viernes, 30 de diciembre de 2022

"SINFONIETTA SOBRE TEMAS FOLCLÓRICOS RUSOS", DEL COMPOSITOR SOVIÉTICO VISSARION SHEBALIN, EN EL CENTENARIO DE LA URSS

 

La “Sinfonietta sobre temas folclóricos rusos” Op.43 fue compuesta entre 1949 y 1951. Se basa en el empleo de material folclórico, sacado de tres canciones populares rusas. Escrita en una época del periodo Zhdanov, en la que no quedaba más remedio que amoldarse a los gustos de la dictadura.

El primer movimiento, nos presenta la canción "Detrás de la granja se encuentra una pradera muy verde". La melodía es muy clara, presentada mediante una elegante orquestación. Una canción de un género amable.

El segundo movimiento, se basa en la canción popular "No te desbordes, mi silencioso Danubio", canción sobre el delta del rio. Aquí el término ruso es empleado en forma amplia, considerando que en aquella época Moldavia era una República Soviética. En este caso se trata de una canción que muestra perfectamente la nostalgia asociada al pueblo ruso, con reminiscencias del Boris Godunov de Mussorgsky.

El tercer movimiento, emplea elementos de las dos canciones anteriores y la tercera "El pequeño jardín verde", de un modo más elaborado y virtuosístico. El estilo de la obra cambia totalmente, haciéndose algo más complicada, pero siempre conservando su carácter popular.

El último movimiento, usa además nuevos motivos folclóricos, empezando con temas líricos lentos. Los motivos rítmicos se incrementan, presentando un alegre final de la obra con el uso de elementos que nos recuerdan la Petrushka de Stravinsky.

Fuente: Historia de la Sinfonía

miércoles, 28 de diciembre de 2022

VALENCIA ACOGE UNA EXPOSICIÓN RETROSPECTIVA DEL ARTISTA JUAN GENOVÉS

 

La Fundación Bancaja presenta en Valencia una de las retrospectivas más completas que cuantas se le han dedicado hasta la fecha a Juan Genovés (Valencia, 1930 - Madrid, 2020), un artista que siempre estuvo comprometido con su tiempo e implicado en la realidad que le tocó vivir, de la que dejó valioso testimonio.

Comisariada por María Toral, la muestra recorre seis décadas de trabajo y permite mostrar la evolución de su producción, marcada por el protagonismo de la figura humana, que reflejó en sus obras de distinta manera y mediante la que ha tratado temas como la vida y la muerte, la guerra, las relaciones humanas o los comportamientos sociales.

Integrada por más de 70 obras -procedentes de colecciones particulares y de más de 25 instituciones prestadoras-, la exposición cuenta con algunas de sus creaciones más icónicas, como El abrazo (1976), perteneciente a la Colección del Museo Reina Sofía, aunque en depósito en el Congreso de los Diputados, así como otras inéditas que se presentan por primera vez al público, entre ellas el lienzo en el que estaba trabajando en el momento de su fallecimiento.

Además se exponen fotografías del artista en su taller y se proyecta el documental Genovés. 100×100. Encendido, realizado por Ana Morente y coproducido por TVE.

Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo que incluye textos de María Toral, Francisco Calvo Serraller, Antonio Muñoz Molina y Fernando Sánchez Castillo.

Del 2 de diciembre de 2022 al 16 de abril de 2023

Fuente: hoyesarte





martes, 27 de diciembre de 2022

"TESIS SOBRE LOS PROBLEMAS DE LA CRÍTICA MARXISTA", DE ANATOLI LUNACHARSKI, EN EL 89 ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO

Tesis sobre los problemas de la crítica marxista

A. V. Lunacharsky

 I

Nuestra literatura está pasando por uno de los momentos decisivos en su desarrollo. En nuestro país se está construyendo una nueva vida y la literatura está aprendiendo más y más a reflejar esta vida en su, todavía indefinida, formas inestables; evidentemente también, será capaz de pasar a un problema de una categoría aún más mayor –a lo político y, especialmente, la influencia moral del verdadero proceso de construcción.

Aunque nuestro país tiene mucho menos contraste entre las clases individuales que cualquier otro, a pesar de ello sigue siendo imposible considerarlo enteramente sin clases. Aparte de lo inevitable de la diferencia en las tendencias entre la literatura campesina y proletaria, en el país hay elementos que han retenido sus actitudes antiguas; elementos que o no están preparados para aceptar la dictadura del proletariado o no son capaces de adaptarse hasta a las más mínimas tendencias en la construcción del socialismo por el proletariado.

El conflicto entre lo viejo y lo nuevo continúa. La influencia de Europa, del pasado, de los remanentes de las viejas clases dominantes, de la nueva burguesía que hasta cierto punto florece bajo la Nueva Política Económica –todas estas se están haciendo sentir. No solamente se revelan en los sentires de grupos y gentes especiales, sino también en combinaciones de todo tipo. Debería recordarse que aparte de la acción corrientes de grupos burgueses directa y deliberadamente hostiles, todavía hay otro elemento que quizás sea más peligroso que es, de todas maneras, más difícil de derrotar –la actitud pequeño burguesa hacia la vida diaria. Esto se ha hecho camino profundamente hacia las actitudes diarias del proletariado mismo, hasta de muchos comunistas. Esto explica por qué la lucha de clases, en la forma de una lucha para construir una nueva forma de vida que lleve en sí la marca de las aspiraciones socialistas del proletariado, no está solamente reduciéndose sino, mientras mantiene su fuerza anterior, está tomando formas aún más sutiles y profundas. Son estas circunstancias las que hacen que las armas del arte –especialmente la literatura- sean extremadamente importantes en el tiempo presente. También causan que aparezcan emanaciones literarias hostiles lado a lado con la literatura proletaria y la amistosa; sin embargo, y con esto no solamente quiero indicar a los elementos concientes y especialmente hostiles, sino a los elementos inconscientemente hostiles –hostiles en su pasividad, pesimismo, individualismo, prejuicios, distorsiones, etc.

 

II

Con la importante función que tiene la literatura hoy bajo tales condiciones, la crítica marxista también carga una considerable responsabilidad. Junto con la literatura, ahora se la llama, sin duda, a participar con intensidad y energía en el proceso de formación del hombre nuevo y de la nueva forma de vida.

 

III

La crítica marxista se distingue de todos los otros tipos de crítica literaria principalmente por el hecho que no puede ser sino de naturaleza sociológica –por supuesto, en el espíritu de la sociología científica de Marx y Lenin.

A veces se hace una distinción entre las tareas de un crítico literario y las de un historiador de la literatura; esta distinción está basada no tanto en el análisis del pasado y del presente como, en el historiador de la literatura, en un análisis objetivo de los orígenes de la obra, su lugar en el tejido social y sus influencias en la vida social; mientras que el crítico literario está basado en una evaluación de la obra desde el punto de vista de sus méritos y fallas puramente formales o sociales.

