"Vivir de Pie" explora la personalidad de Cipriano Mera, los ideales y hechos que hicieron de su vida una gran aventura de la utopía, protagonista privilegiado de un intenso viaje de la Historia. Es la historia de un hombre libre que se negó a elegir entre vivir de rodillas o morir de pie; pero no estuvo solo. Junto a él, todos aquellos que enarbolaron las banderas de "la Idea". A todos ellos que lucharon sincera y energicamente, les atrapó la esperanza en "un Mundo Nuevo".
La vida para Cipriano ya había empezado como una batalla antes de decidir por qué quería luchar. Cipriano Mera (1897 Tetuán de las Victorias-1975 París) a principios del siglo XX era trapero, analfabeto y cazaba en El Pardo para poder comer. En el Madrid de 1910 se hizo albañil para mejorar su desesperada situación económica. Inmediatamente se sindicó en la asociación "El Trabajo" de la UGT de Largo Caballero, ya empezaba a dirigir sus esfuerzos a la lucha colectiva, Pero fue a partir de 1917 cuando tomó contacto con los grupos de afinidad anarquistas que le cautivaron definitivamente. "La idea" -como se conocía en el movimiento anarquista al concepto de justicia social y libertad- había entrado en su vida y ya no le abandonaría nunca.
Cipriano formó "Los intransigentes" y "Acción y Silencio", luchó en los enfrentamientos de la década trágica del pistolerismo patronal de los 20 y contra la Dictadura de Primo de Rivera. La prisión fue su maestra: aprendió a leer y escribir con 23 años. Las crónicas de la época lo describen introduciéndose en las obras de la construcción para ponerse a trabajar sin estar contratado: a los que se "significaban" la patronal les impedía ganarse el pan.
La CNT, entonces clandestina, será su primer gran amor junto con Teresa, su compañera fiel. El primer hijo de la pareja murió de pobreza; el amor no era suficiente. En su tiempo libre actúa en el teatro social de los ateneos para campañas de solidaridad con los presos: "Juan José" y "El Alcalde de Zalamea" le emocionaron y cuentan que fue en un actor entregado.
Tras muchos asaltos, huidas, huelgas, descarrilamientos, persecuciones, robos de explosivos y una vida entre el andamio, la cárcel y el ateneo, Cipríano a principios de los 30, ya se ha convertido en el gran líder obrero. Es él quien dirige a los más aguerridos Grupos Confederales de Defensa de Madrid. Sus compañeros le siguen sin dudar. Su inteligencia e instinto de cazador furtivo les salvarán de la muerte en más de una emboscada.
También durante la República fue encarcelado en varias ocasiones. Participa en la insurrección de Zaragoza del '33 junto con Durruti, Ascaso, Issac Puente...
Aquello era la "gimnasia revolucionaria" con la que la CNT templaba sus músculos sindicales de 1.500.000 afiliados. Cada vez cobraba más importancia la necesidad de estar preparados; primero para los ataques de los pistoleros de la patronal, pero en poco tiempo se vería que también para algo más.
Entre el 17 y el 19 de julio del '36 se sublevaron los militares. El estallido de la Guerra Civil no sorprendió a todos. Unos lo sabían, otros lo esperaban y otros lo temían. Mera, residente asiduo en la Modelo por ser el presidente del sindicato en la Huelga de la Construcción, fue liberado el 19 de Julio justo a tiempo para participar en la liberación de Madrid, Alcalá, Guadalajara y Cuenca. Después dirigió la defensa del Agua de Madrid en Somosierra. Su fama de hombre de acción y buen estratega se acrecienta con la legendaria escapada de la Sierra de Gredos en donde logra salvar a las columnas cercadas por las tropas moras, atravesando las montañas en una noche de lluvia.
El pueblo estaba haciendo frente a los sublevados con decisión, no será un paseo como habían pensado los militares. A medida que se "liberan" zonas, se ponen en funcionamiento las comunidades libertarias. En Barcelona se colectivizan las principales industrias de la ciudad, pueblos enteros empiezan a organizarse según los principios anarquistas. La economía funciona sin dinero, en ocasiones, con una mejor productividad. Se vive la euforia entre ios libertarios: ha llegado el momento de la Revolución. La ¡dea está en marcha y el Mundo Nuevo es posible.
En Noviembre del 30 es Cipriano quien pone freno a la huida del Gobierno de Madrid. Les detiene en Tarancón y él, con 1.000 de sus hombres, se dirige "a morir por la Defensa de Madrid" en sus horas más trágicas. La noche del 6-7 de noviembre Miaja lo asigna a la Zona de la Ciudad Universitaria-Puente de San Fernando: es el objetivo de Franco. Cipriano detiene el avance el día 8 con un contraataque hacia la Casa de Campo. Cita a sus albañiles en las trincheras y les dice que vengan con "la merienda de casa". Cipriano se revela como un hombre de integridad y valor incuestionables que no teme morir. Las balas le respetarán siempre; en cambio Durruti no tiene esa suerte y Mera le da un último beso en ía frente antes de morir en el Hotel Ritz.
