SE TRATA DE 3.200 DOCUMENTOS DESCONOCIDOS DEL ESCRITOR QUE PERMANECEN EN LA HABANA
A partir de hoy y con la colaboración de instituciones de EEUU, las autoridades cubanas sacan a la luz unos 3.200 documentos inéditos de Ernest Hemingway, digitalizados y conservados hasta ahora en el Museo Finca Vigía, residencia habanera del escritor.
Son manuscritos, cartas, telegramas, recortes de periódicos, pólizas de seguros, facturas y otros escritos personales de Hemingway que están ahora a disposición de especialistas, académicos e investigadores. También aparecen el epílogo de Por quien doblan las campanas, novela sobre la Guerra Civil española, y el guión de El viejo y el mar, obra maestra adaptada al cine en 1958 con Spencer Tracy.
"Se trata de documentos prácticamente inéditos. Sólo se conocen algunos a partir del libro Hemingway en Cuba [del escritor cubano Norberto Fuentes], pero la mayor parte ha permanecido entre los archivos de Finca Vigía durante más de 45 años", afirmó la directora del Museo Finca Vigía, Ada Rosa Alfonso.
La última residencia
Situada en San Francisco de Paula, a 15 kilómetros del centro de La Habana, la Finca Vigía fue la última residencia de Hemingway. Nacido en 1898 en Chicago, el Premio Nobel de Literatura llegó por primera vez a Cuba en 1932, principalmente para pescar.
La apertura del archivo con los 3.200 documentos coincide con el final de las obras de restauración del Yate Pilar, a bordo del cual Hemingway solía recorrer el Golfo de México. Fue en Cuba donde escribió El Viejo y el mar, publicada en 1952.
No todo el mundo podrá ver y leer esos pequeños tesoros de la literatura. Como lo indica en su página web el Consejo Nacional del Patrimonio Cultural de Cuba.
Sólo los investigadores, "previa solicitud formal y avalados por una institución", podrán acceder al material. El próximo mes de febrero, Cuba donará copias digitalizadas de esos documentos a la Biblioteca Kennedy de Boston, en EEUU.
La restauración y digitalización de los documentos fue posible gracias a la colaboración de instituciones estadounidense el Centro de Investigación de Ciencias Sociales de Massachusets y cubanas el Consejo Nacional del Patrimonio Cultural de Cuba y el Centro Nacional de Conservación y Restauración.
"Pensamos que este proyecto cultural realmente es un ejemplo de lo que pueden ser las relaciones entre intelectuales de Cuba y de Estados Unidos", dijo la presidenta del Consejo Nacional del Patrimonio Cultural, Margarita Ruiz.
Este principio de colaboración es el resultado de un acuerdo para la preservación de los documentos y objetos de la Finca Vigía firmado en noviembre de 2002 entre el Centro de Investigación de Ciencias Sociales de Massachusets y las autoridades cubanas.
Fidel Castro estaba presente. También el congresista demócrata James McGovern, quien había hablado entonces de su "pasión por derribar las paredes innecesarias y crear una nueva relación" entre ambos países.
En sus memorias, How it was, la cuarta esposa de Hemingway, Mary Welsh, escribió que su marido había "llenado de papel prácticamente cada gaveta de la finca".
Tras la muerte del escritor en 1961, la Vigía fue donada por sus familiares a las autoridades cubanas, que la convirtieron en museo. Había entonces más de 15.000 documentos y objetos, desde cuadros, mapas, fotografías, libros y revistas, hasta máquinas de escribir y botellas de alcohol. Los cubanos aseguraron que están trabajando en el rescate de otras 1.000 piezas.
Relación con Fidel Castro
Fidel Castro y Hemingway coincidieron tres veces antes de que el novelista regresara a EEUU en 1960, donde se suicidó un año más tarde. En 2002, cuando se firmó el acuerdo para la preservación de los documentos de la Finca Vigía, el entonces presidente cubano recordó que nunca había leído "algo tan maravilloso como El viejo y el mar" y que "el momento cumbre de aquella narración consiste en el monólogo de un hombre hablando consigo mismo, solo un personaje, un viejo meditando, reflexionando, soñando y luchando para llegar al final". Palabras de actualidad para el retirado comandante.
La unión entre EEUU y Cuba que consiguió de manera póstuma Ernest Hemingway tiene, sin embargo, sus límites. El Fondo Nacional para la Conservación Histórica de EEUU incluyó la Finca Vigía en la lista de lugares históricos estadounidenses, aunque nunca consiguió que Washington asumiera su parte de la restauración del Museo. Los archivos que ahora se ponen a disposición aguantaron años de silencio, embargo y humedad tropical.
Y fueron restaurados gracias a la colaboración también inédita entre instituciones de los dos países, aunque los gastos de la Finca Vigía sólo corren a cargo de Cuba; el embargo que EEUU mantiene desde 1963 prohíbe aportar fondos a la isla.
Fuente: Guillaume Fourmont (Público)
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