Para el crítico marxista, tal distinción pierde casi toda su validez. Aunque la crítica en el sentido estricto de la palabra, por necesidad tiene que ser parte del trabajo de un crítico marxista, el análisis sociológico debe ser un elemento aún más esencialmente fundamental.

 

IV

El crítico marxista ¿cómo hace su análisis sociológico? El marxismo entiende la vida social como un todo orgánico donde sus partes separadas dependen la una de la otra y aquí la función decisiva la juega la más natural y material de las relaciones económicas, sobre todo, las formas del trabajo. Por ejemplo, en un análisis general de una época el crítico marxista se debe esforzar por dar una imagen completa de todo el desarrollo social de tal época. Cuando se analiza a un escritor u obra individual, no hay una necesidad esencial de un análisis de las condiciones económicas básicas; pero aquí, el siempre –principio válido, al que se le puede llamar el principio de Plekhanov, llega a manifestarse con fuerza significativa. Afirma que solamente hasta una cantidad extremadamente insignificante, la obra de arte depende directamente de las formas de producción en una sociedad dada. Dependen de ellas por medio de enlaces intermedios como la estructura de clases de la sociedad y la sicología que se ha formado como resultado de los intereses de clase. Un trabajo literario siempre refleja, ya sea conciente o inconscientemente, la sicología de clase que representa el escritor o también, como generalmente ocurre, refleja una mezcla de elementos donde se revela la influencia de varias clases sobre el escritor, y esto se debe someter a un análisis detallado.

 

V

En todas las obras de arte, la conexión con la sicología de esta o la otra clase o de grupos grandes de naturaleza social amplia está determinada principalmente por el contenido. La literatura –el arte de la palabra, el arte más cercano al pensamiento- se distingue de otras formas de arte por la mayor importancia del contenido si se lo compara con la forma. Especialmente evidente en la literatura que el contenido artístico –el movimiento de pensamientos y emociones en la forma de imágenes o conectadas con imágenes- es el elemento decisivo del trabajo como un todo. El contenido se esfuerza hacia una forma definitiva. Se puede decir que solamente existe una forma óptima que corresponde a un contenido dado. Un escritor es capaz, en mayor o menor cantidad, de encontrar los pensamientos, acontecimientos o sentimientos que le preocupan, aquellos modos de expresión que le revelan con la mayor claridad y que hacen la impresión más fuerte en los lectores para los que está dirigida la obra.

El crítico marxista primero toma el contenido de la obra por objeto de su análisis, la esencia social que integra. Determina su conexión con este u otro grupo social y la influencia que el impacto de la obra puede tener en la vida social; y luego se vierte a la forma, primariamente desde el punto de vista de explicar cómo esta forma cumple sus objetivos; es decir, sirve para hacer la obra tan expresiva como convincente como sea posible.

 

VI

Sin embargo, es imposible ignorar la tarea especializada de las formas del análisis literario, y el crítico marxista no debe ignorarlo. La forma de un trabajo dado en realidad está solamente determinado por su contenido sino también por otros elementos. El proceso del pensamiento psicológico y las conversaciones, lo que se podría llamar el “estilo” de vida de una clase dada (o grupos de clase que han influenciado el trabajo), el nivel general del material cultural de una sociedad dada, la influencia de sus vecinos, la inercia del pasado o la motivación por la renovación, que se puede manifestar en todos los aspectos de la vida –todo esto puede afectar a la forma, puede actuar como un factor subordinado que lo define. Generalmente la forma está enlazada no solamente con un simple trabajo, sino con toda una “escuela”, una época completa. Hasta puede ser una fuerza que perjudica o contradice el contenido. A veces se puede divorciar del contenido y adquirir una naturaleza aislada, elusiva. Esto ocurre cuando las obras literarias expresan las tendencias de las clases que están vacías de contenido, que le temen a la vida real y que tratan de esconder de lo pomposo o, por lo contrario, una naturaleza bromista y frívola. Todos los elementos de este tipo deben por necesidad ser parte del análisis marxista. Como el lector puede ver, estos elementos formales, que contradicen una fórmula directa –en cada obra maestra la forma está determinada totalmente por el contenido, y cada obra literaria aspira a llegar a ser una obra maestra- de ninguna manera está divorciada de la vida social. Ellas, a su vez, deberían interpretarse socialmente.

 

VII

Hasta ahora hemos confinado nuestra atención principalmente en el campo de la crítica marxista como una función del academicismo literario. El crítico marxista aparece aquí como un sociólogo científico que está específicamente aplicando métodos del análisis marxista a un campo especial –la literatura. El fundador de la crítica marxista, Plekhanov, subrayó poderosamente que esta es la función real que debe hacer un marxista. Mantuvo que un marxista se distingue de un “esclarecido” que asigna a la literatura objetivos y demandas específicas; mientras que el “esclarecido” juzga desde el punto de vista de ideales específicos, el marxista elucida las causas naturales de la apariencia de este o esa obra.

Al oponer el método marxista de la crítica objetivo y científico al viejo subjetivismo, a la metodología caprichosa del esteta y del gourmet, Plekhanov estuvo, sin duda no solamente correcto sino hizo mucho para encontrar las verdaderas sendas a seguir por la crítica marxista.

Sin embargo, no se debe pensar en ningún caso que una característica del proletariado es meramente determinar y analizar datos externos. El marxismo no es una doctrina sociológica simplemente, sino un programa activo de construcción. Tal construcción es impensable sin una evaluación objetiva de los hechos. Si el marxismo no puede sentir objetivamente los lazos entre los fenómenos que lo rodean, entonces está acabado como marxista. Pero a un marxista genuino, completo, le exigimos aún más –una influencia definitiva de su entorno. El crítico marxista no es algún astrónomo literario que explica las leyes de acción inevitables de los cuerpos literarios, desde al grande hasta el muy pequeño. El es mucho más que esto: es un luchador y un constructor. En este sentido, el factor de evaluación debe ser observado como extremadamente importante en la crítica marxista contemporánea.

 

VIII

¿Cuál debería ser el criterio sobre el que se debería basar la evaluación de una obra literaria? Antes que nada, déjennos encarar esto desde el punto de vista del contenido. Aquí, generalmente hablando, todo está claro. Aquí, el criterio básico es el mismo que aquel de la naciente ética proletaria: todo lo que ayuda al desarrollo y victoria del proletariado es bueno: todo lo que lo perjudica es malo.

El crítico marxista debe tratar de encontrar la tendencia social fundamental en una obra dada; debe encontrar hacia dónde va, si este proceso es arbitrario o no. Y debe basar su evaluación en esta idea fundamental, social y dinámica.

