El diseñador ruso Alexander Fedorov crea carteles en los que los
personajes principales son los edificios del modernismo sísmico de
Tashkent, un estilo arquitectónico que surgió en la capital de
Uzbekistán tras un gran terremoto.
En 1966, un rterremoto muy fuerte destruyó muchos edificios de Tashkent, la capital de Uzbekistán, y su reconstrucción tuvo lugar justo durante el apogeo del modernismo soviético,
por lo que la ciudad adquirió un paisaje arquitectónico asombroso,
donde se mezclaron elementos de estilo oriental y de estilo moderno. Los edificios erigidos después del terremoto se llamaron más tarde modernismo sísmico de Tashkent.
El diseñador Alexander Fedorov
crea carteles que representan los principales edificios de este estilo
con información breve sobre cada edificio: nombre, fecha de
construcción, nombres de ingenieros y arquitectos.
En un momento tan difícil de la vida, cientos de miles de personas se
unen para apoyarse mutuamente. Sólo mediante el esfuerzo conjunto, la
amistad y la ayuda mutua podremos superar todos los problemas.
Las dificultades temporales ya han alcanzado a los uzbekos en más de
una ocasión. Un ejemplo claro es el terremoto de Tashkent del 26 de
abril de 1966 a las 05:23 hora local.
La tragedia conmocionó a todo el país. El terremoto destruyó cientos
de casas; el centro de Tashkent fue el que más sufrió. Más de 300.000
personas se quedaron sin hogar y se vieron obligadas a vivir en tiendas
de campaña. Gracias a la ayuda amistosa de las repúblicas soviéticas, se
emprendió un enorme proyecto para reconstruir prácticamente toda la
ciudad y construir nuevas urbanizaciones. Para conmemorar el
acontecimiento, el 20 de mayo de 1976 se erigió en Tashkent el Monumento
al Valor. El monumento fue creado por el escultor y artista Dmitry
Ryabichev.
La idea principal del monumento es la amistad, la resistencia del
espíritu y el valor de las personas. En la imagen artística se
representa un cubo de granito negro. Representa una esfera de reloj, la
fecha y el año de la tragedia, por la que pasa una hendidura que
simboliza un terremoto. La grieta del cubo negro conduce a la imagen de
una familia. Aquí vemos a una mujer acunando a un niño con una mano y a
un hombre haciendo un gesto de repulsa.
Los bajorrelieves completan la composición. Sirven de fondo al
monumento y están dispuestas en semicírculo. Los bajorrelieves muestran a
personas valientes que ayudaron desinteresadamente a reconstruir la
ciudad.
El Monumento al Valor es un hito importante en la ciudad. Aquí acuden
los recién casados con flores y los invitados de la capital. A jóvenes y
mayores les gusta relajarse cerca del monumento. El monumento transmite
la fuerza del espíritu y la esperanza de que todas las dificultades
temporales se superarán definitivamente.
Fuente: uzbekistan.travel
Fragmento con los bajorrelieves del trabajo solidario del pueblo soviético
Reparto principal
Aïssa Maïga (Suzanne)
Arthur Jugnot
(Pasquier)
Éric Viellard
(Sonthonax)
Jimmy Jean-Louis
(Toussaint Louverture)
Yann Ebongé
(Moyse)
Hubert Koundé
(Dessaline)
Crítica de la película sobre el héroe haitiano Toussaint Louverture y conversación con su protagonista Jimmy Jean-Louis
«Arrancad de raíz conmigo el árbol de la esclavitud.» Con esta frase
llamaba Toussaint Louverture a los negros de la parte francesa de la
isla de La Española a unirse a la lucha antiesclavista. Entre
sublevaciones y levantamientos corrían los últimos años del siglo XVIII
en este pequeño territorio del Nuevo Mundo, donde esclavos de […]
«Arrancad de raíz conmigo el árbol de la esclavitud.» Con esta frase
llamaba Toussaint Louverture a los negros de la parte francesa de la
isla de La Española a unirse a la lucha antiesclavista. Entre
sublevaciones y levantamientos corrían los últimos años del siglo XVIII
en este pequeño territorio del Nuevo Mundo, donde esclavos de
plantaciones coloniales se lanzaban a la persecución de ideales
libertarios, haciéndose eco de los sueños de igualdad, libertad y
fraternidad promulgados por los padres de la revolución francesa; unas
proclamas que no habían dejado de retumbar desde 1789 y que adquirían en
el Caribe su pleno sentido. La frase de Toussaint ha traspasado
fronteras para convertirse en mito, pero su autor no ha corrido pareja
suerte, habiéndosele privado del lugar histórico que merece, siendo un
desconocido para el público general y un tema controvertido aún hoy en
cátedras de historia y debates políticos.
Tampoco la industria del cine se había atrevido a enfrentarse a una
de las personalidades más relevantes de todos los tiempos, desajuste
histórico que se ha saldado con la película homónima del francés
Philippe Niang y de la que Jimmy Jean-Louis es su protagonista. Conocido
por el público internacional tras su aparición en la serie
estadounidense Héroes en el rol de «el haitiano», Jimmy Jean-Louis se ha convertido desde el estreno de Toussaint Louverture
en el embajador en el extranjero de su país (Haití) y, por extensión,
de la población diaspórica africana en el Caribe. En sus espaldas ha
recaído el encarnar al héroe que da nombre a la película, un
esperadísimo biopic para televisión producido en Francia. Toussaint
Louverture (1743-1803), de raíces africanas, nacido esclavo y libre a
los 33 años porque, como él mismo diría «nací esclavo, pero la
naturaleza me dio el alma de un hombre libre», era un hombre instruido y
culto, buen administrador de sus plantaciones y el líder astuto y de
gran inteligencia político-militar que necesitaba su país para lograr la
independencia de Francia tras largos años de conflicto armado y
alianzas con las potencias coloniales hegemónicas en la zona. Además de
su habilidad como estratega y negociador político, destaca por ser el
primer hombre en establecer un estado libre de esclavitud, tal y como
recogía la constitución que hizo redactar. El texto fundacional haitiano
sentaría el precedente que sería posteriormente imitado en América y en
todo lo largo y ancho del planeta. Uno de los iniciadores del
movimiento mundial por la abolición de la esclavitud, sigue a la espera
de ser reconocido en toda su grandeza e importancia histórica. Muerto en
Francia en 1802, a donde le condujeron las tropas de Bonaparte como
castigo por haber promulgado una constitución que otorgaba la autonomía a
toda la isla de La Española un año antes, su lucha revolucionaria no
quedaría en saco rato, pues poco después (1804) su lugarteniente
Jean-Jacques Dessalines declararía la independencia de Saint Domingue
bautizándola con un nombre local: Haití (tierra montañosa). Las
películas históricas y las epopeyas heroicas han sido un género
practicado desde los inicios del cine y, sin embargo, hasta el siglo XXI
los intereses económicos de la industria cinematográfica no han dado el
respaldo necesario para llevar a la pantalla a un personaje histórico
del calado de Toussaint Louverture. Deleitarse con el paternalismo
febril de un dotado hombre blanco hacia su ayudante negro a través de la
gozosa explotación de la violencia coreografiada en Djiango desencadenado
de Quentin Tarantino entra dentro de los parámetros de la
espectacularidad del cine comercial; adentrarse en los lodazales de una
revuelta que cambiaría la historia frente a todo pronóstico, demostrando
el poder de la lucha colectiva para lograr la independencia y erradicar
la esclavitud, y todo ello liderado por un negro inteligente y autónomo
en cada una de sus decisiones, era algo para lo que el público global
(véase occidental) no estaba todavía preparado para digerir, o eso
creían sus socios capitalistas.
