ARTÍCULO DE TERRY EAGLETON PUBLICADO EN EL VIEJO TOPO Nº 258-259 DE JULIO 2009
¿Existe un antagonismo creciente entre civilización y cultura?. ¿Ha dejado la cultura de ser una solución para convertirse en un problema? ¿Y tiene ello que ver con el socialismo?. Terry Eagleton, en este artículo publicado recientemente en la revista International Socialism, responde a estas cuestiones.
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¿Existe un antagonismo creciente entre civilización y cultura?. ¿Ha dejado la cultura de ser una solución para convertirse en un problema? ¿Y tiene ello que ver con el socialismo?. Terry Eagleton, en este artículo publicado recientemente en la revista International Socialism, responde a estas cuestiones.
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Terry Eagleton (nacido en Salford, Inglaterra, 22 de febrero de 1943) se doctoró en el Trinity College de Cambridge y fue profesor en el Jesus College de Cambridge. Tras varios años de haber enseñado en Oxford (Wadham College, Linacre College y St. Catherine’s College), obtuvo la cátedra John Rylands de Teoría Cultural de la Universidad de Manchester, donde enseña actualmente.
Eagleton fue discípulo del crítico marxista Raymond Williams. Empezó su carrera como estudioso de la literatura de los siglos XIX y XX, para pasar después a la teoría literaria marxista, en la estela de Williams. En los últimos tiempos, Eagleton ha integrado los estudios culturales con la teoría literaria tradicional. En los años sesenta formó parte de Slant, un grupo católico de izquierda, y escribió varios artículos de corte teológico, como el libro Towards a New Left Theology. Sus publicaciones más recientes evidencian un interés renovado por los temas teológicos. Otra de las grandes influencias teóricas de Eagleton es el psicoanálisis. Ha sido, además, uno de los principales valedores de la obra de Slavoj Žižek en el Reino Unido.
Una introducción a la teoría literaria (1983), seguramente su obra más conocida, traza la historia de los estudios literarios contemporáneos, desde el romanticismo del siglo XIX al posmodernismo de las últimas décadas. El pensamiento de Eagleton está firmemente anclado en la tradición marxista y se ha mostrado crítico con líneas de pensamiento más modernas, como la deconstrucción. Como relata en su libro de memorias El portero, su marxismo va más allá del simple interés teórico, porque durante su paso por Oxford participó activamente en organizaciones marxistas (principalmente en International Socialists -precursor del Socialist Workers Party- y la Workers Socialist League de Alan Thornett) y hoy en día sigue comentando la actualidad política en publicaciones como New Statesman, Red Pepper y The Guardian.
En Después de la teoría (2003) pone en tela de juicio a la teoría cultural y literaria actual y destaca lo que llama la “bastardización” de ambas. La conclusión, no obstante, no resta méritos al estudio interdisciplinario de la literatura y la cultura; es más, Eagleton afirma que se trata de una fusión que permite estudiar de forma eficaz una amplia variedad de temas. Su acusación se centra en el rechazo de las categorías absolutas por parte de los teóricos y la posmodernidad.
En su libro de 1996 "Las ilusiones del posmodernismo", Eagleton critica este movimiento sosteniendo que la "posmodernidad" como epoca historica no existe, puesto que la modernidad capitalista aun no fue superada, cosa que solo puede lograr el socialismo. Ademas, ve a los posmodernistas como gente pesimista desencantada de las variantes estalinistas de socialismo, tras la caida del muro de Berlin en 1989.
Eagleton sostiene que existe una categoría absoluta: todas las personas viven en un cuerpo que no puede ser poseído, pues nada han hecho para adquirirlo y nada (a excepción del suicidio) pueden hacer para librarse de él. Nuestros cuerpos y su muerte subsiguiente son un absoluto en torno al cual la especie humana puede llevar a cabo sus acciones. Eagleton ha publicado también una trilogía en la que reúne sus estudios sobre cultura irlandesa.
Eagleton fue discípulo del crítico marxista Raymond Williams. Empezó su carrera como estudioso de la literatura de los siglos XIX y XX, para pasar después a la teoría literaria marxista, en la estela de Williams. En los últimos tiempos, Eagleton ha integrado los estudios culturales con la teoría literaria tradicional. En los años sesenta formó parte de Slant, un grupo católico de izquierda, y escribió varios artículos de corte teológico, como el libro Towards a New Left Theology. Sus publicaciones más recientes evidencian un interés renovado por los temas teológicos. Otra de las grandes influencias teóricas de Eagleton es el psicoanálisis. Ha sido, además, uno de los principales valedores de la obra de Slavoj Žižek en el Reino Unido.
Una introducción a la teoría literaria (1983), seguramente su obra más conocida, traza la historia de los estudios literarios contemporáneos, desde el romanticismo del siglo XIX al posmodernismo de las últimas décadas. El pensamiento de Eagleton está firmemente anclado en la tradición marxista y se ha mostrado crítico con líneas de pensamiento más modernas, como la deconstrucción. Como relata en su libro de memorias El portero, su marxismo va más allá del simple interés teórico, porque durante su paso por Oxford participó activamente en organizaciones marxistas (principalmente en International Socialists -precursor del Socialist Workers Party- y la Workers Socialist League de Alan Thornett) y hoy en día sigue comentando la actualidad política en publicaciones como New Statesman, Red Pepper y The Guardian.
En Después de la teoría (2003) pone en tela de juicio a la teoría cultural y literaria actual y destaca lo que llama la “bastardización” de ambas. La conclusión, no obstante, no resta méritos al estudio interdisciplinario de la literatura y la cultura; es más, Eagleton afirma que se trata de una fusión que permite estudiar de forma eficaz una amplia variedad de temas. Su acusación se centra en el rechazo de las categorías absolutas por parte de los teóricos y la posmodernidad.
En su libro de 1996 "Las ilusiones del posmodernismo", Eagleton critica este movimiento sosteniendo que la "posmodernidad" como epoca historica no existe, puesto que la modernidad capitalista aun no fue superada, cosa que solo puede lograr el socialismo. Ademas, ve a los posmodernistas como gente pesimista desencantada de las variantes estalinistas de socialismo, tras la caida del muro de Berlin en 1989.
Eagleton sostiene que existe una categoría absoluta: todas las personas viven en un cuerpo que no puede ser poseído, pues nada han hecho para adquirirlo y nada (a excepción del suicidio) pueden hacer para librarse de él. Nuestros cuerpos y su muerte subsiguiente son un absoluto en torno al cual la especie humana puede llevar a cabo sus acciones. Eagleton ha publicado también una trilogía en la que reúne sus estudios sobre cultura irlandesa.
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