Sin embargo, aún en el área de evaluación del contenido social de una obra, todo está muy lejos de ser simple. El crítico marxista debe ser muy diestro y extremadamente sensible. Esto significa no solamente capacitación marxista sino también talento específico sin el que no puede haber crítica. En el caso de una realmente gran obra literaria, hay demasiados aspectos que se deben sopesar y en este caso es demasiado difícil usar cualquier tipo de termómetro o balanzas. Lo que se necesita aquí es lo que llamamos sensibilidad social, si no los errores son inevitables. El crítico marxista no solamente debe alabar las obras que están dedicadas a problemas del momento. Sin negar la importancia especial de los problemas presentes es completamente imposible ignorar la tremenda importancia de temas que a primera vista aparecen demasiado generales y remotos pero, de hecho, en una inspección más cercana, tienen influencia en la vida social.

Aquí tenemos el mismo fenómeno que en la ciencia. El exigir que la ciencia se dedique enteramente a tareas prácticas es un error profundo. Es un hecho bien conocido que los más abstractos entre los problemas científicos pueden, ya resueltos, algunas veces ser los más fructíferos.

Y aún, es precisamente cuando un escritor o un poeta se vierte a la solución de las tareas generales, esforzándose hacia –si es un escritor proletario- una reevaluación de los problemas fundamentales de la cultura, que un crítico se puede confundir fácilmente. Primero, en tales casos todavía no tenemos un criterio verdadero; segundo, las hipótesis pueden ser de valor aquí –las hipótesis más osadas- porque nos preocupa no una solución final a los problemas, sino el plantear los problemas y analizarlos. Hasta cierto punto, sin embargo, todo esto se refiere igualmente a las obras literarias de un tema puramente contemporáneas. El escritor que en sus trabajos ilustra puntos de nuestro programa que ya han sido desarrollados por completo es un mal artista. Un escritor es valioso cuando cultiva suelo virgen, cuando intuitivamente penetra en un campo que la lógica y la estadística encuentran difícil de penetrar. Para juzgar si un escritor está correcto, si ha combinado correctamente las verdades y las aspiraciones básicas del comunismo, no es nada fácil; aquí también, quizás, el juicio correcto se puede resolver solamente en un choque de opiniones entre los críticos y los lectores. Todo esto no hace que el trabajo del crítico sea menos importante o necesario.

Un factor extremadamente importante en la evaluación del contenido social de la obra literaria es un segundo juicio de una obra que, en primer análisis, parecía pertenecer a una gama de fenómenos ajenos, algunas veces hostiles hacia nosotros. Sin duda es muy importante saber las actitudes de nuestros antagonistas para hacer uso de las narraciones de los testigos que vienen de circunstancias diferentes a las nuestras. Ellas pueden a menudo dirigirnos a conclusiones profundas y, en cualquier caso, enriquecer enormemente la acumulación de tesoros de nuestro conocimiento de los fenómenos de la vida. El crítico marxista, que afirma que la obra de tal o cual escritor es, por ejemplo, un fenómeno puramente pequeño burgués, nunca debe desechar este escritor u obra de manera simple. Se puede sacar una gran cantidad de beneficios de ella. Por esta razón, la tarea de un crítico marxista se debe hacer una segunda evaluación desde el punto de vista no del origen ni tendenciosidad de una obra dada, sino de su uso potencial en nuestro esfuerzo constructivo. Me gustaría calificar esto. Los fenómenos ajenos y hostiles en el campo de la literatura, aún cuando son de algún beneficio en el sentido mencionado anteriormente, obviamente pueden ser extremadamente dañinos y venenosos y pueden ser manifestaciones peligrosas de propaganda contrarrevolucionaria. No cabe duda que esta es la señal para la aparición no de la crítica marxista, sino de la censura marxista.

 

IX

La tarea del crítico marxista se transforma, quizás, aún más complicada cuando pasa de la evaluación del contenido a la evaluación de la forma.

Esta es una tarea extremadamente importante y Plekhanov da énfasis a su importancia. Entonces, ¿cuál es aquí el criterio general de evaluación? La forma debe corresponder al contenido lo más cercanamente como sea posible, dando la máxima expresión y asegurando el más fuerte impacto posible sobre los lectores a los que está destinado.

Más que nada, se debe mencionar aquí el criterio formal más importante, uno que Plekhanov también estimuló: esto es que la literatura es el arte de las imágenes y toda invasión de ideas desnudas y propaganda siempre es perjudicial al trabajo indicado. Resulta obvio que este criterio de Plekhanov no es un absoluto. Hay trabajos excelentes por, por ejemplo, Saltykov-Shchedrin, Uspensky y Furmanov, que claramente pecan en contra de este criterio y esto significa que obras literarias híbridas que combinan las belles-lettres cargadas con puramente elementos publicitarios pueden existir por derecho propio. Sin embargo, por lo general, esto se debe evitar. Por supuesto, la literatura publicitaria que es brillante en la forma es un excelente tipo de propaganda y literatura en el más amplio sentido de la palabra, pero por lo contrario, las bellas letras artísticas cargadas con elementos puramente publicitarios dejarán frío al lector a pesar de lo brillante del argumento. En este sentido, el crítico tiene todo el derecho de manifestarse en contra de lo inadecuado de la digestión literaria del contenido entregado por el autor si este contenido, en vez de fluir libremente en la obra de arte en imágenes de metal brillante fundido, salta a la vista de este fluir en bultos grandes, fríos.

El segundo criterio especial, que procede del general como se define anteriormente, se refiere a la originalidad de la forma. ¿En qué debería consistir esta originalidad? Precisamente en esto: el cuerpo formal de una obra dada debería fundirse en un todo indivisible con su idea, con su contenido. Una obra de arte genuina debería, obviamente, ser nueva en contenido. Si el contenido no es nuevo, la obra tiene poco valor. Esto es obvio. Un artista debe expresar algo que no se ha expresado anteriormente. La reproducción no es arte (algunos pintores hayan esto difícil de entender) sino artesanía, aunque a veces sea muy buena. Desde este punto de vista, el nuevo contenido en cada obra nueva exige forma nueva.

¿Con qué podemos contrastar esta originalidad genuina de la forma? En primer lugar, está la forma estereotipada que previene a la idea nueva que realmente se incorpore a la obra. Un escritor puede verse encantado por formas usadas previamente y, aunque su contenido sea nuevo, se le introduce a botas de vino viejas. No se puede dejar de ver insuficiencias de este tipo. En el segundo lugar, la forma simplemente puede ser débil; es decir, en una nueva intención interesante, el escritor puede que no posea el vocabulario, la construcción de la frase de la narración completa, de un capítulo, de una novela, obra de teatro, etc.; y en el sentido del ritmo y otras formas de poesía. El crítico marxista debe señalar todo esto. Un crítico marxista genuino –uno tipo completo, para decirlo así, de crítico- debe ser un profesor, especialmente del escritor joven o principiante.

Finalmente, el tercer mayor pecado en contra de la norma anteriormente mencionada hacia la originalidad de la forma es la “originalidad sobrepasada” de la forma donde la vacuidad del contenido está camuflada por invenciones formales y ornamentación. Se sabe que los escritores infectados por los formalistas, aquellos típicos representantes de la decadencia burguesa, han tratado de adornar y embellecer sus contenidos honestos e importantes con varios trucos así arruinando su trabajo.