¿Además de por el mero hecho de traer a las pantallas al héroe
revolucionario, cuáles son las virtudes de esta película realizada para
televisión y cuidadosa en los detalles histórico? Tras su presentación,
las críticas han venido desde dos flancos: de las voces más estrictas de
la intelectualidad africana y de la diáspora, las cuales piden una
mayor fidelidad histórica a la vez que consideran que los horrores de la
esclavitud y el colonialismo se han evitado interesadamente, y, en
segundo lugar, de aquellos incapaces de apreciar una película dirigida a
un público mayoritario, carente de los elementos que la convierten en
un producto de festival al no innovar en su propuesta audiovisual o
demostrar un estilo único e inimitable. Danny Glover, actor famoso y
referente en la lucha por la causa africana, lleva décadas intentando
reunir el dinero necesario para filmar una película sobre este mismo
personaje histórico sin conseguirlo. Las motivaciones económicas y las
restricciones ideológicas de la industria cinematográfica impiden que
muchos proyectos de similar calado y urgencia salgan a la luz, y en la
capacidad de negociación y maniobra del director y el productor reside
el hallar el camino que permita, tras negociaciones, muchas cesiones y
algunas victorias, realizar la película. Toussaint Louverture es
un ejemplo del arduo camino que recorren propuestas audiovisuales con
temas conflictivos, teniendo que adaptarse a ciertas limitaciones como
convertirse en un drama histórico, en el que vestimenta, costumbres,
idioma y localización alcanzan preeminencia frente a las pequeñas
historias humanas, excediéndose quizás en la idealización de un hombre
convertido en héroe. Dicho esto, gracias a la calidad del reparto de
actores y actrices (entre los que se encuentra la soberbia Aïssa Maïga
interpretando a la esposa del revolucionario), al trabajo de
investigación del director y a su compromiso en la causa de dar a
conocer al público mayoritario la historia de liberación de Haití, las
tres horas que dura la película pasan inadvertidas para el espectador,
quien se siente orgulloso de asistir a la puesta en escena de una vida
modélica, donde el espíritu de superación y la lucha contra la
injusticia llevaron finalmente a la libertad, aunque para cambiar el
curso de la historia se acabase con la vida de muchos hombres y mujeres.
Biopic histórico tradicional y bien terminado, conocedor del ritmo del
montaje y de las potencialidades del género, aunque haya debido evitar
escenas explícitas de violencia o sexo por imposiciones televisivas, Toussaint Louverture consigue alcanzar momentos de gran veracidad por las actuaciones de sus protagonistas y secundarios.
Desde su finalización, la película lleva dando vueltas por festivales
y ha sido proyectada ampliamente por la televisión francesa, periplo
que está logrando su objetivo principal: el ser distribuida en una gran
diversidad de mercados. En este deambular de colas de aeropuerto,
recepciones oficiales, charlas con el público y encuentros con la
industria del espectáculo se encuentra desde hace más de un año Jimmy
Jean-Louis, rostro, cuerpo y alma de la película, quien se ha tomado su
trabajo con la seriedad y rigor que el personaje y el evento obligan
para un oriundo de Haití, emigrado con su familia a Francia en la
infancia y residente a caballo entre París y Los Ángeles tanto por su
carrera cinematográfica como por su interés en educar a sus hijos entre
ambas culturas. Con una trayectoria variopinta que incluye pasarelas de
moda de la mano de modistos italianos; el parqué de un teatro aledaño a
las Ramblas durante tres años, donde actuó en el musical La Belle Epoque;
o los platós de rodaje de anuncios publicitarios, videos musicales y
series de televisión, los pasos le han llevado finalmente a Hollywood,
en donde ha interpretado a secundarios en películas de éxito hasta ser
elegido para el papel que marcará un antes y un después en su recorrido
vital: Toussaint Louverture.
Con motivo de su presencia en el Festival de cine africano de Nueva
York este mes de abril, donde su película fue elegida para inaugurar el
festival, tuve el placer de conversar con el actor sobre cómo ve el
futuro del cine en el Caribe; la recepción internacional de su último
filme; la necesidad de crear alianzas entre países vecinos del sur; la
importancia de ofrecer narrativas diversas a las generalistas, y la
realidad del día a día en su país natal, donde sigue viviendo su
familia. Jimmy Jean-Louis, hoy la cara de Haití, sabe la responsabilidad
que conlleva su posición de personaje público y las oportunidades que
se le abren para ayudar al desarrollo de su país. Tras el terremoto del
2010, él, su esposa y un equipo de colaboradores fundaron la ONG Hollywood Unites for Haiti ( http://hufh.org/
) cuya misión es proveer de educación cultural y deportiva a los
jóvenes más desfavorecidos de la isla. En pleno funcionamiento en la
actualidad, muestra de forma práctica la implicación de este actor y
activista, ejemplo de solidaridad y responsabilidad ciudadana y
política, el cual aprovecha cada espacio que se le brinda para ofrecer
una visión diferente de su país y de sus gentes, tan maltratados por los
prejuicios y estereotipos que se perpetúan desde el exterior.
Beatriz Leal: ¿Cómo fuiste contactado para la formar parte de la película?
