domingo, 30 de abril de 2017
"MONUMENTO A LOS MÁRTIRES DE COTONOU", EN BENÍN
Monumento a los Martires de Cotonou
Autor desconocido
1977
Plaza de los Martires de Cotonou (Benín)
En 1977 la joven República Popular de Benin vivió un golpe de estado encabezado por el mercenario anticomunista Bob Denard. El movimiento insurgente falló, dejando numerosas victimas mortales (especialmente en las fuerzas militares leales al gobierno). El monumento fue ubicado en 1977 en una plaza bautizada como Mártires de Cotonou, muy cerca del aeropuerto internacional y del barrio diplomático, para recordar las personas que dejaron su vida defendiendo la República Popular.
El conjunto monumental, cuya escultura central muestra un soldado con un Kalashnikov y una bandera de la República flanqueado por dos obreros armados, tiene una inscripción en francés que recuerda a los caídos.
La Republica de Dahomey, surgida en 1960 de lo que fue un territorio colonial francés, se transformó en la República Popular de Benín en 1975. Se instauró un régimen comunista auspiciado por la Unión Soviética, que de ese modo extendió su influencia por África. El domingo 16 de enero de 1977, el famoso mercenario Bob Denard encabezó un chapucero golpe de estado, financiado por Francia, Marruecos y Gabón y protegido por Estados Unidos para detener (por motivos economicos o religiosos) la expansión del comunismo en esa zona de África. A pesar de que el golpe fracasó, la experiencia comunista de Benín se hundió a la par que el Muro de Berlín.
Fuente: Leninland
sábado, 29 de abril de 2017
"OFICIALES", PELÍCULA SOVIÉTICA DE 1971
Título: Oficiales
Año: 1971
País: Unión Soviética (URSS)
Director: Vladimir Rogovoy
Reparto: Georgiy Yumatov, Alina Pokrovskaya, Vasili Lanovoy, Andrei Gromov, Andrei Anisimov, Natalya Rychagova
Sinopsis: Historia de algunas generaciones de oficiales soviéticos desde la Guerra Civil hasta los años 70.
Офицеры (Oficiales, 1971) se trata de una interesante a la par que desconocida (en tierras españolas) producción soviética de inicios de los años setenta, que nos cuenta la historia de tres personajes y como evolucionan al mismo tiempo que lo hacen los conflictos en su país (desde la Guerra civil hasta la Segunda Guerra Mundial). A pesar de que en el resto de Europa la influencia del filme es poco palpable, en la Unión Soviética se convirtió en una película de culto y de referencia para el género bélico. Hoy en día es una película de renombre, y en popularidad supera a otros nombres y obras de directores más conocidos en occidente como Eisenstein o Pudovkin.
La película tiene partes bastante diferenciadas entre sí, como es natural teniendo en cuenta el espacio temporal que abarca el filme (incluso se toca por encima la Guerra Civil Española). El argumento nos presenta a un joven soldado del ejército rojo, Aleksei, interpretado por Georgi Yumatov, quien es mandado al frente de la estepa, para lidiar con unos rebeldes nómadas. No irá sólo, sino que le acompañará su futura mujer, llamada Lyubov (amor en ruso, suponemos que no por casualidad recibe este nombre) interpretada por Alina Pokovskraia. Esta parte del filme puede recordarnos al propio género Western, pues hay varias similitudes. Los nómadas no dejan de ser indios camuflados y en alguna persecución (perfectamente rodadas) llegamos a recordar aquellas idas y venidas de los indios persiguiendo a los vaqueros. En la estepa, nuestros dos protagonistas encontrarán al tercer personaje en discordia, Ivan, interpretado por Vasili Lanovoy, otro oficial del ejército rojo.
Este, quedará rápidamente prendado de la mujer que interpreta Pkovskraia. Sin embargo, a pesar de lo que podamos pensar en un primer momento, lo cierto es que el triángulo amoroso (si se le puede llegar a decir así, porque realmente nunca transcurre nada entre Ivan y Lyubov) está rodado a las mil maravillas, precisamente por el tacto y el mimo con el que el filme nos muestra la relación, y que también nos permite entender perfectamente la moral soviética de aquellos años. No hay ningún gesto obsceno por parte de Ivan, ningún intento por arrebatar la esposa a su mejor amigo (como él mismo dice, sólo tiene en su vida a dos personas). La ternura que desprenden estos tres amigos queda enmarcada por una dura vida, llena de horror y sufrimiento, y también alguna que otra alegría. Los diálogos, que entre los tres no son numerosos pero si bien escogidos y forman el eje sobre el que gira el filme, definen muy bien la interesante relación que se entrelaza entre los tres protagonistas y su vida. Por supuesto, después de la Guerra Civil Rusa vendrás otros conflictos, como la Guerra de Kalinin Gol o la propia Segunda Guerra Mundial. Y no podemos dejar de citar un epílogo conmovedor.
La puesta en escena tiene bastantes elementos de interés, desde varios planos rodados con el método grúa, mostrándonos la propia visión del tren a lo steadycam a alguna secuencia bélica muy bien planteada (como la acometida de los tanques nazis mientras los soldados soviéticos los aguardan cantando). En definitiva, la película tiene la solidez de la escuela académica soviética detrás. Por cierto, la música juega también un papel fundamental, presentándonos varias canciones tradicionales, que son cantadas por los soldados y que forman un hilo que la película subraya como síntoma de camaradería.