También se debe aproximar con cautela el tercer criterio de una naturaleza formal –la universalidad de la obra. Tolstoi se refirió a esto con fuerza. Nosotros que estamos extremadamente interesados en la creación de una literatura que debería estar dedicada a las masas, y que les debería interesar como a los principales creadores de la vida, también estamos interesados en esta universalidad. Todas las formas de reticencia, de aislamiento, todas las formas destinadas a un pequeño círculo de estetas especializados, toda convención artística y refinamiento deberían ser rechazada por la crítica marxista. La crítica marxista no solamente puede, sino debe indicar los méritos internos de tales obras en el pasado y en el presente al mismo tiempo que condena las formas de pensar del artista que busca alejarse de la realidad al usar tales métodos formales.

Pero como se mencionara anteriormente, se debe tratar con gran cuidado al criterio de universalidad. En nuestra prensa, en nuestra literatura propagandística pasaremos de libros, periódicos y documentos muy complicados, que exigen inteligencia considerable del lector al nivel elemental nivel popular; igualmente, no podemos bajar toda nuestra literatura hasta el nivel de las aún incultas masas campesinas o aún de los trabajadores. Esto sería un error muy grave.

Glorioso es el escritor que puede expresar una idea socialmente valiosa con tal simplicidad poderosamente artística que llega a los corazones de millones. Glorioso es también el escritor que puede llegar a los corazones de estos millones con comparativamente con contenido simple y el crítico marxista debería valorar altamente a tal escritor. Aquí se necesita la atención especial y la asistencia sabia del crítico marxista. Pero obviamente no se debería negar el valor de los trabajos que no son suficientemente comprensibles para toda persona culta, que están destinadas al estrato superior del proletariado, a los miembros sofisticados del partido, al lector que ha logrado un nivel de cultura considerable. La vida presenta muchos problemas candentes a esta parte de la población que juega una función inmensamente importante en la construcción del socialismo; y no cabe duda que estos problemas no se deberían dejar sin una respuesta artística simplemente porque no han llegado a las grandes masas o porque no se han trabajado en una forma universal. Sin embargo, se debería notar que nos hemos ido demasiado lejos en el sentido opuesto, nuestros escritores concentran su atención en tareas más fáciles –escribiendo para un círculo de lectores cultos en una época que, repito, se debería validar especialmente la literatura para el bien de los trabajadores y campesinos, siempre que sea literatura de talento y de éxito.

 

X

Como ya se ha dicho, el crítico marxista es también, hasta un grado importante, un profesor. No tiene sentido criticar salvo que la crítica produzca algún bien, algún tipo de progreso. ¿Y cuál debería ser este progreso? Primeramente, el crítico marxista debe ser un profesor en relación con el escritor. Es muy posible que se levanten voces enojadas ante esto, diciendo que nadie le ha dado al crítico el derecho de considerarse superior al escritor y demás. Cuando la pregunta se presenta apropiadamente, esas objeciones llegan a ser completamente inválidas. Primeramente, dado que el crítico marxista debe ser el profesor del escritor, se concluye que debe ser un marxista absolutamente resuelto, una persona erudita de gusto irreprochable. Se dirá que no tenemos tales críticos o solamente unos pocos. En el primer caso nuestros oponentes estarán errados; en el segundo estarán más cerca de la verdad. Pero de esto se puede sacar solamente una conclusión: se necesita aprender. No habrá falte de benevolencia y talento en nuestro gran país, pero hay una cantidad de aprendizaje duro que hacer. Segundo, por supuesto, el crítico no solamente enseña al escritor sin que de ninguna manera se considere superior, sino que también aprende una gran cantidad del escritor. El mejor crítico es el que puede mirar al escritor con admiración y entusiasmo y que, de todos modos, tiene buena disposición hacia él. El crítico marxista puede y debe ser un maestro al escritor en dos formas: primeramente, debe indicar a los escritores jóvenes –y generalmente a los escritores capaces de hacer una gran cantidad de errores formales- las fallas en su trabajo. Se solía mantener bastamente la idea que no necesitamos Belinskys, porque nuestros escritores ya no necesitan guía. Esto puede haber sido cierto antes de la revolución, pero resulta simplemente risible tras la revolución cuando las masas están dando nacimiento a cientos y miles de escritores. Una crítica firme, guiadora, Belinskys de todo calibre, todos son absolutamente esenciales, incluyendo los trabajadores de conciencia con un buen conocimiento de su profesión literaria.

Por otra parte, el crítico marxista debe ser un profesor al escritor en el sentido social. No solamente el escritor no proletario es generalmente un niño en sus actitudes sociales, haciendo los errores más crudos como resultado de sus ideas primitivas de las leyes de la vida social y su falta al entender las cosas fundamentales de la época, etc., sino esto también ocurre demasiado seguido en el escritor marxista, proletario. Esto se dice no como un insulto al escritor, sino casi parcialmente como alabanza. Los escritores son seres sensibles, inmediatamente receptivos a todas las influencias de la realidad. En la mayor parte de los casos, los escritores ni poseen talento o interés especial en el pensamiento abstracto y científico: es por esta razón, obviamente, que a veces rechazan impacientemente cualquier oferta de ayuda del publicista-crítico. Pero por lo seguido esto se puede explicar por la manera pedante en que se ofrece tal ayuda. A pesar de eso, realmente, precisamente como resultado de la cooperación entre escritores importantes y críticos literarios talentosos que siempre ha seguido apareciendo una verdaderamente gran literatura.

 

XI

Para tratar de enseñar beneficiosamente al escritor, el crítico marxista también debe enseñar al lector. Sí, al lector se le debe enseñar a leer. El crítico como comentarista, como la persona que advierte del veneno que puede tener sabor dulce, como la persona que rompe una concha dura para revelar la perla en su interior, como la persona que descubre el tesoro enterrado tras las sombras, como la persona que pone el punto sobre las íes [que se asegura de todos los detalles], que hace generalizaciones sobre la base del material artístico- este es el guía que es esencial ahora, en una época en que han aparecido tantos lectores valiosos pero inexperimentados. Esta es la relación al pasado de la literatura rusa y mundial, y así es como debemos relacionarnos con la literatura contemporánea. Una vez más enfatizamos, entonces, la exigencia excepcional que está haciendo esta época sobre el crítico marxista. No tenemos el deseo de intimidar a nadie con nuestras tesis. El crítico marxista puede comenzar modestamente, puede hasta comenzar haciendo errores, pero debe recordar que tendrá que escalar una larga e inclinada escalera antes de llegar al primer descanso, y aún en ese momento debe mirarse a sí mismo solamente como un aprendiz. Sin embargo, es imposible no contar con la creciente ola gigantesca de nuestra amplia cultura, en la fuente de literatura talentosa que está borbotando en todas partes; es imposible no creer que el presente -sin que sea enteramente satisfactorio- estado de la crítica marxista mejorará muy pronto.