Jimmy Jean-Louis: Estaba en mi casa en Los Ángeles cuando me
llamó el productor, el cual estaba en Martinica. Como tenía que
desplazarme a la isla en unos días nos vimos y arreglamos mi
participación en el proyecto. Había muchos elementos que provocaron que
ese momento en mi carrera fuese el ideal y se me pidiese interpretar a
Toussaint Louverture: era un actor que trabajaba en Hollywood, estaba
terminando una película en París y, gracias al personaje del «haitiano»
en la serie de televisión Héroes encarnaba a mi país para el
público general. Como actor no se te presentan oportunidades como ésta
muy a menudo e, independientemente de tu forma de actuar, de tu
capacidad de tocar la sensibilidad del espectador, interpretar a un
personaje icónico como Toussaint es una oportunidad única por la que
estaré eternamente agradecido.
BL: El cineasta francés Philippe Niang, aunque de ascendencia
senegalesa, no tenía conexión directa con Haití; ¿sabes cuáles fueron
las razones por las que él fuese el que se hiciese cargo de la dirección
de la película?
JJ-L: Como sabrás por sus obras previas, Philippe Niang es un
director que se dedica en cuerpo y alma a cada uno de sus proyectos,
embarcándose en largas temporadas de investigación para comprender en
profundidad el tema que tiene entre manos. Su entrega fue absoluta,
viéndose favorecido su trabajo por la ayuda que le fueron brindando la
mayor parte de los más reconocidos directores negros de talla
internacional, los cuales tuvieron, en uno u otro momento, cierta
conexión con la película.
BL: Sin duda, uno de los consultados debió ser Raoul Peck,
originario de Haití y director en la actualidad de la reconocida escuela
de cine parisina; la FEMIS.
JJ-L: Raoul Peck es, en efecto, uno de los grandes maestros de
cine de mi país y tuvo un papel fundamental en la película, trabajando
en ella durante cuatro años. En cierto momento, se suponía que él sería
su director y aunque finalmente no sucedió, la película que vemos hoy es
la que él querría haber realizado.
BL:Toussaint Louverture se presentó en 2012 en el Festival Panafricano de Los Ángeles (EE.UU.). ¿Cuál fue la recepción de la audiencia?
JJ-L: Realmente interesante, ya que el público se quedó
sorprendido de que una historia como ésta se hubiese llevado a la
pantalla. Entre los espectadores estaban numerosas personas interesadas
en la historia de Haití, razón por la que, al finalizar la película, se
desarrolló una acalorada discusión que duró casi una hora y durante la
que ni un alma abandonó la sala. Querían hacer preguntas, saber más… Me
llena de orgullo, ya que significaba un acto de reconocimiento al
trabajo hecho y a la posibilidad de presentar, incluso en los EE.UU.,
una película que trata la historia de un hombre que ha sido tan
controvertido y por ello silenciado durante tanto tiempo.
BL: De hecho, esta controversia alrededor de una de las
figuras históricas más relevantes de la historia, ha sido fundamental a
la hora de que Danny Glover haya tenido que desistir de realizar su
película sobre Toussaint Louverture tras tantísimos años intentándolo.
Por su reconocida labor dando a conocer la historia africana y de su
población en la diáspora así como apoyando a intelectuales y artistas
del continente, algunos han criticado el hecho de que esta película se
le haya adelantado y que venga producida con dinero francés. Desde mi
punto de vista, se trata de la primera película sobre un hombre de tal
carisma, personalidad y relevancia histórica, que estamos ante el punto
de partida de muchas otras producciones por llegar.
JJ-L: Esto es exactamente lo que opino sobre esta película.
Comprendo que los expertos de cine sean críticos, pero la inmensa
mayoría están muy satisfechos con el resultado. Hay quienes preferirían
ver más acción, más sangre en la pantalla… pero no debemos olvidar que
la película se realizó para ser pasada por televisión para una audiencia
numerosa y variada. Al rodar para este formato televisivo se te imponen
restricciones. Esta es la causa de que no pudiésemos mostrar los
momentos más duros de la esclavitud. La película estaba programada para
las 20:30, una hora en la que madres y niños comparten la sobremesa ante
el televisor…
BL: Lo que me lleva a preguntarte, cuál fue la reacción del público cuando se proyectó en Francia y, por extensión, en Europa.
JJ-L: Quedamos muy satisfechos y si es verdad que una película
se realiza para que la mayor cantidad de gente posible la vea, la
distribución en Francia fue excelente. Más de 8 millones de personas
pudieron verla y, aunque la película ha viajado mucho y muy bien por
festivales internacionales por todo el planeta, los números ni se le
aproximan si los pusiésemos todos en el mismo bote. La recepción europea
fue tan buena que incluso recibí una nominación a mejor actor en el
festival de cine de Mónaco, donde se presentan películas de todos los
países del mundo, lo cual es un gran reconocimiento. Hace poco que se
han vendido los derechos de distribución a Rusia llegando, poco a poco, a
otros mercados. Hace un mes estuve en China, donde parece que también
tienen interés en comprarla… La realidad es que esta película es válida
para cualquier tipo de audiencia al tratarse de una historia universal
de un hombre corriente que se convierte en héroe por su propio esfuerzo y
valía. Es un tipo de historia que se repite, similar a la de Nelson
Mandela o el Dalai Lama… Aunque se ha presentado en muchos festivales
especializados en cine africano, no ha quedado reducida a este circuito,
y estoy convencido que irá encontrando su lugar ya que no tenemos
prisa.
BL: Nos queda el lugar más importante: Haití. Con la carencia de infraestructuras en el país: ¿cómo la lograsteis proyectar?
JJ-L: En un primer momento, organizamos una premiere con la
gente de la industria del cine, en la que también invitamos a
representantes del gobierno, a embajadores y personalidades relevantes
de diversos ámbitos culturales. Posteriormente, realizamos proyecciones
en diversas ciudades para la gente corriente y, para terminar, dimos la
película a las cadenas de televisión locales para que hiciesen con ella
lo que se les antojase mejor. Por lo que me cuenta mi familia: ¡la pasan
por televisión una vez por semana!
BL: Con tu organización benéfica Hollywood Unites for Haiti
viajas regularmente a Haití y estarás en contacto con personalidades de
la cultura y la industria del espectáculo. ¿Crees posible que en,
digamos, 5 ó 10 años, Haití pueda tener una industria cinematográfica?
Emplear el cine como arma para ofrecer imágenes diferentes del país al
público mundial permitiría cambiar las ideas y la perspectiva que tienen
sobre éste, especialmente tras la sobrecarga de imágenes de los medios
de comunicación que llegaron tras el terremoto con una tendencia
miserabilista y distópica notables. ¿Crees que el éxito de tu película
ha situado al cine en la agenda del gobierno local?