La creación del filme estuvo promocionada ni más ni menos que por el propio ministerio de defensa de la URSS, el ministro Grechka, quien dijo que la profesión de soldado consistía en defender la patria (líneas de guion que se repetirán literalmente en la película). Ese es evidentemente el mayor problema del filme, que no deja de ser una obra de propaganda. También en cierta manera lo eran los filmes de Eisenstein, pero aquellos gozaban de una frescura (cimentada en gran medida por la técnica) de la que no dispone Oficiales (aunque sea está última mucho más reconocida. De tal manera, que Oficiales es la otra cara de la moneda de las películas norteamericanas que tanto estamos acostumbrados a ver. Sin embargo, Oficiales también es una buena muestra del savoir faire de la escuela soviética clásica, ninguneada por evidentes temas políticas en el resto del mundo occidental. Si algo se nota en el filme es la calidez con la que se ha tratado a la obra. El amor por los personajes está presente desde el primer momento, y lo identificamos.
Fuente: https://neokunst.wordpress.com/2017/02/24/oficiales-1971/
VER PELICULA CON SUBTITULOS EN CASTELLANO:
Año: 1971
País: Unión Soviética (URSS)
Director: Vladimir Rogovoy
Reparto: Georgiy Yumatov, Alina Pokrovskaya, Vasili Lanovoy, Andrei Gromov, Andrei Anisimov, Natalya Rychagova
Sinopsis: Historia de algunas generaciones de oficiales soviéticos desde la Guerra Civil hasta los años 70.
Офицеры (Oficiales, 1971) se trata de una interesante a la par que desconocida (en tierras españolas) producción soviética de inicios de los años setenta, que nos cuenta la historia de tres personajes y como evolucionan al mismo tiempo que lo hacen los conflictos en su país (desde la Guerra civil hasta la Segunda Guerra Mundial). A pesar de que en el resto de Europa la influencia del filme es poco palpable, en la Unión Soviética se convirtió en una película de culto y de referencia para el género bélico. Hoy en día es una película de renombre, y en popularidad supera a otros nombres y obras de directores más conocidos en occidente como Eisenstein o Pudovkin.
La película tiene partes bastante diferenciadas entre sí, como es natural teniendo en cuenta el espacio temporal que abarca el filme (incluso se toca por encima la Guerra Civil Española). El argumento nos presenta a un joven soldado del ejército rojo, Aleksei, interpretado por Georgi Yumatov, quien es mandado al frente de la estepa, para lidiar con unos rebeldes nómadas. No irá sólo, sino que le acompañará su futura mujer, llamada Lyubov (amor en ruso, suponemos que no por casualidad recibe este nombre) interpretada por Alina Pokovskraia. Esta parte del filme puede recordarnos al propio género Western, pues hay varias similitudes. Los nómadas no dejan de ser indios camuflados y en alguna persecución (perfectamente rodadas) llegamos a recordar aquellas idas y venidas de los indios persiguiendo a los vaqueros. En la estepa, nuestros dos protagonistas encontrarán al tercer personaje en discordia, Ivan, interpretado por Vasili Lanovoy, otro oficial del ejército rojo.
Este, quedará rápidamente prendado de la mujer que interpreta Pkovskraia. Sin embargo, a pesar de lo que podamos pensar en un primer momento, lo cierto es que el triángulo amoroso (si se le puede llegar a decir así, porque realmente nunca transcurre nada entre Ivan y Lyubov) está rodado a las mil maravillas, precisamente por el tacto y el mimo con el que el filme nos muestra la relación, y que también nos permite entender perfectamente la moral soviética de aquellos años. No hay ningún gesto obsceno por parte de Ivan, ningún intento por arrebatar la esposa a su mejor amigo (como él mismo dice, sólo tiene en su vida a dos personas). La ternura que desprenden estos tres amigos queda enmarcada por una dura vida, llena de horror y sufrimiento, y también alguna que otra alegría. Los diálogos, que entre los tres no son numerosos pero si bien escogidos y forman el eje sobre el que gira el filme, definen muy bien la interesante relación que se entrelaza entre los tres protagonistas y su vida. Por supuesto, después de la Guerra Civil Rusa vendrás otros conflictos, como la Guerra de Kalinin Gol o la propia Segunda Guerra Mundial. Y no podemos dejar de citar un epílogo conmovedor.
La puesta en escena tiene bastantes elementos de interés, desde varios planos rodados con el método grúa, mostrándonos la propia visión del tren a lo steadycam a alguna secuencia bélica muy bien planteada (como la acometida de los tanques nazis mientras los soldados soviéticos los aguardan cantando). En definitiva, la película tiene la solidez de la escuela académica soviética detrás. Por cierto, la música juega también un papel fundamental, presentándonos varias canciones tradicionales, que son cantadas por los soldados y que forman un hilo que la película subraya como síntoma de camaradería.
La creación del filme estuvo promocionada ni más ni menos que por el propio ministerio de defensa de la URSS, el ministro Grechka, quien dijo que la profesión de soldado consistía en defender la patria (líneas de guion que se repetirán literalmente en la película). Ese es evidentemente el mayor problema del filme, que no deja de ser una obra de propaganda. También en cierta manera lo eran los filmes de Eisenstein, pero aquellos gozaban de una frescura (cimentada en gran medida por la técnica) de la que no dispone Oficiales (aunque sea está última mucho más reconocida. De tal manera, que Oficiales es la otra cara de la moneda de las películas norteamericanas que tanto estamos acostumbrados a ver. Sin embargo, Oficiales también es una buena muestra del savoir faire de la escuela soviética clásica, ninguneada por evidentes temas políticas en el resto del mundo occidental. Si algo se nota en el filme es la calidez con la que se ha tratado a la obra. El amor por los personajes está presente desde el primer momento, y lo identificamos.
