sábado, 25 de diciembre de 2010

CARTELES CUBANOS QUE HACE 45 AÑOS ACLAMARON LA CONFERENCIA TRICONTINENTAL


Artículo de Reinaldo Morales Campos (Investigador de la Memoria Histórica del Cartel cubano)

En diciembre de 1965, en el contexto de la ornamentación de La Habana por la conmemoración del VII aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, para lo cual se colocaron carteles alusivos a la fecha, también se engalanaron calles y avenidas para saludar a los delegados e invitados a la Conferencia Tricontinental trascendental acontecimiento de significada relevancia en la historia de la solidaridad entre los pueblos. Su convocatoria y celebración en La Habana del 3 al 15 de enero de 1966, contó entre sus objetivos alcanzar la unidad de las fuerzas revolucionarias participantes en la lucha por alcanzar la liberación, la independencia y la soberanía nacional de los pueblos, frente a el imperialismo, contra el apartheid y la segregación racial.

Acaecida en momento de la existencia de las condiciones para la unidad de las fuerzas revolucionarias y la solidaridad antiimperialista entre los pueblos de los tres continentes la convocatoria de la Conferencia Tricontinental estuvo antecedida por diversos hechos, ocurridos entre 1960 y 1965, que inspiraron su realización, tales como: la notable influencia que ejerció el triunfo de la Revolución Cubana, el rechazo internacional a la guerra yanqui en Viet Nam, la existencia de movimientos revolucionarios armados que mediante la guerra de guerrilla y otras formas de la lucha revolucionaria se enfrentaban en América Latina a las dictaduras militares y a la opresión impuesta por los gobernantes de Estados Unidos y la lucha en África contra el dominio colonial de las potencias occidentales.

De los carteles que nos permiten evocar la celebración de aquella conferencia se distinguió el realizado por la Comisión de Orientación Revolucionaria (COR); que en su configuración visual, en alusión a las expresiones de unidad tricontinental sugeridas en diversos encuentros por los líderes y representantes de la lucha de los pueblos de África y Asia, destacaba las imágenes de tres combatientes acompañada con el texto: Conferencia Tricontinental “esta gran humanidad ha dicho.. ¡basta! y ha echado andar”, expresión proclamada por el Che, que centralizó la convocatoria a ese importante encuentro entre los pueblos de los tres continentes.

Entre los encuentros que precedieron la celebración de la Conferencia Tricontinental y que urgieron la unidad entre los tres continentes estuvieron: la Cuarta Sección del Consejo de Solidaridad de los Pueblos Afroasiáticos efectuada en Bandung; Indonesia en abril de 1961, coincidiendo con la victoria cubana en Playa Girón, donde por primera vez se planteó la solidaridad entre los pueblos de los tres continentes. En diciembre de ese año en Gaza, Palestina, el Comité Ejecutivo de la organización de los Pueblos Afroasiáticos, aprobó la convocatoria de una Conferencia de los pueblos de los tres continentes.

Sucesivamente en 1963 durante la Tercera Conferencia de Solidaridad con los Pueblos Afroasiáticos realizada en Moshi; Tanzania se informó del ofrecimiento, por el Primer Ministro del Gobierno Revolucionario de Cuba, Comandante Fidel Castro, de La Habana, como sede de la Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina.

En respuesta a la invitación se constituyó el comité Preparatorio de la Conferencia que presidió el líder marroquí Ben Barka y finalmente durante la Cuarta Conferencia de Solidaridad de los pueblos Afroasiático efectuada en Winneba; Ghana, se acordó celebrar en La Habana, a principios de 1966, coincidiendo con el séptimo aniversario de la Revolución Cubana, la Conferencia Tricontinental con los pueblos de África, Asia y América Latina.


En otro cartel del Consejo Nacional de Cultura, que diseñó Héctor Villaverde con el mensaje. Saludamos el VII aniversario de la Revolución y la Conferencia Tricontinental, en su configuración visual se significaron tres la imágenes la de: Patricio Lumumba, líder de la lucha de la independencia en el Congo Leopolville asesinado en 1961, por mandato de la CIA y que ejecutaron criminales del dictador Joseph Mobuto; por su contribución a la lucha de los pueblos de África sometidos a la explotación neocolonial.

