domingo, 9 de enero de 2011

"EL CASO MORO", DE LEONARDO SCIASCIA

El caso Moro
Leonardo Sciascia
Traducción de Juan Manuel Salmerón
Tusquets Editores
Barcelona 2010
192 páginas
ISBN: 978-84-8383-285-1

Reseña de Kepa Arbizu

Existen diferentes maneras de relatar un suceso histórico. Se puede hacer de una forma más o menos objetiva u optar por literar ese acontecimiento y convertirlo en una novela de ficción pero basada en unos hechos reales. Una tercera consistiría en situarla en un punto intermedio, hacer mención clara y directa a los acontecimientos, pero dentro de un contexto literario, opción que tomó Leonardo Sciascia para relatar el misterioso asesinato de Aldo Moro.

El escritor siciliano (fallecido en 1989) fue uno de los más importantes de la Italia del último siglo y un claro exponente de la novela negra europea, mucho antes incluso del éxito de otros autores transalpinos del género como Roberto Saviano, Gianrico Carofligio o Andrea Camilleri, este último con similitudes con Sciascia.

A lo largo de su obra se valió en muchas ocasiones de hechos históricos, como en El archivo de Egipto, La desaparición de Majorana o 1912+1, por ejemplo, para por medio de la novela de intriga hacer un análisis crítico de la sociedad italiana y, sobre todo, diseccionar con certera visión los órganos de poder y su modo de manipular y corromper.

Esta novela se centra en el controvertido episodio del asesinato en mayo de 1978 del dirigente de Democracia Cristiana Aldo Moro, justo en el momento en que se iba a oficializar el acuerdo de gobierno entre su partido y el comunista, a manos supuestamente de las Brigadas Rojas. Hay algunas consideraciones necesarias de hacer antes de acometer la lectura de esta obra. La más importante y que sirve para evidenciar el coraje de su autor es que se escribió en la época en que transcurre el hecho (1978). Además, Sciascia tuvo una amplia influencia en él, ya que por entonces era diputado por el Partido Radical y fue uno de los integrantes de la comisión de investigación formada para tal asunto.

Para intentar desenmarañar todo el caso Moro el escritor italiano se vale de su habitual lenguaje pulcro y certero. Serán las cartas que el secuestrado, más tarde asesinado, manda a diferentes personas, desde mandos de su partido hasta alguna a sus familiares pasando por los representantes de la Sente Sede, las que concentren el interés del autor. El análisis de ellas pretenden dar luz a este peculiar caso. Sciascia hace una magistral enseñanza de cómo sacar todo el jugo literario al análisis de lo escrito en las misivas.

Según él mismo explica, utilizando la misma mecánica que el investigador August Dupin creado por Poe, intenta encontrar los lenguajes cifrados que se pueden sacar de lo escrito por Aldo Moro. También usará el ejemplo del relato Pierre Menard, escritor del Quijote, de Jorge Luis Borges , en el que El Quijote se trascribe literalmente en una época diferente a la suya, para evidenciar las dudas de que lo que narran las cartas sea algo que se está desarrollando en ese mismo instante o en verdad estamos ante algo ya planificado y simplimente avanza como una novela ya escrita.

Por encima de todo y, como es habitual a lo largo de toda la obra del siciliano, lo que El caso Moro deja en evidencia es la manipulación del poder, de su interés por construir un discurso con el que dominar la opinión pública. Serán los medios de comunicación y el propio partido en el poder, al que pertenece el secuestrado, los que para apuntalar su discurso de no dar ningún paso para salvar la vida del capturado utilizan el recurso de alterar la visión sobre él, pasando de ser considerado un “estadista” a presentarlo como un hombre en decadencia e irroconocible dado su estado actual, cosa que el interesado siempre negó y pidió denodadamente que se reflexionara de una manera tanto política como humana, en cuanto a lo relativo a salvar su vida. Tanto es así que poco antes de morir pidió que ningún dirigente político estuviera en su funeral.

La última parte del libro trata de la trascripción de la comisión que se creó para estudiar el caso Aldo Moro y al que Sciascia pertenecía. En ella, de una manera menos literaria, dado su origen, plantea unas cuantas interrogantes, la mayoría de ellas orientadas a poner en duda el modo en que el número altísimo de efectivos dedicados a la investigación fueron utilizados, desechando investigaciones y pistas que apuntaban a tener solvencia y tomando en cuenta otras mucho más peregrinas.

De nuevo es necesario hacer hincapié en que el libro está escrito en el mismo año 1978, en un momento convulso de la política italiana y, sobre todo, para los militantes y simpatizantes de izquierdas. El análisis de Sciascia está sujeto a ese contexto y a la cercanía en el tiempo con el caso. Serán algunos años más tarde cuando vean la luz los documentos que certifican la existencia de la operación Gladio, basada en atentar y debilitar las posiciones marxistas en toda Europa y que, inevitablemente, debe relacionarse con el asesinato del político italiano. El escritor, aun desconociendo su existencia, hace un gran retrato, tanto literario como ideológico, del significado del poder y su deshumanizado rostro, incluso utilizando a uno de los “suyos” para imponerse de forma contundente.

Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article20915

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