 

XII

Como corolario, me gustaría tocar otros dos temas. Primeramente, a los críticos marxistas generalmente se les acusa de lo que casi llega a ser información. No cabe duda que ahora es bastante peligroso decir sobre un escritor que contempla ideas contrarrevolucionarias “inconscientemente” o hasta “semi conscientemente”. Y en estos casos cuando a un escritor se le considera un elemento extraño, demasiado a la derecha, o cuando a uno de nuestros escritores se le acusa de una desviación u otra, entonces todo el asunto parece ser algo dudoso. La gente pregunta ¿es realmente el problema de un crítico decir si este o el otro escritor no tiene razón políticamente o ha fallado en lo político? Debemos vehementemente rechazar tales protestas. El crítico que usa tales métodos para resolver sus cuentas personales o difamar a alguien es un villano; y tal villanía, tarde o temprano, siempre surge a la luz. Se trata de un crítico irresponsable y superficial que lanza tales acusaciones sin pensar ni considerar el problema. Pero al hombre que distorsiona la verdadera esencia de la crítica marxista porque está asustado de declarar en voz alta los resultados de su análisis social se le debe etiquetar como descuidado y políticamente pasivo.

No se trata que el crítico marxista debe gritar: “¡Mantente vigilante!” Este no es un llamado a las instituciones gubernamentales; se trata de una evaluación objetiva del valor de nuestra construcción de un trabajo u otro. El escritor mismo debe sacar conclusiones para corregir su línea. Estamos en la esfera de la lucha de ideas. Ningún comunista consciente y honesto puede negar la naturaleza de la lucha en cuestiones de la literatura del presente y su evaluación.

 

XII

Y finalmente, esta pregunta: ¿Se debe aceptar polémicas agudas y acerbas? Generalmente hablando, las polémicas agudas son útiles porque mantienen interesado al lector. Los artículos polémicos, especialmente cuando los dos lados están equivocados, mientras todas las otras cosas son iguales, tienen más influencia en el público y se entienden mejor. Además, el espíritu guerrero del crítico marxista como revolucionario, le dirige a expresar sus pensamientos agudamente; pero al mismo tiempo se debería mencionar que para camuflar las debilidades de sus argumentos con brillo polémico es uno de los pecados más grandes del crítico. Generalmente, cuando no hay muchos argumentos sino una multitud de varios comentarios, comparaciones sarcásticas, exclamaciones burlonas e interrogantes furtivas, entonces la impresión puede ser chistosa pero no seria. Se debe aplicar crítica a la crítica, porque la crítica marxista es, al mismo tiempo, científica y, de cierta manera, trabajo artístico. La rabia no es la mejor guía en la crítica y por lo común significa que la crítica esta errada.

Lo cierto es que a veces el sarcasmo y las diatribas mordaces rompen del corazón del crítico. La oreja más o menos discerniente de otro crítico, lector y especialmente escritor siempre puede distinguir entre la rabia natural y la simple malicia. En nuestro esfuerzo constructivo debe haber la menor malicie posible. No se la debe mezclar con el odio de clase. El odio de clase golpea con intención; pero tal como una nube sobre la tierra, está sobre la malicia personal. En general, el crítico marxista, sin caer en indulgencia alegre, que sería muy malo de su parte, debe ser a priori benevolente. Su felicidad suprema debería ser encontrar lo positivo y revelárselo al lector en todo su esplendor. Otro de sus objetivos debe ser la asistencia –canalizar y advertir- y solamente en pocas ocasiones debería ser necesario tratar de oponerse a lo villano con una penetrante flecha de risa o desaprobación o con crítica aplastante, que fácilmente puede aniquilar cualquier desconocido enorgullecido.

Redacción/Publicación original: 1928.
Traducción al castellano: Luis Salvatierra, 2017, en base a: Lunacharsky, A. V.., "Theses on the Problems of Marxist Criticism", https://www.marxists.org/archive/lunachar/1928/criticism.htm.
Esta edición: Marxists Internet Archive, febrero 2018.

lunes, 26 de diciembre de 2022

"LA GUERRA POPULAR PROLONGADA", DE MAO ZEDONG, DESCARGABLE EN PDF, EN EL 129 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL LÍDER COMUNISTA CHINO


“...En septiembre habíamos logrado organizar un levantamiento muy amplio con las uniones de campesinos de Hunan1 y se constituyeron las primeras unidades obrero-campesinas del ejército popular. El origen de los reclutas era triple: las poblaciones rurales, los mineros de Hanvang y las tropas insurgentes del Kuomintang.

Esta primera fuerza militar de la revolución fue llamada “Primera División del Primer Ejército de Campesinos y Obreros”. El primer regimiento se constituyó con los mineros de Hanyang. El segundo se reclutó entre las milicias de campesinos de Ping Kiang, Lin Yang, Li Ling y otros dos hsien de Hunan; un tercero fue creado con una parte de los efectivos de la guarnición de Wuhan que se había rebelado contra Wang Ching-wei. Este ejército fue organizado con el acuerdo delComité Provincial de Hunan, pero el programa general de este Comité y de nuestro ejército encontró la oposición del Comité Central del Partido que parecía, entre tanto, haber adoptado una política de espera más que de oposición activa.

Mientras organizaba el ejército e iba de los mineros de Hanyang donde los campesinos, fui hecho prisionero por los min-tuan que dependían del Kuomintang. El terror impuesto por el Kuomintang estaba en su apogeo y se fusilaba por centenares a los sospechosos de ser comunistas. Se dio la orden de llevarme al cuartel general min-tuan donde debía ser fusilado.

Con algunas decenas de dólares que me prestó un camarada, traté de corromper a mi escolta. Los soldados rasos eran mercenarios que no tenían especial interés en que me asesinaran y estuvieron de acuerdo de ponerme en libertad, pero el suboficial que los dirigía no quiso permitirlo. Decidí escapar, pero no tuve la oportunidad sino cuando estábamos a unos 200 metros del cuartel general min-tuan. En ese momento me solté y escapé a través del campo. Alcancé un sitio elevado por encima de un puente rodeado de hierba alta y me escondí hasta que el sol se ocultó Los soldados me persiguieron y forzaron a los campesinos a buscarme.

Se acercaron a mí una o dos veces hasta el punto de que yo habría podido tocarlos, pero felizmente no me descubrieron aunque a ratos perdí la esperanza seguro de que me detendrían. Finalmente cuando oscureció abandonaron la búsqueda. Partí al instante por la montaña, viajando de noche. No tenía zapatos y me herí los pies profundamente. En mi camino encontré un campesino que me socorrió, me abrigó y después me condujo al distrito más próximo. Yo llevaba siete dólares que gasté en comprar zapatos, un paraguas y alimento. Cuando al fin escapé sano y a salvo de las milicias campesinas, no tenía más que dos centavos en el bolsillo.

Con la creación de la nueva división, llegué a ser presidente del Comité del Partido encargado del frente y Yu Sha-Tu, comandante de la división de Whan, que dirigió el primer ejército. (...) Cuando el pequeño ejército alcanzó al fin Ching-Kashan, no contaba con más de mil hombres, aproximadamente.

