martes, 15 de marzo de 2011

EXPOSICIÓN INÉDITA DE RAFAEL ALBERTI EN EL MUSEO DE LA PASIÓN DE VALLADOLID

Mujer guitarra


Un centenar de obras entre dibujos, grabados, documentos y libros pertenecientes a esta última etapa en la que Alberti recupera sus inicios.

Rozaba los 90 años pero estaba apegado a la vida como nunca. Y su forma de expresarlo era la pintura. Dicen que cuando se acerca la muerte el ser humano vuelve a sus comienzos. Rafael Alberti volvió a su primera pasión, y lo hizo con una frescura y una fuerza que desmentían su edad.

'Alberti oculto. Diálogo entre Venus y Príapo' es el título de la exposición que desde ayer proclama en la salas del Museo de la Pasión que el autor de 'A la pintura' mantuvo su energía creadora hasta el final. Los dibujos y grabados que la componen pertenecen a la década de los noventa. Nunca antes se habían expuesto. No en vano se trata de obras que andaban dispersas, celosamente guardadas en colecciones particulares y, según la comisaria de la muestra, Marisa Oropesa, no ha sido fácil su recopilación.

En total, se muestra un centenar de obras entre dibujos, grabados, documentos y libros pertenecientes a esta última etapa en la que Alberti recupera sus inicios. Así lo recordaba su viuda María Asunción Mateo, durante la inauguración de la exposición que tuvo lugar ayer. «Siempre tuvo una espinita clavada, que no le consideraran pintor, él que había empezado pintando. Conservamos los estudios que hizo con quince años, le gustaba copiar los cuadros de los grandes de la pintura, sobre todo italianos, porque él era muy italiano, muy florentino. Cuando llegó a Madrid y visitó el Museo del Prado se quedó fascinado. Llegó a exponer con su amigo Vázquez Díaz en el Ateneo Pero la poesía le enamoró y llegó a ser un poeta genial».

También en Argentina, durante la primera parte de su exilio se ganó la vida como pintor. Expuso en varias instituciones y galerías tanto en Montevideo como en Buenos Aires. Esta actividad se acentuará después en Italia, donde aprendió a grabar, con una destreza que incluso sorprendió a Picasso. Su carpeta de aguafuertes y grabados a plomo 'X Sonetos romanos' gana el primer premio de grabado de V Rasegna d'Arte Figurativo di Roma.

Su viuda contó una anécdota, a su juicio, significativa: «Nunca quiso entrar en la RAE a pesar de los esfuerzos de su amigo Dámaso Alonso. Sin embargo aceptó encantado cuando le nombraron miembro de la Academia de San Fernando. ¡Hasta alquiló el 'traje de pingüino' algo que no había hecho ni siquiera para recoger el Cervantes».

Su actividad como poeta no oscureció su primera vocación. Aun cuando escribía, tenía que visualizar mentalmente el poema antes de plasmarlo en el papel. Y en la exposición hay varios poemas en los que Alberti dibuja las palabras, las mueve sobre el papel en blanco. Pertenecen a 'Golfo de sombras' y encajan a la perfección en el discurso de la muestra. Poesía y pintura siempre de la mano.

El Alberti pintor que se muestra en esta exposición sorprenderá a quienes hayan visto antes su obra artística. Son dibujos mucho menos coloristas de lo que solía ser su pintura. Líneas simples, trazos firmes, negro sobre blanco o apenas un color, salvo en unos cuantos grabados. Al final de su vida, pinta esencialmente, como les ocurre a muchos artistas a esa edad en la que de forma natural se prescinde de lo superfluo. Ni un trazo de más. En este caso, la esencia del cuerpo femenino que es el núcleo de la muestra. El cuerpo de la mujer transmutado en guitarra o flor, en erizo o fruto.

Y el deseo. El deseo que no se desgasta con la edad, las ganas de vivir. El Alberti íntimo y explícito como antes no se había mostrado. De hecho esta exposición inédita comienza en Valladolid su andadura.

La muestra se completa con una colección de libros y fotografías que dan testimonio de su relación con los artistas: imágenes junto a Tápies, Roberto Matta, Motherwell. Así como con compañeros de las letras: Benedetti, Jorge Guillén a quien había conocido en la Residencia de estudiantes de Madrid, o junto a Delibes y Rosa Chacel en la famosa imagen de los Curso de Verano de El Escorial.

La relación de Alberti con Valladolid tuvo su primer episodio en 1928, cuando el Ateneo invitó al poeta a dar un recital. Tenía 26 años pero ya comenzaba a ser un poeta consagrado. Aquí tomó contacto con escritores e intelectuales de la ciudad como Francisco de Cossío o Francisco Pino.

Esta exposición es su regreso.

Fuente: El Norte de Castilla

Fecha: Hasta el 1 de mayo de 2011

VER VIDEO SOBRE LA EXPOSICIÓN: http://www.nortecastilla.es/videos/noticias/valladolid/822897993001-exposicion-inedita-sobre-rafael-alberti-valladolid.html

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