Fuente: https://neokunst.wordpress.com/2017/02/24/oficiales-1971/
VER PELICULA CON SUBTITULOS EN CASTELLANO:
viernes, 28 de abril de 2017
"LA VOZ DEL OBRERO", EUGEN JEBELEANU, EN EL 106 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL POETA COMUNISTA RUMANO
Extraído de Un Vallekano en Rumanía
(http://imbratisare.blogspot.com.es)
Eugen Jebeleanu (1911-1991) fue un poeta antifascista, militante desde su juventud del Partido Comunista Rumano. En los años 30 de entreguerras era contante colaborador de las revistas de izquierda del país, convirtiéndose tras la liberación del pueblo rumano tras la Segunda Guerra Mundial, en uno de los principales representantes poéticos y teatrales del realismo socialista.
Su éxito internacional llegó cuando escribe el volumen de poemas "La sonrisa de Hiroshima" (Surâsul Hiroshimei), en el que denuncia el horror provocado por Estados Unidos tras lanzar sus bombas atómicas contra la población civil japonesa, exigiendo que no olvidemos nunca a los asesinos:
"recordad, eternamente recordad
a todos los muertos desconocidos de Hiroshima
y no olvidéis jamás quién fue el asesino".
Algunos de sus poemas han sido traducidos a numerosas lenguas y se han convertido en canciones a las que han puesto voz cantautores de todo el mundo.
Tambíén plasmó su ideología en poemas dedicados a la clase trabajadora, como "La voz del obrero", donde llama al papel constructor de los proletarios para construir las ciudades, las fábricas, el futuro:
"Con todos los que sufren / los que luchan / levantaré de nuevo la ciudad".
A continuación, publicamos la traducción de dos de sus poemas más representativos "La voz del obrero" y "Canto a los muertos desconocidos de Hiroshima", además de la musicalización de Horacio Guarany, con voz de la argentina Ginamaría Hidalgo, de su turbadora poesía "Las voces de los pájaros de Hiroshima".
LA VOZ DEL OBRERO
Levantaré de nuevo la ciudad
Tomaos de las manos
aquí tenéis mis puños
han ardido hace mucho.
Se han acostumbrado al fuego
a la cal viva
a las bocas de infierno de los hornos.
Las guerras han pasado
sobre mi columna vertebral.
Voy a hacer
de las manos trenzadas
nudos de hierro
y puentes de vuestros gritos de dolor
para tenderlos sobre el mar.
Tomo la sangre sin culpa
no dejo que la tierra la sorba
y levanto con ella
un ejército de estandartes
que flameo vivos
eternamente
sobre el mundo.
Con todos los que sufren
los que luchan
levantaré de nuevo la ciudad.
¡Encadenaos brazos quemados
y ved cómo el primer muro
comienza a levantarse!
CANTO A LOS MUERTOS DESCONOCIDOS DE HIROSHIMA
Recordad, eternamente recordad
a todos los muertos desconocidos de Hiroshima:
al viejo pescador que había tejido
con hebras de sol una nueva red
a través de la cual
brillaban los pétalos del océano
como violetas perfumadas;
al hombre caído frente a su casa
en el preciso instante en que sonriendo a los pequeños
les mostraba
una vieja bicicleta recién comprada
diciéndoles que con ella podía correr todavía un siglo;
recordad a las madres muertas junto a las cunas de sus hijos;
a los que sucumbieron en sus propios centros de trabajo
o a la muchacha que dentro de un cuarto de hora
debía encontrarse con su novio,
que volvía, herido, del frente, después de cuatro años;
a aquellos infelices que rezaban
en los templos, a las sombras y frescor de las fontanas;
recordad a los niños que nunca más volvieron
de la escuela y cuyos pequeños delantales
huérfanos, aún tendidos, se mecen ahora con el viento
mucho más triste que la muerte misma;
recordad, eternamente recordad
a todos los muertos desconocidos de Hiroshima;
y no olvidéis jamás quién fue el asesino.
LAS VOCES DE LOS PÁJAROS DE HIROSHIMA - Canción
Letra: Eugen Jebeleanu. Música: Horacio Guarany. Voz: Ginamaría Hidalgo
-¿Dónde, dónde están?
-¿Quiénes?
-¿Dónde, dónde están?
-¿Quiénes? ¿Quiénes?
-¿Dónde están?
-¿Quiénes? ¿Quiénes?
-Los hombres...
-No sé. Mira, copos de ceniza...
¡Copos de ceniza... ceniza... ceniza...!
-Han volado todos...
-¿A dónde, a dónde?
-No sé. Construyamos un nido.
Sí, un nido, un nido.
-Pero... ¿Dónde?
¿Dónde, dónde, dónde, dónde, dónde...?
(http://imbratisare.blogspot.com.es)
Eugen Jebeleanu (1911-1991) fue un poeta antifascista, militante desde su juventud del Partido Comunista Rumano. En los años 30 de entreguerras era contante colaborador de las revistas de izquierda del país, convirtiéndose tras la liberación del pueblo rumano tras la Segunda Guerra Mundial, en uno de los principales representantes poéticos y teatrales del realismo socialista.