El Comité Central me desautorizó, porque el programa de la “insurrección de otoño”, no había sido autorizado por el Comité Central, puesto que el Primer Ejército había sufrido grandes pérdidas y porque desde el punto de vista de las ciudades, el movimiento parecía condenado al fracaso. No formé entonces más parte del bureau político, ni del Comité del frente del partido. El Comité Provincial de Hunan nos atacó igualmente llamándonos “la insurrección de los ladrones”. No obstante, mantuvimos nuestro ejército en Chingkangshan, convencidos como estábamos de que nuestra línea era correcta, y los acontecimientos que siguieron debieron justificarnos ampliamente.

Nuevos reclutas se agregaron y las filas de la división fueron fortalecidas. Me convertí en Comandante.

Del invierno de 1927 al otoño de 1928, la primera división tomó por base a Chingkanshan. En noviembre de 1927 el primer gobierno comunista se instaló en Chalin, en la frontera del Hunan. Allí, como más tarde en otras partes defendimos un programa democrático, una política moderada, que tenía por base una evolución lenta pero segura. Esto valió a Chingkanshan la recriminación de “putchista” del Partido, que estaba a favor de una política de razzias, terrorista y de ejecución de propietarios, con el propósito de extinguir la moral de éstos. 

El Comité del frente del Primer Ejército rechazó la adopción de tales tácticas y fue entonces acusado por los tibios de “reformista”. Fui violentamente atacado por ellos por no seguir una política más “radical”. 

Dos famosos jefes de ladrones de los alrededores de Chingkanshan llamados Wang Tso y Yuang Ween-tsai se unieron al ejército comunista en el curso del invierno de 1927. Éste contaba entonces con tres regimientos. Wang y Yuang, fueron ambos nombrados Comandantes de un Regimiento y yo era Comandante del Ejército. Estos dos hombres aunque habían sido bandidos, habían sumado fuerzas a la revolución nacional y estaban dispuestos a luchar contra la reacción.

Mientras permanecí en Chingkanshan, ellos permanecieron leales a los comunistas y obedecieron las órdenes del Partido. Más tarde, cuando estuvieron solos en Chingkanshan, volvieron a sus habituales actividades de bandidos. Como resultado de lo cual, fueron fusilados por los campesinos, que ellos mismos habían organizado como comunistas y que se habían hecho capaces de defenderse por sus propios medios...”

Mao Zedong,2 “Así nació el Ejército Popular”

Mi Vida. Entrevista con Edgar Snow. 1937 

1 “Nací en el pueblo de Shao-Shan, en Hsang Tan-Hsien, provincia de Hunan, en 1893. Mi padre se llamaba Mao Jen-sheng, y el nombre de soltera de mi madre era Wen-Shi-mei. Mi padre era un campesino pobre, que debió unirse al ejército muy joven, porque tenía pesadas deudas. Fue soldado durante muchos años. Más tarde, volvió al pueblo donde yo nací; ahorrando cuidadosamente y obteniendo un poco de dinero de un pequeño negocio y de otros trabajos, pudo volver a recuperar su tierra...”. Así comienza la entrevista a Mao Tse-tung, publicada en 1937 con el nombre Mi Vida

2 Mao Zedong: este nombre sigue la onomástica china, el apellido es Mao (en chino simplificado: 毛泽东, en chino tradicional: 毛澤東, en pinyin: Máo Zé dōng y romanizado: Mao Tse-tung. 

DESCARGAR "LA GUERRA POPULAR PROLONGADA", DE MAO ZEDONG: 

https://elsudamericano.files.wordpress.com/2019/07/162.mao-gpp.pdf 

viernes, 23 de diciembre de 2022

"JOSÉ Y PILAR", DOCUMENTAL EN EL CENTENARIO DE SARAMAGO

Título original: José e Pilar

Año: 2010
Duración: 125 min.
País: Portugal
Dirección: Miguel Gonçalves Mendes
Guion: Miguel Gonçalves Mendes
Música: Alberto Iglesias, Camané, Adriana Calcanhotto, Bruno Palazzo, ver 4 más
Fotografía: Daniel Nieves, Daniel Neves
Sinopsis: Historia de la relación entre el Premio Nobel de literatura José Saramago (1922-2010) y su esposa, la periodista española Pilar del Río. Retrata su vida cotidiana en Lanzarote y Lisboa, en su casa y en sus viajes por todo el mundo, durante los últimos cuatro años de vida del escritor portugués
 
Documental del realizador portugués Miguel Gonçalves Mendes, una co-producción entre Portugal, España y Brasil,​ estrenado el 28 de enero de 2011 en España. El documental acompaña durante dos años la vida del célebre escritor ganador del Premio Nobel José Saramago y su esposa la periodista y traductora de sus obras Pilar del Río. En Portugal el documental estuvo cuatro meses consecutivos en cartelera, obteniendo un total de 22 mil espectadores. En Brasil estuvo cinco meses consecutivos, con 40 mil espectadores en total.​ Estos resultados lo convirtieron en el documental realizado por un portugués más visto en Portugal. El 9 de septiembre de 2011, el Instituto do Cinema e do Audiovisual (ICA) anunció que la cinta sería elegida como candidata portuguesa al premio Óscar a la mejor película extranjera. La elección fue realizada por una comisión compuesta por representantes de asociaciones del sector cinematográfico, habiendo sido previamente sometida a aprobación de la Academia de Artes e Ciências Cinematográficas de Portugal.  
 
VER DOCUMENTAL:

miércoles, 21 de diciembre de 2022

ENTREVISTA CONCEDIDA A RADIO HABANA POR THOMAS SANKARA, EN EL 73 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO

La revolución de Burkina Faso se está consolidando

Entrevista concedida a Radio Habana - Cuba

Compañero Presidente, ¿cual es la posición de Burkina Faso con respecto a la lucha contra el apartheid?

El apartheid es hoy una forma de nazismo moderno. El apartheid es un elemento vivo del imperialismo de nuestros tiempos. En definitiva el apartheid es también una estratagema en la lucha de clases por la explotación del hombre por el hombre. Por lo tanto, táctica y estratégicamente debemos combatir el apartheid no porque somos negros, sino simplemente porque somos hombres y no animales y porque hemos escogido en el marco de la lucha de clases, la clase del futuro, la clase de los trabajadores, que hace a los hornbres libres. prósperos y felices.

 ¿Qué se hace concretamente en Burkina Faso para luchar contra el apartheid?

Burkina Faso organiza Ia lucha contra el apartheid a varios niveles, existen organizaciones sociales como el Movimiento Burkinabés contra el Racismo y el Apartheid, pero sobre todo en la formación política e ideológica de todos los burkinabeses en el seno de los Comités de Defensa de la Revolución, les indicamos todos los enemigos posibles de la humanidad y de nuestro pueblo, entre los cuales figura el apartheid. Tomamos medidas legislativas, administrativas, jurídicas y políticas contra el apartheid.