JJ-L: El cine todavía no es una prioridad, debido a la
urgencia de otros temas como la salud, la educación, la construcción de
estructuras habitables tras el terremoto, el mantenimiento de una red de
agua potable, la lucha contra las epidemias o la creación de un
gobierno estable… pero sí que creo que se está recuperando el espíritu
de apoyo al cine que existía hace 10 ó 15 años y que, tristemente,
colapsó con los diversos acontecimientos dramáticos de mi país. Hoy en
día, el cine podría ser la mejor arma de la que dispone Haití para
cambiar la imagen y la percepción que se tiene de éste y sus gentes. Una
vez empiezas a contar historias positivas, opuestas al drama y la
miseria imperantes en documentales hechos en su mayor parte por
extranjeros, otras historias vendrán, y Haití, a pesar de su pequeño
tamaño, tiene una cultura rica y una larga y complicada historia aún por
contar.
BL: Dentro del movimiento de cooperación Sur-Sur, ahora en
auge, quizás Haití debería considerar la posibilidad de aliarse con sus
vecinos caribeños y latinoamericanos, especialmente compartiendo isla
con la República Dominicana. ¿Sabes si se están dando pasos en esta
dirección?
JJ-L: Sé que se están produciendo movimientos en este sentido
y, en concreto, la República Dominicana, un país al que viajo
regularmente, está apostando con fuerza para convertirse en el centro de
la industria cinematográfica del Caribe, para llegar incluso a situarse
a la cabeza de los países punteros de Latinoamérica como México,
Argentina o Brasil. ¿Cuál será el papel de Haití en todo ello? Espero
que tenga algún lugar… pero es muy delicado, porque nadie quiere
reconocer lo que Haití ha hecho por el mundo, incluso en cuanto a la
estructura económica: la cual cambió totalmente con la independencia de
Haití. Tengo la esperanza de que se empiecen a hacer muchas más
películas sobre nuestros héroes para que la gente entienda la
importancia de mi patria. Hoy en día sólo se habla de un par de cosas
como el terremoto, y antes del vudú y de los dictadores. Hemos de
limpiar la imagen de Haití de estas imágenes negativas preponderantes
que dan a la realidad un solo color. Tenemos que ofrecer una realidad
más compleja para el resto del mundo…
BL: … situando a tu país en el contexto adecuado en relación a
la gente y las culturas de Sudamérica, del Caribe y del sur de los
EE.UU. con su tradición criolla… Los occidentales saben ciertas cosas de
Haití, pero no entienden la complejidad y características especiales de
su cultura y sus habitantes.
JJ-L: Totalmente de acuerdo: ¡hablamos en francés! Cosas tan
simples como ésta siguen sin estar claras, llegando hasta el punto de
ignorar la ubicación de Haití en el mapa… Hechos tan sencillos como
éstos se han de repetir una y otra vez para que finalmente sean
asimilados.
BL: Es decir; el poder y la necesidad de las
«contra-narrativas» en oposición a las que los medios de comunicación
generales nos ofrecen por activa y por pasiva. Gente como tú, que vive
una existencia nómada, una cualidad compartida hoy en día por muchísimos
hombres y mujeres, está creando la posibilidad de establecer lazos de
comprensión mutua que permitan acercarse a la complejidad de lo que
significa, en tu caso, ser haitiano en el siglo XXI. Para complementar
películas heroicas como la de Toussaint, se están produciendo más y más
historias individuales de hombres y mujeres que se sitúan en el
presente. Entre las más recientes destacan sendas películas de mujeres
haitianas: Stones in the Sun (2012) de Patricia Benoit y Elza (2011)
de Mariette Monpierre. Ambas proponen una visión compleja de las
relaciones raciales, la existencia del exilio y la diáspora, la mezcla
cultural y los problemas ligados a los regímenes dictatoriales y sus
efectos traumáticos en la población, así como el papel de la mujer en el
necesario proceso de reconstrucción nacional. ¿Qué opinas de estas
películas?
JJ-L: Estamos dentro de un proceso complejo que tomará mucho
tiempo, y cada una de estas películas constituye un paso adelante para
conseguir la liberación y autonomía real de nuestro pueblo. Nuestra
misión: abrir los ojos de la gente.
La Orden 227
fue una orden introducida el 28 de julio de 1942 por el Comisario del
Pueblo para la Defensa de la Unión Soviética, José Stalin. De este texto
surgió el lema : Ни шагу назад!(en español: ¡Ni un paso atrás!).
Esta orden era en parte la misma que la Orden 270, que se había
introducido un año antes en un momento crítico de la Segunda Guerra
Mundial.
La Orden 227 establecía lo siguiente:
Que en cualquier circunstancia se erradique con determinación a
las tropas en retirada y que se impida la propaganda que les permita
continuar la retirada hacia el este.
Que se creen de 5 a 10
compañías de castigo formadas por soldados y suboficiales que hayan roto
la disciplina por cobardía o inestabilidad. Estas unidades serán
desplegadas en los sectores más difíciles del frente, dándoles la
oportunidad de pagar con sangre sus crímenes contra la patria.
Que
se creen de 1 a 3 batallones penales con 800 miembros, formados por
comandantes, comandantes supremos y oficiales políticos que rompieran la
disciplina por cobardía o inestabilidad. Estos batallones serán
colocados en las partes más difíciles de un frente, dándoles la
oportunidad de pagar con sangre sus crímenes contra la patria.
Que
se coloquen de tres a cinco unidades de guardia bien armadas detrás de
las divisiones inestables. Estarán obligadas a ejecutar a los que buscan
el pánico y a los cobardes en el acto en caso de pánico y de retirada
caótica, dando a los soldados leales la oportunidad de cumplir con su
deber por la patria.
Que todos los comandantes del ejército, los
comisarios, los comandantes de regimiento y los comandantes de batallón
que permitan que sus tropas se retiren sin el permiso de los
comandantes del ejército sean destituidos de sus cargos y castigados
adecuadamente.
La intención era endurecer la moral del Ejército Rojo. En realidad,
tuvo un efecto generalmente perjudicial y no se aplicó de forma
coherente.
Los comandantes consideraban un desperdicio de mano de obra, municiones y armas el establecimiento de unidades de guardia.
Las unidades de guardia fueron disueltas por Stalin en 1944 con la
Orden 349 después de revisar el cambio de la situación en el frente.
El texto de la Orden 227
El enemigo aporta cada vez más recursos al frente y avanza sin
prestar atención a sus pérdidas. Penetran cada vez más profundamente en
la Unión Soviética, conquistan nuevos territorios, destruyen y saquean
nuestras ciudades y pueblos, violan, matan y roban al pueblo soviético.
Los combates tienen lugar en Voronezh, cerca del Don, en el sur
de Rusia y a las puertas del norte del Cáucaso. Los invasores alemanes
avanzan hacia Stalingrado, hacia el Volga, y quieren conquistar a toda
costa Kuban y el Cáucaso Norte con sus riquezas de petróleo y pan.