Su éxito internacional llegó cuando escribe el volumen de poemas "La sonrisa de Hiroshima" (Surâsul Hiroshimei), en el que denuncia el horror provocado por Estados Unidos tras lanzar sus bombas atómicas contra la población civil japonesa, exigiendo que no olvidemos nunca a los asesinos:
"recordad, eternamente recordad
a todos los muertos desconocidos de Hiroshima
y no olvidéis jamás quién fue el asesino".
Algunos de sus poemas han sido traducidos a numerosas lenguas y se han convertido en canciones a las que han puesto voz cantautores de todo el mundo.
Tambíén plasmó su ideología en poemas dedicados a la clase trabajadora, como "La voz del obrero", donde llama al papel constructor de los proletarios para construir las ciudades, las fábricas, el futuro:
"Con todos los que sufren / los que luchan / levantaré de nuevo la ciudad".
A continuación, publicamos la traducción de dos de sus poemas más representativos "La voz del obrero" y "Canto a los muertos desconocidos de Hiroshima", además de la musicalización de Horacio Guarany, con voz de la argentina Ginamaría Hidalgo, de su turbadora poesía "Las voces de los pájaros de Hiroshima".
LA VOZ DEL OBRERO
Levantaré de nuevo la ciudad
Tomaos de las manos
aquí tenéis mis puños
han ardido hace mucho.
Se han acostumbrado al fuego
a la cal viva
a las bocas de infierno de los hornos.
Las guerras han pasado
sobre mi columna vertebral.
Voy a hacer
de las manos trenzadas
nudos de hierro
y puentes de vuestros gritos de dolor
para tenderlos sobre el mar.
Tomo la sangre sin culpa
no dejo que la tierra la sorba
y levanto con ella
un ejército de estandartes
que flameo vivos
eternamente
sobre el mundo.
Con todos los que sufren
los que luchan
levantaré de nuevo la ciudad.
¡Encadenaos brazos quemados
y ved cómo el primer muro
comienza a levantarse!
CANTO A LOS MUERTOS DESCONOCIDOS DE HIROSHIMA
Recordad, eternamente recordad
a todos los muertos desconocidos de Hiroshima:
al viejo pescador que había tejido
con hebras de sol una nueva red
a través de la cual
brillaban los pétalos del océano
como violetas perfumadas;
al hombre caído frente a su casa
en el preciso instante en que sonriendo a los pequeños
les mostraba
una vieja bicicleta recién comprada
diciéndoles que con ella podía correr todavía un siglo;
recordad a las madres muertas junto a las cunas de sus hijos;
a los que sucumbieron en sus propios centros de trabajo
o a la muchacha que dentro de un cuarto de hora
debía encontrarse con su novio,
que volvía, herido, del frente, después de cuatro años;
a aquellos infelices que rezaban
en los templos, a las sombras y frescor de las fontanas;
recordad a los niños que nunca más volvieron
de la escuela y cuyos pequeños delantales
huérfanos, aún tendidos, se mecen ahora con el viento
mucho más triste que la muerte misma;
recordad, eternamente recordad
a todos los muertos desconocidos de Hiroshima;
y no olvidéis jamás quién fue el asesino.
LAS VOCES DE LOS PÁJAROS DE HIROSHIMA - Canción
Letra: Eugen Jebeleanu. Música: Horacio Guarany. Voz: Ginamaría Hidalgo
-¿Dónde, dónde están?
-¿Quiénes?
-¿Dónde, dónde están?
-¿Quiénes? ¿Quiénes?
-¿Dónde están?
-¿Quiénes? ¿Quiénes?
-Los hombres...
-No sé. Mira, copos de ceniza...
¡Copos de ceniza... ceniza... ceniza...!
-Han volado todos...
-¿A dónde, a dónde?
-No sé. Construyamos un nido.
Sí, un nido, un nido.
-Pero... ¿Dónde?
¿Dónde, dónde, dónde, dónde, dónde...?
jueves, 27 de abril de 2017
NOSTALGIA DE LA URSS A TRAVÉS DEL FOTÓGRAFO SOVIÉTICO VÍKTOR AJLÓMOV
El 15 de abril falleció Víktor Ajlómov, uno de los mejores fotógrafos de la segunda mitad del siglo XX, ganador del World Press Photo, autor de retratos de famosos soviéticos y de la vida en un país que ya no existe. Fotografió el legendario encuentro entre el Che y Gagarin.
Víktor Ajlómov es un clásico del fotoperiodismo, uno de los mejores reporteros fotográficos de la época soviética y postsoviética.
Las 'gaviotas' de nuestra juventud. Moscú. 1970. (Entrada de una caravana de coches oficiales del gobierno en el Kremlin). Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
Su archivo fotográfico muestra la vida de un país en sus distintas manifestaciones: la oficial, con Jruschov, Gagarin y las brillantes letras “URSS” refulgiendo sobre los edificios construidos en forma de libros abiertos de la calle Novi Arbat. Por otro lado, la bohemia, con sus retratos de Vladímir Visotski, Bela Ajmadúlina y Marlene Dietrich. También hay un reflejo de la vida privada, con parejas de enamorados en un banco y estéticos desnudos en un típico apartamento soviético.