Boicoteamos las actividades internacionales en las cuales se trata de imponer Ia presencia de los responsables, los partidarios, los actores del apartheid.

Lo combatimos en el deporte, en las actividades culturales, en las reuniones internacionales. Combatimos económicamente el apartheid aunque Burkina Faso es un país pequeño, económicamente débil; combatimos el apartheid y rechazamos los productos del apartheid. Nuestro combate continúa igualmente por medio del internacionalismo proletario para desear una unidad de acción y de pensamiento con otros hombres para cerrarle el paso al apartheid, y exterminar ese cáncer que mina no sólo a Africa, sino también a toda la humanidad. Es por eso que denunciamos con todas nuestras fuerzas a todos los gobiernos y regimenes que en su hipocresía se dicen opuestos al apartheid, pero que en realidad son los verdaderos agentes, los principales proveedores del apartheid de Africa del Sur. Todos merecen la misma suerte que los Pieter Botha, y más aún porque finalmente Pieter Botha es solamente el brazo pero ellos son el cerebro.

¿Cual es la significación de la próxima cumbre de Ia OUA para Burkina Faso?

La próxima Cumbre de Ia OUA [Organización de Unidad Africana] deberá constituir un jalón extremadamente importante en Ia toma de conciencla, pero sobre todo en la movilización efectiva de las energías multiformes contra el apartheid e igualmente contra los demás males que acosan a Africa, en particular el endeudamiento.

Un endeudamlento que debemos denunciar como el segundo saqueo, un robo en segundo plano, de Segundo grado de los recursos africanos. Fuimos colonizados, explotados. Nuestros recursos fueron saqueados. Hoy todavía quieren que reembolsemos deudas que nunca contraímos para nuestra felicidad, sino que nos fueron impuestas por esos mismos que en el desbordamiento de su capitalismo juzgaron indispensables crearse nuevos mercados, invadirlos y dominarlos por Ia potencia financiera.

Compañero Presidente, próximamente Burkina Faso celebrará el tercer aniversario de su revolución. ¿Cual es la situación de Burkina Faso actualmente?

Burkina Faso se encuentra en Ia trayectoria luminosa de las victorias revolucionarias. La edificación de una sociedad nueva en beneficio de un pueblo que ha sufrido por muchísimo tiempo pero que, por suerte desde el 4 de agosto de 1983 con Ia Ilegada de Ia revolución democrática y popular se ve con Ia posibilidad de vislumbrar un futuro de nuevo tipo. Nuestra revolución de tres años se está consolidando. Numerosos logros sociales constituyen una Iista infinita de victorias en el campo de la salud.

Hemos logrado numerosas victorias en el campo de la educación. Millares de escuelas se han construido. En el campo de la salud se han constituido miles y miles de postas médicas, se instaló especialmente una posta por pueblo: esta fue una consigna.

Una campaña de vacunación se extendió a todo el país e inclusive niños de los países hermanos y vecinos fueron vacunados a todo lo largo de la frontera sin tener en cuenta el régimen politico, sin tener en cuenta la discordia que existe entre uno u otro vecino y nosotros. Lo hicimos en nombre del amor por los demás pueblos. Pero estamos logrando otras victorias económicas y el plan quinquenal que arranca el 4 de agosto próximo, al mismo tiempo que los actos de celebración del tercer aniversario serán un reto que nuestro pueblo deberá vencer y que vencerá seguramente para la edificación de una sociedad aún más feliz, para que nos lleve a un futuro radiante. Pero sobre todo políticamente nuestra revolución está saliendo adelante a pasos agigantados elaborando nuestra táctica y estrategia así como armados con la ideología que nos enseñaron los grandes educadores del proletariado, estamos construyendo una organización política.

Como decía Lenin, sin urganización revolucionaria, sin ideología revolucionaria no habrá revolución. Es por todas estas razones que nuestro pueblo está cada vez más seguro que el combate difícil que le espera será un combate victorioso porque las fuerzas revolucionarlas se organizan cada vez más sobre una base sansa, una base ideológica clara y una unidad de acción dinámica pues, para lograr más para el provecho de todo nuestro pueblo y para el provecho de otros pueblos ya que aquí decimos que el que ame a su pueblo ama a los demás pueblos. Quisiera aprovechar para saIudar al pueblo cubano, a la Revolución Cubana y especialmente al gran camarada Fidel Castro por la clarividencia y el sentido internacionalista del compromiso de Cuba. Es por eso que en Cuba como aquí decimos "Patria o Muerte, Venceremos".

Compañero Presidente, para terminar quisiera que transmitiera un mensaje personal a Nelson Mandela.

Le dire a Nelson Mandela que ningún sufrimiento es deseable para un ser humano salvo para los masoquistas. Pero cuando se sufre, cuando se soporta la pena y el martirio por otros hombres, por pueblos enteros, solo se puede ser feliz, ya que se logra el milagro de transformar la pena, el dolor, y el martirio en felicidad sublime, en victoria radiante por el provecho de los demás hombres, se irradia Ia humanidad de una savia vivificante, una savia que despierta a los más temerosos y que empuja más hacia adelante a los que están ya comprometidos. En este sentido, Nelson Mandela en prisión es mil veces más Iibre, mil veces más felíz que aquellos que afuera, se consumen bajo Ia explotación del hombre por el hombre o peor aún sirven los intereses objetivos de los enemigos de los pueblos, especlaimente del imperialismo arrogante de nuestro tiempo. 

Publicado por vez primera: En la edición del 19 de julio de 1986 del diario cubano, Granma.
Transcripción: Juan Fajardo, para marxists.og, septiembre de 2010. 
Esta edición: Marxists Internet Archive, septiembre de 2010.

martes, 20 de diciembre de 2022

ARTÍCULO "OTRA CIUDAD PARA OTRA VIDA", DEL ARTISTA COMUNISTA CONSTANT, PUBLICADO HACE 63 AÑOS

 

Otra ciudad para otra vida

Constant

La crisis del urbanismo se agrava. La construcción de los barrios, antiguos y nuevos, está en desacuerdo evidente con los modos de comportamiento establecidos, y aún más con los nuevos modos de vida que buscamos. Un ambiente mortecino y estéril es el resultado en nuestro entorno.

En los barrios viejos, las calles han degenerado en autopistas. El ocio está desnaturalizado y comercializado por el turismo. Las relaciones sociales se hacen imposibles en ellos. Únicamente dos cuestiones dominan los barrios construidos últimamente: la circulación en coche y el confort de las viviendas. Son la miserable expresión de la felicidad burguesa, y toda preocupación lúdica está ausente.

Ante la necesidad de construir rápidamente ciudades enteras, nos disponemos a construir cementerios de hormigón armado, en los que grandes masas de la población están condenadas a morirse de aburrimiento. Ahora bien, ¿para qué sirven los inventos técnicos más asombrosos que el mundo tiene ahora a su disposición, si faltan las condiciones para sacar provecho de ellos, si no añaden nada al ocio, si falta la imaginación?