El enemigo ya ha capturado Voroshilovgrad, Starobelsk, Rossosh, Kupiansk, Valuiki, Novocherkassk, Rostov del Don
y la mitad de Voronezh. Algunas unidades del Frente Sur, siguiendo a
los alarmistas, han abandonado Rostov y Novocherkassk sin resistencia
seria y sin órdenes de Moscú. Por vergüenza cubren sus banderas.
El pueblo de nuestro país, que trata al Ejército Rojo con amor y
respeto, está empezando a sentirse decepcionado y está perdiendo la fe
en él. Muchos de ellos maldicen al ejército por huir al este y dejar a
la población bajo la ocupación alemana.
Algunos insensatos del frente se consuelan con argumentos de que
podemos continuar la retirada hacia el este, ya que tenemos vastas
zonas; mucha tierra, mucha gente, y que siempre tendremos abundancia de
pan.
Con estos argumentos intentan justificar su vergonzoso comportamiento
en el frente. Pero todos estos argumentos son completamente falsos,
están falseados y funcionan en beneficio de nuestros enemigos.
Cada comandante, cada soldado y cada funcionario político debe
darse cuenta de que nuestros recursos no son infinitos. El territorio de
la Unión Soviética no es un desierto; es gente, trabajadores,
campesinos, intelectuales, nuestros padres y madres, esposas, hermanos e
hijos.
El territorio de la URSS que ha sido conquistado por el enemigo y
que el enemigo quisiera conquistar es el pan y otros recursos para el
ejército y los civiles, el hierro y el combustible para las industrias,
las fábricas que suministran municiones al ejército; también son los
ferrocarriles.
Con la pérdida de Ucrania, Bielorrusia, los Estados Bálticos, la
cuenca de Donetsk y otras zonas, hemos perdido vastas áreas. Eso
significa que hemos perdido mucha gente, pan, metales y fábricas. Ya no
tenemos superioridad sobre el enemigo en cuanto a recursos humanos y
suministro de pan.
Continuar la retirada significa destruirnos a nosotros, y también
a nuestra patria. Cada nuevo trozo de territorio que dejemos al enemigo
fortalecerá a nuestro enemigo y nos debilitará a nosotros, a nuestra
defensa, a nuestra patria.
Por lo tanto, debemos erradicar las conversaciones de que podemos
retroceder sin fin, que tenemos mucho territorio, que nuestro país es
grande y rico, que tenemos muchos habitantes y que siempre tendremos
suficiente pan.
Estas conversaciones son falsas y perjudiciales, porque nos
debilitan y fortalecen al enemigo, porque si no dejamos de retroceder,
nos quedaremos sin pan, sin combustible, sin metales, sin materias
primas, sin fábricas y sin ferrocarriles.
La conclusión es que es hora de dejar de retroceder. ¡No hay
retirada en absoluto! Este debería ser nuestro lema a partir de ahora.
Debemos proteger obstinadamente cada punto fuerte, cada metro de
suelo soviético, hasta la última gota de sangre. Coge cada trozo de
nuestro suelo y defiéndelo todo lo que puedas. Nuestra patria está
pasando por momentos difíciles.
Debemos detenernos, luchar y destruir al enemigo, sin importar lo
que nos cueste. Los alemanes no son tan fuertes como dice el pánico.
Están estirando sus fuerzas hasta el límite. Resistir su golpe ahora es
asegurar la victoria en el futuro.
¿Podemos levantarnos y echar al enemigo hacia el oeste? Sí,
podemos, ya que nuestras fábricas en la retaguardia funcionan
perfectamente y nuestro ejército suministra cada vez más tanques,
aviones, artillería y morteros.
Entonces, ¿qué nos falta? Nos falta orden y disciplina en las
compañías, regimientos y divisiones, en las unidades de tanques y en la
escuadra de la fuerza aérea. Esta es nuestra mayor desventaja. Tenemos
que introducir el orden más estricto y una fuerte disciplina en nuestro
ejército si queremos salvar la situación y defender nuestra patria.
No podemos seguir tolerando a los comandantes, comisarios y
funcionarios políticos cuyas unidades abandonan arbitrariamente sus
defensas.
No podemos seguir tolerando que los comandantes, comisarios y
oficiales políticos permitan que varios cobardes dirijan el teatro de
operaciones en el campo de batalla, que los combatientes del pánico
arrastren a otros soldados en su retirada y abran el camino al enemigo.
Hay que exterminar en el acto a los que tienen pánico y a los cobardes.
A partir de ahora, la ley de hierro de la disciplina para todo
oficial, soldado, político debe ser: ni un solo paso atrás sin una orden
de arriba.
Los comandantes de compañías, batallones, regimientos y
divisiones, así como los comisarios y oficiales políticos de los rangos
correspondientes que se retiran sin una orden de arriba, son traidores a
la patria. Deben ser tratados como traidores a la patria. Esta es la
llamada de nuestra patria.
Cumplir este mandato significa defender nuestro país, salvar nuestra patria, destruir y vencer al odiado enemigo.
Después de su retirada invernal bajo la presión del Ejército
Rojo, cuando la moral y la disciplina de las tropas alemanas cayeron,
los alemanes tomaron algunas medidas estrictas que condujeron a
resultados bastante buenos. Formaron 100 compañías de castigo formadas
por soldados que rompían la disciplina por cobardía o inestabilidad; los
desplegaron en las partes más peligrosas del frente y les ordenaron
redimir sus pecados con sangre.
Más adelante, formaron una decena de batallones de castigo,
formados por oficiales que habían roto la disciplina por su cobardía e
inestabilidad, los despojaron de sus condecoraciones y los colocaron en
zonas aún más peligrosas del frente y les ordenaron redimir sus pecados
con sangre.
Por último, los alemanes formaron unidades especiales de guardia y
las colocaron detrás de las divisiones inestables y les ordenaron
ejecutar en el acto a los soldados presa del pánico si intentaban
abandonar sus posiciones defensivas sin órdenes o si intentaban
rendirse.
Como sabemos, estas medidas fueron eficaces y las tropas alemanas
luchan ahora mejor que en invierno. Lo que tenemos aquí es que las
tropas alemanas tienen una buena disciplina, aunque no tienen la elevada
misión de proteger la patria, y sólo tienen un objetivo: conquistar un
país extranjero. Nuestras tropas, cuya misión es la defensa de la patria
contaminada, no tienen esta disciplina y por eso sufren la derrota.