Vladímir Visotski. Escena de la obra “Antimundos”. Teatro de la Taganka, Moscú. 1966. Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
Su carrera artística, de más de medio siglo de duración, está relacionada con el periódico Izvestia- en la época de la URSS era el vocero oficial del gobierno soviético y en 1991 se convirtió en un medio independiente.
“Los grajos han vuelto”. Primavera en el parque de la MGU, años 60. (Intrépidas mujeres soviéticas podan los árboles en las colinas Léninskie). Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
En 1960 Ajlómov participó en una exposición de jóvenes fotógrafos en la Casa Central del Periodista de Moscú.
"Compañeros de cámara" (Fotógrafos). Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
El jefe de redacción de Izvestia, Alexéi Adzhubéi, otra leyenda del periodismo soviético y yerno de Nikita Jruschov, se fijó en sus fotografías.
Yuri Gagarin y Ernesto Che Guevara, 11 de noviembre de 1964. Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
En ese momento surgió el suplemento dominical del periódico, llamado Nedelia, que pronto se convirtió en una de las revistas más populares del país.
La Plaza Roja por la mañana, 1959. Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
La línea de Nedelia, menos estricta que la de Izvestia, abría un nuevo espacio para los reporteros fotográficos, entre los que se contaba Ajlómov.
Unos obreros llevan el cartel "Salida a la ciudad" a la estación de metro Kuznetski Most en 1973. Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
Durante este medio siglo trabajando en Izvestia recibió todos los premios posibles, incluido el premio nacional Ojo de Oro de Rusia. Ha ganado el premio internacional World Press Photo en cuatro ocasiones.
Caza del jabalí, 1973. Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
Víktor Ajlómov comenzó a trabajar como fotógrafo durante el la época del deshielo de los años 60 y sus fotografías se convirtieron en una expresión de aquellos tiempos como lo fueron las películas y la poesía.
“Una noche blanca en Moscú”, plaza Komsomólskaya, 1960 - 1961. Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
Del “padre del fotoperiodismo”, Cartier-Bresson, heredó la capacidad de disparar la cámara justo a tiempo, de “capturar el momento”, y del deshielo tomó una visión romántica del mundo que le rodeaba. La época soviética se presenta en sus fotografías en la forma que actualmente se recuerda con nostalgia.
Desfile de moda. Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
Ajlómov ha trabajado todos los géneros posibles: brillantes retratos emocionales, paisaje urbano, vida cotidiana en el trabajo y vistosos planos callejeros. Como corresponsal de Izvestia capturó muchos acontecimientos importantes: Gagarin y Jruschov tres días después del primer vuelo al espacio, la visita a Moscú del Che Guevara y de Angela Davis, una actuación de Marlene Dietrich y la gira de la Mona Lisa.
Rostropóvich en 1955. Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
Su cámara fotografiaba muy a menudo a poetas, escritores y artistas a ídolos de varias generaciones y a famosos: desde Anna Ajmátova hasta Alexander Solzhenitsyn, desde el tenor Iván Kozlovski hasta Maya Plisétskaya y Mstislav Rostropóvich. Por no hablar de sus contemporáneos de los años 60 (Bela Ajmadúlina, Bulat Okudzhava, Robert Rozhdéstvenski o Andréi Voznesenski), cuyos conciertos llenaban salas enteras.
Yuri Nikulin, 1963. Fuente: Víktor Ajlómov / Archivo de 'Izvestia'
El encanto que Ajlómov captaba en las escenas cotidianas de las calles rusas es comparable con el retrato que Brassaï hace de París: un carro tirado por un caballo cruza una plaza entre un automóvil y un trolebús, un tranvía y un pasajero solitario cuyos rasgos se difuminan en la oscuridad, una bandada de palomas en vuelo batiendo las alas cubre la Plaza Roja con uno de los símbolos de la época soviética: una cola interminable para entrar en el Mausoleo de Lenin.
En las fotografías no oficiales de Ajlómov, que no se ven restringidas por el protocolo, encontramos mucho sentido del humor: cuatro hombres disfrazados de Ded Moroz leen periódicos en una avenida nevada, o unas trabajadoras podan los árboles de un parque frente al rascacielos de la Universidad Estatal de Moscú y las siluetas oscuras en los árboles desnudos rinden homenaje a la conocida pintura del siglo XIX “Los grajos han vuelto”, de Alexéi Savrásov.
Fuente: Rusia Hoy
miércoles, 26 de abril de 2017
EXPOSICIÓN "BRUSELAS EN PRAGA. PICASSO EN VARSOVIA. DISEÑO EN EUROPA CENTRAL 1956-1968"
El Istituto Europeo di Design en Madrid (IED) propone una visita por el diseño industrial de la segunda mitad de la década de los 50 y de los 60 en dos países comunistas, Polonia y Checoslovaquia, con la muestra 'Bruselas en Praga, Picasso en Varsovia. Diseño en Europa Central 1956 – 1968'.
Comisariada por el coleccionista Filip Spek, la exposición describe una época excepcional en la que gracias al deshielo iniciado tras la muerte de Stalin se produjo una verdadera expansión del diseño de objetos de uso cotidiano: muebles, objetos de cerámica, lámparas, telas o aparatos eléctricos y técnicos.