Las otras dos imágenes fueron: Nguyen Van Troi, combatiente vietnamita, en representación de Asia, fusilado el 15 de octubre de 1964, por las hordas invasoras norteamericanas, tras cuatro meses de crueles torturas quien ante de morir gritó tres veces ¡Viva Ho Chi Minh!, ¡Viva Vietnam! y la del desaparecido Camilo Cienfuegos, audaz comandante del ejercito rebelde quien fue un entrañable compañero del Che, junto al cual participó en la campaña de la invasión de Oriente a Occidente, proeza que ultimó el triunfo de la Revolución Cubana.

Igualmente convergieron dos carteles del Instituto Cubano de Industria Cinematográfica (ICAIC), con los textos: Saludamos Primera Conferencia Tricontinental, uno de ellos: estuvo configurado por una pintura del destacado pintor cubano René Portocarrero quien, para manifestar la integración de los pueblos, con su proverbial preponderancia del barroquismo plasmó símbolos y signos originarios del lenguaje de las comunidades autóctonas. En el otro cartel germinado de la inspirada creación del emblemático diseñador Alfredo Rostgaart; mediante una campana, en evocación al inicio de la lucha por la independencia en Cuba, trasmuta el llamado de la unión de los pueblos de tres continentes, que armónicamente logró representar por delineaciones de igual cantidad de flechas que formando una composición espiral infundieron exclamaciones de unidad y libertad.


Atrozmente, cuando el trabajo preparatorio se encontraba en su fase más avanzada, en que ya era palpable la unidad de las fuerzas revolucionarias y progresistas para alcanzar los objetivos planteados para el trascendental encuentro de los pueblos, Ben Barka Presidente de su Comité Organizador, fue secuestrado, el 29 de octubre de 1965, en París y ejecutado por orden del Primer Ministro de la monarquía de Marruecos Mohamend Oufkir y la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

No obstante cuando todavía existía la expectativa por la suerte del líder marroquí Ben Barka, porque la aparición de su cadáver era una incógnita, los trabajos organizativos del encuentro con los representantes de los tres continentes, no se interrumpieron y a pesar del duro golpe estos continuaron y formó parte del trabajo preparatorio la ornamentación grafica de la sede donde sesionaría aquel histórico encuentro y fue colocado un cartel lumínico en el Hotel Habana Libre, al tamaño de su fachada principal, con el logotipo de identidad del magno evento que poseía la configuración de un brazo empuñando un fusil en evocación al que empleó el líder Fidel Castro en la Sierra Maestra, durante la lucha revolucionaria símbolo de la victoria de la Revolución Cubana y el texto Primera Conferencia. Asia, África y América Latina.


La realización de la Conferencia Tricontinental fue todo un éxito concurrieron 512 delegados provenientes de 82 países, así como de los 64 observadores, 24 invitados y la representación de la prensa extranjera asistente. Entre los cientos de dirigentes de organizaciones revolucionarias, políticas y sociales, de los pueblos de Asia, África y América Latina que en abierto desafío al imperialismo y al neocolonialismo acudieron a la misma, estuvieron: Salvador Allende; Chile, Amílcar Cabral; Guinea Bissaau y Cabo Verde, el guatemalteco Luis Augusto Turcios Lima, el guyanés Cheddy Jagan, Pedro Medina Silva, de Venezuela, Nguyen Van Tien, de Vietnam del Sur y Rodney Arismendi, uruguayo. También se dieron a conocer los trascendentales mensajes de: Ho Chi Minh, Kim Il Sung, Chou En Lai, Alexis Kosiguin, Gamal Abdel Nasser, Houari Boumedienne y Julius Nyere.

Uno de los acuerdos adoptados en la Primera Conferencia Tricontinental , estuvo el referido a la creación de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), con sede en La Habana, que desde su fundación ha apoyado su labor solidaria a través de la propaganda gráfica política y, en particular, sus carteles, que han servido para reflejar y defender la lucha de los pueblos del Tercer Mundo contra el colonialismo y el imperialismo.

Desde entonces el apoyo efectivo de la Organización Tricontinental se fundamentó en lograr oponerse a través de sus medios de divulgación a la acción de la propaganda imperialista que en ocasiones grotesca y otras veces enmascarada y sutil, ha pretendido desacreditar los valores del sistema socialista, tergiversar la lucha de los pueblos contra todo tipo de dominación o sometimiento, dividir el movimiento revolucionario y distorsionar las causas que originan las revoluciones resultado de las condiciones de vida y la conciencia de cada país y no de su exportación.

Fuente: http://www.cubaperiodistas.cu/noticias/diciembre10/20/04.htm

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