¿No deberíamos aprender esta lección de nuestro enemigo? Tal y
como hicieron nuestros antepasados para vencer a sus enemigos? Esto
debemos hacerlo
El Mando Supremo del Ejército Rojo manda:
1. Los consejos militares de los frentes y, en primer lugar, los
comandantes de los frentes deben:a) En todas las circunstancias,
erradicar con decisión la actitud de retirada entre las tropas e impedir
con mano de hierro la propaganda de que podemos y debemos continuar la
retirada hacia el este, y que esta retirada no será perjudicial para
nosotros;b) En todas las circunstancias, destituir a los comandantes del
ejército y enviar a un consejo de guerra a Stavka a quienes permitieron
la retirada de sus tropas, sin permiso del mando del frente;c) Dentro
de cada frente, formar de 1 a 3 (dependiendo de la situación) batallones
penales (800 efectivos), a los que deben ser enviados los comandantes,
los comandantes supremos y los oficiales políticos de los rangos
correspondientes de todos los servicios, que hayan roto la disciplina
por cobardía o inestabilidad. Estos batallones deben ser colocados en
las partes más difíciles de un frente, dándoles la oportunidad de pagar
con sangre sus crímenes contra la patria.
2. Los Consejos Militares de los ejércitos y los comandantes de
los ejércitos deben:
a) Destituir en cualquier circunstancia a los
comandantes de los cuerpos, de los ejércitos y a los comisarios a los
que se les hayan retirado las tropas sin permiso del mando del ejército.
Envíalos ante el consejo de guerra de los Consejos Militares de los
Frentes.
b) Formar de 3 a 5 unidades de guardia bien armadas, despliégalas
detrás de las divisiones inestables y oblígalas a ejecutar a los
buscadores de pánico y a los cobardes en el acto en caso de pánico y de
retirada caótica, dando a los soldados leales la oportunidad de cumplir
con su deber para con la patria.
c) Formar de 5 a 10 (según la situación)
compañías de castigo a las que deben ser enviados los soldados y
suboficiales que hayan roto la disciplina por cobardía o inestabilidad.
Estas unidades deben ser desplegadas en los sectores más difíciles del
frente, dándoles la oportunidad de pagar con sangre sus crímenes contra
la patria.
3. Los comandantes y comisarios de cuerpo y de división deben:
a)
Retirar bajo cualquier circunstancia a los comandantes y comisarios de
regimiento y de batallón que hayan permitido la retirada de sus tropas
sin permiso del mando de división o de cuerpo. Privarles de sus honores
militares y enviarles a los consejos del frente militar para un consejo
de guerra.
b) Dar toda la ayuda y el apoyo posibles a las unidades de
guardia del ejército en su trabajo para reforzar la disciplina y el
orden en las unidades.
Esta orden debe leerse en todas las compañías, tropas, baterías, escuadrones, equipos y personal.
Cuando
estalló la Guerra Civil, Buñuel entregó su coche al PCE y salió con su familia
para París. Allí trabajó para el gobierno de la República. Es posible que si no
hubiera salido de España y lo captura el ejército rebelde lo hubieran fusilado,
como hicieron con su amigo Ramón Acín. El Gobierno de Franco dictó orden de
busca y captura contra él en mayo de 1937.
En la orden, entre otras cosas se
decía: “Se informa a esta Jefatura Superior que Luís Buñuel, sujeto morfinómano
y alcohólico, que durante estos últimos tiempos ha estado en París al servicio
de la propaganda roja, parece intenta penetrar en nuestro territorio. Dicho
sujeto fue autor y director de una película sobre las Hurdes que era un
verdadero descrédito para España". Hasta el final del franquismo se le estuvo
haciendo un seguimiento policial.
En
1938 se trasladó a Estados Unidos, donde estuvo bajo vigilancia, bajo la sospecha
de comunista, por el FBI hasta su paso a México, y no fue hasta comienzos de
los años 70 en que se le consideró libre de toda sospecha.
En las aguas heladas del cálculo egoísta
(Dans les eaux glacées du calcul égoïste ,1932) es el título de una
película de Buñuel, de la que apenas se sabe nada. Como supongo que
muchos de los que lean esto nunca habrán oído hablar de ella voy a
exponer aquí lo que se sabe de la misma.
Para entender el origen de la película, hay que aclarar la progresión
que experimentó Luis Buñuel por aquellos años en su ideario político.
Cuando Buñuel llegó a París en 1925 era un joven un tanto exaltado.
Algunos lo tenían incluso por “un poco loco”. Era de tendencias un tanto
anarquista y con ganas de acabar con muchos de los principios que
fundamentan la “sociedad”: la familia, la patria, etc. El surrealismo
era un movimiento en el que podía desarrollar esas tendencias, por eso
él no tuvo ningún problema en integrarse a dicho movimiento. Como
ejemplo de aquella exaltación, bastan las palabras que dijo Buñuel, en
la presentación de Un perro andaluz en Madrid, a finales de diciembre de 1929: “Se trata solamente de un desesperado, un apasionado llamamiento al crimen.”
En 1930 hizo La edad de oro, con el mismo
espíritu “destructivo”. Recordemos que poco antes de su estreno él se
fue a Estados Unidos, no sabemos si huyendo de lo que podía pasar,
porque él era perfectamente consciente de que había fabricado una bomba.
Y la bomba estalló. La película armó un gran escándalo, y se suspendió
su proyección. Más adelante, a partir de 1931, Buñuel empezó a alejarse
de los surrealistas. A finales de 1931 o principios de 1932 se afilió al
Partido Comunista de España.
En enero de 1932 tuvo lugar una reunión de la Association des Écrivains
et Artistes Révolutionnaires (AEAR), a la que asistió Buñuel en
representación del grupo surrealista. En los meses siguientes se
producen diversos enfrentamientos entre el Partido Comunista Francés y
el grupo surrealista, que demostraron la incompatibilidad de los
objetivos de uno y de otro, lo que provocó una división en sus filas...
El 6 de mayo Buñuel le envía una carta a André Breton, notificándole que
abandona el movimiento surrealista, por incompatibilidad con su
militancia comunista.
La AEAR se constituye el 17 de marzo de 1932 y Buñuel pertenecía a la
sección cinematográfica de la misma. La AEAR pidió un arte
marxista-leninista que allanara el camino a la dictadura del
proletariado. Una semana después, el 23 de marzo, Buñuel le escribe al
Vizconde Noailles y le propone elaborar una nueva versión de La edad de oro,
una versión reducida y aceptable para la censura, de seiscientos metros
(unos 20 minutos), con otro título para conseguir que pase dicho
trámite y pueda ser alquilada en todo el mundo. El motivo que le da
Buñuel para hacer esto es que ya no se identifica con el “espíritu” con
que se realizó la película en 1930.