En el mobiliario de esta época se dio el paso clave de abandonar el diseño de conjuntos de muebles para estancias concretas, apostando por muebles individuales, escogidos por los usuarios según sus necesidades, en un camino hacia la modernización. En los años 60 los muebles polacos se convirtieron en producto de exportación, sobre todo a los mercados occidentales, aunque también a otros países del bloque comunista. Como curiosidad, en 1961 las fábricas polacas comenzaron a suministrar diseños a la red de tiendas suecas IKEA.
Dos escuelas
La exposición presenta también objetos que en la época cambiaron el aspecto de las casas polacas y checoslovacas, como juegos de café de porcelana, floreros, ceniceros, fuentes y platos decorativos y objetos de vidrio. Desde la perspectiva del tiempo, algunos de los objetos expuestos asombrarán al visitante por su frescura, modernidad y actualidad visual.
Los objetos, que proceden de dos colecciones privadas, la de Filip Spek y la de Jan Jeništa, están expuestos en grupos temáticos, lo que permite a los espectadores comparar las dos escuelas de diseño que nunca fueron comparadas en su época. Se presentan también dos recreaciones de interiores “modélicos” de viviendas equipados con muebles y accesorios populares en aquellos años.
Acompañan a las piezas unas reproducciones de carteles húngaros de la época que decoran los interiores dispuestos según la moda que predominaba en Centroeuropa en los años 60. La muestra es el resultado de una colaboración entre el IED Madrid y los países del Grupo de Visegrado: Polonia, que actualmente preside el Grupo, la República Checa, Eslovaquia y Hungría.
Fuente: hoyesarte
martes, 25 de abril de 2017
LOS PALACIOS DE LA CULTURA SOVIÉTICA EN IMÁGENES
De Togliatti a Samara, la historia en imágenes de los edificios cuna de la creatividad de Rusia realizadas por el fotógrafo Viacheslav Vazyulya.
Cinema “Saturn” en la ciudad de Togliatti, 2015.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
La casa de los actores de Samara, 2017.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
El palacio de la cultura, de las artes y de la creatividad en Togliatti, 2015.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
“Comunicación”, 1976. Mosaico en bajorrelieve en el edificio de la Comunicación Telefónica internacional de la ciudad de Kúibyshev, actualmente Samara.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
Cinema “Saturn” en la ciudad de Togliatti, 2015.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
El palacio de la cultura del Primero de mayo en la ciudad de Uliánovsk, 2016.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
Palacio de los deportes 'Volgar' en Togliatti, 2015.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
Palacio de la creatividad juvenil en Nizhni Nóvgorod, 2016.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
Edificio de Samara.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
Palacio de los deportes de Samara, 2017.
Fuente: VIACHESLAV VAZYULYA / MADEOFLIGHTS.COM
Teatro académico estatal tártaro de arte dramático 'Kamal' en Kazán, 2015.
Fuente: Rusia Hoy
lunes, 24 de abril de 2017
LOS BÚNKERES QUE PROTEGÍAN A LA REPÚBLICA EN VALENCIA
Una doble exposición rescata los refugios y las políticas para resguardar a la población de los bombardeos fascistas en la Guerra Civil
La construcción de refugios contra los bombardeos aéreos en Valencia se aceleró antes de la llegada del presidente de la Segunda República española, Manuel Azaña, y de su Gobierno a la ciudad, convertida en capital del país durante la primera mitad de la Guerra Civil, entre noviembre de 1936 y octubre de 1937. El Ayuntamiento valenciano rescata ahora, coincidiendo con el 80 aniversario de aquella capitalidad, el recuerdo de los 300 búnkeres subterráneos y en superficie construidos por el Ejecutivo republicano para proteger a la población de los temidos aviones italianos Savoia S79 y S81, así como de los hidroaviones nazis Heinkel He59, que bombardearon la ciudad en 440 ocasiones.
La doble exposición sobre la materia inaugurada este miércoles incluye una impactante inmersión física: la que produce adentrarse en el refugio que se abrió en el patio del Ayuntamiento, con capacidad para guarecer a los 700 escolares que estudiaban en el mismo edificio donde se alojaban las dependencias municipales.
El refugio sufrió modificaciones y fue transformado en las últimas décadas en almacén de papeles y viejas publicaciones municipales. Pero gracias a su diseño, obra del arquitecto José Luis Testor, conserva un sorprendente sistema de ventilación. "Hemos intentado recuperar al máximo su situación original. Los primeros metros de la entrada, hasta el codo que forma el pasillo, están pintados de rojo como se hizo originalmente para advertir de que la metralla podía llegar hasta ellos y que no debían pararse en ese tramo formando un tapón", explica la concejal de Patrimonio Cultural, Glòria Tello.
La segunda exposición, titulada Tempestad de hierro y abierta hasta julio en la sala de exposiciones municipal, abarca un exhaustivo análisis de los refugios de la ciudad: desde su construcción en edificios públicos, fábricas y fincas de viviendas hasta su uso como morada tras la guerra por parte de vecinos que habían perdido su hogar. Solo en los poblados marítimos, el distrito de Valencia donde se integra el barrio de El Cabanyal, 218 personas vivían en estas construcciones defensivas, según un censo de 1942.
Inicialmente, las víctimas de los bombardeos se publicaban en la prensa. "Pero a medida que avanzaba la guerra dejó de informarse con detalle para evitar la desmoralización", indica el catálogo de la muestra. Un recuento publicado en enero de 1939, a dos meses del final de la guerra, contabilizó 825 muertos y 2.831 heridos causados por las bombas en Valencia.
