre los alumnos contenidos no cuestionables, así como para no vernos atrapados en un “especialismo” mutilador. Su enfoque humanista es del todo pertinente para una escuela laica respetuosa con las tradiciones religiosas. Sigue habiendo mucho que aprender de Giner de los Ríos y es de agradecer que el Centro Andaluz de las Letras haya optado por él como autor del año 2011.

José Antonio Pérez Tapias es filósofo

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