... El asunto era grave, porque La edad de oro
era algo así como el “buque insignia” del surrealismo en cine.
Recordemos que tras su prohibición por la censura francesa, el grupo
surrealista publicó un combativo folleto en su defensa, titulado
'L’affaire de L’âge d’or'. Cuando Tomás Pérez Turrent y José de la
Colina en su libro de entrevistas le preguntaron por el tema, contestó:
«Ese título lo pensamos después del escándalo y la prohibición; para que
pudiera seguir exhibiéndose se nos ocurrió camuflarlo con otro título.
Es una frase de Marx y Engels en la que casi hablan favorablemente del
feudalismo en comparación con la burguesía. Lo presentamos entonces con
ese título, pero de todas maneras la censura lo prohibió.” El título al
que se refiere es, efectivamente, En las aguas heladas del cálculo egoísta,
que como Buñuel dice está sacado del Manifiesto del Partido Comunista,
que en su capítulo primero dice: “Ha ahogado el sagrado éxtasis del
fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del
pequeño burgués en las aguas heladas del cálculo egoísta.”
Buñuel debió comenzar el remontaje a finales de marzo y lo terminó hacia
el 21 de septiembre, cuando lo presentó a la Comisión de Censura. En
medio había empezado a elaborar el guión de Cumbres borrascosas con la colaboración de dos amigos comunistas: Georges Sadoul y Pierre Unik.
Se desconoce el contenido final del remontaje. Román Gubern y Paul
Hammon sugieren que: “probablemente se concentró en el frustrado dúo
amoroso entre Modot y Lys, se abrió con el documental sobre la “Roma
Imperial” -eliminando el prólogo con los escorpiones y el segmento de
los bandidos- y se clausuró con Modot arrojando plumas blancas por la
ventana. Pero para reducir la cinta a veinte minutos tuvo que practicar
más cortes que los mencionados. Además, el nuevo título resonaba de modo
ambiguo en relación con el amour fou presentado en la pantalla y le
colocó un marco moralizante, más acorde con las opiniones puritanas del
PCF. Presentaba a la aristocracia, la policía y el clero de una manera
no muy diferente que en los films agit-prop soviéticos.”
«¿Tengo que pensar que, por haber hecho L’âge d’or,
ya no debo hacer nunca más cine? Estoy convencido de que objetivamente,
los censores no han encontrado nada censurable en la película, que
además estaba bastante solicitada y debía estar exhibida en octubre. Si
yo tuviera influencia haría una hermosa campaña contra esta
arbitrariedad totalmente fascista. Como no pudo hacer nada, no se
enterará nadie de esta nueva variante de la “purga de aceite de ricino""
(Luis Buñuel)
Tanto si el motivo de Buñuel fue el de camuflar La edad de oro
para que pudiera exhibirse o si era por presión del PCF, para preparar
una versión simplificada y orientada a la clase obrera, la realidad es
que En las aguas heladas del cálculo egoísta
supuso una traición de Buñuel a Salvador Dalí, coautor del guión y a
los surrealistas, que para apoyar su estreno, habían elaborado un
magnífico «manifiesto-programa» a la película, y luego, durante su
ausencia en Hollywood, el combativo folleto L’Affaire de L’âge d’or para
defenderlo.
Reparto Ana Wagener y Omar Banana junto a Alba Flores, Carmen Orellana, La Dani, Lola Buzón, Alex De la Croix, Jesús Carroza, Mari Paz Sayago, Manuel Morón y Pepa Gracia
Música
Nico Casal
Fotografía
Andreu Ortoll
Sinopsis
Sevilla, 1977. En un momento en el que la homosexualidad es delito, Reme, una madre tradicional movida por el amor de su hijo, un adolescente aspirante a artista, se involucrará en el movimiento LGTBI andaluz, gestado paradójicamente en el seno de la Iglesia
Desde la euforia, desde la rebeldía, desde el color de la música y el
baile, pero también desde la lucha, la política, la memoria y la
revolución. Te estoy amando locamente (2023), el primer largometraje de Alejandro Marín que se estrena en cines el próximo 6 de julio, el joven director al que conocimos con por su serie Maricón perdido, aspira a convertirse en un símbolo del movimiento LGTBI en el cine español.
Una película que aborda el tema fuera de estereotipos, caricaturas o
dramas exacerbados. Basada en la historia real de las primeras
manifestaciones a favor de los derechos gays en Andalucía, la película
narra la lucha por la derogación de la Ley de peligrosidad social y por la amnistía sexual a través de la historia de Miguel y su madre, Reme.
La historia nos traslada a Sevilla en 1977, un
momento en que la homosexualidad está perseguida. Reme (Ana Wagner) es
la madre de Miguel (Omar Banana), un joven que aspira a ser artista. Por
amor a su hijo Reme vence sus prejuicios involucrándose en el naciente
movimiento LGTBI andaluz, y concretamente en el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria (MHAR), una organización que existió de verdad, fundada por Marc Cambrollé Jurado,
una de las pioneras en la defensa por los derechos de las personas
trans en España a las que se rinde homenaje en la película.
Cuando muchos de los derechos conseguidos se ponen hoy día en tela de juicio, Te estoy amando locamente es
muestra resonancias del presente al bucear en la memoria. Una película
con la que Marín quiere en valor las primeras manifestaciones en defensa
de las personas homosexuales y trans de nuestro país y a todas aquellas
personas, pioneras en la lucha del colectivo LGTBI, que consiguieron
avanzar en derechos y acabar con la persecución legal de la
homosexualidad, el 25 diciembre de 1978, día en el que
se modificaba la ley de peligrosidad y rehabilitación social, derogando
su artículo tercero, que perseguía y condenaba a personas homosexuales.
El Orgullo a través del cine
Un
largo proceso de investigación e implicación personal llevaron al
directo, Alejandro Marín, a tirar de un hilo, el del movimiento LGTBI gestado en el palacio arzobispal de Sevilla que
dio como resultado una historia contada desde la comedia, pero con un
trasfondo político y social muy duro. En la España de aquellos años y,
especialmente en un conexto más conservador y marcado por la religión
como era Andalucía, más del 80% de sus ciudadanos consideraba que la homosexualidad debería ser eliminada.
La integridad física y emocional del colectivo estaba siempre al filo
de la navaja, en riesgo permanente (si no escondían quienes eran) de ser
expulsados de sus trabajos, reprobados por sus familias, encarcelados o
exiliados.