La mayor parte de los ataques corrieron a cargo de la aviación italiana con base en Palma de Mallorca, pero Valencia fue también bombardeada desde el mar. El primer gran cañoneo fue ejecutado por el crucero fascista Duca d'Aosta, el 14 de febrero de 1937.
La muestra reúne fondos del Archivo Histórico Municipal, el Centro de Historia y Cultura Militar, el Archivo General y Fotográfico de la Diputación, la Hemeroteca Municipal, la Biblioteca Histórica de la Universitat de València, el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, la Biblioteca Nacional, el Archivo General Militar de Ávila, el Archivo de la Administración General de Alcalá de Henares, la Biblioteca Valenciana, el archivo de la Cruz Roja y el del Partido Comunista de España, así como el Levante-EMV y la Fundació per Amor a l'Art.
Una parte de los mismos examina la defensa desplegada para intentar frenar los bombardeos, incluido un enorme cañón antiaéreo de la época, instalado ahora en medio de la sala de exposiciones municipal. Para advertir de la llegada de los aviones se colocaron 25 sirenas por toda la ciudad que se activaban desde el Micalet, la torre de la catedral de casi 59 metros de altura utilizada como punto de observación.
Fuente: El País
domingo, 23 de abril de 2017
"RETRATO DE NARCISO JULIÁN", DE ANTONIO BUERO VALLEJO
Retrato de Narciso Julián Sanz
Antonio Buero Vallejo
1941
Dibujo sobre papel grueso amarillento: lápiz de grafito
285 x 208 mm
Biblioteca Nacional de España
La Biblioteca Nacional de España recibió en 2014 la donación de un retrato de Narciso Julián Sanz, realizado por Antonio Buero Vallejo a plumilla en la cárcel de El Dueso (Santoña, Santander), en 1941.
Los dos coincidieron en ese presidio y entablaron una gran amistad. Sanz era un antiguo comandante de Milicias Ferroviarias que acabó convirtiéndose en una leyenda viviente del Partido Comunista. José Antonio González Núñez, yerno de Narciso Julián Sanz, ha sido quien, cumpliendo una última voluntad de su esposa, María del Carmen Julián, donó la obra a la BNE.
La obra es un dibujo sobre papel grueso amarillento: lápiz de grafito; 285 x 208 mm. A lápiz en el ángulo derecho: «Buero_XLI».
Buero fue detenido en junio de 1939 y condenado a muerte con otros compañeros, por adhesión a la rebelión. Tras conmutársele la pena por otra de treinta años, pasó por diversas cárceles: en la de Conde de Toreno permaneció año y medio, allí dibujó un famoso retrato de Miguel Hernández ampliamente reproducido y ayudó en un intento de fuga que le inspiró más tarde ciertos aspectos de su obra La Fundación. En la de Yeserías apenas estuvo mes y medio, unos tres años en El Dueso, y otro más en la prisión de Santa Rita. Escribió sobre pintura e hizo cientos de retratos de sus compañeros presos, entablando muy buenas amistades con algunos de ellos, como es el caso de Narciso Julián. Salió del penal de Ocaña en libertad condicional en 1946. Publicó dibujos en revistas, pero acabó derivando su trabajo hacia la escritura narrativa y, finalmente, la dramática.
Fuene: ABC
sábado, 22 de abril de 2017
DOCUMENTAL "LA NUEVE: LOS OLVIDADOS DE LA VICTORIA"
Documental que narra la historia de los republicanos españoles de “La Nueve”, 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de la Francia Libre, conocida como división Leclerc, cuyas tropas fueron las primeras que liberaron París, el 24 de agosto de 1944.
La Nueve -cuyos tanques y vehículos de combate habían sido bautizados con nombres procedentes de la Guerra Civil española, como 'Madrid', 'Guernica' o 'Guadalajara'- había participado en la campaña de África contra Rommel y no sólo liberaron París, sino que participaron en la ofensiva en Alsacia y en el definitivo asalto en Alemania contra el 'Nido de Águilas' de Hitler. Perecieron más de mil hombres. La historia de 'La Nueve' era hasta hoy prácticamente desconocida, pues la historia oficial en Francia ha echado una cortina de silencio y de olvido sobre esa participación española y extranjera en la liberación de París y en la resistencia contra el nazismo.
viernes, 21 de abril de 2017
ICARIA PUBLICA "LLAMAMIENTO A UN PROCESO CONSTITUYENTE", CON PRÓLOGO DE ALBERTO GARZÓN Y EPÍLOGO DE JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS
Llamamiento a un proceso constituyente
Prólogo de Alberto Garzón. Epílogo de José Antonio Pérez Tapias
José Ramon González Parada (coord.)
Editorial Icaria
ISBN: 9788498887716
Año Publicación: 2017
páginas: 88
PVP: 8.5 €
El momento político actual en España parece no acabar de definirse. Las élites se encuentran entre el inmovilismo y una «segunda transición» con reformas cosméticas de la Constitución actual, perpetuando la esencia de un texto constitucional que no han votado las nuevas generaciones. Ante esta situación urge iniciar una nueva etapa, acumulando para ello la fuerza democrática suficiente para hacer el recorrido de un verdadero proceso constituyente.
Con la irrupción del 15M se inició el camino hacia una cultura política participativa que impugna los grandes dogmas que, desde el poder, se proyectaban a las generaciones jóvenes. La respuesta social a la crisis sistémica abre un nuevo tiempo político que demanda también un genuino proceso constituyente.