Será "El Viejo" -como llaman a Cipriano a sus 39 años- quien desde su antimilitarismo ferviente propugne la militarización de las columnas para afrontar una guerra que ya no es una revolución sino una carnicería despiadada. Será una decisión muy dura para él, dictada por la necesidad de enfrentarse a un enemigo disciplinado y pertrechado que le acarreará enemistades dentro de la propia CNT. Participa en los asaltos al Pingarrón de la Batalla del Jarama, y dirige la famosa y bronca 14 división anarquista en la Batalla de Guadalajara contra las tropas de Mussolini. Él es el artífice de la victoria con un ataque a Brihuega en el que los italianos huyen despavoridos.
Su nombre y prestigio empiezan a estorbar a Stalin que necesita deshacerse de las influencias anarquistas, pero de nuevo esa intuición le salva de un ametrallamiento por la espalda en la Batalla de Brunete. Se enfrentará sucesivamente a Lister, al Campesino y a Modesto. Es mítica la liberación de la capitana Mika Etchevere a quien logra salvar personalmente cíe una cheka comunista con dos camiones de milicianos y un puñado de granadas de mano.
Propulsado por Miaja e Indalecio Prieto a Teniente Coronel de! IV Cuerpo del Ejército del Centro, dirigirá a más de 65.000 hombres y mujeres: 4 divisiones en un frente que va desde Somosierra a los Montes Universales de Cuenca. Ante la pérdida de Cataluña y la imposibilidad de seguir la guerra participa en el Consejo Nacional de Defensa de Casado y Miaja, con todos las fuerzas políticas, para obtener un final honroso, pero Franco tiene sed de sangre, Cipriano se pondrá al frente para detener la sublevación comunista en Madrid del ó al 12 de Marzo. El día 29 es el último frente de la guerra. Negrín, la Pasionaria, Lister, Modesto, el Campes¡no y Carrillo ya han huido desde hace un mes a Francia Largo Caballero felicita a Mera por su resistencia pero desde el exilio.
Será el albañil que no quería ser General y el General que solo deseaba volver a ser albañil. Desde Valencia huye a Orán y se ve inmerso en un exilio azaroso entre campos de concentración y desiertos del Norte de África. Es capturado por los colaboracionistas de Vichy en Casablanca en 1942 cuando subía a un barco hacia México y entregado a Franco atado de pies y monos. Habían capturado al eligrosísimo anarquista; ahora sólo le esperaba el paredón.
Cipriano, en el corredor de la muerte de la prisión de Portier, no desfallece y se dedica a escribir antes de morir los 3 volúmenes de sus "Cuadernos del Norte de África" descubiertos ahora por primera vez. Las protestas de medio mundo y el respeto que le tienen muchos de los generales de Franco le salvan a cambio de 30 años de presidio. Por supuesto intenta huir pero esta vez no lo consigue. Pese a todo, Franco no se atreverá a matarle y lo indulta en 1946. cuando Hitler y Mussolini ya han muerto.
En 1947 huye de España por los Pirineos con una misión: conseguir la unidad rota de la CNT en el exilio. Vuelve a ser el albañil de siempre y, tras una labor incansable, logra su objetivo en 1961 en el Congreso de Limoges. Mera es un elemento clave del "Dictamen Secreto" en el que se crea "Defensa Interior" o "El Submarino" con un objetivo: Matar a Franco. Para ello envía equipos a España que caen y mueren a manos de la Dictadura. Cipriano es encarcelado en La Santé de París. La presión internacional abre de nuevo las puertas de su celda. El mayo de 1908 no le coge por sorpresa; con 71 años seguirá construyendo barricadas con sus manos al lado de las banderas negras de los estudiantes de la Sorbona.
En 1969 le bajan físicamente del andamio, pero aún tiene tiempo de dictar sus memorias que publicará la Ed. Ruedo Ibérico. Mientras tanto los ortodoxos de la CNT le expulsan con acusaciones falsas. Casi todo el movimiento libertario de París se va con Cipriano a construir su última aventura: el periódico "Frente Libertario" que inunda la España franquista con envíos clandestinos. En 1972 el famoso director de Teatro Armand Gatti invita a Cipriano a llevar la bandera roja y negra de la CNT en su obra "La Columna Durruti". Por supuesto allí estará. Otto Preminger empieza a preparar una película sobre la vida de Cipriano Mera, pero llega tarde.
La ironía del destino le hará morir en París 20 días antes que Franco y será en su entierro donde se vea a la CNT unida por última vez. Acudirán filósofos como Agustín García Calvo, Simón de Beauvoir, Sartre, el presidente Tarradellas, el presidente de la II República en el Exilio, cadenas de TV como la BBC,... Cipriano fue traicionado, encarcelado, condenado y abandonado, pero siempre fue respetado. Está enterrado en una tumba sin lápida ni cruz.
VER TRAILER: http://www.vivirdepie.net/trailer.htm
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