Una pancarta LGTBI sobre la Giralda
Seis meses antes de que la Ley de Peligrosidad social fue derogada, en Sevilla se vivió una de las manifestaciones más símbolicas a nivel nacional. Organizada por el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria (MHAR),
la multitud del colectivo se echó a las calles para clamar por la
abolición de dicha ley. Recogieron firmas e instando al Ministerio de
Justicia derogar la LPRS.
Toda esta acción revolucionaria para la época, culminó con el mitín-manifestación del 25 de junio de 1978,
en el que, de forma totalmente visible, los miembros del MHAR y otras
personas tomaron las calles para exigir libertad, amnistía para los
presos que estaban en las cárceles por ser homosexuales y transexuales, y
para pedir, una vez más, la abolición de la LPRS. Un mapa de Andalucía en blanco y verde con un triángulo rosa en medio, un puño cerrado y el acrónimo del MHAR presidía las marchas.
Entre el camino del mitin a la manifestación, varios miembros del MHAR subieron los escalones de La Giralda y desde lo más alto de Sevilla desplegaron una pancarta rosa: “Libertad sexual”,
ponía en la enorme tela que lanzaron al aire. No ondeó demasiado
tiempo, pero la imagen quedó inmortalizada y que ahora recupera a todo
color Te estoy amando locamente. El director insiste, esta no
es una cinta de convencidos para convencidos, sino una historia para
abrir mentes y cambiar el punto de vista.
Fuente: RTVE
Carta de adhesión de las organizaciones comunistas y de izquierda de Sevilla a la movilización organizada por el MHAR con motivo del Día Internacional de Liberación Homosexual del 25 de junio de 1978 que aparece en la película.
La “Sinfonía Nº 2 en do menor" fue
compuesta en 1953, siendo grabado en 1957 para el sello Melodiya,
interpretada por la Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS dirigida
por Konstantin Ivanov. El famoso director Yevgeny Svetlanov la
interpretó en 1992, demostrando su admiración por la obra.
El primer movimiento, andante,
empieza con notas trágicas que nos conducen al primer tema de carácter
épico. Un nuevo tema con un carácter intensamente lírico se presenta a
continuación. La música se inspira en el folclore de Georgia. El
desarrollo muestra el ardor juvenil mediante un brillante lirismo y un
dramatismo épico.
El segundo movimiento, vivo, corresponde al scherzo. Se citan dos canciones folclóricas de Georgia, "Afilo mi hoz" y "Mañana", junto con los ritmos de danzas populares. Una clara pausa separa el trío interpretado por la cuerda en pizzicato. Luego se reanuda el scherzo.
El tercer movimiento, adagio,
es de carácter romántico. Una amplia melodía de carácter trágico se
desarrolla a partir de su presentación de un modo diáfano. El tema va
ganando amplitud dramática en el estilo heredado de los grandes maestros
rusos. En la parte central del movimiento aparece una expresión de
nostalgia. Luego aumenta la tensión dramática, con la intervención de
las trompas, hasta terminar con el tema principal interpretado de un
modo lírico transparente.
El último movimiento, allegro molto,
empieza con un tema épico de carácter festivo. La trompeta en sordina
nos presenta un segundo tema bastante jovial. El uso de los instrumentos
de viento le da un especial esplendor. Una brillante coda termina la
sinfonía.
La sinfonía está escrita en un estilo
clásico melódico aproximándose más a las obras de Miaskovsky que al
modernismo de Shostakovich. Nos presenta un conflicto dramático
interpretado mediante temas heroicos y épicos, basados parcialmente en
la música de Georgia.
Otar Taktakishvili (1924-1989)
en georgiano ოთარ თაქთაქიშვილი o en cirílico Отар Васильевич
Тактакишвили, nació en Tiflis el 27 de julio de 1924. Hijo de un noble
de Abjacia y de una princesa de Georgia, Elizabeth Taktakishvili, tomó
el nombre de la madre.
Empezó
sus estudios musicales en la Escuela de Música de Tiflis y luego en el
Conservatorio, graduándose en 1947. Luego siguió estudios de composición
con el Profesor Barkhoudaryan hasta el año 1950.
Mientras estudiaba en el Conservatorio
de Tiflis se afilió en la Unión de Compositores de Georgia a partir de
1945. Se convirtió en el autor del Himno Nacional de la República
Socialista Soviética de Georgia. Entre 1944 y 1946 trabajó como director
del Coro de la Radio de Georgia. Entre 1952 y 1956 fue el director
artístico del Coro del Estado de la República Socialista Soviética de
Georgia.
Desde 1947 fue Profesor de música coral,
llegando a ser en 1952 maestro de polifonía e instrumentación, hasta
conseguir entre 1962 y 1965 ser rector del Conservatorio, siguiendo como
Profesor de Música desde 1966.
Muere el 21 de febrero de 1989 en Tiflis. Miembro del Partido Comunista
desde 1951, fue nombrado Ministro de Cultura de Georgia entre 1965 y
1984. Recibió el Premio Lenin en 1982 por su ópera "El rapto de la luna" compuesta en 1977. También trabajó como director de orquesta, dirigiendo sus propias obras.
Intelectuales proletarios (Else Schuler, Tristan Rémy, Franz Wilhelm Seiwert, Gerd Arntz)
August Sander
1925
Gelatina de plata
26 x 19 cm
Musem of Modern Arts de Nueva York
August Sander (Herdorf, 1876 – Colonia, 1964) ocupa
una posición absolutamente tutelar en la historia de la fotografía.
Desde Walter Benjamin hasta Susan Sontag, desde Roland Barthes hasta
John Berger, una parte significativa de los grandes narradores de
imágenes midieron sus aparatos teóricos ante las respetuosas fotografías
carentes de sentimentalismo y, por ello, políticamente incisivas
de Sander.
Menschen des 20. Jahrhunderts [Hombres del
siglo xx] es su proyecto más legendario, un vasto archivo de retratos
profesionales y tipológicos que refleja el tejido productivo de la
sociedad alemana entre la década de 1910 y mediados de la década de
1950, entre la República de Weimar y el ocaso del nazismo tras la
Segunda Guerra Mundial.
La sección “Los que trabajan” contiene un retrato grupal
“Intelectuales proletarios” (1925) que reúne a la poeta Else Lasker-Schüler, el
escritor francés Tristán Rémy, el pintor dadaísta Franz Wilhelm Seiwert y el
artista gráfico y diseñador Gerd Arntz. El adjetivo del título se refiere
implícitamente al movimiento por una “cultura proletaria” que se había creado
en Rusia y otros países después de la Revolución de Octubre y al que todos
ellos pertenecían en esa época. En realidad, los cuatro expresan un sentimiento
de comunidad espiritual.