Este «llamamiento» subraya la necesidad de elaborar colectivamente otro proyecto de país; un proyecto que no puede esperar a que tengamos la fuerza y la capacidad suficiente para llevarlo a cabo, sino que se construye desde ahora mismo, pues solo la confluencia de muchos creará la fuerza suficiente para que un nuevo país vea la luz, a la vez que una nueva Constitución.
AUTORES
José Ramón González Parada (coord.)
Adolfo Rodríguez, Andrés Piqueras, Ángeles Diez, Carlos Gómez, Carlos Pereda, Emmanuel Rodríguez, Evaristo Villar, Ignacio Duque, Juan Álvarez-Cienfuegos, Liliana Pineda, Luisa Cabrera, María Eugenia Rodríguez y Pedro Ibarra.
INDICE Y PRÓLOGO DE ALBERTO GARZÓN: http://www.icariaeditorial.com/pdf_libros/Llamamiento.pdf
EPÍLOGO DE JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS (PARTE 1): https://www.facebook.com/joseantonio.pereztapias/posts/1346806672062228
EPÍLOGO DE JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS (PARTE 2): https://www.facebook.com/joseantonio.pereztapias/posts/1347189888690573
EPÍLOGO DE JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS (PARTE 3): https://www.facebook.com/joseantonio.pereztapias/posts/1347408332002062
Prólogo de Alberto Garzón. Epílogo de José Antonio Pérez Tapias
José Ramon González Parada (coord.)
Editorial Icaria
ISBN: 9788498887716
Año Publicación: 2017
páginas: 88
PVP: 8.5 €
El momento político actual en España parece no acabar de definirse. Las élites se encuentran entre el inmovilismo y una «segunda transición» con reformas cosméticas de la Constitución actual, perpetuando la esencia de un texto constitucional que no han votado las nuevas generaciones. Ante esta situación urge iniciar una nueva etapa, acumulando para ello la fuerza democrática suficiente para hacer el recorrido de un verdadero proceso constituyente.
Con la irrupción del 15M se inició el camino hacia una cultura política participativa que impugna los grandes dogmas que, desde el poder, se proyectaban a las generaciones jóvenes. La respuesta social a la crisis sistémica abre un nuevo tiempo político que demanda también un genuino proceso constituyente.
Este «llamamiento» subraya la necesidad de elaborar colectivamente otro proyecto de país; un proyecto que no puede esperar a que tengamos la fuerza y la capacidad suficiente para llevarlo a cabo, sino que se construye desde ahora mismo, pues solo la confluencia de muchos creará la fuerza suficiente para que un nuevo país vea la luz, a la vez que una nueva Constitución.
AUTORES
José Ramón González Parada (coord.)
Adolfo Rodríguez, Andrés Piqueras, Ángeles Diez, Carlos Gómez, Carlos Pereda, Emmanuel Rodríguez, Evaristo Villar, Ignacio Duque, Juan Álvarez-Cienfuegos, Liliana Pineda, Luisa Cabrera, María Eugenia Rodríguez y Pedro Ibarra.
INDICE Y PRÓLOGO DE ALBERTO GARZÓN: http://www.icariaeditorial.com/pdf_libros/Llamamiento.pdf
EPÍLOGO DE JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS (PARTE 1): https://www.facebook.com/joseantonio.pereztapias/posts/1346806672062228
EPÍLOGO DE JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS (PARTE 2): https://www.facebook.com/joseantonio.pereztapias/posts/1347189888690573
EPÍLOGO DE JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS (PARTE 3): https://www.facebook.com/joseantonio.pereztapias/posts/1347408332002062
jueves, 20 de abril de 2017
EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA "UNA MIRADA A LA VULNERACIÓN DE LOS DERECHOS SINDICALES"
La gran mayoría de la población mundial está constituida por trabajadores y trabajadoras que contribuyen al bienestar de sus familias y a la riqueza de sus comunidades y países. Pese a ello, el mundo del trabajo se está volviendo cada vez más inseguro con un alarmante aumento del desempleo, la marginación y la falta de oportunidades para jóvenes y minorías y, en definitiva, el ataque y la vulneración de los derechos laborales.
Ante esta situación, CCOO de Sevilla ha decidido poner el foco durante 2017 en la vulneración de los derechos sindicales. Por ello, y con la cofinanciación del Ayuntamiento de Sevilla, el Sindicato va a desarrollar durante el próximo año el proyecto “Una mirada a la vulneración de los derechos sindicales”, con el que pretende sensibilizar, formar e informar a las ciudadanas y ciudadanos en materias relacionadas con los derechos laborales, sociales y sindicales, así como en las consecuencias negativas de su vulneración a nivel global. De esta forma, el Sindicato va a contribuir a que los diferentes colectivos de la ciudad de Sevilla conozcan la situación laboral y social de otros trabajadores y trabajadoras en las luchas y reivindicaciones de sus derechos laborales, sociales y sindicales a nivel internacional.
Así, la primera charla-coloquio dedicada a Colommbia ha servido también para inaugurar la Exposición en el Palacio Marqueses de la Algaba de Sevilla con el título “Colombia. Proceso de Paz, retos para los derechos civiles y laborales”.
La exposición estará presente en el Palacio Marqueses de la Algaba desde el 18 hasta el 28 de abril de 2017.