Nosotros reivindicamos la aventura. Al no encontrarla en la tierra algunos se fueron a buscarla a la Luna. Apostamos siempre y sobre todo por un cambio en la tierra. Nos proponemos crear situaciones, y situaciones nuevas. Contamos con romper las leyes que impiden el desarrollo de actividades eficaces en la vida y en la cultura. Nos encontramos en el alba de una nueva era, e intentamos esbozar ya la imagen de una vida más dichosa y de un urbanismo unitario; el urbanismo hecho para el placer.

Nuestro campo es por tanto la red urbana, expresión natural de una creatividad colectiva, capaz de comprender las fuerzas creadoras que se liberan en el ocaso de una cultura basada en el individualismo. A nuestro entender, el arte tradicional no podrá tener lugar en la creación del nuevo ambiente en el que queremos vivir.

Estamos inventando nuevas técnicas; analizamos las posibilidades que ofrecen las ciudades existentes; hacemos maquetas y planos para ciudades futuras. Somos conscientes de la necesidad de servirnos de todos los inventos técnicos, y sabemos que las construcciones futuras que emprendamos tendrán que ser suficientemente flexibes para responder a una concepción dinámica de la vida, creando nuestro entorno en relación directa con tipos de comportamiento en constante cambio.

Nuestra concepción del urbanismo es social. Nos oponemos a la concepción de una ciudad verde, en la que los rascacielos espaciados y aislados reducirán necesariamente las relaciones directas y la acción común de los hombres. Para que tenga lugar una relación estrecha entre el entorno y el comportamiento, es indispensable la aglomeración.

Quienes piensan que la rapidez de nuestros desplazamientos y la posibilidad de telecomunicarse van a disolver la vida común de las aglomeraciones conocen mal las verdaderas necesidades del hombre. A la idea de una ciudad verde que han adoptado la mayor parte de los arquitectos modernos oponemos la imagen de una ciudad cubierta en la que, al separar los planos de los edificios y de las carreteras, se da lugar a una construcción espacial continua separada del suelo, que comprenderá tanto grupos de alojamientos como espacios públicos (permitiendo modificaciones de destino según las necesidades del momento). Como toda la circulación, en el sentido funcional, pasará por debajo o por las terrazas superiores, se suprimen las calles. La gran cantidad de espacios atravesables diferentes de los que se compone la ciudad forman un espacio social complicado y vasto. Lejos de un retorno a la naturaleza, de la idea de vivir en un parque como antaño los aristócratas solitarios, vemos en tales construcciones inmensas la posibilidad de vencer a la naturaleza y someter a nuestra voluntad el clima, la iluminación, los ruidos en los diferentes espacios.

¿Entendemos por ello un nuevo funcionalismo que ponga aún más en evidencia la vida utilitaria idealizada? No hay que olvidar que, una vez establecidas las funciones, les sucede el juego. Desde hace mucho tiempo la arquitectura se ha convertido en un juego con el espacio y el ambiente. La ciudad verde carece de ambientes. Nosotros queremos, por el contrario, servirnos más conscientemente de ellos, y que correspondan a todas nuestras necesidades.

Las ciudades futuras que estamos considerando ofrecerán una variabilidad inédita de sensaciones en este campo y harán posibles juegos imprevistos mediante el uso inventivo de las condiciones materiales, como el acondicionamiento de aire, la sonorización y la iluminación. Ya hay urbanistas que estudian la posibilidad de armonizar la cacofonía que reina en las ciudades actuales. No se tardará en encontrar en ellas un nuevo campo de creación, así como muchos otros problemas que se presentarán. Los anunciados viajes al espacio podrían influir sobre este desarrollo, ya que las bases que se establezcan en otros planetas plantearán de forma inmediata el problema de las ciudades a cubierto, que serán quizá el modelo de nuestro estudio del urbanismo futuro.

Ante todo, sin embargo, la disminución del trabajo necesario para la producción mediante la automatización extendida creará una necesidad de entretenimientos, una diversidad de comportamientos y un cambio de naturaleza de los mismos que llevarán forzosamente a una nueva concepción del hábitat colectivo que disponga del máximo de espacio social, al contrario que la concepción de ciudad verde donde el espacio social se reduce al mínimo. La ciudad futura ha de concebirse como una construcción continua sobre pilares o como un sistema ampliado de construcciones diferentes en las que estarían suspendidos locales de alojamiento, de recreo, etc. y otros destinados a la producción y a la distribución, liberando el suelo para la circulación y las reuniones públicas. La aplicación de materiales ultraligeros y aislantes como los que se experimentan actualmente permitirá una construcción ligera y soportes muy espaciados. De forma que se podrá construir una ciudad de varias capas: sótano, planta baja, pisos, terrazas, de una extensión que puede variar desde la de un barrio actual a la de una metrópoli. Hay que destacar que en tal ciudad la superficie construida será del 100% y la libre del 200% (parterre y terraza) mientras que en las ciudades tradicionales los porcentajes son del 80% y del 20% y en la ciudad verde esta relación puede, como máximo, invertirse. Las terrazas conforman un territorio al aire libre que se extiende por toda la superficie de la ciudad, y que puede dedicarse al deporte, al aterrizaje de aviones y de helicópteros, y al mantenimiento de vegetación. Serán accesibles por todas partes mediante escaleras y ascensores. Los diferentes pisos estarán divididos en espacios vecinos y comunicantes, acondicionados artificialmente, que ofrecerán la posibilidad de crear una diversidad infinita de ambientes, facilitando la deriva de los habitantes y sus frecuentes encuentros fortuitos. Los ambientes serán cambiados regular y conscientemente con ayuda de todos los medios técnicos, mediante equipos de creadores especializados que serán, por tanto, situacionistas de profesión.

Una de las tareas que estamos emprendiendo es un estudio profundo de los medios de creación de ambientes y de la influencia psicológica de los mismos. La tarea específica de los artistas plásticos y de los ingenieros es llevar a cabo estudios concernientes a la realización técnica de las estructuras portantes y a su estética. La aportación de los últimos sobre todo es de una necesidad urgente para hacer progresos en el trabajo preparatorio que nos proponemos.

Aunque el proyecto que acabamos de trazar a grandes líneas corre el riesgo de ser considerado como un sueño fantasioso, insistimos en el hecho de que es realizable desde el punto de vista técnico, deseable desde el punto de vista humano, y que será indispensable desde el punto de vista social. La creciente insatisfacción que domina a la humanidad alcanzará un punto en el que nos veremos empujados a ejecutar proyectos para los que poseeremos los medios y que podrán contribuir a la realización de una vida más rica y completa. 

Fuente: Archivo Situacionista 

Publicado en el # 3 de Internationale Situationniste (1959). Traducción extraída de Internacional situacionista, vol. I: La realización del arte, Madrid, Literatura Gris, 1999.